La Gran Ramera bajo condenación y su caída
Introducción
No es el propósito del autor realizar una tesis doctoral arrojando nueva luz acerca del tema que se expondrá a continuación, sino más bien una presentación general acerca de algunos puntos de vista y por supuesto la posición adventista de los capítulos 17 al a18 del libro de Apocalipsis. “Lacaída de la Gran Babilonia”. De manera que podamos tener una idea más clara del mensaje que el Señor Jesucristo nos trae a través del apóstol Juan, en relación con los acontecimientos del fin y que sin lugar a duda afectaran a toda la humanidad.
La Biblia expresa que hay fieles seguidores de Cristo en diferentes denominaciones religiosas, Dios los reconoce como suyos. No forman parte de Babilonia, ni han doblado sus rodillas ante ella. El asunto de la lealtad o no a la verdad es, en último término, una cuestión de relación personal con Dios y los principios fundamentales de la verdad. A lo que se le llama Babilonia en la Biblia abarca a quienes han roto con el espíritu y la esencia del autentico cristianismo y han seguido la senda de la apostasía. Estos están bajo la censura del cielo.[1]
I- Interpretación según los Testigos de Jehová
EL libro de Revelación, o Apocalipsis, contiene expresiones que no deben entenderse al pie de la letra (Revelación 1:1). Por ejemplo, habla de una prostituta que lleva escrito en la frente el nombre “Babilonia la Grande”. También dice que se sienta sobre “muchedumbres y naciones” (Revelación 17:1, 5, 15). Eso no podría hacerlo ninguna mujer de carne y hueso, de modo que Babilonia la Grande tiene que ser un símbolo. La cuestión es: ¿qué representa? En Revelación 17:18 se explica que es “la gran ciudad que tiene un reino sobre los reyes de la tierra”. La palabra “ciudad” nos hace pensar en un grupo organizado de personas. Además, esta “gran ciudad” controla a “los reyes de la tierra”. Por lo tanto, Babilonia la Grande tiene que ser una organización que ejerza una gran influencia por todo el planeta. Bien puede decirse que es un imperio mundial. Pero ¿de qué clase? Se trata de un imperio religioso. Veamos cómo nos llevan a esta conclusión algunos pasajes del libro de Revelación.
Los imperios pueden ser de tipo político, comercial o religioso. Sabemos que Babilonia la Grande no puede ser un imperio político porque la Palabra de Dios dice que “los reyes de la tierra [los sistemas políticos de este mundo] cometieron fornicación” con ella. El que cometa fornicación con los gobernantes de la Tierra simboliza que hace alianzas con ellos. Es comprensible, por lo tanto, que se la llame “la gran ramera” (Revelación 17:1, 2; Santiago 4:4). La Biblia dice que cuando esta mujer sea destruida, lo lamentarán los “comerciantes [...] de la tierra”, o sea, el sistema mercantil.
Así, queda claro que Babilonia la Grande no es un imperio comercial. De hecho, los textos bíblicos indican que tanto los reyes como los comerciantes se quedarán mirándola desde “lejos” (Revelación 18:3, 9, 10, 15-17). Por lo tanto, es lógico concluir que Babilonia la Grande no es un imperio ni político ni comercial, sino religioso.
Hay otra prueba de que se trata de un imperio religioso: se afirma expresamente que engaña a las naciones con su “práctica espiritista” (Revelación 18:23). Todas las variedades de espiritismo tienen su origen en los demonios. Por eso no sorprende que la Biblia llame a Babilonia la Grande “lugar de habitación de demonios” (Revelación 18:2; Deuteronomio 18:10- 12). Además, vemos que este imperio se opone con empeño a la religión verdadera, pues persigue a los “profetas” y a los “santos” (Revelación 18:24). Tanto odia a la religión verdadera, que persigue con violencia a “los testigos de Jesús” y llega a matarlos (Revelación 17:6). No cabe duda: Babilonia la Grande representa el imperio mundial de la religión falsa, el cual incluye a todas las religiones opuestas a Jehová Dios.
I- Interpretación según Iglesia mundial de Cristo
Aquí tenemos “una mujer”, Una mujer, en el simbolismo Bíblico, es una “iglesia” Luego durante el desarrollo del seminario, podrá comprobar, que esto es así. Por otro lado, tenemos también “una gran ramera” (v. 1) Aquí no dice “mujer”, sino “gran ramera”.
Pero luego en los (vs. 3 y 4) sí dice “mujer” aunque ya de por sí, se entiende que si es una ramera, se refiere a una mujer. Por lo tanto, aquí tenemos a una iglesia prostituida, que por el contexto de la Biblia, sabemos que se refiere a la idolatría, a un “apartarse” de la verdadera doctrina, al “mezclarla” con otras doctrinas de origen pagano.
En el sentido Bíblico, una iglesia prostituida, es una iglesia que se apartó del Señor, ya sea por la mezcla de doctrinas, o por haberse mundanalizado, haberse adaptado tanto al mundo, que en vez de evangelizar al mundo, termina mundanalizando al Evangelio.
Por lo tanto es una iglesia con doctrinas falsas, que se apartan de lo escritural. En este capítulo, se nos presenta una iglesia prostituida, y que está sentada “sobre muchas aguas” ¿Qué quiere decir muchas aguas? Si gamos hasta el (v. 15) allí dice: “Y me dijo también: las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas”.
Entonces, ya sabemos que es una iglesia muy grande, que está sobre mucha gente, sobre muchos pueblos, sobre muchas naciones y sobre muchas lenguas; o sea que se trata de una iglesia muy grande, muy popular que abarca una gran parte del mundo, y que está prostituida, o sea, apartada de la verdad.[2]
También hay que considerar que se trata de una iglesia que se presenta como “cristiana”, de ahí que es una iglesia apóstata, de lo contrario, el Señor no se dirigiría a ella como “iglesia prostituida” o “apartada”; sino como “iglesia pagana”, es decir, fuera del cristianismo.
Luego el texto explica que: “con ella han fornicado los reyes de la tierra , y los moradores de la tierra, se han embriagado con el vino de su fornicación” Para resolver esto, tenemos que recurrir a la historia, para ver en qué momento aparece una iglesia con semejante poder, sobre los reyes.
Esta es una iglesia que ha ganado a los reyes, que los ha usado, para dirigir sus dominios. Con lo que estamos viendo hasta ahora, no tenemos ninguna explicación suficientemente precisa, como para juzgar de manera semejante a ninguna iglesia, tan sólo porque nos parezca.
Como la Palabra nos dice: “no juzguéis” nosotros no debemos juzgar según nuestra opinión personal, pero cuando la profecía nos da los datos “precisos” y “únicos”, ahí la cosa cambia, pues la profecía es dada para que los verdaderos hijos de Dios no anden a la deriva, sin saber qué hacer. Entonces, para que no nos equivoquemos, el Señor nos da todos los datos “precisos”, para no herrar en la interpretación. Nos dice en el (v. 4) “y la mujer, estaba vestida de púrpura” O sea, que se trata de una iglesia cuyo color distintivo es el “púrpura”, y continúa diciendo: “...y adornada de oro y de piedras preciosas” Con este dato, sabemos que es una iglesia que ostenta riquezas. También dice: “...tenía en la mano, un cáliz de oro.” O sea que esta iglesia, tiene como emblema el cáliz.[3]
Y continúa “...y en su frente un nombre escrito, un misterio: Babilonia la grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra.” Y en el (v. 6) dice: “...y vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús... Y cuando la vi, quedé asombrado, con gran asombro.”
Entonces lo que tenemos acá es que:
- Se trata de “una gran ramera”, o sea, una gran iglesia apartada de la verdad.
- Que “está sentada sobre muchas aguas”, o sea que gobierna sobre pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas. Es una iglesia muy popular.
- Que “gobierna sobre los reyes de la tierra”, o sea que tiene una influencia mundial, sobre los gobiernos del mundo.
- Que tiene “el púrpura” como color distintivo.
- Que ostenta “riquezas”.
- Que tiene “el cáliz” como emblema.
- Que ha “asesinado” a los santos de Jesús.
Como puede comprobar, la Palabra, nos da muchos datos que son
como para poder descubrir a esta iglesia, sin equivocarnos. No hay muchas iglesias, que llamándose cristianas, han sido asesinas de santos, tampoco hay muchas iglesias que, llamándose cristianas, gobiernen sobre la mayor parte del mundo, y menos que menos sobre los reyes (gobernantes) de la tierra.[4]
Tampoco hay muchas iglesias que llamándose cristianas, se destaquen ostentando riquezas. Tampoco que tengan como color oficial el púrpura, ni que usen el cáliz en sus cultos.
En el (v. 9) de este capítulo dice: “Esto para la mente que tenga sabiduría. Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer.” Aquí tenemos un dato que es fulminante.
Cuando hablamos de siete montes, hablamos de siete colinas; y geográficamente hay un solo punto en el mundo con esta característica. Hay en todo el mundo, una sola ciudad que está asentada sobre siete montes, y es la ciudad de Roma.
Hasta ahora vimos siete puntos importantes y únicos para identificar a esta iglesia.Y el punto que sigue el 8) Nos revela que la sede de esta iglesia institución está en Roma. Ahora bien: ¿Cuántas iglesias tenemos en Roma con estas características? La respuesta es una sola.[5]
I- Interpretación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día
Los capítulos 17 y 18 más los diez primeros versículos del Capítulo 19, constituyen la división denominada “La caída de Babilonia”.
Breve reseña de antecedentes históricos: La aplicación más antigua del término simbólico Babilonia al papado o la Iglesia Católica Romana, aparece en el siglo XII en los escritos de los valdenses y los albigenses. En los siglos XIV y XV siguió una larga lista de católicos medievales como John Wiklef, Jan Hus y Girolamo Savonarola afirmando resueltamente que Babilonia representa a la iglesia corrupta de Roma, incluso fueron a la hoguera.
Desde 1520 en adelante comenzando con Lutero y seguido de hombres como W. Tyndale, el arzobispo Cranmer y J. Knox. En la pos reforma hombres ilustres como el rey Jacobo I, Isaac Newton, el obispo Thomas Newton, John Wesley, en Norteamérica Roger Williams, Timothy Dwight, rector de la universidad de Yale en 1812 y el historiador bautista Isaac Backus escribió: “Ella [La iglesia de Roma”] es la madre de las rameras y todas las iglesias que van en pos de un amante que no es Cristo es culpable de prostituirse”.
En el despertar adventista en las décadas de 1830-1840, hubo una creciente oposición mayormente de los metodistas y los congregacionalistas. Prohibiendo la diseminación del adventismo. Llevando así a la proclamación del llamamiento a salir de las iglesias que rechazaban el mensaje del segundo advenimiento y se aferraban a las doctrinas contaminadas de Babilonia.[6]
El mensaje más urgente: es que salgamos junto con nuestros seres queridos de Babilonia. “Salid de ella, pueblo mío”, dice Jesús en el capitulo 18:4. Sabemos que el Señor Jesús nos ama y queremos complacerlo, pero, Como saber si estamos en Babilonia y necesitamos salir? Lo veremos pronto, pero antes hay que examinar algunos acertijos y luchas de poder.
La ramera y la bestia en las profecías bíblicas, una mujer representa al pueblo de Dios, lo podemos ver en (Apocalipsis 12:1,2) simboliza el ideal de Dios sobre su verdadera iglesia. La ramera vestida de rojo con una copa en su mano llena de blasfemias y del vino de la sangre de los mártires, representa a una iglesia que ha apostatado y fornicado (Apocalipsis 17:2-6).
El concepto simbólico de fornicación lo encontramos en el libro del profeta Ezequiel. El pueblo de Israel aparece comparado a una pobre mujer que Dios embellece y se casa con ella, pero en su infidelidad cometió inmoralidad con sus Idolatras naciones vecinas, aceptando sus creencias, haciendo pactos bilaterales con ellas y persiguiendo a los fieles seguidores de Dios.
La gran ramera ha fornicado con los reyes (verso 2). La iglesia cristiana de la Edad Media entro en relaciones inmorales con los gobiernos cristianos con el fin de disponer de poder para perseguir a los verdaderos seguidores de Dios. La otra batalla del capítulo 17 de apocalipsis es la de los 10 reyes o cuernos contra el cordero de Dios.
La única forma como pueden pelear contra Cristo es perseguir y matar a sus siervos fieles porque Cristo esta en el cielo. En el libro Hechos de los Apóstoles en el capitulo 9:5 vemos como Cristo le dice a Pablo, “Yo Soy Jesús a quien tu persigues”. En Mateo 25:40, Cristo dice: “En cuando lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños a mi lo hicisteis.[7]
Juan vio a la ramera que llevaba un nombre en la frente: “La Gran Babilonia, la madre de las Rameras”. (Verso 5). Estaba de moda en el tiempo de Juan que las prostitutas llevaran una cinta atada en sus cabezas con un nombre. Babilonia proviene de la palabra Babel que significa confusión a causa de la confusión que Dios creó al dar diferentes idiomas a los hombres cuando construían la torre de Babel. Sus enseñanzas mezcladas de verdad y error han llegado a ser una gran confusión. Por ejemplo entre sus enseñanzas tiene que el juicio se va a producir en ocasión de la segunda venida de Cristo. Los pecadores están condenados al infierno por la eternidad en cuanto mueren. Los demás van al cielo, el bautismo de los infantes, que las tradiciones de los padres de la iglesia tiene más autoridad que la Biblia y el cambio de la Ley inmutable de Dios y la observancia del domingo como día de reposo y no el sábado.
La iglesia católica por mucho tiempo se ha considerado como: “la Santa Madre Iglesia”. Las hijas no nacen rameras llegan a serlo por decisión propia y se llaman Babilonia como la madre. La iglesia católica ha contribuido con escuelas, universidades, hospitales y conservar el conocimiento de Dios y de su Hijo Jesús pero está en abierta oposición a la ley de Dios, niega el ministerio de Cristo en el santuario celestial y persigue a los fieles hijos de Dios. La iglesia luterana levanto en alto la verdad de la justificación por la fe, Sola Escritura y el sacerdocio de todos los creyentes. La iglesia reformada levanto la verdad de que Dios y no el hombre decide si nos salvamos o nos perdemos. La iglesia metodista levanto la verdad de la gracia universal. La iglesia bautista levanto la verdad del bautismo por inmersión, no se puede esperar que la persona llegue a ser miembro de la iglesia antes de comprender y creer lo que esta enseña.[8]
Pero en la década de 1840 y en la cumbre del gran reavivamiento religioso de Estados Unidos y el gran despertar adventista la mayoría de los líderes protestantes rechazaron el mensaje de los 3 ángeles del capítulo 14:6-12 del libro de Apocalipsis. Al hacerlo rechazaron y se opusieron al sábado de los 10 mandamientos, negaron el nuevo ministerio de juicio y expiación iniciado por Cristo en el lugar santísimo del santuario celestial y hablado en contra de los observadores del sábado. Por tanto estas organizaciones se unirán al estado para forzar y matar a los observadores del sábado.
Cristo dijo: “El que no es conmigo, esta contra mi”, siendo que rechazaron estas verdades, no les queda más camino que el de unirse al estado y combatir a los que verdaderamente guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesús (Apocalipsis 14:12).
Por eso es que Jesús nos está enviando la amonestación de que salgamos de la gran babilonia y no seamos participes de sus plagas. Aceptar y seguir a Cristo cuesta algo. Pero dejar de aceptar y seguir a Cristo en nuestras vidas nos costara, a la larga, más que seguirlo. Jesús nos dice en Mateo 16:25: “Quien pierda su vida por causa mía la encontrara”. En la terminación del gran conflicto cósmico solo habrá 2 grupos, los que tienen el sello de Dios y los que tiene la marca de la bestia, los que alaban a Cristo en ocasión de su segunda venida y los que se esconden en las cuevas y bajo las piedras.
Los reyes de las naciones y los mercaderes se lamentan, pero no por los pecados de babilonia ni los de ellos sino por la repentina destrucción en una hora Apocalipsis 18:9). Se lamentan, “Ay, ay, Gran Ciudad”, porque a costa de ella se habían enriquecido. Ahora la ven a la distancia.
Dios ha juzgado su juicio contra vosotros. Babilonia por siglos condeno sobre la base de evidencias falsas a los santos, apóstoles y profetas.
Pero con el comienzo del juicio investigativo en el lugar Santísimo del santuario celestial Dios ha juzgado que ese juicio era opresor, ha condenado la previa condenación y cada caso ha fallado en contra del opresor y a favor del oprimido. La sentencia impuesta por los testigos falsos a los hijos de Dios, el Señor se la impone a los falsos testigos. Babilonia presento falsa acusación contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesús causándoles muerte, pero el caso fue llevado a la corte suprema del cielo, donde quedo descubierto que Babilonia es culpable de perjurio, y por tanto Dios ha reclamado la vida de sus víctimas, aplicándole la pena que ella le aplico a ellos.[9]
Conclusión:
El hombre podrá ser engañado o quererse engañar el mismo pero Dios no puede ser engañado, todo lo que el hombre sembrare eso también segara (Gálatas 6:7). Dios conoce todo. El juzgara con justicia y pesara en balanza (Daniel 5:27). El sabe que La gran ramera, la gran babilonia es la que se opone a su ley, es la que tira por tierra el ministerio de Cristo en su santuario celestial al rechazarlo, es la que persigue a los que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesús, sabe quiénes son sus hijas, que salieron de ella y hacen lo mismo que su madre. Por cada caso fallado a favor de sus hijos, Dios pedirá cuentas y retribuirá con toda su ira el castigo que Babilonia se merece. Dios vindicara su nombre y el de sus verdaderos hijos.
Los Adventistas creen que el término “Babilonia”, al que se alude en Apocalipsis 17 ha sido aplicado correctamente al papado. Sin embargo, en el verso 5 afirma que Babilonia es “madre”. De modo que el término “Babilonia” pertenece con justicia tambien a las otras. Por lo tanto, creemos que doquier haya personas que sostengan y defiendan las doctrinas, practicas y procedimientos no cristianos de la iglesia papal, las tales pueden denominarse “Babilonia” por ser parte de la gran apostasía.
Conforme avance el fin del tiempo, la brecha entre la apostasía y la fidelidad a la verdad se ampliara conforme al cumplimiento de la profecía. La pertenencia a cualquier iglesia no es en si misma, evidencia de comunión con Cristo ni de fidelidad a los fundamentos del evangelio. La iglesia cristiana ha sido afligida a lo largo de los siglos por la presencia de una gran multitud de toda clase de gentes. En particular en los últimos tiempos, cuando muchos se han desviado de la fe. Dios pide a sus hijos que rompan con todo lo ajeno a los principios fundamentales y apostólicos de la verdad.[10]
Autor: Michael Bosch
Referencias