"Gritad en alta voz, porque dios es; quizá está meditando..."
Una vez escuché decir a un pastor de corriente evangélica: “Yo no quiero ser un profeta como Daniel, sino como Elías que hizo descender fuego del cielo”. ¿A quién de nosotros no nos gustaría ser como Daniel? Daniel fue un gran profeta, escribió la historia desde su tiempo hasta el fin, pero para ese pastor lo que importa es lo que se ve. Y es ahí donde quiero apuntar con ésta columna.
Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás.[1]
Herodes, viendo a Jesús, se alegró mucho, porque hacía tiempo que deseaba verle; porque había oído muchas cosas acerca de él, y esperaba verle hacer alguna señal.[2]
¿Qué mas pruebas que las que hizo Jesús durante su ministerio? Nuestra fe en Cristo, no debe depender de los milagros que vemos, lo que miran nuestros ojos. Como profesos cristianos que somos debemos de ser Trascendentes, debemos pensar más allá de los límites. Y es por la sencilla razón de que no somos “del mundo”[3] según Jesús y como escribió el apóstol Pablo, vivir “no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.”[4]
La Iglesia Adventista del Séptimo Día es muy criticada por las demás denominaciones, especialmente por las llamadas “evangélicas” y “pentecostales”. Y es que al parecer, para esos hermanos, la presencia de Dios únicamente es percibida por el vocerío y los movimientos bruscos dentro de su congregación. La sierva del Señor escribió:
Las obras de Cristo no sólo declaraban que era el Mesías sino que manifestaban cómo iba a establecerse su reino… El reino de Dios no viene con manifestaciones externas. Viene mediante la dulzura de la inspiración de su Palabra, la obra interior de su Espíritu, y la comunión del alma con Aquel que es su vida. La mayor demostración de su poder se advierte en la naturaleza humana llevada a la perfección del carácter de Dios…[5]
Y es que la obra de Satanás es apelar a nuestros sentidos. Bien recomendó la Hna. White cuidar las avenidas del alma. Me gusta como Gulley lo presenta en su libro, él dice:
En la caída original Satanás hundió a nuestro planeta mediante el engaño. Planea terminar su tarea de la misma manera. Apelara a los sentidos. Vivimos en una sociedad que esta empapada en los sentidos. Porque estamos pegados a la televisión, los videos, las películas y la red mundial de Internet o World Wide Web, Satanás nos dará una exhibición visual.[6]
No siempre las manifestaciones externas nos dicen o aseguran la presencia de Dios en ese momento y lugar. Al ser Dios, un “Dios de orden” y que “no cambia” debemos de conocer el proceder de Nuestro Dios, aunque muchas veces no lo entendamos. Satanás es un buen imitador, lo ha demostrado desde que se propuso ser igual a Dios. En la historia de Elías, el elemento Fuego, es usado tanto por Dios, como por Satanás. Leemos en el 1er libro de:
“Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? El respondió́: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová́; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto. Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?”[7]
Gulley presenta (según su opinión) la “misma escena” en el falso Monte Carmelo en el futuro:
“Estamos aquí (falso cristianismo) para buscar tu afirmación oh Dios. Nuestra misión es conseguir que todo el mundo te adore a ti y a tu iglesia y a la ley dominical que es sagrada. Si nuestra causa es santa y justa y va a salvar el planeta de su destrucción venidera, entonces, te rogamos que contestes. Desciende fuego del cielo, y todos se regocijan y salen precipitadamente para ejecutar el plan de Norteamérica (en realidad, el de Satanás)”.[8]
A Satanás en el escatón/fin de los días se le permitirá hacer lo que en el pasado no se le permitió. Por ejemplo, cuando Elías tuvo el encuentro con los profetas de Baal, ¿la señal cuál era? que descendiera fuego del cielo y sabemos lo que pasó. Sin embargo, esa señal le será permitida realizar a Satanás en el fin de los tiempos. Hasta la misma aparición de Cristo se le permitirá realizar, más no exacta:
“Satanás. . . disfrazado de ángel de luz, recorrerá la tierra como un taumaturgo. Con bello lenguaje presentará sentimientos sublimes. Hablará palabras buenas y ejecutará buenas acciones. Personificará a Cristo; pero en un punto habrá una diferencia notable. Satanás apartará a la gente de la ley de Dios.”[9]
Por ello, el apóstol Pablo habla de un culto racional (Rom. 12:1), no uno basado en sentimientos (como se ven hoy en día, muchos gritos, saltos, ruidos, “milagros”, etc…), que cuando escucho una canción se me salen las lágrimas, quiero ir a China como misionero y se me paran los pelos pero, luego que acaba la canción lo olvido todo. Debemos ser trascendentales como escribió Pablo, mirar mas allá de lo que se ve (2 Cor. 4:8), y claro, no poner nuestra salvación en manos de nadie, estudiar por nosotros mismo las Escrituras para estar firmes en estos últimos días antes los engaños de Satanás con un Escrito Está, así como permaneció firme Cristo cuando fue tentado en el desierto.
Hay una cita de la Hna. White que dice:
“Hay una gran obra que hacer. El mundo no se convertirá por el don de lenguas, o por la obra de los milagros, sino por la predicación de Cristo crucificado. El Espíritu Santo debe tener libertad para actuar.”[10]
Elías conocía tanto a Dios que sabia diferenciar su voz.
“Yo los llamaré con un silbido, y los reuniré, porque los he redimido; y serán multiplicados tanto como fueron antes.”[11]
“Cada uno de nosotros ha de oír la voz de Dios hablar a su corazón. Cuando toda otra voz calla, y tranquilos en su presencia esperamos, el silencio del alma hace más perceptible la voz de Dios.”[12]
Dios nos dice:
“Estad quietos, y conoced que yo soy Dios.”[13]
¿Cómo será nuestra influencia bajo el Espíritu Santo?
Los que se encuentran bajo la influencia del Espíritu Santo no serán fanáticos; en cambio, habrá en ellos serenidad, determinación y estarán libres de cometer disparates.[14]
Podemos leer en las escrituras la palabra “aparte”, refiriéndose a Cristo y casi siempre cuando leemos esa palabra es refiriéndose a la búsqueda de un lugar de la naturaleza (monte, desierto, etc…) donde Cristo recargaba sus energías en comunión con el Padre. El Espíritu Santo (según nuestros hermanos de otras denominaciones) es la gasolina que mueve todo ese reavivamiento. Dios mismo dijo acerca de la obra de Cristo con el poder de su Espíritu en el libro de Isaías:
“He aquí mi siervo, yo le sostendré́; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones. No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles.”[15]
Un político decía:
La razón/verdad no grita, convence.
Continua la Hna. White escribiendo:
Dios pide que su pueblo ande con sobriedad y santa consecuencia. Debieran ser muy cuidadosos para no representar erradamente ni deshonrar las doctrinas sagradas de la verdad mediante manifestaciones extrañas, por medio de la confusión y el alboroto.[16]
Obra grandes prodigios, de tal modo que hace descender fuego del cielo a la tierra, a la vista de los hombres. Y engaña a los que habitan sobre la tierra, por medio de las señales que se le ha dado poder de hacer” (Apocalipsis 13: 13,14). Lo que se predice aquí no es una simple impostura. Los hombres serán engañados por los milagros que los agentes de Satanás no sólo pretenderán hacer, sino que de hecho tendrán poder para realizar.[17]
La fe en la Palabra de Dios, estudiada con oración y puesta en práctica, será nuestro escudo contra el poder de Satanás y nos hará vencedores por la sangre de Cristo.[18]
Hay una gran obra que hacer. El mundo no se convertirá por el don de lenguas, o por la obra de los milagros, sino por la predicación de Cristo crucificado.[19]
Mis amados, creo que a Dios se le debe alabar con mucho gozo, pero creo que a veces nos pasamos de contentos. ¡Dios nos guarde!
Referencias
Mateo 12:38, 39 ↩︎
Lucas 23:8 ↩︎
Juan 17:14 ↩︎
2da Corintios 4:18 ↩︎
White, Ellen. Matutina: Dios nos cuida del día 2 de Agosto. ↩︎
Gulley, Norman. ¡Cristo Viene! Pág. 527 ↩︎
1er libro de Reyes Cap. 19:9-13 ↩︎
Gulley, Norman. ¡Cristo Viene! Pág. 529 ↩︎
¡Maranatha: El Señor viene! Pág. 206 ↩︎
White, Ellen. Testimonios para los ministros, Pág. 451. ↩︎
Zacarías 10:8. ↩︎
White, Ellen. El Ministerio de la Curación Pág. 37. ↩︎
Salmos 46:10. ↩︎
White, Ellen. Matutina: Recibiréis poder del día 29 de mayo. ↩︎
Isaías 42:1-3 ↩︎
White, Ellen. El Evangelismo, Pág. 444 ↩︎
__________. El Conflicto de los Siglos, Pág. 609 ↩︎
__________. ¡Maranatha: El Señor viene! Pág. 206 ↩︎
__________. Testimonios para los Ministros, Pág. 431 ↩︎