Aproximación al fundamento de la Doctrina de la Trinidad desde la Iglesia Apostólica hasta el Concilio de Nicea

Jan 24, 2017
Juegos Cristianos

INTRODUCCIÓN
Este capítulo inicia con el contexto histórico, tanto político como religioso desde el siglo I hasta principios del siglo IV D.C., antes del concilio de Nicea. Se puede observar en el contexto político, como el imperio romano continuó con algunas persecuciones, siendo la de Diocleciano una de las más sobresaliente de ellas, pues duro una década[1], lo que permite visualizar si existe o no la posibilidad de hablar de la ICAR, en estos primeros siglos.

Dentro del contexto religioso es importante tener en cuenta de donde surgieron las ideas que tanto los Padres como los Apologistas defendieron, es por esto que se hizo necesario contextualizar la influencia filosófica que recibieron estos pensadores.

Una vez contextualizada la influencia filosófica de los principales pensadores y teólogos en los siglos I al IV D.C se observaran sus declaraciones en lo que concierne a la Trinidad. Además hay una mención de las ideas que en este periodo fueron tildadas de herejías y como esto genero división dentro de la iglesia.

En síntesis este capítulo comienza con el contexto político, prosiguiendo con el tema de la influencia filosófica y culminando con las declaraciones Trinitarias de los Padres y Apologistas.

En el siglo II d.C. la historia dice que después de la dinastía Flavia (que concluye con Domiciano), le sucedió la dinastía de los Antoninos, a “Nerva le sucede Trajano (98- 117)[2]...”, de allí sigue la guerra civil (193-211), la dinastía de los severos (193-235), algunos gobernantes durante la crisis del siglo tercero (235-268), emperadores Ilirios (268-284) y la tetrarquía (284-337)[3] . Bajo este periodo de tiempo la iglesia fue perseguida por varios emperadores[4] los cuales serán mencionados a continuación.

Trajano

Marco Ulpio Trajano (98-117 D.C) fue llevado al poder siendo general del ejército romano y siguió teniendo ese aire militar después de su coronación[5]. Fue un administrador competente, trabajador, excelente financiero y un juez justo. Acordó que los cristianos que no negaran su fe, debían ser muertos. Falleció a la edad de 64 años de un ataque de parálisis fulminante.[6] Bajo su imperio sufrieron martirio dos figuras destacadas: Simeón, cabeza de la iglesia de Jerusalén, e Ignacio de Antioquía quien sería martirizado y finalmente asesinado por las fieras en el coliseo romano[7]; probablemente hubo otros mártires menos famosos.

Adriano

Publio Elio Adriano (117-138 D.C) llego al trono de manera inusual, siendo adoptado por la familia real en el momento en el que Platina quedara viuda de Trajano y se enamorara de él. Tenía un espíritu rápido, imparcial, escéptico y penetrante que respetaba la tradición.[8] Bajo su reinado en el 130, anunció su intención de levantar un santuario a Júpiter en el lugar donde antes estaba el templo judío, abriendo paso a una revuelta Judía que daría lugar a grandes prohibiciones a esta cultura por parte del emperador; durante tres años fueron destruidas ciudades y asesinados muchos judíos[9]. Cabe aclarar que esta persecución a los judíos revoltosos, genero también muerte a muchos cristianos de Palestina.[10] Enloqueció de dolor y después de sesenta y dos años de vida, y veintiuno de gobierno, falleció.

Las persecuciones directas a los cristianos, se renovaron en tiempo del virtuoso Marco Aurelio (161-180 D.C). Tal como lo menciona Backhouse acerca de la situación de la iglesia en aquellos años; “...dolorosos eran los tiempos que atravesaba entonces la iglesia. Todos los poderes humanos se levantaron contra ella.”[11] Cuando el hambre y las catástrofes abatieron parte del imperio, se concluyó que estas calamidades eran el resultado del abandono y desprecio de los dioses romanos. Por ello en el 177 se promulgo un documento que ordenaba el castigo a todas las sectas que causaban perturbaciones confundiendo con nuevas doctrinas a las personas. Marco Aurelio público que los que negarán a Cristo fueran puestos en libertad, pero los que se declaran sus seguidores se les condenara tortura y a muerte.[12] Finalmente falleció en Viena, dejando a Cómodo como su sucesor.[13]

Septimio Severo

Bajo Cómodo desaparecieron las persecuciones. Septimio Severo (193-211 D.C) las reanudó al extremo de hacer del bautismo un delito. En el año 203 muchos cristianos sufrieron martirio.[14] Eusebio lo describió de la siguiente manera:

“Habiendo suscitado Severo una persecución contra las iglesias, los atletas que luchaban en defensa de la piedad padecieron totalmente ilustres martirios por todas las iglesias de todos los lugares. Entre ellos Leónidas, que se dice haber sido el padre de Orígenes, y habiendo sido degollado, dejo a su mencionado hijo todavía adolescente.”[15]

Bajo el reinado de Septimio, muchos fueron martirizados, entre ellos dos mujeres Perpetua y Felicitas y el ilustre Ireneo obispo de Lyon.[16]

Maximino Tracio

En el 235 comenzó, bajo Maximino (235-238 D.C), este con acérrimo odio hacia la familia de Alejandro de la cual muchos eran cristianos suscito una nueva persecución.[17] El gobernador de capadocia hizo todo lo posible para exterminar a los cristianos de aquella provincia. Durante esta persecución, muchos cristianos fueron ejecutados sin juicio, y enterrados a montones sin la más mínima decencia. En esta oleada asesina, fueron martirizados Úrsula e Hipólito, este último atado a un caballo y arrastrado hasta morir. Al morir el tirano Maximino en el 238 d.C., le sucedió Gordiano, y durante su reinado, así como el de su sucesor, Felipe, la Iglesia estuvo libre de persecuciones durante más de diez años.[18]

Decio

Habiendo muerto Felipe, le sucedió Decio (249-251 D.C) quien por odio a Felipe persiguió la iglesia.[19], como Felipe era considerado cristiano esto ocasiono una nueva y fuerte persecución, en parte también por sus celos ante el asombroso avance del cristianismo; porque los templos comenzaban a ser abandonados, y las iglesias cristianas estaban llenas.[20] Esto lo llevo a dictar un documento obligatorio por el cual exigía a cada habitante del estado que ofreciera un acto propiciatorio de homenaje a los dioses de Roma.

Aunque muchos cristianos lo realizaron, los obispos de Jerusalén, Antioquía y Roma se resistieron, fueron llevados a la cárcel y fueron ejecutados. Centenares de cristianos romanos se amontonaban en mazmorras; algunos fueron decapitados, otros murieron quemados, atados a un poste y a otros se les arrojo a las fieras.[21]

Bajo esta persecución los mártires fueron demasiados, entre ellos Fabiano obispo de Roma quien fue decapitado el 20 de enero del 250 D.C, Alejandro y Epimaco de Alejandría fueron torturados y quemados, Alejandro de Jerusalén fue encarcelado y allí mismo asesinado en el 251 D.C. En este mismo año una oleada sangrienta más fuerte vendría sobre todo el estado romano, al encontrar Decio resistencia ante los cultos y sacrificios a los dioses romanos. En este duro periodo para la iglesia fue encarcelado y torturado Orígenes a la edad de 64 años quien murió cinco años después en Tiro.[22]

Valeriano

Valeriano (253-260 D.C.) comenzó en el mes de abril del 257 D.C., una nueva persecución y continuó durante tres años y seis meses. Los mártires que cayeron en esta persecución fueron innumerables, y sus torturas y muertes igual de variadas y penosas.[23]

Valeriano ordeno que todas las personas debían observa los ritos romanos y prohibió las reuniones de cristianos.[24]

Así como en las demás persecuciones hubo hombres fieles que fueron asesinados, esta vez no fue la excepción. Esteban obispo de Roma fue decapitado y su remplazo, Sixto junto con seis de sus diáconos fueron martirizados y asesinados en Roma. En África, la persecución rugió con una violencia peculiar donde uno de sus mártires más reconocidos fue Cipriano de Cartago obispo de los cristianos. Finalmente en el 260 D.C. sucedió Gallieno, hijo de Valeriano, y durante su reinado (aparte de unos pocos mártires) la Iglesia gozó de paz durante algunos años.[25]

Diocleciano

Comúnmente a esta era se le conoce como la Era de los Mártires y fue llevada a cabo por los emperadores romanos, estas persecuciones se realizaron debido a varias razones, entre ellas por el número en aumento de los cristianos y por sus crecientes riquezas. En el caso del emperador Diocleciano, Galerio, su hijo adoptivo, estimulado por su madre, una fanática pagana, nunca dejó de empujar al emperador para que iniciara esta persecución hasta que logró su propósito.[26]

Diocleciano Galerio (297-313 D.C), vio en el cristianismo el último obstáculo para un gobierno absoluto, un gobierno unido política y religiosamente. Por ello, en Febrero del 303 se decretó la destrucción de todas las iglesias cristianas, la quema de todos los libros cristianos, la disolución de todas las congregaciones, la confiscación de bienes, la exclusión de los adherentes de esa religión de los cargos públicos y la pena de muerte para aquellos a quienes participaran en una reunión religiosa.[27] La persecución duro diez largos años donde, duramente y sin acepciones fueron asesinados y ultrajados de diversas maneras todos los cristianos[28], hasta el punto que las hachas de los verdugos perdieron su filo y tuvieron que ser cambiadas al no poder cortar más.[29]

La persecución acarreo la muerte a más de 1.500 cristianos, hasta que en el 311 Diocleciano comprendió su fracaso al no poder vencer al cristianismo, promulgo un edicto de tolerancia en el que reconocía el cristianismo como religión legal, sin embargo en los dos siguientes años aún los cristianos en algunas partes seguían siendo perseguidos.[30] En estos dos últimos años la persecución se aminoró en las zonas centrales del imperio, así como en occidente; y la Providencia comenzó finalmente a manifestar la venganza contra los perseguidores. Luego en el 313 D.C un gobernador llamado Constantino indignado por la persecución, emprendió camino a Roma, un camino lleno de batallas en las cuales venció finalmente, haciendo suyo el imperio y tomando el símbolo de la cruz de Cristo como su estandarte.[31]

Conclusión

El imperio romano persiguió durante los primeros tres siglos y aún en el cuarto de nuestra era a los cristianos de manera casi consecutiva. Ultrajados muchos de los cristianos supeditados al poder romano finalmente fueron asesinados. Es claro históricamente que la iglesia naciente fue atacada por el mismo imperio romano. Por ello los cristianos, no se identificaban con ninguna clase de iglesia organizada oficialmente como tal y menos católica romana, esto no es posible pues roma misma los perseguía.

El fin de cada persecución era extirpar a los cristianos del imperio para siempre, separando directamente a Roma, de cualquier tipo de iglesia cristiana. Es por esto que es válido concluir que en los primeros tres siglos de nuestra era iniciando el cuarto, no se puede determinar ni hablar de la ICAR.

A parte del contexto histórico y político, se revisaran las principales concepciones filosóficas que influenciaron a los Padres y apologistas en los primeros siglos y como estas ideas gestaron corrientes que como veremos a continuación fueron señaladas como herejías.

Herejías Trinitarias

Si fueran a enumerarse las herejías que señalaron toda la historia de la cristiandad, la lista sería casi interminable. Se dividen y subdividen, las hay de todos los grados, desde las locales a las generales.[32] Sin embargo solo se mencionaran las que fueron más fuertes y conocidas.

Monarquianismo

Es un intento por salvaguardar el monoteísmo y la unidad (“monarquía”) de Dios, algunos teólogos de los siglos II y III de nuestra era mantuvieron que Jesús fue simplemente un hombre elevado a la Deidad. Otros vieron a Jesús y el Espíritu como meras expresiones o manifestaciones del Dios único.[33] Los antiguos monarquianos por su oposición a la doctrina del Logos rechazaban el cuarto evangelio, según estos la divinidad de Cristo no puede ni debe distinguirse en modo alguno de la del Padre, pues tal distinción destruiría la “monarquía” de Dios.[34]

Monarquianismo dinámico:

Hay varios escritores y pensadores contemporáneos a este movimiento que lo enfrentaron y lucharon contra esta herejía; sin embargo hablando de este movimiento Fernando Canale añade:

El Monarquianismo dinámico[35] fue iniciado por Teodoto y desarrollado más técnicamente por Pablo de Samosata. Esta posición se basó en el adopcionismo, la herejía cristológica según la cual Cristo fue un mero hombre sobre el cual descendió el Espíritu, ungiéndolo con poderes divinos en el tiempo de su bautismo, “adoptándolo” de ese modo como Hijo. Por lo tanto en el ser de Dios eterno no hay pluralidad de personas. La idea de una Trinidad eterna, inmanente, es reemplazada por la idea de la presencia “dinámica” de Dios en Cristo a través del Espíritu que mora en él. El Monarquianismo sostiene que Dios no es una pluralidad de personas sino más bien un ser soberano, eterno “dinámico” significa que el Dios uno está conectado con el hombre Jesucristo a través de un poder espiritual impersonal.[36]

Mientras que tiempo después un representante de este movimiento Pablo de Samosata[37], este decía que la Palabra (el Logos) no era una entidad personal, con subsistencia propia; esto es, Jesucristo no la Palabra. Más bien, el término hace referencia al mandamiento y la ordenanza de Dios, por esta declaración fue condenado en el sínodo de Antioquia en 268 de esta era.[38]

Monarquianismo modalista

Este movimiento se inició hacia fines del siglo ll, concebido por Noetus de Esmirna, el monarquianismo modalistico sostuvo que hay un solo Dios, el Padre. Si Cristo fuera Dios, como mantenía la fe cristiana, entonces debe ser idéntico al Padre. El Padre y el Hijo no son dos personas divinas diferentes, sino más bien nombres que se refieren al mismo Dios, involucrado en actividades diferentes en tiempos diferentes.[39]

Millard Erickson dice acerca de esto:

El Monarquianismo modalista fue una enseñanza bastante popular y extendida. Mientras que el Monarquianismo dinámico parecía negar la doctrina de la Trinidad, el modalismo parecía confirmarla. Las dos variantes del Monarquianismo deseaban preservar la doctrina de la unidad de Dios.[40]

El Monarquianismo modalístico es una herejía para la posición trinitaria porque rechaza la idea de la Trinidad, tanto en el nivel inmanente como en el económico.[41] Antes de que esta doctrina desapareciera por falta de datos bíblicos surge el Monarquianismo sabeliano que concibió a Dios como una mónada, que se expresó en tres operaciones históricas sucesivas, a saber, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Al incluir al Espíritu Santo y colocar al Padre al mismo nivel que las demás personas, el sabelianismo mejora al versión de Noetus del modalismo, la trinidad de personas solo se reconoce como modos de automanifestaciones divinas y no como perteneciendo a Dios mismo.[42]

Arrianismo

La más grande de las herejías de este tiempo esta fue el arrianismo, esta afloró y repercutió el cristianismo siendo tan grande que vemos hoy algunas denominaciones totalmente partidarias de este movimiento y otras semiarrianas que predican algunas enseñanzas de este movimiento.

Este movimiento herético fue liderado por Arrio, nacido en (256-336), oriundo de Libia, recibió su formación teológica en Antioquia, en la escuela de Luciano.[43] Este era un presbítero que gozaba de cierta popularidad en la iglesia de Alejandría y chocó con su obispo Alejandro sobre el modo de interpretar a Jesús. Para Arrio, era importante que le Hijo lo fuera por adopción, de tal modo que nosotros pudiéramos seguirle y ser también hijos adoptivos. El modelo arriano fundamental era el de una criatura perfeccionada cuya naturaleza seguía siempre creada, y cuya posición era siempre subordinada y dependiente de la voluntad del Padre.[44]

Se discute todavía si las ideas precursoras de la doctrina de Arrio se han de buscar en las teorías de Orígenes o más bien e las de Pablo de Samosata o Luciano de Antioquia.[45] Acerca de sus enseñanzas vale aclarar que él no fue quien creo estas, para esto es útil citar en líneas a Fernando Canale:

Aunque el arrianismo compartía la concepción de Orígenes respecto a Dios como inmutable, atemporal y simple, rechazó la idea de emanación implícita en su concepto de generación eterna del Hijo. Precisamente, debido a la simplicidad e inmutabilidad de Dios el Padre, Arrio estaba convencido de que la esencia del Padre no es comunicable a través de emanación o generación.[46]

Sin duda el tema más discutido por este hombre fue si en Cristo existía una naturaleza divina o humana, o las dos, y si esto en verdad era así, se discutió la relación entre ambas. En lo concerniente al Padre este dijo que la transcendencia de Dios requería un mediador que pudiera ejecutar los propósitos de Dios en el espacio y el tiempo. Arrio reemplazó la idea de Orígenes de una generación eterna con la idea de creación de la nada, una creación descrita como “antes” y “fuera” del tiempo.[47]

El cristianismo influenciado por la filosofía hizo que a Jesús lo llamaran de dos formas ya conocidas Palabra (Logos) y Sabiduría (Sofía), estas dos palabras eran utilizadas a Jesús para referirse a él como primera creación. Arrio decía que había un tiempo cuando el Hijo no era, por lo tanto es la criatura más exaltada, no comparable con el resto de la creación, y el mismo Creador del mundo. El Espíritu Santo es creado por el Hijo y está subordinado a él. El arrianismo, entonces, es la distorsión más severa del concepto trinitario de Dios, porque lleva el Monarquianismo y el subordinacionismo a su expresión extrema.[48]

Es notable hasta el momento que las herejías que atacan la Trinidad fueron derivadas del Estudio de la biblia con la filosofía griega logrando así que al surgir una corriente herética nueva, la que seguía fuese un poco más fuerte y así sucesivamente hasta el punto de llegar a un extremo como el logrado por Arrio. Alejandro por otra parte, atacó la doctrina de Arrio con todos los medios a su disposición y, tras una serie de acontecimientos que no son necesarios narrar aquí, convocó a un sínodo en el cual casi un centenar de obispos egipcios estuvo presente, y que condenó y depuso a Arrio. Acerca del sínodo de Nicea hablaremos en el capítulo próximo.[49]

Declaración y afirmaciones Trinitarias de los Padres y Apologistas

En relación a los padres de la iglesia no sobra decir que la obra de estos era no perder las enseñanzas apostólicas y procurar mantener una buena doctrina creíble y confiable a los creyentes y a los que se añadían. William Rusch concerniente a esto dice:

“No hay una doctrina de la trinidad en el sentido estricto de los padres apostólicos, pero las fórmulas trinitarias son evidentes. El testimonio de esta colección de escritos a una doctrina cristiana de Dios es ligero y no ofrece avance en la síntesis o la construcción teológica más allá de los materiales bíblicos”[50]

Algunos de los Padres sobresalientes fue Clemente Romano:

“… conviene señalar también que la doctrina de Clemente es trinitaria, y que en varias ocasiones aparecen en su epístola formulas trinitarias breves pero perfectamente desarrolladas”[51]

No hay una teología concisa y ordenada de estos Padres sin embargo así como Clemente sus contemporáneos aunque influenciados por las influencias filosóficas de su tiempo nunca perdieron la formula trinitaria y otros puntos esenciales para el desarrollo de esta doctrina en algunos años después.

Por otro lado está Ignacio de Antioquia de este hay algunas fórmulas binarias:

Ignacio, por sobrenombre Portador de Dios: A la bendecida en grandeza de Dios con plenitud: a la predestinada desde antes de los siglos a servir por siempre para gloria duradera e inconmovible, gloria unida y escogida por gracia de la pasión verdadera y por voluntad de Dios Padre y de Jesucristo nuestro Dios; a la Iglesia digna de toda bienaventuranza, que está en Éfeso de Asia, mi saludo cordialísimo en Jesucristo y en la alegría sin mácula[52]

A esto también se agrega Policarpo que se encuentra registrada una formula trinitaria:

“A Él [Jesucristo] sea la gloria con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén”[53]

Teófilo de Antioquia

Formuló el término trinidad en griego, Teófilo no fue un representante primitivo de la teología trinitaria, sino uno que manifiestamente presentó a Cristo como un agente de Dios, un ser menor. Teófilo no menciona a Jesucristo por nombre en todo su libro, pero siempre se refiere a él en términos de un agente de Dios. Esto pone de relieve la dificultad que tenían los cristianos del siglo ll para entender y comunicar su fuerte creencia en un único Dios, y al mismo tiempo su adoración de un Padre, un Hijo y un Espíritu Santo.[54]

Ireneo de Lyon

William Rusch dice concerniente a Ireneo de Lyon:

“…., ellos están allí desde toda la eternidad. El gran descubrimiento de Ireneo fue el uso de estas imágenes para mostrar cómo el Hijo y el Espíritu se describe en la economía que no sea el Padre, también fue uno con él en su ser intrínseco. Este medio de describir la Trinidad se hizo conocido como el trinitarismo económico. Que era encontrar partidarios y detractores en el siglo III”[55]

Siendo importante para esta época el surgimiento de una fundamentación de la doctrina Trinitaria; Ireneo coloca las bases para un concepto económico de la Trinidad. Por ello es que sabemos que este pensador refuta la blasfemia gnóstica, el desprecio de la creación y la leyenda de un Dios que sería tan solo el de los judíos y el del mundo material. Lo que importa es comprender el significado del lazo que une a la creación con la redención y captar el sentido de la unión intima que preside a la triple actividad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.[56]

A esto también añadimos lo siguiente:

10,1. La Iglesia, extendida por el orbe del universo hasta los confines de la tierra, recibió de los Apóstoles y de sus discípulos la fe en un solo Dios Padre Soberano universal «que hizo los cielos y la tierra y el mar y todo cuanto hay en ellos», y en un solo Jesucristo Hijo de Dios, encarnado por nuestra salvación, y en el Espíritu Santo, que por los profetas proclamó las Economías y el advenimiento.[57]

Logra ir un poco más allá no de la mejor manera en la fundamentación de la doctrina Trinitaria pero dice, que el Verbo, o sea el Hijo, ha estado siempre con el Padre, de múltiples maneras lo hemos demostrado. Y que también su Sabiduría, o sea el Espíritu estaba con El antes de la creación[58]

Tal vez el hecho que escriba de las tres personas lo coloca en un punto esencial para conclusiones futuras por otros pensadores contemporáneos y este escribe un pensamiento en donde habla acerca de los tres:

“El Padre sostiene al mismo tiempo toda su creación y a su Verbo; y el Verbo que el Padre sostiene, concede a todos el Espíritu, según la voluntad del Padre: a unos en la creación misma les da el (espíritu) de la creación, que es creado; a otros el de adopción, esto es, el que proviene del Padre, que es obra de su generación. Así se revela como único el Dios y Padre, que está sobre todo, a través de todas y en todas las cosas. El Padre está sobre todos los seres, y es la cabeza de Cristo (1 Cor 11,3); por medio de todas las cosas obra el Verbo, que es Cabeza de la Iglesia; y en todas las cosas, porque el Espíritu está en nosotros, el cual es el agua viva (Jn 7,38-39) que Dios otorga a quienes creen rectamente en él y lo aman, y saben que «uno sólo es el Padre, que está sobre todas las cosas, por todas y en todas”[59]

Tertuliano

Hijo de un centurión romano, como abogado de fuerte estilo, Tertuliano se adhiere a la filosofía estoica, según la cual nada puede existir que no sea de algún modo material.[60] La enseñanza trinitaria de Hipólito y Tertuliano sólo puede ser comprendido en el contexto de la aparición de monarquismo. Tertuliano, que ha sido descrito como el padre de la teología latina fue autor de una larga lista de obras polémicas y terminó su vida como miembro de la secta montanista.”[61]

Por otro lado sabemos que Tertuliano es en realidad el primero en introducir el término latino Trinitas en la literatura cristiana. Este dice los tres son numéricamente distintos. Para explicar su función utiliza el término griego economy. Al parecer Tertuliano quiere decir con el término que la unidad de Dios está sujeta a la disposición de la divinidad única en el Padre y el Hijo y el Espíritu para crear y redimir. Tertuliano dio un paso importante en el reconocimiento de la distinción trinitaria de las tres personas. Al hacerlo, él también hizo un esfuerzo especial para mantener la unidad esencial de Dios. La
distinción entre los tres no implica división o separación.[62]

Concerniente a este tema Tertuliano hace una declaración:

“..Para la misma iglesia es, propiamente y principalmente, el Espíritu mismo, en el cual es la Trinidad de una Divinidad – Padre, Hijo y Espíritu Santo”[63]

Tertuliano escribiendo en contra de Práxeas[64] escribió:

“Creemos que Él ha sido enviado por el Padre a la Virgen, y ha nacido de ella, siendo Dios y Hombre, el Hijo del Hombre y el Hijo de Dios, y ha sido llamado Jesucristo; creemos que ha sufrido, muerto, herido, de acuerdo a las Escrituras, y, después ha resucitado por el Padre y llevado al cielo, para sentarse a la derecha del Padre, y él vendrá a juzgar a vivos y muertos, quien envió también desde el cielo del Padre, de acuerdo con su promesa, al Espíritu Santo, el Paráclito, el santificador de la fe de aquellos que creen en el Padre, y en el Hijo y en el Espíritu Santo. Esta es la regla de fe que ha venido hasta nosotros desde el principio del evangelio, incluso antes de todas las viejas herejías”[65]

Siendo que había transcurrido un tiempo considerable en la cita anterior se puede recatar que al igual que Tertuliano muchos de los Padres y Apologistas se guiaron y utilizaron la formula Trinitaria para llegar a buenas conclusiones a favor de una buena concepción y fundamentación de la Trinidad.

Mientras que por otro lado Tertuliano estaba llegando a conclusiones fundamentales que contribuirían a un mejor entendimiento del tema Trinitario del cual era objeto de discusiones y teorías heréticas:

“…La herejía, la cual supone por sí misma poseer la verdad pura, pensando que no se puede creer que un solo Dios en ninguna otra vía que diciendo que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son la misma Persona.[66] Como si en esta vía también uno no fueran todos, en la que todos son de uno, por unidad de substancia; mientras el misterio de la dispensación es todavía guardado, el cual distribuye la unidad en la Trinidad colocando en su orden las tres personas: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo: tres, sin embargo no en condición, sino en grado, no en sustancia, sino en forma, no en poder, sino en aspecto”[67]

Para tener una mejor claridad de las ideas y problemas que se estaban viviendo en esta época es necesario citar del mismo Tertuliano:

Si la pluralidad en la Trinidad te escandaliza, como si no estuviera ligada en la simplicidad de la unión, te pregunto: ¿cómo es posible que un ser que es pura y absolutamente uno y singular, hable en plural: “Hagamos al hombre a imagen y semejanza nuestra”? ¿No debería haber dicho más bien: “Hago yo al hombre a mi imagen y semejanza,” puesto que es un ser único y singular? Sin embargo, en el pasaje que sigue leemos: “He aquí que el hombre se ha hecho como uno de nosotros.” O nos engaña Dios o se burla de nosotros al hablar en plural, si es que así Él es único y singular; o bien, ¿se dirigía acaso a los ángeles, como lo interpretan los judíos, porque no reconocen al Hijo? O bien, ¿sería quizás porque Él era a la vez Padre, Hijo y Espíritu que hablaba en plural, considerándose múltiple? Por cierto, la razón es que tenía a su lado a una segunda persona, su Hijo y su Verbo, y a una tercera persona, el Espíritu en el Verbo. Por eso empleó deliberadamente el plural:
“Hagamos… nuestra imagen… uno de nosotros.” En efecto, ¿con quién creaba al hombre? ¿A semejanza de quién lo creaba? Hablaba, por una parte, con el Hijo, que debía un día revestirse de carne humana; de otra, con el Espíritu, que debía un día santificar al hombre, como si hablara con otros tantos ministros y testigos”[68]

Sin duda alguna Tertuliano nos centra en el tema común de su época induciendo a sus adversarios y herejes que tenían otra concepción sobre la Trinidad:

“…Ahora si él es también Dios, de acuerdo a Juan, (quien dice) La Palabra era Dios, entonces usted tiene dos seres -uno que ordena que la cosas se hagan, y el otro que ejecuta la orden y crea. En ese sentido, sin embargo, usted debe entender de El ser otro, Yo he explicado, que en cuando a personalidad, no de substancia – en esa vía de distinción, no de división. Pero aunque debo donde quiera mantener una sola substancia[69] en tres coherentes e inseparables (personas)”[70]

Novaciano

Este pensador juega un papel importante en el planteamiento de la doctrina de la Trinidad aunque no era completamente un pensamiento claro concerniente al tema. Novaciano muestra similitudes con Tertuliano, aunque presentaba algunas características más. En su obra principal este declara el Padre para ser el único Dios quien a través de su voluntad generó un Hijo, su Palabra. Esta Palabra existía substancialmente antes de la creación (en la Trinidad 16, 31). Novaciano define su relación en términos de unidad moral. Se conserva el monoteísmo al hablar de la prioridad que surge de la derivación del Hijo.[71]

Aclarando más el tema de su concepción se ve claramente reflejado por Novaciano:

“El Hijo, por ser engendrado del Padre, está siempre en el Padre. Cuando digo «siempre», no quiero decir que es ingénito. Afirmo, por el contrario, que nació. Pero el que nació antes de todo tiempo, debe decirse que existió siempre en el Padre, puesto que no se le pueden fijar fechas al que es anterior a todos los tiempos. Él está eternamente en el Padre, pues de otra suerte el Padre no sería siempre Padre. Por otra parte, el Padre es anterior a Él, pues el Padre debe ser necesariamente antes que el Hijo, como Padre; puesto que El no conoce origen, debe existir necesariamente antes que el que tiene un origen. El Hijo, pues, es necesariamente anterior al Padre,
porque reconoce El mismo que existe en el Padre; tiene un origen, puesto que nació, y por el Padre de una manera misteriosa; con todo, a pesar de haber nacido y tener así origen, es en todo semejante (vicinus) al Padre, precisamente debido a su nacimiento, puesto que nació del Padre, el cual es el único que carece de origen. El, pues, cuando el Padre quiso, procedió del Padre, y el que estaba en el Padre, porque procedía del Padre, no siendo otra cosa que la Substancia divina. Su nombre es el Verbo, por el cual fueron hechas todas las cosas, y sin el cual nada fue hecho. Porque todas las cosas son posteriores a Él, pues vienen de Él, y, consiguientemente, Él es anterior a todas las cosas (pero después del Padre), considerando que todas las cosas fueron hechas por Él. Procedió del Padre, por cuya voluntad todas las cosas fueron hechas. Dios, con toda certeza, procedente de Dios, constituyendo la segunda Persona después del Padre, por ser Hijo, sin desposeer por eso al Padre de la unidad de la divinidad”[72]

Aunque Novaciano no tenía la concepción completa de la doctrina de la Trinidad debido a que este apologista mezclaba el origen de Dios que es imposible explicar con su enfoque sobre este concepto, no sobra citar este escrito de él hablando de una herejía:

“He oído que alguno de tus catequistas y maestros de la divina palabra encabezan está este principio [refiriéndose a quienes heréticamente dividen las naturalezas de las personas Divinas]. Ellos son, tal que hablan diametralmente a la opinión de Sabelio. Para él, en su blasfemia, dice que el Hijo es el Padre, y viceversa. Pero ellos proclaman que hay en alguna vía tres Dioses, cuando ellos dividen la Sagrada unidad en tres substancias diferentes entre sí y completamente separadas”[73]

Clemente de Alejandría y Orígenes

Clemente era el jefe de la escuela catequética de Alejandría hacia el año 200. Él enseñó que Dios es trascendente, inefable e incomprensible. Es una unidad más allá de la unidad y una mónada que abarca toda la realidad. Este es el Dios que sólo puede ser conocido a través de su Palabra o Hijo. La generación de la Palabra del Padre no tiene principio. La Palabra es esencialmente uno con él. Clemente habla del Espíritu como la luz de la Palabra que ilumina la fe. El Espíritu es también la fuerza de la Palabra, que impregna la creación y personas a Dios. Este apologista presenta en un marco platónico una imagen de la Trinidad, que se vinculó con la tríada cristiana del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo.[74]

Orígenes comenzó por reconocer que Dios es incomprensible. Dios es el único y engendrado (Primeros principios 1.1.5; 6) Dios se lo conoce sólo de manera indirecta a lo sumo, por inferencia a partir del universo y el orden creado.[75]

Mientras que por otro lado trata el tema de Dios, que es la substancia espiritual absoluta e inmutable, el uno primitivo y la fuente de vida, y, por tanto, el principio que no ha sido nunca creado ni procreado. De él brota eternamente, como imagen suya, el logos. Por el Espíritu, el ser divino se hace Trinitario.[76]

Orígenes escribió:

“No se puede concebir luz sin resplandor. Y si esto es verdad, nunca hubo un tiempo en que el Hijo no fuera el Hijo. Sin embargo, no será, como hemos dicho de la luz eterna, sin nacimiento (parecería que introducimos dos principios de luz), sino que es, por decirlo así, resplandor de la luz ingénita, teniendo a esta misma luz como principio y como fuente, verdaderamente nacido de ella. No obstante, no hubo un tiempo en que no fue. La Sabiduría, por proceder de Dios, es engendrada también de la misma substancia divina. Bajo la figura de una emanación corporal, se le llama así: “Emanación pura de la gloria de Dios omnipotente” (Sap. 7,25). Estas dos comparaciones manifiestan claramente la comunidad de substancias entre el Padre y el Hijo. En efecto, toda emanación parece ser ομοούσιος, ο sea, de una misma substancia con el cuerpo del cual emana o procede”[77]

Se logra notar una idea subordinacionista en sus escritos concernientes a este tema:

“Nosotros, que creemos al Salvador cuando dice: “El Padre, que me ha enviado, es mayor que yo,” y por esta misma razón no permite que se le aplique el apelativo de “bueno” en su sentido pleno, verdadero y perfecto, sino que lo atribuye al Padre dando gracias y condenando al que glorificara al Hijo en demasía, nosotros decimos que el Salvador y el Espíritu Santo están muy por encima de todas las cosas creadas, con una superioridad absoluta, sin comparación posible; pero decimos también que el Padre está por encima de ellos tanto o más de lo que ellos están por encima de las criaturas más perfectas”[78]

Mientras que Orígenes ya poseía la idea subordicionista de Cristo debido a su influencia platónica, a otros como a Cipriano de Cartago mantenían la formula trinitaria como el testigo bíblico más grande en lo que concierne el tema de la Trinidad y de este sabemos que escribió:

“Después de la resurrección, cuando el Señor envió los apóstoles a las naciones, Él les ordenó bautizar a los gentiles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo... Cristo mismo ordenó que las naciones sean bautizadas en la completa y unida Trinidad"[79]

Conclusión

Entre la teología alejandrina, y la teología occidental del tercer mundo existen diferencias marcadas. En términos generales, estas diferencias son las mismas que hemos visto comenzar a perfilarse desde los tiempos de los Padres apostólicos: el carácter práctico del cristianismo occidental frente a los intereses especulativos de los alejandrinos; la
influencia estoica en el mundo latino frete a la influencia platónica en el mundo de habla griego; la tendencia a la alegoría en Alejandría frente a la inclinación legalista de Roma.[80]

“… Durante el siglo tercero se discutieron en occidente ciertos temas y se dieron ciertos pasos que serían de enorme importancia para el futuro de la iglesia occidental. La inmensa mayoría de estos temas era de carácter práctico más bien que especulativo, pero aun estos asuntos prácticos eran tratados desde un punto de vista teológico. Así, por ejemplo, aparte del tema de la doctrina Trinitaria… (Se estudió la doctrina de la Trinidad)[81]

A mediados del siglo II, tenían ya los cristianos tres grandes escuelas, siendo la más importante de ellas la que establecieron en Alejandría. Era la cuidad el centro principal de la cultura filosófica del mundo, por dos siglos fluyeron hacia dicha capital las corrientes del pensamiento tanto del Oriente como del Occidente; debido al predominio del neoplatonismo, el nombre de Platón andaba en labios de todo el mundo; allí fue donde el cristianismo y el saber pagano se combatieron más de cerca y donde la escuela cristiana suplantó al fin a la universidad pagana.[82]

En Alejandría se enseñaba cierta afinidad con lo mejor de la filosofía griega, el énfasis que dio a las percepciones intuitivas y a la vida subjetiva, y la tendencia a convertir en alegorías las narraciones del Antiguo Testamento. Orígenes fue un escritor brillante, pero no un guía seguro; puesto que creía en una serie indeterminada de creaciones, en la existencia de las almas antes de su nacimiento en este mundo, en una apostasía preadamítica y en la salvación universal.[83] Justo Gonzales dice acerca de la escuela de Alejandría:

“… no solo los judíos con sus Escrituras quienes venían a Alejandría, sino también los babilonios con su astrología, los persas con su dualismo, y un sin número de orientales con sus diversas y confusas religiones mistéricas”[84]

El mismo Justo Gonzales resalta la idea que en Alejandría estaba dotada para producir este tipo de pensamiento. “De aquí que Alejandría, a fines del siglo segundo, haya sido un hervidero de doctrinas diversas, todas ellas de carácter eclético: el gnosticismo de Basilides, el neoplatonismo de Amonio Saccas y Plotino, el judaísmo helenista que ya hemos encontrado en Filón y lo que nos interesa, el cristianismo esotérico y platonista de Clemente y Orígenes”[85]

Uno de los representantes más sobresalientes de la escuela de Alejandría fue Clemente de Alejandría pues este quería mantener un sentido histórico de las Escrituras y la profundidad y libertad que nacen de los dos sentidos de las Escrituras. Esta doctrina está basada en una concepción cosmológica de sabor platónico “todo texto tiene dos sentidos: uno literal y otro espiritual”[86] los sentidos espirituales se pueden interpretar con el método alegórico.

El otro representante y tal vez el más significativo fue Orígenes, fue el mayor representante y tal vez pensador de la escuela de Alejandría. A este Apologista sin duda alguna este absorbió los escritos de Filón, y le llama la atención “el sentido espiritual de las Escrituras”[87] sobre el cual el más trabajaría de ahí en adelante.

En Antioquia el objeto principal que se propuso la escuela de esta ciudad, fue el hacer estudios críticos de la Escritura a fin de definir las doctrinas teológicas. Al principio simpatizó con la escuela de Alejandría, pero cuando empezaron las controversias sobre algunas doctrinas con Orígenes y de Nestorio, se desvió de ella.[88] Así esta permaneció más literal a la Biblia y no se desenfocó tan ampliamente como la alejandrina.

Tal vez la diferencia más marcada fue sin lugar a dudas “la influencia estoica en el mundo latino frente a la influencia platónica en el mundo de habla griega; la tendencia alegórica en Alejandría frente a la inclinación legalista de Roma”.[89] Con el tiempo cuando se llegó a definir la relación entre el Padre y el Hijo. “En el occidente, se había llegado a una terminología fija, substancia se empleaba para designar deidad común, mientras que las subsistencias individuales del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo recibían el nombre de personas”.[90] Así podemos ver que esta escuela influenciada por la filosofía que había adoptado el Imperio Romano, el estoicismo lleva a una mejor concepción de la relación entre las personas de la Trinidad debido a su concepción inmanente que enseñaban de Dios.

En Oriente no se alcanzó a tener una misma exactitud y rigidez en la terminología. “para los orientales, usía (naturaleza) e hipostasis (personalidad) eran sinónimos”.[91]

Así logramos decir que en la historia encontramos una aproximación de la doctrina de la Trinidad en Oriente en estos siglos debido a lo que dice Justo Gonzales:

“en occidente el arrianismo nunca logró el arraigo que logró en Oriente. Esto parece deberse a dos razones principales: la tradición trinitaria del cristianismo latino y su preocupación por otros asuntos que parecían más urgentes”.[92]

Esto se debía a que en occidente el estoicismo jugó un papel importante para lo que fue el neo-platonismo en el oriente. Esto se debe a que:

“cuando se concibe a Dios como un ser absolutamente trascendencia de Dios. Cuando se concibe a Dios como un ser absolutamente trascendente, se corre el peligro de hacer del Verbo un ser intermedio entre Dios y el mundo, como sucede en el arrianismo. La influencia estoica, con su énfasis en la inmanencia de Dios, salvó al Occidente de tal doctrina”[93]

Autor: Yeison D. Amado | Elmer Y. Saavedra | Cristhian C. Roncancio

Referencias


  1. Maxwell C. Mervyn, El porvenir del mundo revelado,4a ed. (Florida: Asociación Publicadora Interamericana, 1992). 125. ↩︎

  2. Jean Danielou, Nueva Historia de la Iglesia, T.1, Traducido por: Mariano Herranz Marco y Alfonso de la fuente Adánez (Madrid: Ediciones Cristiandad, 1964). 125. ↩︎

  3. Información suministrada por el profesor German Alejandro, clase Historia, Universidad del Turabao, puerto Rico, “Listado de los emperadores de Roma”. Historia general del hombre,(2008). http://evolutionhomo.blogspot.com/2008/10/listado-de-los-emperadores-de-roma.html Para más información acerca de cada uno de los emperadores véase este enlace. ↩︎

  4. Robert Walton,Chronological and background charts of Church History (Grand Rapids: Michigan, Zondervan, 1986).10. ↩︎

  5. Durant Will, Cesar y Cristo, T. II, Pág. 37. ↩︎

  6. Ibíd., Pág. 406. ↩︎

  7. Backhouse y Tyler, Historia de la iglesia primitiva, 49-52. ↩︎

  8. Ibíd., Pág 48. ↩︎

  9. Duran Will, Cesar y Cristo, T.II, 458. ↩︎

  10. E. Backhouse y C. Tyler, Historia de la iglesia primitiva, 58. ↩︎

  11. Ibíd., 61. ↩︎

  12. Durant Will , Cesar y Cristo, T.II, 407. ↩︎

  13. Ibíd., 75. ↩︎

  14. Durant Will, Cesar y Cristo, T. II, 408. ↩︎

  15. Eusebio de Cesárea. Historia eclesiástica, 281. ↩︎

  16. Fox Juan, Libro de los mártires, Editado por William Byron Forbush, (Grand rapids, Michigan: Zondervan publishing house, 1973), 13. ↩︎

  17. Eusebio de Cesárea, Historia eclesial, 320. ↩︎

  18. Fox Juan, Libro de los mártires, 14. ↩︎

  19. Eusebio de Cesárea, Historia eclesial, 327. ↩︎

  20. Ibíd., 14. ↩︎

  21. Durant Will, Cesar y Cristo, T. II, 409. ↩︎

  22. Fox Juan, Libro de los mártires, 15, 18. ↩︎

  23. Ibíd., 18. ↩︎

  24. Durant Will, Cesar y Cristo, T.II, 409. ↩︎

  25. Fox Juan, Libro de los Mártires, 21. ↩︎

  26. Fox Juan, Libro de los mártires, 24. ↩︎

  27. Durant Will, Cesar y Cristo, T.II, 410, 411. ↩︎

  28. Si el lector desea profundizar acerca de las masacres en esta persecución, véase Eusebio de Cesárea, Historia eclesial, libro octavo. ↩︎

  29. Eusebio de Cesárea, Historia eclesial, 424. ↩︎

  30. Durant Will, Cesar y Cristo, T.II, 412. ↩︎

  31. Fox Juan, Libro de los mártires, 32, 33. ↩︎

  32. Hilaire Belloc, Las Grandes Herejías edición tercera, Editorial Sudamericana (Buenos Aires,1966), 15. ↩︎

  33. Fernando Canale, Teología fundamentos de nuestra fe, 35. ↩︎

  34. Justo Gonzales, Historia del pensamiento cristiano, 356. ↩︎

  35. Conserva la unidad de Dios haciendo de la divinidad de Jesucristo una fuerza impersonal procedente de Dios, pero que no es Dios mismo. Se le llama dinámico por razón del termino griego dynamis, que quiere decir fuerza o poder, y que es el término que estos monarquianos empleaban para referirse al poder impersonal que habitaba en Jesucristo. Justo Gonzales, Historia del pensamiento cristiano, 141. ↩︎

  36. Fernando Canale, Teología Fundamentos de nuestra fe, 115. ↩︎

  37. Fue obispo de Antioquia aproximadamente en el año 260.se unió a la herejía, al parecer combinaba ciertas tendencias monarquianistas con otras tendencias adopcionistas, defendiendo así la doctrina que se ha llamado Monarquianismo dinámico. Pablo de Samosata decía que el hijo no es Dios, ni es tampoco el Verbo o sabiduría de Dios. Lo que es más, el Hijo no existe sino a partir de la encarnación, a partir del momento en que Cristo es engendrado en el seno de María por el Espíritu Santo. Justo Gonzales, Historia del pensamiento cristiano, 240, 241. ↩︎

  38. Millard Erickson, Teología sistemática, 357. ↩︎

  39. Fernando Canale, Teología Fundamentos de nuestra fe, 114. ↩︎

  40. Millard Erickson, Teología sistemática, 357. ↩︎

  41. Fernando Canale, Teología Fundamentos de nuestra fe, 114. ↩︎

  42. Millard Erickson, Teología sistemática, 114. ↩︎

  43. Johannes Quasten, patrología. 2, 10. ↩︎

  44. Justo Gonzales, Historia del pensamiento cristiano. 254, 255. ↩︎

  45. Johannes Quasten, patrología. 2, 8. ↩︎

  46. Fernando Canale, Teología, Fundamentos de nuestra fe, 114. ↩︎

  47. Ibid, 114,115. ↩︎

  48. Ibid, 115. ↩︎

  49. Justo Gonzales, Historia del pensamiento cristiano, 257. ↩︎

  50. “there is no doctrine of the trinity in the strict sense in the apostolic fathers, but the trinitarian formulas are apparent. The witness of this collection of writings to a christian doctrine of God is slight and provides no advance in synthesis or theological construction beyond the biblical materials.” William G. Rusch, ed. The Trinitarian Controversy, (Philadelphia: fortress Press, 1980). 3. ↩︎

  51. Justo Gonzales, historia del pensamiento cristiano tomo l. editorial caribe (Nashville, EEUU). Pag 65, n 25. ↩︎

  52. Ignacio de Antioquía, Carta a los Efesios I. Daniel Ruiz Bueno, Padres Apostólicos, Biblioteca de Autores Cristianos 65, Quinta Edición, (Madrid 1985), 447. ↩︎

  53. Martirio de Policarpo, XXII,3 Daniel Ruiz Bueno, Padres Apostólicos, Biblioteca de Autores Cristianos 65, Quinta Edición, (Madrid 1985) 688. ↩︎

  54. Woodrow Whidden, J. Moon, J. Reeve, la Trinidad. Apia (Doral, Florida, 2008). Pg. 137. ↩︎

  55. “…, they are there from all eternity. Irenaeus great insight was the use of this imagery to show how the son and the spirit disclosed in the economy as other than the father were also one with him in his intrinsic being. This means of describing the trinity became known as economic trinitarianism. It was to find both supporters and detractors in the third century.” William Rusch, ed. The Trinitarian Controversy, 7. ↩︎

  56. Hans Von Campenshausen, los padres de la iglesia, 35. ↩︎

  57. Ireneo de Lyon, Contra las herejías I, 10, 1-2. ↩︎

  58. Ireneo de Lyon, Contra las herejías IV, 20, 3. ↩︎

  59. Ireneo de Lyon, Contra las herejías V, 18, 2. ↩︎

  60. Johann Fischl, Manual de historia de la filosofía, 124. ↩︎

  61. “The trinitarian teaching of hippolytus and tertullian can be comprehended only against the backdrop of the rise of monarchianism. tertullian, who has been described as the father of latin theology, was born in carthage. He authored a long list of polemical works and ended his life as a member of the montanist sect. ostensibly he was hostile to greek philosophy, but in fact he was greatly influenced by it, especially by stoicism.” William G. Rusch. The Trinitarian Controversy,10. ↩︎

  62. “Tertullian is actually the first to introduce the latin trinitas into Christian literature. The three are numerically distinct. To explain their roles he uses the Greek term economy. Apparently Tertullian means by the term that God's unity is subject to the disposition of the single Godhead into the Father and Son and Spirit to create and redeem. The threeness of the economy is not incompatible with the unity. tertullian took an important step in recognizing the trinitarian distinction of the three persons. in so doing, he also made a special effort to maintain God's essential unity .the distinction between the three does not involve division or separation.” William Rusch, The Trinitarian Controversy, 10. ↩︎

  63. Teófilo de Antioquia, Ad Autolycum 2,22 Daniel Ruiz Bueno, Padres Apologetas Griegos, Biblioteca de Autores Cristianos 116, Tercera Edición, Madrid 1996, pág. 813. ↩︎

  64. Al parecer, era oriundo de Asia menor, donde había conocido tanto el monarquianismo como el montanismo, y había rechazado este y aceptado aquél. Al llegar a Roma, se le recibió con gran honra, y Práxeas contribuyó a combatir el montanismo y a propagar el monarquianismo en esa ciudad. Es por ello que Tertuliano afirma que Práxeas “sirvió al Diablo en Roma de dos modos: echando la profecía e introduciendo la herejía; echando al Paracleto y crucificando al Padre” Justo Gonzales, Historia del pensamiento cristiano. 175. ↩︎

  65. Tertuliano, Contra Práxeas 2 NewAdvent Encyclopedia, http://www.newadvent.org/fathers/0317.htm. ↩︎

  66. Ver glosario el concepto de persona. ↩︎

  67. Ibid. ↩︎

  68. Tertuliano, Contra Práxeas 12 Johannes Quasten, Patrología I, Biblioteca de Autores Cristianos 206, Quita Edición (Madrid, 199). 622. ↩︎

  69. Ver glosario la palabra substancia. ↩︎

  70. Tertuliano, Contra Práxeas 12 .ibid. pg 622. ↩︎

  71. Novatian's thinking showed similarities with Tertullian's, although it contained some older features. In his major writing Novatian declared the Father to be the one Godhead who through his will generated a Son, his Word. This Word existed substantially before creation (on the Trinity 16;31). Novatian defined their relationship in terms of moral unity. He preserves monotheism by speaking of the priority arising from the derivation of the Son. William Rusch, The Trinitarian controvery, 11. ↩︎

  72. Novaciano, Sobre la Trinidad, 31 Johannes Quasten, Patrología I, Biblioteca de Autores Cristianos 206, Quita Edición, Madrid 1995, William A. Jurgens, The Faith of the Early Fathers, Vol. I, The Liturgical Press, Minnesota 1970, pág. 529. ↩︎

  73. William A. Jurgens, Carta a Dionisio de Roma a Dionisio de Alejandría 1 , The Faith of the Early Fathers, Vol. I (The Liturgical Press, Minnesota 1970). 249. ↩︎

  74. William Rusch, The Trinitarian Controversy, 13. “Clement was head of the catechetical school at Alexandria around the year 200. He taught that God is transcendent, ineffable, and incomprehensible. He is a unity beyond unity and a monad embracing all reality. This is the God Who can only be known through his Word or Son. The generation of the Word from the Father is without beginning. The Word is essentially one with him. Clement speaks of the Spirit as the light from the Word who enlightens the faith. The Spirit is also the power of the Word, which pervades creation and straits individuals to God. This apologist presents in a Platonic framework an image of the Trinity which he linked with the Christian triad of Father, Son, and Holy Spirit”. ↩︎

  75. “Origen began by acknowledging that God is incomprehensible, transcending being itself. God is alone and ingenerate (First principles 1.1.5;6) God is thus known only indirectly at best, by inference from the universe and the created order.” William Rusch, The Trinitarian controversy, 13. ↩︎

  76. Hans Von Campenshausen, los padres de la iglesia, 60. ↩︎

  77. Orígenes, In Hebr. frag. 24,359 Johannes Quasten, Patrología I, Biblioteca de Autores Cristianos 206, Quita Edición (Madrid 1995). 389-390. ↩︎

  78. Orígenes, In Ioh. 13,25 Johannes Quasten, Patrología I, Biblioteca de Autores Cristianos 206, Quita Edición (Madrid 1995). 390. ↩︎

  79. Cipriano de Cartago, Carta 73,18. 238. ↩︎

  80. Justo Gonzales, Historia del Pensamiento Cristiano. 221. ↩︎

  81. Ibíd., 221. ↩︎

  82. Juan Fletcher Hurst, Historia Compendiada de la Iglesia Cristiana. (Nashville, EE.UU: Casa Editorial de la Iglesia Metodista Episcopal del Sur, 1923), 46. ↩︎

  83. Ibíd. 46. ↩︎

  84. Juan Fletcher, Historia Compendiada de la Iglesia Cristiana, 186. ↩︎

  85. Justo Gonzales, Historia del Pensamiento Cristiano, 186. ↩︎

  86. Justo Gonzales, Historia del Pensamiento Cristiano. 193. ↩︎

  87. Ibíd. 208. ↩︎

  88. Ibíd. 47. ↩︎

  89. Ibid. 221. ↩︎

  90. Ibid. 221. ↩︎

  91. Justo Gonzales, Historia del Pensamiento Cristiano, 273. ↩︎

  92. Ibíd. 311. ↩︎

  93. Ibíd. 311-312. ↩︎

Publicar en DA

DA

DA es una herramienta digital que ofrece diversos recursos para la ayuda en su estudio bíblico.