Un siglo de historia: El origen y expansión del Movimiento Adventista Reformista

Jun 16, 2017
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En 2013 la Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) cumplió 150 años de historia[1]. En 2014, el Movimiento Adventista Reformista cumplió 100 años de vida[2]. Históricamente, ese movimiento se destaca como una de las disidencias más antiguas y con más tiempo de actuación en la trayectoria de la Iglesia Adventista. Su actuación tiene afectado el crecimiento de la IASD en algunos lugares y ha causado crisis en algunas congregaciones locales[3].

Buena parte de la argumentación reformista se basa en su origen histórico[4]. Por esa razón, este artículo ofrece una breve recapitulación sobre el origen y expansión del Movimiento Adventista Reformista. Eso podrá ser útil tanto a los adventistas del séptimo día, como a los adventistas reformistas. Esa visión histórica podrá aclarar si realmente el reformismo cuenta con las credenciales divinas que alega poseer.

En la historia de la IASD han surgido muchos movimientos disidentes[5] proclamando que esta denominación dejó de ser la Iglesia de Dios en la tierra.[6] Algunos de estos movimientos se organizaron como iglesias, con un cuerpo doctrinario establecido, y tuvieron una influencia duradera en su apología contra la Iglesia Adventista. Uno de los más influyentes es la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Movimiento de Reforma[7]. Esta disidencia tuvo lugar cuando se desarrollaba la primera guerra mundial en Europa.

Origen del movimiento reformista

El contexto de la Obra adventista en Europa

El pastor Louis R. Conradi (1856-1939), inmigrante alemán en los Estados Unidos, aceptó el mensaje adventista en 1878. En 1886 fue enviado a Europa, y se convirtió en la columna principal del crecimiento de la obra en Alemania y otros países.[8] En 1901 Elena White dijo: “El pastor Conradi ha estado haciendo la obra de varios hombres”.[9]

Aparentemente, un grado de nacionalismo alemán comenzó a manifestarse en la vida y obra de Conradi, que pasó a desacreditar al movimiento millerita de los Estados Unidos y al Espíritu de Profecía.[10] “Algunos creen que su desencanto con respecto a Elena de White consistió en que ella no se ubicaba dentro del rol de la mujer alemana, la cual jugaba un papel subordinado al hombre en los asuntos eclesiásticos.”[11] El contexto de un liderazgo centralizador de Conradi, con cierto grado de independencia en relación con la sede de la Obra en los Estados Unidos, pavimentó el camino para algunas decisiones equivocadas durante los años de guerra.

Dificultades durante la guerra

La IASD enfrentó varias dificultades durante los años de guerra (1914-1918), especialmente en las áreas educativa y militar. “A los niños alemanes se les exigía por ley asistir a la escuela en sábado. Los líderes lograron que los niños adventistas asistieran a clases el sábado, y que, en lugar de estudiar otros libros, estudiaran sus biblias en el aula.”[12]

Los jóvenes adventistas cumplieron con el servicio militar obligatorio durante los tiempos de paz, pero con frecuencia fueron encarcelados por rehusarse a trabajar y cumplir ciertos deberes en el día sábado.[13]

Estas presiones condujeron a H. F. Schubert, Presidente de la Unión Alemana Oriental, a escribir una carta al Ministro de Guerra en Berlín, 4 de agosto de 1914:

“...Me tomo la libertad ante vuestra Excelencia, de presentarle a continuación los principios de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Alemania... Aun cuando estamos fundamentados en las Sagradas Escrituras... guardando el día de descanso (sábado)... en momentos aciagos (malos), como los que vive nuestro país hoy, nos hemos comprometido a luchar juntos en defensa de nuestra madre patria. Bajo estas circunstancias, nuestros jóvenes también portarán armas en sábado...”[14] Además del problema lógico de la declaración de esta carta, hubo otros problemas entre la membresía.

Falsas visiones entre los miembros

El joven adventista Jhoann Wick, fue arrestado por rehusarse a ser vacunado en el ejército. Durante la pena, el 11 de enero de 1915 declaró que recibió una visión del Señor anunciando que con el florecimiento de los árboles con frutas de carozo (duraznos, ciruelas, cerezas, etc.), al comienzo de la primavera europea (abril o mayo), terminaría el tiempo de gracia. El rechazo de esta visión, sería la comprobación inequívoca de que la iglesia había caído del favor divino.[15] Envió la visión a la Casa Editora de Hamburgo, pero los editores rehusaron publicarla, una señal para él de que la Iglesia había caído. Desertó del ejército y se refugió en Bremen, donde había corazones más receptivos que lo ayudaron a publicar un panfleto con su visión y a distribuirlo entre adventistas y pastores, por toda Alemania.[16]

Surgieron otros profetas en diferentes lugares, anunciando visiones semejantes, de que el fin del tiempo de gracia ocurriría en la primavera de 1915 y que la iglesia estaba en un proceso de apostasía. Sin que hubiese entre ellos ninguna confabulación evidente, sus mensajes parecían extrañamente semejantes, pero como fijaban una fecha para los eventos finales despertaron considerable suspicacia.[17] (Ver Mateo 24:36).

Como llegó la primavera y el evento anunciado por Wick y otros “profetas” no se materializó, señalaron el 10 de mayo de 1915 para el fin del tiempo de gracia. Otras fechas se anunciaron posteriormente sin que nada ocurriera.[18] Como tales fechas no se cumplían, los adherentes a este movimiento trataron de cambiar el énfasis de sus alegatos y recuperar el apoyo de los miembros al sostener que la Iglesia había caído y se había convertido en Babilonia.[19]

Actuando con sorprendente independencia, L. R. Conradi, H. F. Schuberty, Schubert (comité ejecutivo) y P. Drinhans (presidente de campo) habían entregado al gobierno la carta mencionada más arriba, anunciando que los adventistas participarían como combatientes en la guerra. Una copia cayó en manos de los disidentes, que usaron esto como pretexto para acusar a la Iglesia de “apóstata”, “ramera”, “Jezabel”, “Babilonia”, “morada de todo espíritu inmundo”, y otros crueles epítetos.[20]

Como la posición sobre el servicio militar y el desempeño de sus deberes en sábado, estuvo en abierta oposición a la postura tradicional tomada por los adventistas del séptimo día en la Guerra Civil en los Estados Unidos, en el siglo XIX[21], muchos hermanos alemanes comenzaron a protestar; en lugar de orar fervientemente por sabiduría, siguieron los pasos precipitados de algunos creyentes estadounidenses en aquella ocasión.

La protesta fue especialmente vigorosa en Bremen, donde la posición llegó a ser pública en contra del liderazgo de la Iglesia. La situación fue escandalosa. En algunos lugares los disidentes desbarataron reuniones de culto, comprometiendo la adoración. La actitud negativa de los inconformes llevó a los dirigentes a reaccionar en forma negativa, desfraternizándolos sin el debido procedimiento. Los miembros desfraternizados iniciaron una guerra abierta en contra de la IASD. Los que se oponían a participar en el servicio militar, ahora apuntaron sus armas en contra de la iglesia y sus dirigentes.[22]

Edmond Doerschler, primer representante reformista, acusó a los oficiales de la Iglesia de haber despojado a los creyentes de sus propiedades y exigió que las propiedades de la Iglesia les fueran entregadas a ellos. Publicaron 10.000 copias de un folleto afirmando que la IASD era la gran apóstata de Apocalipsis 17 y que la expresión “Ha caído Babilonia” en los escritos de Elena White, se aplicaban a ella.

Los reformistas no fueron los primeros en afirmar que la Iglesia Adventista del Séptimo Día estaba en “apostasía reinante” y que constituía “Babilonia”[23]. Ya a comienzos de la década de 1890, A. W. Stanton, publicó un panfleto sosteniendo que la Iglesia había llegado a ser Babilonia y que los verdaderos creyentes “debían salir de ella”. Como respuesta a esta alegación, Elena de White declaró, en 1893: “El pretender que la Iglesia Adventista del Séptimo Día es Babilonia es tener la misma pretensión que Satanás, que es el acusador de los hermanos, que los acusa delante de Dios día y noche.”[24] “Cuando se levanta alguien, de entre nosotros o de afuera, que siente la preocupación de proclamar un mensaje que declara que el pueblo de Dios forma parte de Babilonia, y asevera que el fuerte pregón es un llamamiento a salir de ella, podéis saber que no proclama el mensaje de la verdad.”[25]

En 1919 los miembros desfraternizados se organizaron como la “Sociedad Misionera Internacional Adventista del Séptimo Día”, más tarde, cuando se dieron a conocer citas de Elena White, sobre un “movimiento de reforma”, se vieron como el cumplimiento de tal profecía y cambiaron el nombre a “Adventistas del Séptimo Día: Movimiento de Reforma.”[26]

Tentativas de reconciliación (1920-1922)

En 1920 una delegación de la Asociación General, encabezada por Arthur G. Daniells (presidente) fue a Europa a tratar de sanar la disidencia creciente. Daniells no se reunió con un grupo fiel a la Iglesia y a sus doctrinas, sino que tuvo que enfrentar una organización desarrollada que había comenzado a trabajar en oposición a la Iglesia y su liderazgo. Además, ciertos hombres inestables habían tomado el control del movimiento.

Daniells declaró que los dirigentes alemanes de la Iglesia se habían equivocado (todos confesaron su error, excepto Conradi), pero también criticó con tacto y prudencia a los reformistas por establecer una organización separada con tácticas engañosas para promover sus puntos de vista.[27]

Después de eso, Edmund Doerschler, estableció su propio movimiento en Holanda en 1921, y murió en una institución para enfermos mentales. Henry Spanknobel, otro líder reformista en aquel entonces, más tarde se convirtió al nazismo.

En 1922, los reformistas solicitaron una entrevista durante la Conferencia General de San Francisco, pero Daniells, por la experiencia pasada, no concedió la entrevista. Ha habido otras reuniones conjuntas, sin éxito, debido a la actitud inflexible y el espíritu de justicia propia de los reformistas, que exigen que los adventistas admitan sus puntos de vista.[28]

Expansión del Movimiento Reformista

Como pudimos ver, los años de 1914 y 1915 marcaron el inicio del Movimiento Reformista en Alemania, a la raíz de las falsas visiones sobre el fin del tiempo de gracia y actitudes fanáticas frente a esto. El error de líderes adventistas en Europa en cuanto al servicio militar fue usado como pretexto para la separación. Hasta hoy, los reformistas, enfatizan que no querían dejar la Iglesia, sino que fueron expulsados de ella. No podían, alegan, transigir con la transgresión de la ley de Dios, que afirma en su sexto mandamiento: no matarás (Éxodo 20:13).

En 1919 los disidentes se organizaron como la “Sociedad Misionera Internacional Adventista del Séptimo Día”, y más tarde “Adventistas del Séptimo Día: Movimiento de Reforma.”

Entre los años de 1920-1922, después de los fallidos intentos por lograr la reconciliación los reformistas se dispusieron a llevar su mensaje al mundo, especialmente entre los adventistas. En esa época ya había 15 grupos discordantes entre sí.[29]

En 1925 se organizó la Asociación General Reformista en Alemania, se publicaron las creencias fundamentales y los reglamentos en el librito “Principios de fe y Reglamentos de la Iglesia.” En ese mismo año, los reformistas envían misioneros a diferentes campos del mundo, teniendo más éxito en los Estados Unidos, y países donde la gente acepta el control de la Iglesia Católica, especialmente Sudamérica.[30]

A pesar de la creación de la Asociación General, los reformistas no lograron mantener su movimiento unido. En 1932 ya había 20 grupos diferentes del movimiento. Además de estos problemas externos, internamente la organización enfrentaba problemas crecentes. En 1948 la Unión Reformista Americana, demostró mucha independencia y la Asociación General Reformista, actuó de forma enérgica, causando la reacción americana, que no entregó el liderazgo y muchos líderes fueron desfraternizados y la unión disuelta. El problema en esta unión nada se compara a una crisis más grande, 3 años después.

En 1951, por ocasión de la Conferencia General, realizada en Holanda, Demétrio Nicollici intentó ser electo presidente del Movimiento, pero no lo logró y propuso “un nuevo comienzo del Movimiento de Reforma”, fracturando la organización, formando otra Asociación General[31]. El Movimiento original continuó con su sede en Alemania y el Movimiento de 51, en los Estados Unidos. Ambos grupos usan el mismo nombre “Adventistas del Séptimo Día, Movimiento de Reforma.”[32] En 1967, después de varios intentos de reunificar los dos partidos aconteció el más notable de todos en el Congreso de la Asociación General del movimiento de 51 en Brasil, donde fue formado un “Comité de Paz”, pero al final también no logro éxito.

En 1972, la Unión Americana preparó una serie de estudios para justificar porque son una organización separada de la IASD. Las primeras lecciones fueron enviadas a todos los obreros adventistas y expandió la obra reformista en algunos países, especialmente en la India. En el año 1978, el Movimiento de Reforma SMI informa tener 12.000 miembros en el mundo.[33]

Un año después, en 1979, la Unión Americana establece su primera escuela elemental. En 1982, después de 40 años de luchas entre el movimiento reformista original, y su Unión Americana, esta es sometida a la fuerza. Un año después, cerca de 10% de la feligresía de esta unión deja el movimiento. El movimiento reformista, se expandió y llegó a Sudamérica poco tiempo después de organizarse.[34] Continúa actualmente siendo una de las regiones con más miembros en el mundo.

Conclusión

Históricamente el Movimiento Adventista Reformista surgió y se organizó entre los años 1914-1920, a causa de falsas visiones de miembros adventistas y la reacción negativa y fanática frente a estas visiones. Aunque el error de líderes adventistas en Europa durante la 1ra Guerra Mundial fue usado como pretexto para la separación, el origen del Reformismo y su desarrollo y los problemas internos enfrentados evidencian que el movimiento no goza de la bendición divina.

La expansión del movimiento reformista, desde su inicio, fue lenta y perjudicada por la falta de unidad en sus feligreses (o líderes), especialmente en 1951, cuando el movimiento se fracturó en dos, con dos Asociaciones Generales, una en Alemania y la otra en los Estados Unidos.

Después de un siglo de vida, los reformistas no tienen muchos motivos para celebrar, ya que su movimiento no ha prosperado en su misión, como la “Iglesia grande”, nombre dado a la IASD por muchos de sus miembros[35]. El movimiento reformista, como se pudo notar, no ha surgido con una base profética, como la Iglesia Adventista, cuya origen se puede divisar en el libro del Apocalipsis (10:8-11) y en los escritos de Elena de White[36].

En la División Sudamericana 0,91% de los miembros de la Iglesia proceden del movimiento reformista[37]. Es muy probable que la mayoría de ellos tomen esa decisión después de verificar la inconsistencia de sus enseñanzas[38] y su origen histórico.

“Divididos en grupos antagónicos, los reformistas contemplan hoy impotentes la lenta agonía de un movimiento sin causa,”[39] mientras los adventistas perciben que “Jesús ve a su verdadera iglesia en la tierra, cuya mayor ambición consiste en cooperar con él en la grandiosa obra de salvar almas.”[40]

Autor: Pr. Ribamar Diniz

Nota: En los próximos días publicaremos otra columna relacionada al tema.


Referencias


  1. Ver el libro de Ribamar Diniz y Técio Alves, 150 años de conducción divina: una breve historia de los 150 años de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (1563-2013) (Cochabamba: Centro de Estudios Elena G. de White, 2013). ↩︎

  2. Una visión más completa sobre el origen e historia de los reformistas ver Helmut H. Kramer, El movimiento reformista: comentarios y datos históricos (Colombia: Asociación Publicadora Interamericana, 1998), 17-45; Schwarz y Greenleaf, Portadores de Luz, 619-621; Protocolo de la discusión con el Movimiento Opositor (Lima, Perú: Editorial “La Verdad Presente”, 2004), 24- 32; Giácomo Molina, A verdade sobre o movimento de reforma de 1914 (Santo André, São Paulo: Tipografia Santo André Ltda). ↩︎

  3. Ver un ejemplo en Ribamar Diniz, O Adventismo na Terra do Padre Cícero: una história de fé, perseguição e milagres, 1a ed. (Brasília: Sociedade Criacionista Brasileira, 2012), 86-88. ↩︎

  4. Sin embargo, es importante conocer la diferencia entre las doctrinas reformistas y adventistas. Un artículo de referencia sobre ese asunto es Diniz, “Diferencias doctrinales entre los Adventistas y los Reformistas”, Revista Doxa, Año 2 Nro 1 (Vinto, Cochabamba: Sociedad Estudiantil de Investigación Teológica, 2012). ↩︎

  5. Segundo Alberto Timm, las causas principales para el surgimiento de los disidentes son la insatisfacción con el liderazgo oficial de la IASD; supuesto descubrimiento de “nueva luz”; crisis de identidad y de autoridad; crisis de relacionamiento interpersonal. Sin embargo, en su mayoría, los movimientos disidentes, fueron causados por discordancias doctrinarias entre miembros de la IASD. Ver Alberto R. Timm, Revista Adventista, Junho de 1990 (Tatuí, São Paulo: CASA), pp. 9-10. Portadores de Luz, (ACES, 2002), pp. 612. ↩︎

  6. Schwarz y Greenleaf, Portadores de Luz, 612, 607-626. ↩︎

  7. Sobre el origen de los reformistas, ver Helmut H. Kramer, El movimiento reformista: comentarios y datos históricos (Colombia: Asociación Publicadora Interamericana, 1998), 17-45; Schwarz y Greenleaf, Portadores de Luz, 619-621; Protocolo de la discusión con el Movimiento Opositor (Lima, Perú: Editorial “La Verdad Presente”, 2004), 24-32; Giácomo Molina, A verdade sobre o movimento de reforma de 1914 (Santo André, Sao Paulo: Tipografia Santo André Ltda). Sobre las diferencias entre sus doctrinas con las creencias adventistas del séptimo día ver: Diniz, “Diferencias doctrinales entre los Adventistas y los Reformistas”, Revista Doxa, Año 2, N0 1, (Cochabamba: Sociedad Estudiantil de Investigación Teológica, 2011), 91- 114. ↩︎

  8. Kramer, El movimiento adventista reformista, 18. ↩︎

  9. R. W. Schwarz, Light Bearers to the Remmant (Mountain View, CA: Pacif Press, 1979), 475. ↩︎

  10. El movimiento adventista reformista, 18. ↩︎

  11. Schwarz, Light Bearers to the Remmant, 475. ↩︎

  12. Ibid., 219. ↩︎

  13. Kramer, El Movimiento Reformista, 19. ↩︎

  14. Carta al Ministro de Guerra en Berlín, 4 de agosto de 1914, firmada por H. F. Schubert, Pte. de la Unión Alemana Oriental. El movimiento adventista reformista, 18. Schwarz, Light Bearers to the Remmant, 475. ↩︎

  15. The So-Called German Reform Movement: A Statement made by R. R. Ruhling, former Secretary, East German Union Gongrence of S.D.A. 18 de julio de 1957. Disponible en el Centro White – Bolivia. Schwarz y Greenleaf, Portadores de luz, 619-220. ↩︎

  16. De Oliveira, La mano de Dios al timón, 129. Schwarz y Greenleaf, Portadores de Luz, 620. ↩︎

  17. Schwarz y Greenleaf, Portadores de Luz, 620. ↩︎

  18. De Oliveira, La mano de Dios al timón, 130. ↩︎

  19. Schwarz y Greenleaf, Portadores de luz, 620. ↩︎

  20. De Oliveira, La mano de Dios al Timón, 130. ↩︎

  21. Parte de la posición de la IASD presentada por J. N. Andrews al gobierno decía: “El cambio de la ley del servicio militar hace necesario que, como pueblo tomemos una posición más oficial al respecto. Por esta razón sometemos ante Vuestra Excelencia, Agustín Blair, Gobernador del Estado de Míchigan, los sentimientos de los Adventistas del Sétimo Día, como un pueblo organizado, relativos al asunto de portar armas, confiando que usted no titubeará en respaldar nuestro pedido, que se hace patente debido al último voto del Congreso respecto a aquellos que, por razones de conciencia, se oponen a portar armas, y por lo mismo se acogen a los beneficios de dicha ley.” The Review and Herald, 23 de agosto de 1864. ↩︎

  22. Kramer, El movimiento adventista reformista, 20-22. ↩︎

  23. Asociación General, Principios de Fe de la Sociedad Misionera Internacional de los Adventistas del Séptimo Día Movimiento de Reforma (Baden, Alemania: Asociación General, 1997), 5. Conferencia General de los Adventistas de Séptimo Día, Movimiento de Reforma, El camino de los adventistas (Lima, Perú: Asociación Peruana de la Misión Adventista del Séptimo Día, Movimiento de Reforma), 81-85. A. Balbach, A historia dos Adventistas do Sétimo Dia Movimento de Reforma (Itaquaquecetuba, São Paulo: Editora Missionária A Verdade Presente, 2001), 5, 6, 638-659. Vea también Protocolo de la discusión con el Movimiento Opositor, 24-32 y Branko Cholich, A vereda fendida (São Paulo: Casa Editora Firme Firmamento, 2011), 9. Balbach llegó a afirmar que “La IASD, denominación principal, continuará como iglesia organizada hasta que participe del destino de las demás iglesias populares bajo las siete últimas plagas. Balbach”, A historia dos Adventistas do Sétimo Dia Movimento de Reforma, 648. ↩︎

  24. Review and Herald, 29 de agosto a 5 de septiembre de 1893. Elena G. de White, La Iglesia Remanente (Buenos Aires: ACES, 1993), 29. ↩︎

  25. Ibíd., White, La Iglesia Remanente, 28. ↩︎

  26. Report of a Meeting With the Opposition Movement, 21-23 de julio, 1920, en Friendesau, 21. ↩︎

  27. De Oliveira, La mano de Dios al timón, 130. Portadores de luz, 620. ↩︎

  28. The So-Called German Reform Movement: A Statement made by R. R.Ruhling,formerSecretar,EastGermanUnionGongrenceofS.D.A. 18 de julio de 1957. Disponible en el Centro White – Bolivia. ↩︎

  29. Kramer, El movimiento reformista, 25. ↩︎

  30. El movimiento reformista, 39-41. ↩︎

  31. Más detalles pueden ser encontrados en D. Nicolici, A mão de Deus na Sua Obra e na direção de Seu povo – O livro do pecado. s/e – (Mimeografia de Almir Azevedo, S. Paulo, setembro de 1969). ↩︎

  32. Giácomo Molina, A verdade sobre o movimento de reforma de 1914, 20-27. Giácomo Molina, A verdade sobre a reforma de 1914, 9. Kramer, El movimiento reformista, 37-38. ↩︎

  33. Ver El movimiento reformista, 39-41; Molina, A verdade sobre o movimento de reforma de 1914, 20-27. ↩︎

  34. En 1924: Llegó el primer misionero a Brasil; en 1927 el mensaje llegó a Argentina; en 1938 desde Perú Carlos Kozel y J. C. León vienen a Bolivia e introducen el movimiento en Santiago de Wata, La Paz; en 1948 se realizan conferencias en Cochabamba, y se bautiza el primer miembro y es formado el primer grupo. Actualmente Bolivia tiene 700 miembros. www.reformaadventista.com.br y http://www.asdmr-ecuador.org/About.aspx. ↩︎

  35. Los reformistas, tanto los originales como la facción de 1951, alegan que el rechazo de la Iglesia Adventista acompañó un proceso histórico. Admiten que la IASD tuvo un origen divino, pero apostató de la verdad progresivamente y hoy constituye Babilonia. Ver mi artículo “Diferencias doctrinales entre los Adventistas y los Reformistas”, Revista Doxa, Año 2, N0 1, (Cochabamba: Sociedad Estudiantil de Investigación Teológica, 2011), 91-114. ↩︎

  36. Estudios aclaradores sobre la IASD como el verdadero remanente del tiempo del fin son: Hans K. LaRondelle, “Remanente y mensajes de los tres ángeles” en Tratado de teología adventista del séptimo día, t. 9, Geroge W. Reid, ed., (Buenos Aires, Argentina: ACES, 2009), 964-1002; “El Remanente y su misión” en Creencias de los adventistas del séptimo día, 180-197; Amin Rodor, “Um novo remanescente?” en Revista Adventista [Brasil], noviembre de 2003, 8-10; Ángel Manuel Rodríguez, “El Remanente del tiempo del fin” en Revista Adventista, mayo de 2010, 6-8; Clifford Goldstein, El Remanente: ¿Realidad bíblica o ilusión sin base?(Benos Aires, Argentina: ACES, 1999) ↩︎

  37. Secretaria DSA, octubre de 2011. Citado en Revista Adventista, enero de 2012, 3. ↩︎

  38. Ver Revista Adventista [Brasil], mayo de 1978, 23. ↩︎

  39. De Oliveira, La mano de Dios al timón, 131. ↩︎

  40. White, La Iglesia Remanente, 8. ↩︎

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