Un Comentario a la Lección de Escuela Sabática: Amós

Apr 20, 2013
Juegos Cristianos

La lección de escuela sabática para esta semana parte estudiando el libro de Amós. Un libro que me ha dejado perplejo con tanta riqueza literaria. Lo paradójico, es que el autor parece indicarnos que era un pastor: “éstas son las palabras de Amós, pastor de Tecoa” (Amós 1:1 NVI); culturalmente esto nos indicaría que Amós no tenía una alta posición social dentro de los márgenes sociológicos del Antiguo Cercano Oriente. Por lo mismo, es sorprendente encontrar tanta riqueza literaria.

Para ejemplificar y contextualizar lo que decimos, es preciso traer a colación la estructura de todo el libro[1]:

A La venida del juicio sobre Israel y sus vecinos (1:1-2:16)

B La compulsión del profeta: destrucción de Israel y el culto de Betel como centro (3:1-13)

C Condenación de las mujeres israelitas: actividad religiosa vacía  y juicio de Yahweh (4:1-13)

D CENTRO: llamado al arrepentimiento y lamento (5:1-17)

C’ Condenación a los hombres israelitas: actividad religiosa vacía y la venida del juicio (5:18-6:14)

B’ La compulsión del profeta: destrucción del culto de Betel (7:1-8:3)

A’ La venida del juicio sobre Israel (dispersión entre las naciones) y futura restauración entre las naciones (8:4-9:15)

La estructura parte siendo esbozada sobre siete partes básicas. Cada una de estas partes básicas se contrapone entre sí formando un quiasmo. El centro de este quiasmo, como se aprecia, es el llamamiento al arrepentimiento. El libro de Amós, por tanto, “como el libro de Oseas, representa un mensaje de advertencia hacia el reino del norte de Israel, durante la última parte del siglo ocho a.C.”[2]

Parece que al autor le impresionaba el número siete, no sólo por esbozar todo el libro en siete partes. Por ejemplo, vemos en el primer capítulo el juego de palabras que usa para condenar a las naciones vecinas e Israel; “por tres pecados” y “por el cuarto” (1:3,6, 9,11,13; 2:1,4,6). Este juego de 3 x 4 indica que Amós usa la condena en base al número siete. Otro ejemplo, se halla en el uso de siete verbos en perfecto primera persona describiendo el castigo de Yahweh (4:6-13).

Pese a lo anterior, Amós no sólo se contenta con usar el número siete en sus oráculos, o usar siete verbos en el castigo pronunciado por Dios; Amós va más allá y ¡estructura en siete partes el centro del quiasmo!

Llamado al arrepentimiento

A lamentación sobre la caída de Israel (5:1-3)

B Llamado al arrepentimiento: buscadme y viviréis (5:4-6a)

C Condenación de las injusticias de Israel: Los que convertís en ajenjo el juicio, y la justicia la echáis por tierra (5:6b-7)

D CENTRO: Himno del poder de Yahweh (5:8-9)

C’ Condenación de las injusticias de Israel: que afligís al justo, y recibís cohecho, y en los tribunales hacéis perder su causa a los pobres. (5:10-13)

B’ Llamado al arrepentimiento: Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis (5:14-15)

A’ Viene la lamentación (5:16-17)

Como se aprecia, el centro del quiasmo del libro forma otro quiasmo que a su vez toma como centro los vers.8 y 9:

עֹשֵׂ֙ה כִימָ֜ה וּכְסִ֗יל וְהֹפֵ֤ךְ לַבֹּ֙קֶר֙ צַלְמָ֔וֶת וְי֖וֹם לַ֣יְלָה הֶחְשִׁ֑יךְ הַקּוֹרֵ֣א לְמֵֽי־הַיָּ֗ם וַֽיִּשְׁפְּכֵ֛ם עַל־פְּנֵ֥י הָאָ֖רֶץ יְהוָ֥ה שְׁמֽוֹ׃ הַמַּבְלִ֥יג שֹׁ֖ד עַל־עָ֑ז וְשֹׁ֖ד עַל־מִבְצָ֥ר יָבֽוֹא׃ (Amós 5:8-9)

Una traducción apegada al texto original dice:

“El que hace las Pléyades y al Orión, y vuelve las tinieblas en mañana y hace oscurecer el día como la noche, el que llama a las aguas mar y las derrama sobre la faz de la tierra, Yahweh es su nombre. Que da esfuerzo al despojador sobre el fuerte y el despojador venga sobre la fortaleza.”

Los siete verbos usados son: “hace” (עֹשֵׂ֙ה), “volver” (וְהֹפֵ֤ךְ), “hace oscurecer” (הֶחְשִׁ֑יך), “llama” (הַקּוֹרֵ֣א), “derrama” (וַֽיִּשְׁפְּכֵ֛ם),  “da esfuerzo” (הַמַּבְלִ֥יג), “venir” (יָבֽוֹא). En base a cada verbo usado, es que podríamos estructurar este himno de la siguiente forma:

El que hace las Pléyades y al Orión,

y vuelve las tinieblas en mañana

y hace oscurecer el día como la noche,

el que llama a las aguas mar

y las derrama sobre la faz de la tierra,

Yahweh es su nombre.

Que da esfuerzo al despojador sobre el fuerte

y el despojador venga sobre la fortaleza.

En este poema podemos inferir que Amós habla de la creación, especialmente sobre Génesis 1:2-3, el mar y la luz para los hebreos era un tema profundamente filosófico. Y no sólo para ellos sino para todo el Antiguo Cercano Oriente.[3] Por lo mismo, el autor del libro de Amós subraya la idea de un Dios creador, que aunque condenó a Israel y a las naciones vecinas, sigue llamando a su pueblo al arrepentimiento. El Dios creador y hacedor del universo, parece ser el mensaje clave de todo el libro.

Referencias


  1. David A. Dorsey. The Literary Structure of the Old Testament: A Commentary on Genesis-Malachi (Grand Rapids, Michigan: Baker Books, 1999), 278. Se ha modificado la estructura de David Dorsey para mayor entendimiento. ↩︎

  2. Dorsey. Ibíd., 277. ↩︎

  3. Colllin R. Cornel. “God  and the Sea in Job 38”. Journals of Hebrews Scripture, Vol.12, Article 18, 2-15. ↩︎

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Josué Gajardo

Estudió Ingeniería en Computación e Informática y tiene una maestría en Teología.