Resoluciones de la IASD sobre el Espíritu de Profecía y la Biblia
Resolución sobre el Espíritu de Profecía
Nosotros, los delegados al Congreso de la Asociación General de 2010 en Atlanta, reconocemos con gratitud la permanente aportación que han hecho a la Iglesia Adventista del Séptimo Día los escritos y el ministerio de Elena G. de White. Somos testigos de la forma en que la iglesia ha sido bendecida y conducida por Dios por medio de los consejos inspirados de su mensajera. Los consejos de Elena G. de White exaltan a la Biblia como la Palabra de Dios, ensalzan a Jesús como el Creador y el Redentor del mundo, y nos motivan a vivir una vida de servicio y sacrificio. Su ministerio ha contribuido de manera directa a la preservación de la unidad en la iglesia y a su alcance mundial.
Al igual que los demás dones espirituales, el don de profecía tiene por objetivo producir la unidad, equipar al pueblo de Dios para la obra del ministerio, edificar el cuerpo de Cristo, protegerlo de ser engañado por falsas doctrinas, y fomentar el crecimiento espiritual individual y colectivo (Efe. 4: 11-15). Reconocemos en Elena G. de White el don de profecía, y sostenemos que cuando se valora este don y se presta atención a sus instrucciones, la iglesia prospera.”
Por consiguiente, expresamos nuestra gratitud a Dios por su misericordioso don concedido por medio del ministerio profético de Elena G. de White. Exhortamos a los adventistas de todo el mundo para que estudien con oración sus mensajes y se beneficien de la inspiración y la instrucción que en ellos se encuentran. Instamos a los docentes y administradores de nuestras instituciones educativas y a los dirigentes de nuestras instituciones de salud y editoriales a que repasen sus consejos para los ámbitos de servicio que ellos representan. Encarecemos a los pastores a que hagan uso de sus escritos al preparar sus sermones y planificar junto con sus miembros la misión de sus iglesias. Exhortamos a los administradores de la iglesia de todos los niveles a que ejerzan su influencia para afirmar la importancia que tienen estos escritos para la iglesia y que continúen sus esfuerzos para hacer que puedan ser adquiridos por los feligreses a un costo asequible. Afirmamos asimismo nuestro compromiso de creer en los profetas (2 Crón. 20: 20), para que podamos prosperar en el cumplimiento de nuestra misión y acelerar de esa manera el regreso de Cristo.
Resolución aprobada en el Congreso de la Asociación General de Atlanta, Georgia, 24 de junio al 3 de julio de 2010.
Resolución sobre la Santa Biblia
Como delegados al Congreso de la Asociación General de Atlanta, Georgia, Estados Unidos, reafirmamos nuestra confianza en la revelación e inspiración divinas de la Biblia, su autoridad en la vida de la iglesia y de cada creyente, y su papel fundamental en la fe, la doctrina y la conducta. La Biblia nos presenta un mensaje de salvación en el contexto de un conflicto cósmico que revela el carácter de amor, misericordia y justicia de Dios.
La Biblia presenta a Cristo como la revelación más sublime del amor divino, como el Dios encarnado, como Aquel que se ofreció a sí mismo en sacrificio expiatorio y cargó nuestros pecados para reconciliarnos con Dios, como nuestro único Mediador ante el Padre en el Santuario celestial. La Biblia presenta a Jesús como la única fuente confiable de esperanza para la especie humana. Esta esperanza está basada en el ejemplo de su vida, en la obra redentora de su ministerio, en su muerte en la cruz, en su resurrección y en su pronto regreso en gloria.
La esperanza y el mensaje que se hallan en la Biblia trascienden los tiempos y las culturas, y satisfacen las necesidades más profundas del corazón humano. En ellos la iglesia, como pueblo de Dios del tiempo del fin, encuentra las buenas nuevas que han de ser proclamadas a todos los pueblos y culturas en cumplimiento de la misión divina.
El mensaje de la Biblia llega hasta nosotros por medio de la obra del Espíritu Santo, cuya orientación e iluminación son necesarias para comprenderla correctamente.
Considerando que mediante el poder y la persona del Espíritu Santo la Biblia puede transformarnos para que desarrollemos caracteres semejantes al de Cristo, nosotros, los delegados al Congreso de la Asociación General, exhortamos a los creyentes adventistas y a los demás compañeros cristianos de todo el mundo para que hagan de la Biblia su fuente diaria de estudio personal. Hagamos que el estudio de la Biblia vaya acompañado de oración y alabanza; hagamos que sea un libro abierto que escuchemos cada día en nuestros hogares, y leamos en nuestros lugares de culto, donde corporativamente buscamos la Palabra de Dios. Que el poder de la Biblia moldee la vida y las relaciones personales, y confiera poder a un testimonio que señale a todo el mundo el regreso glorioso de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Declaración aprobada en el Congreso de la Asociación General en Atlanta, Georgia, 24 de junio al 3 de julio de 2010.