La Deidad de Jesús en los evangelios sinópticos
No son pocos aquellos grupos que argumenten que Jesús no es Dios, sino solo un ser creado, inferior al Padre. Uno de los argumentos mas utilizados es aquel que indica que la evidencia bíblica que habla acerca de la divinidad de Cristo se encuentra únicamente en el evangelio de Juan, el de composición mas tardía. Indican que los tres evangelios restantes, llamados los “sinópticos,” no contienen la más mínima alusión de que se considerase a Jesús como Dios. Dichas acusaciones son falsas como veremos a continuación.
La Deidad de Jesús en el evangelio de Mateo
“He aquí una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emmanuel, que interpretado es: Dios con nosotros.” (Mateo 1:23)
Ya desde el primer capítulo del evangelio de Mateo es posible vislumbrar alusiones claras a la divinidad de Jesús de Nazaret. El autor explica que uno de los títulos atribuidos a Cristo en el Antiguo Testamento muestra la presencia corporal de Dios mismo.
“Y tú Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un Guiador, que apacentará a mi pueblo Israel” (Mateo 2:6)
Este pasaje cita directamente a Miqueas 5:2 en el que se habla del Mesías no solo como “Pastor” (el cual es un titulo de Dios en el Antiguo Testamento) sino que, indirectamente, atribuye también el resto de la profecía, que describe a este Pastor como aquel que existe “desde el principio, desde los días de la eternidad” (Miqueas 5:2). Es decir, siendo preexistente.
“Porque éste es aquél de quien habló el profeta Isaías, diciendo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor: Enderezad sus sendas.” (Mateo 3:3)
Si examinamos la cita que hace Mateo del profeta Isaías nos daremos cuenta que esta “Voz del que clama en el desierto” en realidad iba a aparejar el camino de YHWH. A menos que Mateo se haya equivocado, el identifico claramente al Jehová del Antiguo Testamento con Jesús en el Nuevo Testamento.
Aparte de las citas mencionadas previamente, Mateo contiene numerosas menciones de episodios en los que Jesús recibió adoración (algo que únicamente debe recibir Dios: Mateo 4:10) sin oponer resistencia. En las siguientes citas, la palabra traducida como “adorara” es προσκυνέω y se utiliza cuando se habla de la adoración exclusiva hacia Dios:
“diciendo: ‘¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.’” (Mateo 2:2)
“Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes, oro e incienso y mirra.” (Mateo 2:11).
“Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: ‘Verdaderamente eres Hijo de Dios.’”* (Mateo 14:33).
“he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ‘¡Salve!’ Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron.” (Mateo 28:9)
La Deidad de Jesús en el evangelio de Marcos
Indiscutiblemente el evangelio de Marcos es considerado unánimemente como el Evangelio mas temprano que se haya escrito. Si en verdad es posible encontrar referencias a la Deidad de Jesús en este escrito, esto probaría de manera tajante que la creencia de que Cristo es Dios es tan antigua como el cristianismo mismo, y no se trata de una enseñanza introducida posteriormente por falsos maestros, como algunas sectas afirman.
“Y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.” (Marcos 2:5)
Bíblicamente, únicamente Dios es capaz de perdonar pecados (véase Isaías 43:25). Si Jesús se atribuyo a si mismo esta acción, la conclusión lógica es que el es igual a Dios. Los escribas mismos así interpretaron esta frase y lo tomaron como una blasfemia (véase Marcos 2:7).
“Cuando vio a Jesús de lejos, corrió y se postró delante de El;” (Marcos 5:6)
Aunque la palabra “postrarse” no pareciera significar nada, en esta oración se utiliza la palabra griega προσκυνέω, que, como ya explicamos previamente, claramente se usa cuando se habla de adoración exclusiva a Dios.
La Deidad de Jesús en el evangelio de Lucas
Lucas se diferencia de los otros evangelios por el hecho de que la exactitud de los hechos históricos que rodearon a Jesús de Nazaret fueron su prioridad en la composición de su obra. Es por eso que, el hecho de que muestre a Jesús como Dios es de gran valor teológico.
“¿Y de dónde esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?” (Lucas 1:43)
Ya en el primer capítulo de Lucas, Elisabeth llama a María “la madre de mi Señor”, atribuyéndole al pequeño bebe en su vientre el titulo divino de κυρίου.
Esto no tendría sentido a menos que lo consideraran como algo más que humano.
“Y ellos, habiéndole adorado, regresaron a Jerusalén con gran gozo” (Lucas 24:52)
De la misma manera que los casos anteriormente mencionados, Lucas menciona en esta ocasión como Jesús recibió sin protesta abierta adoración por parte de sus apóstoles.
Conclusión
Como podemos ver, la Deidad de Jesús no se limita exclusivamente al evangelio de Juan. Por el contrario, examinando cuidadosamente los otros tres evangelios sinópticos es posible ver como para los autores, Jesús no era un ser inferior al Padre, sino que al atribuirle cualidades divinas, identifican que Cristo con Dios mismo.
Autor: Emilio Villa