¿El Espíritu Santo es Cristo mismo? Reexaminando la cita de Manuscript Releases

Elena G. de White Jul 23, 2012
Juegos Cristianos

Como ya muchos deben estar familiarizados, grupos arrianos se han levantado en la Iglesia Adventista, como lo son los dos más famosos en habla hispana, y que tienen sus respectivas páginas en la web: “La verdad eterna” y los supuestos “Centinelas de la Deidad”. Este grupo, y otros con creencias similares, han basado sus teorías en muchas citas de Elena G. White donde presuntamente apoya su concepto arriano, cosa que es imposible mostrar por los escritos prematuros que ella escribió. Claro, ignoran sus textos más sobresalientes y trinitarios luego del 1890.

Sin embargo, su “Shemá adventista” y su texto favorito de Elena de White es el siguiente y lo usan como prueba de su dogma antitrinitario:

“Estorbado por la humanidad Cristo no podía estar en cada lugar personalmente, por lo tanto para ventaja de ellos (los discípulos) Él debería abandonarlos para ir a su Padre y enviar el Espíritu Santo para ser su sucesor en la tierra. El Espíritu Santo es Él mismo desvestido de su personalidad humana e independiente de ella. Él se representaría a sí mismo como presente en todos los sitios por su Espíritu Santo, como el Omnipresente.” [Manuscript Releases Volume 14 p. 23]

Para ellos, esto significa la evidencia más clara de su posición no trinitaria. La presente columna tiene por motivo arruinar ese castillo de arena, semejante a la casa construida sobre la arena que relató Jesús.

Veamos la cita en su contexto original:

“Although our Lord ascended from earth to heaven, the Holy Spirit was appointed as His representative among men. “If ye love Me, keep My commandments. And I will pray the Father, and He shall give you another Comforter, that He may abide with you forever; even the Spirit of truth; whom the world cannot receive, because it seeth Him not, neither knoweth Him: but ye know Him; for He dwelleth with you, and shall be in you. I will not leave you comfortless” [John 14:15-18]. [14MR 23.2].

Cumbered with humanity, Christ could not be in every place personally; therefore it was altogether for their advantage that He should leave them, go to His father, and send the Holy Spirit to be His successor on earth. The Holy Spirit is Himself divested of the personality of humanity and independent thereof. He would represent Himself as present in all places by His Holy Spirit, as the Omnipresent. “But the Comforter, which is the Holy Ghost, whom the Father will send in My name, He shall (although unseen by you), [THIS PHRASE WAS ADDED BY ELLEN WHITE.] teach you all things, and bring all things to your remembrance, whatsoever I have said unto you” [John 14:26]. “Nevertheless I tell you the truth; It is expedient for you that I go away: for if I go not away, the (…)”.

El mismo párrafo anterior comienza a desmentir la posición arriana. Elene G. White dice claramente que el Espíritu Santo sería su representante en la tierra. ¿Como puede estar hablando de sí mismo? Ahora bien, la frase en cuestión y la oración parece estar traducida de la manera correcta. ¿Que quiere decir Elene G. White entonces? ¿Apoya esa oración (entre más de 100,000 páginas de escritos de su pluma que desmienten una conclusión tal) la postura arriana adventista? No, y la respuesta está en usar las reglas básicas de hermenéutica para estudiar los Testimonios.

Una regla clara y elemental (que ellos prefieren ignorar) es revisar todo lo que dijo Elena G. White sobre cierto tema y ver si hay otras citas similares escritas en otro momento que aclaran las citas anteriores y asi evitar malos entendidos. Esta regla resulta ser fatal para los grupos antitrinitarios que promueven que el Espíritu de Profecía indica aquí que Cristo mismo es el Espíritu Santo, sin distinguirlo en personalidad.

La misma cita de manuscript releases aparece algunas veces posteriormente, con varios cambios y sin lugar a dudas expresando lo que correctamente ella quería decir. Veamos la cita posteriormente:

“Antes de esto, el Espíritu había estado en el mundo; desde el mismo principio de la obra de redención había estado moviendo los corazones humanos. Pero mientras Cristo estaba en la tierra, los discípulos no habían deseado otro ayudador. Y antes de verse privados de su presencia no sentirían su necesidad del Espíritu, pero entonces vendría. El Espíritu Santo es el representante de Cristo, pero desvestido de la personalidad humana e independiente de ella. Estorbado por la humanidad, Cristo no podía estar en todo lugar personalmente. Por lo tanto, convenía a sus discípulos que fuese al Padre y enviase el Espíritu como su sucesor en la tierra. Nadie podría entonces tener ventaja por su situación o su contacto personal con Cristo. Por el Espíritu, el Salvador sería accesible a todos. En este sentido, estaría más cerca de ellos que si no hubiese ascendido a lo alto”. (Deseado de todas las gentes, p. 623-624. 1898)

El Espíritu Santo es el representante de Cristo, pero desvestido de la personalidad humana e independiente de ella. Estorbado por la humanidad, Cristo no podía estar en todo lugar personalmente. Por lo tanto, convenía a sus discípulos que fuese al Padre y enviase el Espíritu para ser su sucesor en la tierra. Nadie podría entonces tener ventaja por su situación o su contacto personal con Cristo. Por el Espíritu, el Salvador seria accesible a todos. En este sentido estaría más cerca de ellos que si no hubiese ascendido a lo alto”. (Servicio Cristiano, p. 317)

Hay otros libros donde también se hace la misma cita y referencia.

Viendo estas citas claras, podemos entender perfectamente la otra. Cuando en Manuscript Releases ella menciona “Himself” no está hablando de Cristo sino del Espíritu Santo mismo. Observece lo siguiente:

“El Espíritu Santo es Él mismo desvestido de su personalidad humana e independiente de ella”.

“El Espíritu Santo es el representante de Cristo, pero desvestido de la personalidad humana e independiente de ella”.

Ella editó la parte “es el mismo” por “representante de Cristo”. De esta manera el objeto de la oración no es Cristo, sino el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo mismo está despojado de la personalidad humana e independiente de ella. Es decir, el Espíritu Santo no tiene una personalidad humana, y está despojado de todo rastro humano y es independiente de la misma. Aunque no debemos especular en cuanto a la naturaleza del Espíritu Santo, si podemos concluir según las evidencias que proveen las Escrituras, que el Espíritu Santo no posee naturaleza humana y es Omnipresente.

La oración de Manuscript Releases sería de la siguiente manera: “El Espíritu Santo es El mismo (Espiritu Santo), “pero” despojado/desvestido de su personalidad humana e independientemente de ella”.

Ella aclara muy bien en sus citas posteriores de quién hablaba y quién era el Espíritu Santo. También es interesante notar que ella intercambia la oración en otro orden:

“Estorbado por la humanidad, Cristo no podía estar en todo lugar personalmente. Por lo tanto, convenía a sus discípulos que fuese al Padre y enviase el Espíritu para ser su sucesor en la tierra”.

Esta oración va después de la controvertida cita en los escritos posteriores. A mi entender esto fue sabio ya que si se colocara antes, en opinión del presente autor, como está en Manuscript Releases, puede entenderse de que habla de Cristo, pero no es así. Ella intercambió la oración justo después de hablar del Espíritu Santo.

Como es de esperarse de los grupos antitrinitarios, estos ignoran las reglas básicas de hermenéutica y echan por tierra cualquier otra cita que contradiga sus posturas. Espero que les sirva de ayuda a los que buscan respuestas contundente a estas interrogantes hechas por estos grupos.

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Joel Lisboa

Estudió Teología y tiene una maestría en Arqueología de Andrews University