El dominio propio

Mar 29, 2012
Juegos Cristianos

Hace algunos días me encontraba viendo un programa en el televisor, cuando el programa hace su pausa para la publicidad pasan un comercial que llamó mucho mi atención. Se trataba de una pastillita mágica, aunque no literalmente, sin embargo, la forma de promocionarla daba a entender eso. Trataba sobre una pastilla para adelgazar, sí, adelgazar, lo llamativo y alarmante para mí fue una de las frases que uso el anunciante:

Olvídese del dominio propio, esta pastilla hará todo por usted…

Es increíble ver como Satanás juega con la mente del hombre. Desde el mismo principio de las Escrituras se puede palpar el tema del dominio propio, la Hna. White comenta sobre Adan:

La primera gran lección moral dada a Adán fue la de la abnegación. Las riendas del dominio propio fueron colocadas en sus manos… [A fin de conocerle, Pág. 16]

El dominio propio es colocar nuestra voluntad a la sujeción de Dios. Aunque tenemos libre albedrío, sabemos que nuestro juicio no está sano (bajo el pecado). Si Adán y Eva no supieron tener dominio propio ante el engaño de Satanás aún viviendo no bajo la condenación del pecado, ¿cuánto mas nosotros hoy en día? Que ni tan siquiera sabemos orar según la Palabra [Rom. 8:26]. Hace poco leí una cita de la Hna. White que me impacto, ella escribió:

El mayor triunfo que nos dio la religión de Cristo es el control sobre nosotros mismos. Debemos controlar nuestras tendencias naturales, de otro modo, jamás venceremos como Cristo venció. [Testimonios Para la Iglesia T. 4, Pág. 111]

Una herramienta para desarrollar dominio propio es el ayuno, no es casualidad que Cristo iniciara su ministerio con un ayuno. Con el ayuno nos abstenemos voluntariamente a lo que nos gusta, me ha pasado muchas veces que cuando decido ayunar es cuando me ofrecen a comer lo que mas me gusta, a veces he pasado la prueba, otras no. Yo recomendaría un ayuno cada semana o como puedan. Debemos desarrollar un dominio propio tal, para poder resistir los encantos de Satanás en estos últimos tiempos, a pesar de tener una tendencia a lo malo, Dios a través de Cristo nos da el poder para vencer y dominar nuestras tendencias y que no sean éstas las que nos dominen a nosotros.

La mayor evidencia de nobleza que haya en el cristiano es el dominio propio. El que bajo un ultraje o la crueldad no conserva un espíritu confiado y sereno despoja a Dios de su derecho a revelar en él su propia perfección de carácter. [Deseado de todas las gentes, Pág. 269]

Esa cita la leí en el wall de Facebook de un amigo y querido pastor que conozco (Heber), y me hizo recordar la pastillita mágica y la primera cita de la Hna. White. Lamentablemente se mal interpreta la humildad y nobleza de una persona que es ofendida constantemente con cobardía pero, tenemos el mayor y mejor ejemplo, el de Cristo, cuando fué arrestado, Isaías 53:7 nos da una vislumbre del tipo (en cuanto al carácter, del anti-tipo) que debemos tener para estos tiempos. Cristo no fué un cobarde. Debemos ser mansos pero, no mensos. El mismo Cristo nos dijo que fuéramos, mansos como palomas y astutos como serpiente [Mateo 10:16].

Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. [Santiago 3:2]

Debemos darle importancia a las cosas pequeñas, nuestras actitudes antes las cosas pequeñas son un reflejo de las actitudes que tomaremos antes las cosas mayores, ahí radica nuestro problema, no creemos que las cosas pequeñas no tienen importancia, es por ello que no hemos desarrollado un dominio propio capaz de resistir las tentaciones del adversario, no se trata de nuestras fuerzas o poder, sino del poder de Cristo pero, de qué nos sirve si no estamos dispuesto a despojarnos de nosotros mismo y dejar que sea Él el que haga en nosotros el querer como el hacer por su buena voluntad? [Filipenses 2:13]. Por nuestras Propias fuerzas no podemos gobernar nuestras tendencias al pecado pero, mediante Cristo podemos llegar a obtener dominio propio.

Publicar en DA

Galvin Misael

Estudió Teología, Historia y Piano