Aunque sepamos la fecha de Su Venida... No cambiaremos
Se habla mucho del fin del mundo, de la inminente venida de Cristo, de la Ley Dominical y hasta se han atrevido a proclamar fechas para eventos proféticos pero, ¿realmente estamos preparados para un encuentro con el Soberano del Universo? ¿lavamos nuestras vestiduras cada día en la sangre de Cristo? ¿confiamos y aceptamos la justicia de Cristo o estamos confiado en nuestro conocimiento y bienes materiales?
Iba afirmar lo siguiente: "Espero no volver a escribir más nada acerca de fechas". No lo haré, ya que mientras estemos en este mundo seguirán los cuentos de fechas. Y aunque esta columna no tiene que ver directamente con fechas, se relaciona con el tema. En el pasado ya escribí sobre el tema y la verdad no me siento cómodo, he visto como amigos y conocidos han caído en el engaño de las fechas y tristemente se decepcionan del Evangelio, no debería ser así pero, Satanás sabe aprovechar muy bien cada entrada a nuestros sentidos que nosotros le permitimos. En DA tengo dos columnas sobre el año 2031, son dos columnas sencillas fácil de leer:
Respuesta al video sobre la segunda venida de Cristo en el 2031 ¡Falsos Maestros!
No solo se espera a Cristo en el 2031... Hay más fechas
El primer capítulo de El Conflicto de los Siglos es un capítulo impresionante, es el capítulo que más he leído de ese libro y creo que de cualquier otro libro de la Hna. White, no precisamente porque sea el primero, sino por los eventos que en el se describen, pareciera una sombra de lo que vendrá. En el se relata la destrucción de Jerusalén en el año 70 de nuestra era. En el capítulo la Hna. White comenta una breve historia de un "extraño personaje":
Durante siete años un hombre recorrió continuamente las calles de Jerusalén anunciando las calamidades que iban a caer sobre la ciudad. De día y de noche entonaba la frenética endecha: 'Voz del oriente, voz del occidente, voz de los cuatro vientos, voz contra Jerusalén y contra el templo, voz contra el esposo y la esposa, voz contra todo el pueblo.[1]
Sin duda alguna este hombre conocía lo que iba a pasar y lo conocía con tanta exactitud que tenía la seguridad de anunciarlo a otros. Aparentemente todo aquí estaba bien, un conocedor del tiempo y como buen Atalaya pronunciaba lo que iba acontecer. Sin embargo, en el siguiente párrafo la historia da un giro de 180 grados, leamos:
Este extraño personaje fue encarcelado y azotado sin que exhalase una queja. A los insultos que le dirigían y a las burlas que le hacían, no contestaba sino con estas palabras: '¡Ay de Jerusalén! ¡Ay, ay de sus moradores!' y sus tristes presagios no dejaron de oírse sino cuando encontró la muerte en el sitio que él había predicho.[2]
¿Conocía con certeza este extraño personaje acerca de la inminente destrucción de Jerusalén? ¡Por supuesto que sí! Si leen el capítulo, lo cual recomiendo, notarán varias señales que Dios les daba, estás fueron las señales: fue sitiada por el general Cestio Galo y luego retiró sus tropas, la "gran puerta del oriente, que por su enorme peso era difícil de cerrar entre veinte hombres y que estaba asegurada con formidables barras de hierro afirmadas en el duro pavimento de piedras de gran tamaño, se abrió a la media noche de una manera misteriosa."[3] Los ruidos misteriosos, "luz extraña brillaba sobre el templo y el altar."[4] Y "en las nubes, a la puesta del sol, se veían como carros y hombres de guerra que se reunían para la batalla."[5]
¿Necesitaban ellos, los que estaban en la ciudad, incluyendo el extraño personaje, la hora exacta de la destrucción de Jerusalén? Es necesario también hacer la siguiente pregunta: ¿Necesitamos nosotros, el profeso pueblo del Dios de la Biblia, el año, día y hora de la segunda venida de Cristo?
¿Acaso no tenían ellos evidencias suficientes de la inminente destrucción de Jerusalén? ¿Acaso no tenemos nosotros evidencias suficientes de la inminente venida de Nuestro Señor Jesucristo?
Volvamos al "extraño personaje", la Hna. White sigue escribiendo:
"Ni un solo cristiano pereció en la destrucción de Jerusalén. Cristo había prevenido a sus discípulos, y todos los que creyeron sus palabras esperaron atentamente las señales prometidas. 'Cuando viereis a Jerusalem cercada de ejércitos - había dicho Jesús, - sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estuvieren en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse.'" (S. Lucas 21: 20, 21.).[6]
"Ni un solo cristiano pereció en la destrucción de Jerusalén." Oiga, ¿cómo así? ¿y qué pasó con el buen Atalaya que durante siete años anunció la destrucción de Jerusalén soportando burlas, insultos, encarcelamientos y azotes?
La Hna. White declara en ese párrafo que, "Cristo había prevenido a sus discípulos, y todos los que creyeron sus palabras esperaron atentamente las señales prometidas."
Esa declaración acerca del "personaje extraño" debe llamarnos la atención y ponernos a pensar acerca de dos cosas: Saber en qué tiempo estamos viviendo y como vivir para Dios en este tiempo. Les voy hacer sincero, tuve que leer varias veces ese capítulo y tuvieron que pasar años para poder entender algo de lo que realmente quería enseñarme el Señor, muchas veces leemos solo por leer y conocer superficialmente. Mi pregunta ahora es: ¿nos ha prevenido Cristo acerca de los eventos que precederían a su segunda venida? ¡Claro que sí! Veamos.
En Mateo 24, el capítulo apocalíptico de los Evangelios como muchos le llaman, Jesús responde una pregunta de sus discípulos?
Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? [7]
Aquí quiero hacer un paréntesis, normalmente asociamos las guerras, rumores de guerra, terremotos, pestes y hambre con el tiempo del fin. De hecho, estamos tan acostumbrado lamentablemente a esos eventos que pareciera algo normal desde hace mucho tiempo. Hemos visto en nuestros televisores transmisiones en vivo de guerras como si de una película se tratara.
Jesús claramente le dice a los discípulos de dos diferentes maneras que esos eventos no son el fin, ahora, no hay que tomarlos como eventos insignificante, claro que no, pero es importante resaltar qué evento realmente marcará el fin del tiempo y la posterior venida de Jesús.
Jesús dijo en Mateo 24:6-8:
Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores.
No tengo la menor duda que esos eventos son el antesala de la segunda venida de Cristo, pero no lo que marcará el fin. ¿Qué pues marcará el fin, cuál es el evento que Jesús describió como el momento que marcaría el fin?
Luego de decir eso, Jesús describe en qué condición podríamos estar nosotros, el profeso pueblo de Dios. Aquí no entraré en detalles, la consecuencia es tal que nuestro amor al prójimo se enfriará por la multiplicidad de la maldad, "el amor de muchos se enfriará." Aquí no se está hablando de los de afuera, sino de los de adentro. Leamos el versículo que sigue:
y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. [8]
Eso sería otro tema. Leamos lo que marcará realmente el fin:
Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. [9]
Aquí no estoy tratando de menospreciar o decir que no pongan atención a los rumores de guerras, guerras, terremotos, etc... Mi énfasis es preguntarnos: ¿Estamos cumpliendo la misión de predicar el Evangelio para que llegue el fin, para ver a Cristo en las nubes de los cielos? Si es que lo queremos. ¿A qué le prestamos más atención, qué enseñamos más lo que dicen los videos de YouTube o lo que dice la Biblia? ¿a quién presentamos más a las personas, a Cristo u otro personaje (papas, jesuitas, etc...)?
Nuestro método de interpretación es Historicista y la historia confirma las profecías, entiendo y acepto (yo lo hago) hacerle caso a los eventos que nos rodean pero, creo que muchas veces en vez de sacar tiempo para leer Biblia y prepararnos, sacamos tiempo para leer noticias de cualquier cosa que dice el Papa o los Estados Unidos, su presidente. Estamos bien cimentados en los que ellos dicen y no en un "así dice Jehová", es por eso que cuando alguien da una fecha, muchos le creen y le siguen a pesar de contradecir las Escrituras.
¿Saben por qué escribo esto? Porque hay hermanos que si no le predicas de lo último que dijo el Papa sienten que la predicación no tiene sentido ni valor. Tengo amigos en Facebook que tienen publicaciones con más palabras del Papa que del mismo Jesús o la Biblia.
Somos un movimiento profético, nos encanta las profecías y conocemos mucho pero, ¿ponemos el mismo énfasis cuando buscamos lo último que dijo el Papa que al levantarnos y empezar nuestro día con una oración para encomendarnos a Dios y leer su Palabra? ¿Realmente estamos preparados para encontrarnos con Nuestro Señor?
En Hechos 1 los discípulos le hacen una pregunta a Jesús muy similar a la que le hicieran en Mateo 24, leamos detenidamente la respuesta de Jesús porque a lo mejor hay más de uno que no esté de acuerdo conmigo, algo normal y comprensible, en cuanto a la señal del fin... La predicación del Evangelio. Sin embargo, lo dice la Biblia, no yo.
Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. [10]
¿Acaso Jesús no había respondido la pregunta en Mateo 24:36? ¿Tenían comezón de oídos como nosotros hoy en día, no para aprender a consagrarnos a Dios y perdonar a nuestro prójimo, sino para saber el día exacto de su venida y así por "arte de magia prepararnos el día antes" o al menos creer que la preparación es de días o un día?
Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.[11]
De aquí quiero sacar dos vertientes importantes, primero de Hechos 1 y después de lo que sigue diciendo Jesús en Mateo 24:36 en adelante.
Jesús le resta importancia a la pregunta del tiempo, no nos toca a nosotros saber esas cosas. Sin embargo, enfatiza el derramamiento del Espíritu Santo, lo que conocemos como la Lluvia Temprana. Luego de que los discípulos se preocuparan por lo más importante, estar en paz con Dios (tener una relación genuina con Dios, Mateo 6:33) y como consecuencia estar en paz con los hombres fue entonces que vino el derramamiento del Espíritu Santo, lo que Jesús realmente enfatizó en su respuesta a la pregunta que le hicieran acerca del tiempo de restaurar el reino.
Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego... [12]
¿Hemos arreglados nuestras diferencias con nuestros hermanos? ¿Buscamos cada día de Dios para que la promesa de la Lluvia Tardía sea una realidad en nuestras vidas? ¿En nuestra vida cristiana, en nuestro diario vivir realmente sabemos priorizar lo que realmente vale la pena? En DA tenemos un artículo acerca de la Lluvia Tardía, recomiendo su lectura.
Como ocurre hoy en día, los discípulos estaban más preocupados por saber el cuándo (tiempo) de la venida de Jesús y no el cómo (prepararme) para ese momento.
Ahora volvamos a Mateo 24. Jesús sigue diciendo:
Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. [13]
¿Qué sucedió con los antediluvianos? ¿no tenían bastante evidencias de la inminente destrucción del mundo? ¿acaso Noé y su familia no les predicaron? La sierva de Dios escribió:
Cada martillazo dado en la construcción del arca era un testimonio para la gente. [14]
¿Nos creemos mejores que los antediluvianos para pensar y decir que si hubiéramos vivido en ese tiempo nos habríamos salvado ya que había mucha evidencia para creer? ¡Cuidado hermanos! Dejé de llamarles necio a Israel cada vez que estudiaba la historia del Éxodo cuando empecé a darme cuenta de mi condición y necesidad, era y sigue siendo la misma que la de ellos.
Noé es uno de mis personajes favorito del Antiguo Testamento (Noé, Elías y Pablo son mis personajes favoritos de toda la Biblia), y el relato de su historia es tan marcado dentro de la Biblia que el mismo Jesús y Pedro se hicieron eco de su historia, ya leímos el caso de Jesús, leamos qué escribió Pedro:
los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua. [15]
Ocho personas, únicamente ocho personas entraron al Arca. Conociendo ellos quizás el tiempo exacto...
Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años. [16]
Cuando en Mateo Jesús hace la comparación como en los días de Noé, era marcando dos grupos, los que esperaban el juicio de Dios en el tiempo de Noé y su segunda venida en nuestro tiempo; contra aquellos que no lo hacían pero, lo triste es que no era por falta de conocimiento de esos dos eventos, es decir, el juicio de Dios y la segunda venida de Cristo. En nuestro caso se agrava mucho más, ya que hay algunos que esperando la segunda venida de Cristo y creyendo estar preparados, no entrarán al reino de los cielos, deberíamos meditar profundamente en eso y empezar a ocuparnos de nuestra relación con Dios cada día.
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. [17]
¿Cuándo se prometió el primer advenimiento de un Salvador?
¡Desde el Edén¡
Cuando Adán y Eva oyeron por primera vez la promesa, esperaban que se cumpliese pronto. Dieron gozosamente la bienvenida a su primogénito, esperando que fuese el Libertador. Pero el cumplimiento de la promesa tardó. [18]
Lo más pasmoso de la primera venida de Cristo a diferencia de la segunda es, que en la primera se podía saber el tiempo (me atrevo a decir, quizás exacto). Esto por la profecía de las 70 semanas de Daniel 9. La Hna. White escribió:
La profecía de Daniel revelaba el tiempo de su advenimiento, pero no todos interpretaban correctamente el mensaje.[19]
Y aún así la mayoría no conoció el tiempo, y peor aún, no reconocieron al Mesías. ¿Creen ustedes que conociendo nosotros el tiempo exacto nos prepararemos para su segunda venida? Todos vamos a decir que sí, incluyéndome pero la realidad es que no es así. Como titulé la columna: "Aunque sepamos la fecha de Su Venida... No cambiaremos" Y es que, servirle a Dios por miedo o por conveniencia no paga, tiene que ser una entrega genuina y diaria para entonces por medio del Espíritu Santo ir preparándonos, para que cuando lleguen los días de persecución no confiar sino solo en el poder de Cristo como el libertador no solo de nuestros pecados sino también del opresor.
Entre aquellos a quienes los judíos llamaban gentiles, había hombres que entendían mejor que los maestros de Israel las profecías bíblicas concernientes a la venida del Mesías.[20]
Quizás nosotros conozcamos bastante de profecía pero, nos falta amor, comprensión, nos falta cambiar lo único que nos llevaremos al cielo, nuestro carácter. ¡Cuánta necesidad de Cristo tenemos como laodicenses!
Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.[21]
A la iglesia de Laodicea le falta Cristo, en otras palabras, le falta todo. Los laodicenses no tienen a Cristo, el versículo lo coloca afuera:
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.[22]
Nuestro orgullo espiritual ha sacado a Cristo de nuestras vidas, por eso es tan importante que entendamos el tema de la Justificación por la Fe. Nuestro orgullo espiritual es igual o más grande que el del antiguo Israel. El orgullo espiritual cegó al antiguo Israel al punto de no conocer el tiempo de la venida del Mesías. Lo mismo puede o está ocurriendo con nosotros. Viviendo como que si la venida estuviera muy lejos de ocurrir. Es nuestro orgullo también el que nos hace creer que por la luz que nos ha sido dada, ya no necesitamos de Cristo y que nuestro conocimiento nos salvará.
Hay un párrafo que llamó mi atención en el Cap. 3 (El cumplimiento del tiempo) de El Deseado:
Hubo, fuera de la nación judía, hombres que predijeron el aparecimiento de un instructor divino. Eran hombres que buscaban la verdad, y a quienes se les había impartido el Espíritu de la inspiración. Tales maestros se habían levantado uno tras otro como estrellas en un firmamento obscuro, y sus palabras proféticas habían encendido esperanzas en el corazón de millares de gentiles. [23]
Los gentiles eran cualquier persona no judía, eran clasificados como gente que no buscaba a Dios pero, es interesante como la Hna. White describe lo que ocurría con millares de ellos al escuchar el advenimiento de un Maestro Divino. Como adventistas, podemos estar acostumbrado de escuchar que Cristo viene pronto y no tener ningún impacto en nuestra vida espiritual, podemos estar acostumbrado de las señales y no sentir la necesidad de un Salvador, no sentir la necesidad de hacer una reforma en nuestras vidas. Esto es muy serio, no hay nada nuevo debajo del sol y todo lo que ocurre en el mundo es un circulo, lo que ocurrió en el pasado, se repetirá. Procuremos que no seamos de aquellos que duermen, de aquellos que no tienen aceite extra en sus lámparas. Porque quizás, aquel hermano Testigo de Jehová, Católico o Pentecostal que criticamos y condenamos, está delante de nosotros hacia el reino de Dios.
¿Algunas vez llegaron a pesar que aún dentro del adventismo saldrían personas para anunciar el día de la segunda venida de Jesús? Personalmente nunca lo pensé y menos imaginé que lo vería en mi vida, al punto de tener amigos que lamentablemente cayeron en ese engaño.
Conclusión
¿Será al albor? es uno de mis himnos favoritos, fue el segundo himno que aprendí a tocar en el piano. La Hna. White escribió:
La doctrina del segundo advenimiento es verdaderamente la nota tónica de las Sagradas Escrituras. [24]
No podemos perder esa esperanza. No deben los afanes de la vida ahogar esa esperanza. El Señor está a las puertas. Velemos en oración para encontrarnos con Nuestro Señor y Salvador, Cristo Jesús.
Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad. [25]
¿Será al albor?
Será al albor, cuando el día despierta
y el sol cada sombra nocturna ahuyenta?
Será al albor cuando en toda su gloria
volverá a la tierra Jesús?
Coro:
Cuanto aun faltara, Señor,
hasta que cante así:
”Cristo vuelve, aleluya!
Aleluya! Amen.
Aleluya! Amen.”
Trompeta triunfal todos pronto iremos;
su escolta de ángeles santos veremos;
su sien Coronada de luz miraremos
cuando venga en gloria Jesús.
Que gozo habrá cuando acabe la muerte;
vivir sin dolor tocáranos en suerte;
las penas y el mal quitara el Dios fuerte
cuando venga en gloria Jesús.
Referencias
{CS 29.1} (A menos que se indique lo contrario, todas las citas referentes a la Hna. White, serán tomada de la web www.egwwritings.com. Lo hago de esta manera porque en el pasado me han escrito que alguna referencia que escribí en un artículo no aparece en el libro que tienen, eso se debe a que algunos libros tienen diferentes versiones, no por diferente contenido, sino por el tamaño del libro. Tomando las referencias de la web ya mencionada, todos estaremos en la misma página. ↩︎
{CS 29:2} ↩︎
{28.3} ↩︎
Ibid. ↩︎
Ibid. ↩︎
{CS 29.3} ↩︎
Mateo 24:3 ↩︎
"" 24:12, 13 ↩︎
"" 24:14 ↩︎
Hechos 1:6-8 ↩︎
Mateo 24:36 ↩︎
Hechos 1:14 ↩︎
Mateo 24:36-39 ↩︎
Historia de los Patriarcas y Profetas, Pág. 82 ↩︎
1 Pedro 3:20 ↩︎
Génesis 6:3 ↩︎
Mateo 7:21-23 ↩︎
{DTG 23:2} ↩︎
{MSV 9.2} ↩︎
{DTG 24.4} ↩︎
Apocalipsis 3:17 ↩︎
"" 3:20 ↩︎
{DTG 24:3} ↩︎
{SVC 15.1} ↩︎
Marcos 13:35-37 ↩︎