El uso del término Logos en el prólogo del evangelio de Juan
Si en algún momento, se pidiera a los lectores de las Escrituras que se hiciera una clasificación de los versículos más conocidos de la Biblia, la mayoría estarían seguros de que textos como Juan 3:16, Apocalipsis 3:20, Juan 1:1, entre otros serían infaltables en esta lista, pero este último versículo no solo sería parte del club de los más conocidos, sino de los poco comprendidos.
En el principio era el verbo, y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios
Tanto trinitarios, como anti-trinitarios han utilizado a Juan 1:1 para arremeter contra la Divinidad de Cristo, o para defenderla, pero lo que si es cierto, es que el texto a simple vista puede parecer confuso para el lector común de las Escrituras.
Los adventistas del séptimo día no tienen problemas en identificar al verbo como Jesús, para ello suelen conectar Juan 1:1 con Juan 1:14. Hay que reconocer que en al enfrentarse a este texto por lo menos alguna vez se auto formulan las siguientes preguntas: ¿Por qué Juan utiliza esta Palabra para hacer referencia a Cristo? ¿Por qué no dice simplemente que En el principio era Jesús y que Jesús era Dios explícitamente? ¿Qué es el verbo para Juan?, ¿Cuál es el afán y la necesidad de usar este término?
Vamos a conceder por un momento que es imposible saber qué es el verbo y procuraremos entenderlo a la luz de las Escrituras y del contexto Joanino.
Para una mejor comprensión es necesario conocer el contexto del libro de Juan y de sus epístolas, tanto histórico como religioso, debemos indagar a quiénes estaban dirigidos sus escritos y cuáles eran los enemigos a quienes hacía frente, cuáles eran las posibles corrientes heréticas que se estaban manifestando en la iglesia primitiva; esta tarea puede resultar extensa y requiere de competencias investigativas para llevarla a cabo, no obstante pretendemos instruir de manera sencilla, el por qué Juan utiliza el término logos en sus escritos y cuál era su significado.[1]
**El Logos en las Escrituras**
La Palabra como sinónimo de Ley
El término griego que aparece en Juan 1:1 como verbo es Logos y por lo general se traduce “palabra”, la LXX lo vierte del hebreo Dabar tiene y varios significados que se debe entender en su debido contexto, por ejemplo En Salmo 119 La Palabra y la Ley de Dios son sinónimos. (Salmos 119:9, 13, 31, 57, 60, 89, 101, 103, 104, 105)
La Palabra como autoridad
También en el mismo libro de los Salmos el término “palabra “adquiere otro significado Por la Palabra de Dios fueron hechos los cielos (Salmos 33:6-9; 147:15-18; Is 40:26; 48:13), en estos textos la Palabra de Dios denota su autoridad, de hecho es la misma autoridad que tuvo la Palabra de Jesús cuando el centurión le dijo:
Curiosamente en el nuevo Testamento encontramos la palabra logos asociada con la autoridad de Jesús, “Solo di la Palabra y mi siervo sanará” (Lucas 7:7); fue lo que le dijo el centurión al maestro, además el libro de hebreos repite lo dicho por el Salmista: Por la Palabra de Dios fueron formados los mundos (Hebreos 11:3)
La Palabra como revelación
Quizá una de las asociaciones que se hace con la Palabra de Dios es la revelación profética, y su respectivo registro escrito; veamos.
Vino Palabra de Jehová Jonás 1:4
Escuchad la Palabra de Dios pueblo de Isaías 28:14; Isaías 38:4
La Palabra como el Evangelio
Porque en él fuistéis enriquecidos, en toda Palabra y conocimiento. 1 Corintios 1:5
Y le hablaron la Palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa Hechos 16:32
Hasta el momento nos hemos dado cuenta que el término “palabra” en la Biblia puede tener múltiples significados, solo hemos mencionado unos pocos pero la lista se puede amplificar más, entre sus sinónimos también podemos incluir a las promesas de Dios, sus Santas Escrituras entre otros, pero nuestro propósito no es descubrir cuáles son los posibles significados de Logos a lo largo de la Escritura, sino enfocarnos en qué significaba el logos para Juan, para ello es necesario documentarno sobre el entorno y las influencias que rodeaban a Juan al momento de escribir.
El Logos en la Filosofía Griega
En la Filosofía griega el logos designa la razón del mundo y el comportamiento moral de los hombres. Pero más allá de lo que significaba para los griegos lo que nos interesa es sintetizar un poco la doctrina platónica del demiurgo. Platón afirmaba que existían dos mundo, el temporal y el atemporal, en el atemporal existía Dios y lo espiritual, y en lo temporal existía el hombre y las cosas materiales, como Dios era espiritual no podía contaminarse con la carnal, puesto para la doctrina platónica esto era imposible, de manera que Platón afirma que Dios engendra un ente creador que viene a ser un semi-dios, y un diosito mediante el cuál fueron hechas todas las cosas y lo llama el demiurgo, de esta manera Dios crea el mundo, ustedes se preguntarán. ¿Qué tiene que ver esto con el término Logos? Sigamos leyendo.
El Logos para Filón
Filón fue un Judío recordado por su intento de conciliar las Escrituras Judías con las enseñanzas de Platón, y forma un paradigma para estudiar las Escrituras, que más adelante se llamó como el método alegórico, este es fiel a su nombre, porque para Filón las Escrituras eran figurativas y trataba de alegorizar todo, vale la pena decir que Filón fue contemporáneo con Jesús.
Filón toma el concepto del demiurgo Platónico para salvar la distancia entre el Dios puramente espiritual y el mundo material, pero Filón no lo continúa llamando el demiurgo, sino que acuña el término logos a la creencia platónica, e identifica al logos con la Sabiduría divina.[2]
El Logos para Juan
Regresando a las Escrituras, recordamos los múltiples significados que puede adquirir el término logos; pero es indudable que en los escritos Joaninos Logos tiene una dimensión más amplia al punto que se le llama Dios, el Logos era Dios, pero antes vamos a analizar algunos casos en los que Juan hace uso te de estos términos.
Juan 1:1 En el principio era el verbo, y el verbo era con Dios y el verbo era Dios, desde el principio estaba con Dios, todas las cosas fueron hechas por él, y nada de cuanto existe fue hecho sin él.
Juan inicia su evangelio hablando de un logos creador, pero que a diferencia del logos de Filón este Logos existía desde el principio con Dios, este logos no se dice que fue engendrado por Dios en algún momento, sino que él logos mismo era Dios.
1 Juan 1:1 Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo palparon nuestras manos, esto proclamamos tocante al verbo de vida.
En este momento vale la pena recordar la enseñanza de los docetistas, quienes negaba la encarnación de Cristo, debido a que estaban influenciados por la creencia platónica de que Dios no se podía hacer carne, ellos decían que Jesús era solo una apariencia, de hecho el término Dokeo significa apariencia, un espíritu y que no era un ser de carne y hueso; por esta razón Juan inicia su evangelio hablando de que él como testigo presencial, palpó con sus manos al verbo, él lo contempló, tuvo una experiencia sensorial y refuta drásticamente la idea de que el verbo haya sido una apariencia, sino que evidentemente se hizo carne. Otro grupo herético fueron los Ebionitas. Aunque no se tiene mucha información en cuanto a esta “secta”, sí se sabe que era un grupo de cristianos de origen judío, que surgieron en la segunda mitad del primer siglo. Posiblemente su nombre deriva de la palabra ebyonim que en hebreo significa los pobres. Sus textos predilectos eran Mateo 5:3 y Lucas 4:18; 7:22, donde hablan de la necesidad de predicar el evangelio a los pobres. El punto central de su doctrina era Deuteronomio 18:15 “Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis.
Jesús era para ellos ese profeta enviado por Dios. Negaban la Divinidad de Jesús. Negaban la preexistencia de Cristo y con frecue ncia su nacimiento virginal; para ellos Jesús era el Hijo de María y de José, pero equipado con dones especiales y adoptado en ocasión de su bautismo. Jesús en cierta manera ganó el derecho a ser elegido, adoptado, por su obediencia impecable a la ley de dios. El propósito central de su misión era dar ejemplo, instar a los hombres a obedecer la ley de Dios.[3]
Conclusión
En el último libro de la Biblia, Juan identifica al verbo de Dios como Jesús veamos lo que dice: “Vestía una ropa empapada en sangre y su nombre era el verbo de Dios”. Apocalipsis 19:13. Este versículo no deja dudas de que Juan se refiere a Jesús, Juan identifica a Cristo como el verbo de Dios por revelación divina para hacer frente a las corrientes heréticas que se estaban introduciendo en la iglesia, principalmente la doctrina platónica por medio del gnosticismo. Juan dijo, un momentico, si hubo un Verbo Creador, pero ese verbo no era un intermediario como el demiurgo platónico, ese verbo fue Dios mismo que fue manifestado en Carne, Dios se hizo carne.[4]
Referencias
Me es imposible citar al doctor Víctor Figueroa, pero debo decir que fue él quien me orientó en clase respecto a este tema, además me sugirió el material bibliográfico que consulté. ↩︎
Rudolf Schnackenburg El Evangelio de Juan ↩︎
Atilio René Dupertuis El carpintero Divino. ↩︎
Mario Veloso Cristología dinámica en el prólogo de Juan. ↩︎