Un remanente quedará en el monte de Sión: Una tipología entre Abdías 1:17 y Apocalipsis 14:1

Con sólo 21 versículos, el libro de Abdías, encasilla la lista de los profetas menos extensos en sus mensajes proféticos. Sin embargo, su contenido no es directamente proporcional a sus versículos. Podríamos escribir hojas y hojas comentando cada uno de ellos, y por qué no un libro entero dedicado a este pequeño libro.  No obstante, en este estudio, hablaremos precisamente de sólo uno de ellos.  El porqué, se debe a que al autor le impresiona la clara conexión tipológica entre el remanente que quedará en Sion (Ab. 1:17)  con Apocalipsis 14:1 donde se nos habla de otro remanente, los ciento cuarenta y cuatro mil sellados, que  también estarán en pie en el monte Sion. Es decir, el mensaje escatológico de Abdías encuentra su eco en el libro de Apocalipsis.

Panorama general de Abdías

Las profecías de Abdías van dirigidas esencialmente hacia Edom (vv.1-14) por haberse enorgullecido (v.3) y por haberse burlado de Judá cuando éste se fue en cautiverio, “en el día de su infortunio”,  “en el día de su angustia” (v.12).  No obstante, los vv.15-21 apuntan a la liberación final de Judá e Israel, y la destrucción de las demás naciones (v.16). El “día de Jehová” es anunciado como un juicio futuro (v.15) y el remanente que juzgará a las naciones es mostrado en el monte Sion (v.17 cf. v.21).

Análisis de Abdías 1:17

Abdías 1:17

Mas en el monte de Sion habrá un remanente que se salve; y será santo, y la casa de Jacob recuperará sus posesiones.

Es interesante notar que la frase comienza con la expresión “y en el monte Sion habrá un remanente”. El sustantivo “remanente” que traduce la RV60 proviene del vocablo hebreo פְלֵיטָ֖ה el cual se usa de las siguientes formas: en Jueces 21:17 como “sobrevivientes”; en 2Sam. 15:14, 2Crón. 20:14 y Joel 2:3 como “escapar”;  y finalmente en Esdras 9:8, 13, 15 y Joel 3:5  como “remanente”. Toda la evidencia lingüística apunta a que ese “remanente”, que estará en el monte Sion, se deba considerar como el pueblo que ha logrado “sobrevivir” a una aflicción. Pero, ¿qué aflicción pasó ese remanente? Según los vv. anteriores, podemos apreciar que Edom  se burló y se jactó en el “día de la angustia” de Judá (v.12).

Ese בְּי֣וֹם צָרָ֑ה  se asocial principalmente a una prueba, una aflicción en la cual Dios va a liberar (Salmos 20:2; 50:15; Prov. 24:10, 25:19; Jer. 16:19; Nahúm 1:7). Es decir, ese “remanente” ha “sobrevivido” al “día de angustia” de Judá. Por consiguiente, el texto nos dice que esos “sobrevivientes” han sido “consagrados”, y según la parte final del texto, recuperarán lo que habían perdido.

La escatología de Abdías nos cuenta que después de que llegue el “día de Jehová” y todas las naciones sean destruidas (v.16), ese remanente en pie en el monte Sion juzgará al enorgullecido Edom (v.21). Toda esta escatología encuentra su tipología en el libro de Apocalipsis, donde también se nos presenta el “día de Jehová” y el “juicio a las demás naciones”, pero sobre todo, al remanente en Sion.

Los ciento cuarenta y cuatro mil sellados en el monte Sion

El contexto de los ciento cuarenta y cuatro mil en el libro de Apocalipsis es completamente claro, aunque incierto para algunos teólogos en cuanto a su identidad y cumplimiento. Sin embargo, el concepto de ellos es entendible. Son un remanente especial, que en la perícopa del sexto sello ha salido un ángel de “donde sale el sol” (Apoc. 7:2) para que sean sellados hasta que los cuatro ángeles dejen de detener los “cuatro vientos del cielo” (v.1).

Juan “oye” (v.4) el número de estos, sin embargo, cuando “mira”, ve que hay “una gran multitud,  la cual nadie podía contar,  de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas” (v.9). Esta correlación de “oir” y “ver” es característica de la literatura joanina. Por ejemplo, en 5:5 se le dice a Juan que “el León de la tribu de Judá” abrirá el libro, pero cuando él mira, ve “un Cordero como inmolado” (v.6). Es decir, que cuando Juan “oye” el número de los sellados está aludiendo a cierto tipo de simbolismo, pero cuando “ve” a una gran multitud, es en esencia los ciento cuarenta y cuatro mil (el número es tomado como simbólico). Lo más interesante de esto es que un “anciano” le pregunta a Juan, sabiendo de por sí la respuesta,  sobre la gran multitud, diciéndole que, “¿quiénes son,  y de dónde han venido?”  (7:13) Respondiéndole categóricamente que, “estos son los que han salido de la gran tribulación” (v.14). Es decir, los ciento cuarenta y cuatro mil sellados, según el Apocalipsis, es un remanente que ha salido victorioso de una tribulación, ¿qué tribulación? El mismo contexto nos lo aclara. El cap.7 es la perícopa, o mejor dicho, el paréntesis del sexto sello. En él –en el sexto sello– se habla de que “la ira del Cordero” ha llegado. La pregunta retórica de “¿quién podrá sostenerse en pie?” (6:17) es respondida evidentemente por el remanente que salió victorioso de la tribulación, de la “ira del Cordero”, de su “gran día” (vv. 16,17). La respuesta puede verse aún más clara con la declaración de 14:1 donde se nos dice que Cristo está “en pie sobre el monte Sion” junto a los ciento cuarenta y cuatro mil.

Los ciento cuarenta y cuatro mil sellados, han sobrevivido a la tribulación, al בְּי֣וֹם צָרָ֑ה escatológico de Abdías y han sido traídos como “salvadores” al monte Sion (Ab. 1:17 cf. 14:1) para juzgar a las demás naciones.

Conclusión

Como decíamos en un inicio, el libro de Abdías es uno de los más pequeños de los profetas clásicos, y sin embargo, su mensaje es tan extenso como cualquier otro libro de la Biblia. Nos remitimos a estudiar solo el v.17., porque creemos que es necesaria su comprensión. Debido a que en la mentalidad de Abdías, quedaría un “remanente”, unos “sobrevivientes” que juzgarían a Edom. Esta escatología encuentra su cumplimiento tipológico en la declaración de Apocalipsis 14:1, donde también, vemos que hay un remanente que está en pie junto al monte Sion.  Todo esto evidencia que los ciento cuarenta y cuatro mil sellados, según la escatología clásica, apuntan a un remanente que pasará por cierta tribulación, pero que sin embargo, saldrá victorioso y juzgará a las naciones que se burlaron y jactaron de ellos (Ab. 1:12).

Por tanto, podemos concluir que una buena comprensión de la escatología hebrea, nos abrirá un campo substancialmente extenso para comprender los acontecimientos del Apocalipsis y en cómo éstos se relacionan.