Un panorama de los asentamientos domésticos en la antigüedad: Desde la Edad de Hierro hasta el período romano

INTRODUCCIÓN
Desde tiempos antiguos hasta la actualidad, las personas han vivido en asentamientos domésticos. Los diseños han cambiado durante los diferentes períodos de la antigüedad. Este artículo se enfocará en cuatro períodos arqueológicos en el Antiguo Cercano Oriente: Edad de Hierro (1200- 586 a.C.), Período Persa (539-332 a.C.), Período Helenístico (332-37 a.C.) y Período Romano (37- 324 d.C.). Estos períodos arqueológicos tuvieron sus propias características que los hicieron diferentes entre sí. Al mirar la evidencia arqueológica de las casas antiguas podemos darnos cuenta de los diferentes aspectos de la vida diaria de los seres humanos en el mundo antiguo. Este aspecto de la arqueología ha sido llamado “arqueología doméstica”, acuñado por Richard Wilk y William Rahje en 1982 (Foster and Parker 2012: 1). A pesar de esto, parecen existir algunos desacuerdos entre las definiciones de los términos “casa” y “hogar”. De acuerdo a algunos especialistas (ver Chensson 2003: 79-102; Rainville 2005; Rosen 1989: 564-78), las casas son estructuras físicas dinámicas que cumplen muchos propósitos, como refugio, actividades diarias y vida familiar (e.g. educación, crianza de los niños, etc.). Por el otro lado, el hogar es un “fenómeno etnográfico” que incluye a personas viviendo en diferentes unidades sociales y las relaciones entre ellos, como realeza, economía y rituales (Allison 1999: 2). Aunque estas definiciones parecen ser subjetivas dependiendo en que fuente es consultada. En este artículo el término se preferirá el uso del término casa, porque esta revisión se limitará a casas como estructuras físicas en las cuales las personas antiguas vivían.

EDAD DE HIERRO (1200-586 a.C.)
La Edad de Hierro[1] fue un período de muchos cambios en el Antiguo Cercano Oriente. Egipto aun mantenía control de Canaán en la primera parte, aunque más tarde los Pueblos del Mar más o menos al mismo tiempo que los Israelitas, poblaron algunas partes de Palestina. Tal como se puede esperar, los períodos más recientes (si se los compara con los más antiguos) son más fáciles de entender debido al material cultural y literario disponible para los arqueólogos. De esta manera, durante la primera parte de la Edad de Hierro, la “continuación de la cultura cananita y la fuerte presencia egipcia en la región durante este período son evidentes en varios sitios claves, los más importantes de los cuales son Beth-Shean, Megido, Laquis, Tel Mor, Tel Sera y Tell el-Farah” (Mazar 1990: 297).

Lo mismo puede decir de la segunda mitad de la Edad de Hierro donde la información es iluminada por la tradición bíblica y la literatura extra-bíblica. Estas fuentes proveen un entendimiento mejor de las relaciones entre las culturas, geografía, estructura social, valores morales y creencias religiosas de la población (Mazar 1990: 368). Tres culturas eran dominantes en ese tiempo: los filisteos, los israelitas y los cananeos. Los restos arqueológicos atestiguan, al menos hasta cierto grado, la síntesis y fusión de estas tradiciones arquitectónicas. Uno esperaría ver patrones similares en los siguientes tipos de casas entre estas culturas durante la Edad de Hierro.

Las Casas de Tres o Cuatro Habitaciones

Esta parece haber sido la tendencia dominante y más popular en la Edad de Hierro hasta el exilio babilónico, y puede haber sido traída por nada menos que la población israelita que se asentó en Palestina durante este período[2]. Por este motivo, algunos especialistas llaman a este tipo de casa como “israelita” o “casa con pilares”. Esta clase de casas son encontradas en muchos sitios arqueológicos durante la Edad de Hierro (incluyendo las montañas centrales, las llanuras costeras, el Desierto del Neguev y Moab). Las principales características de estas casas son: el diseño alargado, o menos frecuente, cuadrado; un cuarto amplio en la parte de atrás, tres espacios en el frente construidos perpendicularmente al cuarto de atrás; muros sólidos rodeando el cuarto de atrás; y una fila de pilares separando los espacios laterales del espacio central (Netzer 1992: 193). Parecería que el principal propósito de esta casa popular con sus cuartos adyacentes era la vida diaria, el almacenamiento de comida (como granos, vino, aceite y agua), aunque algunos edificios parecen caracterizarse por “pesebres en los cuartos laterales que fueron empedrados para animales de establo (Herr 1997: 126).

Los prototipos de casa más antiguos de la Edad de Hierro fueron descubiertos en Tel Masos (Casa 34 y 74), Giloh (House 22) e Izbet Sartah (House 1016). Otros ejemplos antiguos son encontrados en Tell el-Far’ah, Manasseh (ver Bloch-Smith and Nakhai 1999: 71).

Todas estas casas reflejan el tipo de residencia de la Edad de Bronce tardía (fines del siglo XIII a.C.) que más tarde evolucionó en una casa de cuatro cuartos más formal y popular. Estos tipos dominantes de casas son encontrados principalmente en áreas densamente urbanas como Hazor and- Tell en Nasbeh. Se han dado diferentes explicaciones por el motivo por el cual las casas se dividieron en tres o cuatro habitaciones. Una presuposición lógica puede ser la necesidad y la riqueza de la familia y las condiciones del complejo urbano (Netzer 1992: 199).

Más ejemplos de casa de cuatro habitaciones se han excavado en al-Lahun en Moab, Jordán. La mayoría de las casas excavadas aquí eran del “tipo de cuatro habitaciones o alguna de sus variantes” (Swinnen 2009: 33). A veces el tipo de cuatro habitaciones es llamado “casa con pilares”, pero este es un término amplio que puede ser usado en otro contexto. Estos edificios de la Edad de Hierro descubiertos en el Jordán son demasiado comúnmente encontrados en sitios del sur del Levante. Un “total de 24 estructuras en los asentamientos del centro y norte de al-Lahun estaban completa o parcialmente expuestos (Swinnen 2009: 33). Debería ser recordado que “las cuatro habitaciones apuntan al número básico de áreas en la casa” y no al número final o total de habitaciones después de las divisiones adicionales que fueron hechas de acuerdo a las necesidades de los residentes. Las casas parecen haber sido residencias privadas y solo pueden ser accedidas a través del área comunal central. El interior es muy similar al de cualquier otra casa de la Edad de Hierro y los fragmentos de cerámica encontrados en ellos apuntan a una instalación doméstica.

El sur del Levante es rico en sitios arqueológicos disponibles para el estudio de la cultura material de la Edad de Hierro[3]. Esto se debe a que los restos arqueológicos están bien preservados. En esta región, fueron descubiertos los restos de una casa del sitio de Tell Halif (Hardin 2012: 519). Esta casa fue identificada como del tipo de cuatro habitaciones. De acuerdo a Hardin, la casa, a veces llamada Residencia F7, es importante porque arroja algo de luz sobre sus ocupantes y la presuposición común de que el principal uso de la casa de cuatro habitaciones era solo para la familia nuclear. Él sugiere que quizás algunas de las casas de cuatro habitaciones pudieron haber funcionado como una morada para familias extendidas (Hardin 2012: 519-520).

Después de una investigación minuciosa de cada habitación, se concluyó que los habitantes eran “probablemente agricultores” en la frontera sureste de Judá. Todas las actividades domésticas están bien preservadas en este estrato. Los habitantes estaban muy bien familiarizados con un sustento económico y eran autosuficientes. Por lo tanto, las casas de tres o cuatro habitaciones pudieron haber servido como un “símbolo” de “prosperidad”, cuya función era proveer refugio, comida, e interacción familiar, y posiblemente “puntos de vista ideológicos y cosmológicos importantes de sus ocupantes” hasta que desapareció en el fin de la Edad de Hierro (Hardin 2012: 546). Algunas de las grandes casas de tres o cuatro habitaciones descubiertas aquí y en otros sitios como Tell en-Nasbeh, probablemente pertenecieron a las clases sociales más altas (Mazar 1990: 437).

Casa con Planta Baja y Terraza

Otro sitio arqueológico de importancia es Tell es-Safi, identificado como la Antigua ciudad de Gat (Schniedewind 1998: 69). El período más antiguo en el cual hubo grandes asentamientos de población en esta ciudad ubicada en el Shephelah, está fechado en la Edad de Bronce Temprana. En la primera mitad de la Edad de Hierro la información arqueológica sugiere un gran cambio en materia de cultura, posiblemente debido a los Filisteos (Chadwick and Maeir 2012: 502-503). Entre 1997 y 2002, el sitio fue excavado en lo que es conocido como “Área A” y sorprendentemente se encontró un solo estrato de Hierro BIII (Estrato A2), que fue datado en el siglo VIII a.C. Aunque no está completamente claro, es posible que la población pertenezca a Judá (Chadwick and Maeir 2012: 505).

En este estrato, se encontraron restos de dos casas. El supervisor de la excavación las apodó como las casa “de planta baja” y “terraza” respectivamente. La casa de “planta baja” consistía en dos habitaciones y cerámica que indicaba que fue destruida en el siglo VIII a.C. (Chadwick and Maeir 2012: 506). La casa de “terraza” en el Área F, descubierta en el 2007, fue excavada parcialmente (y parecería ser interrumpida en tiempos medievales), pero debido al patio que se caracterizaba por un gran mortero de piedra y a que mostraba tiestos típicos de fines del siglo VIII a.C., les permitió a los arqueólogos fechar los estratos (Chadwick and Maeir 2012: 508). De esta manera, este reciente descubrimiento arqueológico muestra que hubo mucha más diversidad de asentamientos de lo que se pensó antes, aunque la información aún es muy prematura y la excavación es parcial.

Casa con patios y largos espacios

Otro tipo no muy bien definido de casa es la “casa con patio”, a veces denominada como casas con “largos espacios”. Debido a que hay muy pocas de estas casas “con patios” y que aún no han sido definidas como un grupo tipológicamente diferente, están incluidas en la categoría de “largos espacios”. Muchas casas en el período israelita son parte de esta categoría (Netzer 1992: 1999). Se caracterizan por su forma rectangular con patios rectangulares, varias filas de habitaciones, largos espacios, muros gruesos, y sin filas de pilares (Netzer 1992: 200). Hay algunas variaciones menores entre ellas (como dos hileras de habitaciones en dos lados e hileras en tres lados), pero de una manera u otra son lo suficientemente similares entre sí como para formar el mismo grupo tipológico.

Resumen y Conclusión de las Casas de la Edad de Hierro

El tipo de casa dominante durante todo el período de la Edad de hierro (incluyendo tanto la Edad de Hierro I y II) era la “casa de tres o cuatro habitaciones”. La evidencia para esta presuposición es la relativa abundancia de información de este período que está disponible para los arqueólogos actualmente, y las excavaciones en marcha que arrojan luz sobre los asentamientos de este período. Parecería, sin embargo, que, aunque son diferente en forma y estilo al tipo de casa de la Edad de Bronce tardía, las casa de la Edad de Hierro “reflejan las necesidades de la familia promedio de granjeros en las diferentes regiones en las que fueron encontradas” (Bloch-Smith and Nakhai 1999: 117). Solo unos pocos ejemplos de otros tipos únicos de casas están disponibles, pero aun así es una categoría que debe ser notada y mencionada. El urbanismo fue desarrollado durante este período, y eso está reflejado en algunos asentamientos de casas. Esta transición parece ser evidente cuando se comparan las casas agricultoras de la Edad de Hierro I con el sistema más jerárquico de la Edad de Hierro II. Esta fuente de conocimiento debería ayudarnos a visualizar y poner en su correcto contexto los asentamientos de casas durante la monarquía dividida hasta el exilio babilónico.

PERÍODO PERSA (539-332 a.C.)
La riqueza de la cultura material que ha caracterizado la Edad de Hierro, desapareció en el siguiente período. Eso podría ser atribuido principalmente a la conquista asiria y a las masivas destrucciones babilónicas. Esto está bien atestiguado en el registro arqueológico. De esta manera, el Período Persa solía ser llamado “una edad oscura” en la historia Sirio-Palestina. Antes de intentar entender los asentamientos domésticos en el Período Persa, una breve mirada al contexto del Período Babilónico será útil.

El Período Babilónico (586-539: Un Interludio)

El ascenso babilónico puede ser rastreado a una importante batalla en el 612 a.C. donde una coalición de babilonios y medos capturaron Nínive, la fortaleza asiria (Belyon 2005: 4). Después de la destrucción del templo de Jerusalén en el 586 a.C., los exiliados se adaptaron a costumbres y contextos completamente nuevos, pero más importante, tendieron a preservar su identidad. Es posible que en este tiempo nacieron muchas costumbres que más tarde se identificarían con el Judaísmo. Aunque los escritos sagrados pudieron haberse originado de una tradición oral más antigua, es posible que alrededor de este tiempo, o poco más tarde, la Torá y algunos otros libros de la Biblia Hebrea llegaron a ser editados, copilados o redactados (Magness 2012: 46)[4]. El destruido registro arqueológico de este período es evidente en muchas partes, como los hallazgos en Jerusalén “cerca de la torre en el Barro Judío, y cerca de las casas quemadas en la colina oriental de la Ciudad de David” (Mazar 1990: 458). Esa es la principal razón por la cual hay una falta de casas distintas en este período, solo estratos destruidos por los babilónicos. Por lo tanto, la prosperidad que estaba presente en la Edad de Hierro fue causada por un declive (Período Babilónico y a principios del Período Persa) y luego una recuperación gradual (especialmente en el Período Helenístico) como veremos más tarde. Pero el poderoso Imperio Babilónico no duró mucho tiempo. El último rey neo- babilónico, Nabonido, carecía la creatividad administrativa y dedicación del talentoso Nabucodonosor. Él pasó su tiempo haciendo expediciones a Siria mientras que otra coalición formada en el 540 a.C., ahora entre persas y medos dirigidos por Ciro II, atacó Babilonia y selló su caída en el 539 a.C.

Casas en el Período Persa

El mayor cambio cultural hecho por los babilonios con la destrucción del templo en el 586 a.C. trajo la defunción de la casa de cuatro habitaciones. Simplemente cesó de existir en el siglo VI (Faust 2012: 100). La razón de esto puede haber sido debido a la disminuida población judaíta o por otras razones desconocidas actualmente. De hecho, el Yehud del período persa difiere mucho del Judá de la Edad de Hierro. Los asentamientos fueron escasos en el período persa (Faust 2012: 125). Así que nadie puede esperar una arquitectura hogareña detallada y definida para este período. Esto es complicado debido al hecho de que algunos estratos del período persa en varios sitios fueron “pobremente excavados porque por varias décadas los restos del período persa no fueron valorados o identificados” (Betlyon 2005: 37). Varias casas excavadas proveen información acerca de su diseño. En Shiqmona, un barrio residencial contiene casas construidas con una simetría considerable (Stern 2001: 462). En Tel Megadim, las casas están divididas en unidades más pequeñas con un diseño similar. Parecería que las casas comenzaron a ser construidas en “forma de bloque” y divididas en unidades más pequeñas que se asemejan a los “apartamentos” modernos. Incluso aunque este es el diseño general de las casas en los pueblos persas, la mayoría de los edificios, tanto públicos como privados, siguieron un diseño sorprendentemente uniforme que puede ser llamado y clasificado como “casas de patio abierto”.

Casas de Patio Abierto
Este tipo de casa consiste en un patio abierto rodeado por habitaciones en varios o en todos sus lados (Stern 2001: 468). Fue introducido en Palestina durante el período asirio y fue usado a lo largo de los períodos babilónicos y persas. La única excepción a esta regla son las residencias en Laquis, que parece fusionar el tipo de casa de patio abierto del período neo-asirio con el tipo bit- hilani más similar al estilo sirio (Betlyon 2005: 38). Este tipo de casas no es encontrado en ningún otro lugar de Palestina.

Los siguientes sitios que han sido excavados y que muestran el tipo de casa de patio abierto usado en el período persa: Hazor, Megiddo, Acco, Shiqmona, Megadim, Tel Mevorakh, Mikhmoret, Tel Michal, Ashdod, Tell Jemmeh, Tell el-Far’ah, Tel Sera, y Tell es-Sa’idiyeh en el Jordán (Betlyon 2005: 37). Así que la información arqueológica actual para el período persa es limitada. También hay un par de referencias bíblicas no detalladas a casas durante este tiempo (Neh 7:3, 4; Hg 1:4, 9; Zac 13:6; 14:2).

Resumen y Conclusiones de las Casas del Período Persa

Destrucción y ausencia son palabras que caracterizan el principio del período persa. La falta de información suficiente y la excavación limitada caracterizan la última parte. Lenta pero gradualmente, la población de Palestina creció y se recuperó de las guerras de fines del siglo VII y principios del siglo VI a.C. La información disponible muestra que en el período persa los pueblos ya comenzaron a fundarse en patrones helenísticos rectangulares con casas establecidas a lo largo de calles paralelas.

El principal modelo usado para casas personales, públicas, y edificios administrativos a lo largo de este período fue llamado “patio abierto”. La única excepción de este diseño son las residencias de Laquis. Es posible que excavaciones arqueológicas futuras en otros sitios provean una imagen más clara que pueda ayudar a iluminar el contexto histórico de Palestina durante el período persa.

PERÍODO HELENÍSTICO (332-37 a.C.)
Este fue un período de recuperación y que vio el nacimiento de muchas características del Judaísmo tardío, del Yehud y de la literatura del Segundo Templo. Se ha estimado que la población de Yehud creció de 12.000 en el período persa a 40.000 en el período helenístico temprano (Meyers and Chancey 2012: 2). Un crecimiento tal puede ser visto en las actividades literarias durante este período. Los libros de Malaquías, Esdras-Nehemías y Crónicas pudieron haber sido compuestos durante este período (o antes). La influencia griega creció y se esparció rápidamente, gracias a muchos personajes históricos como Alejandro Magno. Esta influencia es reflejada parcialmente en la cultura material, como la cerámica, los puestos comerciales, las monedas y los símbolos. La última parte de este período vio la fusión, y a veces el choque, de diferentes reinos helenísticos. El Judaísmo a veces aceptó o resistió el Helenismo, y la sociedad judía se fragmentó en respuesta a esto. La mayoría del tiempo, los Ptolomeos y los Seléucidas fueron los protagonistas de estos conflictos. Figuras bien conocidas como Antíoco IV marcaron la historia del Judaísmo durante el período hasmoneo tardío (167-40 a.C.). Para mediados del primer siglo, los romanos entraron en la escena. Desafortunadamente, toda esta historia está fuera del alcance de este artículo. (ver Magness 2012: 92-107). Los restos arqueológicos de las casas en el período helenísticos están mejor documentados que los del período persa.

Construcción de Casas en las Poleis griegas entre los siglos cuarto y quinto a.C.

La evidencia arqueológica encontrada en Olynthos, Halieis y Delos en Grecia, sugieren que las fachadas de las casas griegas durante este período han sido usadas para copilar información acerca de sus habitantes, estatus social y contexto cívico (Nevett 2009: 128). Durante el período helenístico, hubo un incremento en la decoración hogareña externa e interna. El tamaño de la casa indicaba su poder y prestigio. La ubicación sugería las actividades sociales de sus habitantes y aquellas más cercanas al agora griego parecían haber sido considerablemente más valiosas en término financieros. A veces en las casas había columnatas. Algunas tenían escalinatas más altas que el nivel de la calle, que llevaban hasta la puerta frontal. Algunos marcos de puertas, por otro lado, estaban hechos de losas de mármol. El número de habitaciones variaba de casa a casa. A veces se encuentran pinturas externas, pero rara vez alguna inscripción. En otras palabras, las casas griegas de este período eran muy diversas.

Casas con Patios centrales y frontales

Este tipo de diseño se originó de la arquitectura palestina local, pero careció los componentes característicos de las casas griegas, llamados prostas y pastas (Tal 2011: 251). Esta información arqueológica sugiere que algunos asentamientos urbanos de la Palestina Helenística fueron desarrollados y construidos de acuerdo a la arquitectura local. Estos pequeños edificios domésticos fueron encontrados en Tel Anafa.

Casas de Ammotopos

Otros ejemplos de casas del período helenístico son encontrados en las ciudades griegas de ese tiempo. En Ammotopos, Epirus, se encontró una casa con muro preservados construida durante fines o principios del siglo III a.C. (Nevett 2009: 119). Las paredes de esta casa están ásperamente formadas sin evidencia de haber sido moldeadas o decoradas. En vez de ventanas, las casas tenían solo pequeñas aperturas elevadas sobre la pared, que probablemente ayudaban más con la ventilación que con la iluminación (Nevett 2009: 119). También tenía un patio interior sin techar con un área de cocina, almacenamiento y un gran salón. Sin embargo, esta organización de interiores hace que la “gran habitación con un fogón” sea el principal espacio de circulación, en vez del patio el cual desempeñaba este rol de todas en otra parte. Las diferencias en este edifico parecen sugerir que posiblemente no sea representativo de las casas griegas de este período en general.

Casas en Palestina durante el Período Helenístico

Tal como se declaró arriba, este período en Palestina estuvo marcado por reasentamientos y recuperación. Así que debe esperarse que algún diseño similar a los períodos anteriores pueda ser encontrado. De esta manera, en Dor, “los residentes reconstruyeron un gran distrito residencial precisamente rastreando el diseño perpendicular de las calles y las líneas de los muros de las casas del período persa (Berlin 1997: 5). En Idumea, la cual estuvo poco poblada durante el período persa, asentamientos impresionantes del III siglo fueron encontrados en Mareshah. Esto incluye una casa meridional que compartía un diseño encontrado en muchas casas helenísticas en Marisa: una entrada al costado de la calle, un patio central al aire libre, columnas clásicas, un piso superior con gran capacidad, y una escalera que desciende hasta una cantera debajo de la casa (Berlin 1997: 7). Las personas construyeron estas casas en Mareshah usando bloques del nari local y colocándolas en filas de tres o cuatro, con medianeras entre ellas.

En el Monte Gerizim, fue excavado un interesante edificio de tres partes que contenía varias casas interconectadas entre sí. Cada una estaba equipada con una cisterna, un baño separado, y un cuarto inferior para cocinar. Más tarde en el siglo II a.C. en el sur de los Altos del Golán en un pequeño pueblo llamado Gamla, los excavadores descubrieron dos bloques de casas en un área residencial. Estas casas eran pequeñas, tenían dos o tres habitaciones con patios compartidos (Berlin 1997: 40). Un edificio único fue encontrado en Tel Anafa y fue llamado “Edificio Estucado Helenístico Tardío”. Este edificio único y elaborado tenía un complejo de baños de tres habitaciones, pisos de mosaicos, hornos, y una tubería interior que conectaba los tres baños. Aunque las casas helenísticas en Palestina varían dependiendo el sitio, al menos un tipo de casa puede ser clasificado: casas con patios.

Casas con Patios

Las casas con patio fueron excavadas en varios lugares, datadas en el período helenístico. En Shechem, se identificaron cuatro estratos de ocupación helenística. Restos de varias casas con patios del siglo III a.C. con muros de piedra y losas o pisos patinados fueron encontradas dentro del muro de la ciudad. Casas parecidas a este tipo también fueron encontradas en Betsaida (ver Arav 1995:26- 27). En Gezer, en estratos fechados en fines del período helenístico (durante el tiempo del sitio de Simón) una serie de buenas casas con patios representaban el nuevo asentamiento. Estas casas incorporaban pequeñas miqva’ot, mostrando las convicciones religiosas de los nuevos habitantes, así como también confirmando el relato en 1 Macabeos del reasentamiento judío del pueblo (Berlin 1997: 29). Estas casas con patios fueron usadas en muchos otros lugares, como en el Jericó Asmoneo, Gamla y Tel Anafa.

Resumen y Conclusión de las Casas del Período Helenístico

Este período está caracterizado por la diversidad; nuevos elementos de la cultura griega pueden ser rastreados en la cultura material de Grecia a Palestina. Las casas en las ciudades griegas eran muy diferentes una a la otra, y las diferentes fachadas establecen diferentes mensajes acerca de sus habitantes. Las casas estaban decoradas por dentro y por fuera, con atención a los detalles. Algunas casas son llamadas “Casas con Patios Frontales y Centrales”, pero en general, los restos arqueológicos de las casas en las ciudades griegas no son representativas de este período.

En Palestina, los registros arqueológicos están mejor preservados que aquellos del período persa, que fueron discutidos anteriormente. De la misma manera, las casas en Palestina eran variadas, con muchas costumbres típicas de la influencia helenística y del desarrollo local. Al menos un tipo de casa puede ser agrupado y llamado “casa helenística con patio”. Las casas con patio pueden ser encontradas en varios lugares a lo largo de Palestina. Su diseño es muy similar a otras casas con patio, consistente en un patio abierto, habitaciones, pisos patinados y mosaicos, junto con muchos otros bienes típicos del hogar.

PERÍODO ROMANO (37 a.C. – 324 d.C.)
Desde la llegada del general romano Pompeyo a Palestina en el año 63 a.C., la ocupación romana trajo consigo muchos cambios al mundo antiguo. Algunos cambios fueron implementados inmediatamente, otros, gradualmente con el paso del tiempo. En términos de cultura, trajeron “una mezcla de la cultura romana y de la cultura helenística característica de su imperio oriental” así que en gran medida “la romanización incluyó la helenización” (Chancey 2005: 43). Sin embargo, a veces la administración romana careció de comprensión para con sus súbditos, especialmente los judíos y sus creencias religiosas. Este error trajo consecuencias en la forma de guerras y faccionalismo (ver Hall 1997: 319-336). La intervención romana realizó cambios en la cultura, en la administración de Palestina y los asuntos romanos, cambios en las dinastías establecidas, beneficio del gobierno romano, y por supuesto, nuevas arquitecturas y asentamientos domésticos. Además, esta arquitectura romana eventualmente se volvió más común en Palestina durante los siguientes siglos, algo que parcialmente se reflejó en las moradas domésticas.

Moradas y Casas en el Período Romano

Las principales residencias en la antigua Roman eran el domus y la insulae. La distinción estándar y tradicional de estos dos era que el domus era habitado por personas ricas del Imperio Romano, mientras que la insulae era habitada por la mayoría de la población. El primero consistió en una “única unidad familiar” de tradición republicana mientras que la última consistía en muchas personas diferentes viviendo en bloques comerciales que caracterizaban la nueva sociedad imperial. Esta tradición tradicional ha sido recientemente cuestionada por Wallace-Hadrill (2003: 3-18; see Balch 2004: 27-46; DeLaine 2012: 327-51). Aparte de los asuntos semánticos e interpretativos, hay extensa información arqueológica acerca de los diferentes tipos de edificios usados como residencias en el período romano. Esto incluye tanto el domus y la insulae. Pero debe aclararse que va más allá de este artículo proveer “un resumen satisfactorio de la arquitectura doméstica oriental y la identificación de tipos de casas universalmente válidas” (Trümper 2003: 20). Eso puede ser difícilmente provisto debido a la falta de investigación en esta área. Sin embargo, diferentes tipos de casas pueden ser claramente identificadas en el período romano en Israel, gracias a la evidencia en varios sitios[5].

La Casa Simple

Esta es la residencia más común en Palestina durante el período romano. Este tipo de casa consistía en una estructura de una sola habitación (Meyers 2003: 45), con un patio detrás o delante de ella. Ejemplos de este tipo de moradas vienen de Hauran, al sur y este del Monte Hermon en los Golanes. Muchas excavaciones atestiguan este tipo de casa, así que pueden asumirse que la vasta mayoría de las personas vivían en casas así. Algunas casas tenían escaleras con un segundo piso, con la planta baja sirviendo como el piso principal, como taller o almacén. Parecería que existen muchas variaciones de las “casas simples” en término del número de habitaciones y el tamaño, pero todas ellas parecen compartir características específicas como para ser agrupadas juntas.

La Casa Compleja

Siguiendo el mismo diseño de la casa simple, este tipo es una elaboración con la adición de nuevas alas, o “unidades domésticas” construidas sobre tres lados del patio externo (Meyers 2003: 50). Quizás esta expansión se debió al incremento de los miembros de la familia, o de la prosperidad. Estos tipos son encontrados en complejos apartamentos urbanos o en granjas rurales, principalmente en Hauran en Kafr Nassej, Umm el-Jimal, Pella, Jerash, Ramat Hanadiv, y Sebaste, en Samaria.

Casa con Patio

Este diseño continuó como una tradición en el antiguo Israel, en períodos tales como la casa con patio helenística. Este diseño es más común en áreas urbanas. Hay al menos dos variaciones: con un patio interno con columnas y un patio interno sin columnas. Un ejemplo de este tipo es la así llamada “Casada quemada” en Jerusalén. Este tipo de casa tenía un pequeño patio, cuatro habitaciones, una cocina con un gran número de vasijas de piedra, mesas de piedra y ollas de cocina (Chancey and Porter 2001: 170). Es posible que estas casas excavadas en Jerusalén pertenecieran a una familia sacerdotal, especialmente debido a la presencia de baños rituales y vasijas de piedra.

Casas con patio similares fueron encontradas en Samaria. Estas estaban construidas con basalto local, contenían habitaciones ordenadas alrededor de un patio, y una escalera que proveía acceso al techo (Magness 2012: 199). A veces las habitaciones estaban separadas del patio por una hilera de ventanas, una práctica conocida como “muro de ventanas”. Casi toda la vida familiar se centraba en el patio, donde había hornos y cocinas para cocinar y con solo una puerta que se abría hacia la calle.

La Casa Peristilo

Esta variación de la casa de patio parece ser un ejemplo de la tradición arquitectónica greco- romana. Los palacios en la Jericó herodiana siguen esta tradición. Ejemplos de este tipo de diseño también pueden ser encontrados en Sepphoris, Tel Anafa, Samaria Tel Judeidah, Khirbet el-Murag, Aphek y Jerusalem (Meyers 2003: 54). Uno de los mejores ejemplos de la casa peristilo es la casa de Dioniso en Sepphoris. Datada en el siglo III d.C., esta casa está bellamente decorada con mosaicos que muestran a Dioniso, el dios del vino, y su procesión triunfal mientras regresaba de la India. Más que una casa común, esta era una mansión. El baño revelaba el alto costo de esta instalación. Esta mansión incluía piscinas, una miqveh, y un jardín en el patio. Esto también apunta a una familia con gran riqueza y un lujoso estilo de vida.

Resumen y Conclusión de las Casas del Período Romano

Desde el amanecer de la ocupación romana en Palestina, nuevos tipos de casas con diseños que recuerdan a la arquitectura helenística y siguen la tradición romana que aparece en muchas partes del mundo antiguo. La distinción entre la gente rica y los miembros más pobres a veces se hace evidente en la clase de residencia excavada y en la cultura material dentro de ella. En el período romano, parecería haber una continuidad de costumbres de antiguos asentamientos en Palestina (como el modelo de casa con patio) y discontinuidad en los amplios nuevos diseños de las tradiciones greco-romanas. La evidencia arqueológica disponible de ese tiempo sugiere que el contexto inmediato, la ubicación geográfica y el estatus local determinaba el diseño de la casa, su decoración, tamaño, número de habitaciones e instalaciones[6]. Todos los tipos diferentes de casas del período romano parecen atestiguar la prosperidad de este tiempo, la influencia de varias culturas, y la clara distinción entre el estatus social en la antigüedad.

CONCLUSIÓN
Siguiendo a este panorama de los diversos tipos de casas a través de los cuatro períodos de la antigüedad, varias observaciones deben hacerse. Cada período arqueológico parece tener costumbres de continuidad y discontinuidad. Esto incluye el tipo de casa, sus muebles, su cultura material y arquitectura. A veces, como en el ejemplo de la casa de cuatro habitaciones de la Edad de Hierro, la discontinuidad es abrupta, con la desaparición casi total de un período a otro. Por otro lado, el tipo de casa con patio parece ser consistente con variaciones menores a través de todos estos períodos. También debe ser mencionado que a veces es difícil diferencias ente los tipos diferentes de casas. A veces comparten similitudes, y en otras partes parecen diferir entre sí.

Sin embargo, una investigación exhaustiva en la arqueología doméstica será limitada. La mayoría de las investigaciones realizadas en casas de la antigüedad son secundarias, mencionada accidentalmente por los especialistas que discuten los diferentes aspectos de cultura material. Esto puede deberse a la poca información que los arqueólogos pueden obtener de los restos excavados de casas. Qué tipos de casas, quienes eran los dueños, cómo vivieron, que comían, y cuando vivieron son algunas de las muchas preguntas que dependen de la interpretación subjetiva de la información arqueológica. De esta manera, más investigación es necesaria en esta rama de la arqueología. Ser capaz de entender cómo vivían las personas antiguas, nos permite capturar vívidamente el estilo de vida de la antigüedad.

Bibliografía


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Referencias


  1. Muchos especialistas y arqueólogos tienden a dividir la Edad de Hierro en diferentes subsecciones, pero en este artículo la Edad de Hierro será considerada como un solo período completo, sin divisiones. ↩︎

  2. Aunque esto fue asumido por mucho tiempo, recientemente ha sido cuestionado. Hay rastros de proto-casas de cuatro habitaciones en la Edad de Hierro Tardía, como las que se discuten aquí, y fueron descubiertas en Tel Masos (ver Edelman 2002: 44-45). ↩︎

  3. La casa de tres o cuatro habitaciones se volvió estándar en el sur de la zona montañosa del Levante e en el Shepeñah durante todos los 600 años de la Edad de Hierro antes de que desapareciera por completo. El porqué y cómo ocurrió esto está fuera del alcance de este artículo. ↩︎

  4. Esta es una presuposición debatible en los círculos académicos actualmente. Para la defensa académica más persuasiva de la Hipótesis Documentaria, ver Baden: 2012. ↩︎

  5. La siguiente lista sigue la útil lista de Meyers (2003: 44-69) con pocas modificaciones e información relevante extra al tema que se trata. ↩︎

  6. Los edificios de casas-iglesias del cristianismo primitivo son relevantes a la discusión de esta sección del período romano. Los primeros cristianos indudablemente se reunieron en casas privadas (Col. 4:15). No hay evidencia arqueológica o literaria de que los primeros cristianos convirtieron a alguna casa en un edificio eclesiástico. Tampoco hay evidencia de alguna iglesia o basílica existente antes de Constantino o antes de la “paz”. Esta clase de casas-iglesias son llamadas domus ecclesiae, o οἶκος ἐκκλησίας en griego. Algunos de los modelos de casas presentados anteriormente pueden ser los restos de casas-iglesias, pero esto no puede reconocerse solo mediante la evidencia arqueológica. Actualmente, la única domus ecclesiae disponible indudablemente anterior a Constantino es la iglesia en Dura-Europos. Para una útil perspectiva de la arqueología de las casas-iglesias anteriores a Constantino, ver Snyder (2003: 127-208). ↩︎