¿Salomón, Sócrates y Aristóteles juntos?

¿Salomón, Sócrates y Aristóteles juntos?

En la pintura bíblica más antigua, los filósofos griegos admiran la sabiduría del rey

¿Es posible que la pintura más antigua existente de una escena de la Biblia también incluya a los filósofos Sócrates y Aristóteles como observadores? No solo es posible; creo que ese es el caso.

La representación más antigua de una escena bíblica proviene de un sitio que tal vez sea mejor conocido para algunos por su arte erótico más que por su devoción religiosa: Pompeya. La ciudad fue enterrada en ceniza volcánica en el 79 d.C. después de la erupción del cercano Monte Vesubio. Fue una tragedia devastadora para los residentes de Pompeya pero una bendición para los eruditos modernos y los historiadores del arte.

El en edificio conocido como “La Casa del Médico”, los excavadores encontraron una pared pintada que claramente representaba al Rey Salomón sentado en un tribuna y acompañado por dos consejeros. Tal como se describe en la biblia, dos mujeres habían acudido al monarca israelita, cada una afirmando ser la madre del mismo niño. Cuando Salomón ordenó que el bebé sea cortado por la mitad, la verdadera madre, mostrada al pie del estrado, le ruega que salve al niño y anuncia su disposición de renunciar a su reclamo. La otra mujer es mostrada parada al lado de la mesa del Verdugo, donde ha sido ubicado. Mientras el soldado levanta un hacha para cumplir con la orden del rey, ella agarra lo que piensa que será su porción, diciendo, de acuerdo al texto bíblico, “Que no sea ni mío, ni tuyo, sino divídanlo”. Es obvio quien es la verdadera madre. El niño le es dado sin ser lastimado mientras los soldados y observadores observan maravillados la sabiduría de Salomón (1 Reyes 2:16-28).

Rogando por la vida de bebe, una mujer se arrodilla a los pies del Rey Salomón y renuncia a su reclamo por el niño disputado, identificándose así como la madre real del niño en 1 Reyes 3:16-28. Cerca un soldado se prepara para seguir la orden del rey de cortar al bebé por la mitad, mientras otra mujer, también afirmando ser la madre, esta parada lista para agarrar su mitad.

Esta pintura romana en una pared de la Casa del Médico en Pompeya es la representación más antigua conocida de una escena bíblica –un sorprendente hallazgo en una ciudad más conocida por sus burdeles y arte erótico que por sus pinturas religiosas. Así que ¿quién fue la persona que encargó esta pintura, un judío, un cristiano o un gentil?

La pintura de la pared ahora ha sido removida y está en exhibición en el Museo Nazionale en Nápoles. Aunque era una pintura bien conocida para los especialistas ¡previamente no se había notado que era la representación más antigua conocida de una escena bíblica completa!

¿la pintura fue encargada por un judío, un cristiano primitivo, o un así llamado temeroso-de-Dios (gentiles que adoptaban muchas creencias y costumbres judías, pero que no se convertían[1] o sencillamente por un romano culto?

Hay mucha evidencia de que los judíos vivieron en Pompeya. Marcas kosher de las populares salsas de pescado eran almacenadas allí y etiquetadas apropiadamente como Kosher Garum y Kosher Muria (garum castum, muria casta)[2]. Una inscripción de dos palabras: Sodoma Gomora, también ha sobrevivido en el frente de una casa en Pompeya y puede haber sido escrita por un judío o, menos probable, por un cristiano primitivo, ya sea antes de la erupción del Vesubio o por un excavador poco después. Talvez es más impactante imaginar que puede haber sido escrita apresuradamente en el medio de la erupción por alguien que comparaba el inminente destino de la ciudad con el de las dos ciudades destruidas en la Biblia.

Asombrados por la sabiduría de la decisión del Rey Salomón, dos observadores en la esquina inferior izquierda de la pintura observan los procedimientos. El escritor Theodore Feder cree que estas figuras claramente pintadas representan a los grandes filósofos griegos Sócrates y Aristóteles. Con la creación de la Septuaginta en el siglo tercero a.C., la traducción griega de la Biblia hebrea se esparció a lo largo y ancho del mundo greco-romano. La presencia de estos hombres en una escena bíblica sugiere que el propietario de esta casa fue un gentil que quería dibujar un paralelo entre los sabios griegos clásicos y la sabiduría de la Biblia hebrea.

Sin embargo, personalmente creo que es más probable que la pintura de Salomón demostrando su sabiduría fue encargada por un no-judío. Es verdad que la prohibición del segundo mandamiento en contra de representa la figura humana no era obedecida siempre por lo judíos en la era romana[3]. Pero la prohibición fue particularmente fuerte en los años anteriores a la rebelión judía contra Roma en el 66 d.C., cuando las protestas en contra de las imágenes pintadas o esculpidas recibieron un fuerte ímpetus tanto político como religioso. Según su estilo, la pintura puede ser datada en el período inmediatamente anterior a la erupción del Vesubio en el 79 d.C.

Sea cual sea el caso, es claro que la obra refleja la influencia de la Biblia hebrea. La Torá (el Pentateuco o los Cinco Libros de Moisés) fue traducida al griego alrededor del 270 a.C., y el resto de la Biblia fue añadida en los siglos siguientes. De acuerdo a un relato, el Rey Ptolomeo II Filadelfo de Egipto quería una copia de la Biblia hebrea para su gran biblioteca en Alejandría.[4] Aunque es más probable que fuera hecho por judíos para los judíos de Alejandría que no sabían hebreo. De acuerdo a la historia tradicional, 70 eruditos fueron aislados unos de los otros en una isla en Alejandría y se les mandó preparar una traducción griega. Cuando todos ellos terminaron, se reunieron nuevamente y descubrieron que todas las traducciones eran idénticas. De ahí, esta traducción griega de la Biblia hebrea es aún conocida como la Septuaginta[5]. La traducción griega se hizo disponible no solo para los muchos judíos helenizados que hablaban griego en el mundo mediterráneo, sino a los no-judíos también. Este texto sirve tanto como una fuente literaria e iconográfica para los judíos y gentiles por igual. Aunque el dueño de la Casa del Médico en teoría podría haber sido un judío, un así llamado temeroso-de-Dios, un cristiano primitivo o un gentil romano, lo más probable que es fuera un gentil, basándonos simplemente en la demografía. En resumen, los gentiles eran más numerosas, tenían más facilidad para alcanzar la prosperidad económica y no estaban bajo ninguna prohibición acerca de representar la figura humana.

La pintura contiene todos los elementos narrativos esenciales de la historia bíblica sin omisiones. Además, parecería que surgió completamente de la imaginación del artista, ya que no hay precedentes conocidos en la historia del arte. Tal como se notó arriba, están presentes Salomón, las dos madres, el bebé, y el soldado que debía dividirlo, así como los observadores que son testigos de la sabiduría de Salomón. La historia no ha recibido una representación más convincente y persuasiva en los 2.000 los desde la creación de la pintura.

Sócrates ha sido considerado como uno de los fundadores de la filosofía occidental.

Con el paso del tiempo, una cabeza calva, barba y una nariz plana se volvieron en los rasgos icónicos para representar a Sócrates. La similitud con la figura en la pintura de Pompeya es tan llamativa que debe ser Sócrates.

Entre los observadores hay dos figuras en la esquina inferior izquierda de la composición que están mucho mejor delineadas que el grupo levemente bosquejado de figuras justo detrás de ellos. Las características y poses de estos dos testigos reflejan sorpresa, maravilla y admiración.

Yo creo que estas dos figuras son representaciones de Sócrates y Aristóteles, introducidas como una manera de asociar la sabiduría de Salomón con la de los filósofos griegos. Dicho de otra manera, su presencia en la composición atestigua el respeto que la filosofía griega le daba a la sabiduría hebrea. Una yuxtaposición tal en el arte de sabios de estas dos civilizaciones no tiene precedentes, ha sido hecha raramente desde ese entonces, y tiene un importancia cultural e histórica muy grande.

La figura parada en la izquierda tiene una cabeza calva, una nariz aplanada y una barba que casi siempre caracterizaban a las representaciones de Sócrates. La figura a la derecha está parada con su pierna derecha hacia adelante, su mentón descansa en su brazo derecho en una pose clásica de pensador. Sería más natural si hubiera sido pintado sentado. Sus rasgos, sin embargo, corresponden al prototipo para Aristóteles: una cabeza llena de rulos, con poca o ninguna barba en este caso y un perfil regular. Es probable que el pintor modelara a Aristóteles basándose en el prototipo sentado que deriva del original griego que fue copiado en tiempos romanos. Un ejemplo que ha sobrevivido es el Aristóteles sentado de la Galería Spada en Roma. Allí la pose es casi idéntica al Aristótles parado de la pintura en la pared en Pompeya; la pierna izquierda hacia adelante, y la cabeza descansa en uno de sus brazos el cual, a su vez, está apoyado en la rodilla doblada de Aristóteles.

El pintor de Pompeya probablemente modeló su retrato del gran filósofo Aristóteles a partir de alguna estatua existente como esta, pero la modificó a una posición parada como se puede ver en la pintura completada.

La asociación de judíos con la sabiduría y filosofía griega, aunque es rara, no es completamente desconocida en la literatura helenística. En una de las referencias griegas más antiguas a los judíos, Clercus de Soli (300 a.C.), un discípulo de Aristóteles, cita a Aristóteles diciendo que los judíos descienden de filósofos hindúes[6]. De manera similar, Teofrasto (372-288 a.C.) observa que “al ser una raza de filósofos, ellos conversan entre ellos acerca de la divinidad, y durante la noche ellos miran las estrellas, volviendo sus ojos hacia ellas e invocando a su Dios con oraciones”[7]. Esta es una descripción bastante acertada de las sinagogas en la era moderna, donde las oraciones vespertinas (Maariv en hebreo) tradicionalmente son empezadas a la puesta del sol con la aparición de las primeras estrellas.

Numenio de Apamae (Siria), un platonista del siglo segundo d.C., alabó a los judíos por adorar un Dios incorpóreo y declaró que Platón había sido “un Moisés en un vestido ático”, haciendo una asociación entre los grandes pensados de ambas culturas[8].

El dueño de la Casa del Médico aprobó la representación de esta escena y probablemente propuso el tema de la pintura. Al seleccionar un episodio de la Biblia hebrea, el patrono se alejó del canon de temas religiosos clásicos y elevó un tema de la Escritura de una persona cuya influencia en ese tiempo se estaba esparciendo a lo largo del imperio y algún día, en su formulación cristiana, lo permearía.

Sobre el Autor: Thedore Feder es el director y fundador de Art Resource, el archivo más grande del mundo de arte, así como también el director de la Artist Rights Society. Él es el autor de Great Treasures of Pompeii and Herculaneum (Abbeville Press) y numerosos artículos.

Autor: Theodore Feder | BAS | Traducido por Eric Richter

Referencias


  1. Ver Louis H. Feldman, “The Omnipresence of the God-Fearers”; Robert S. MacLennan y Thomas Kraabel, “The God-Fearers—A Literary and Theological Invention”; y Robert Tannenbaum, “Jews and God-Fearers in the Holy City of Aphrodite,” todos en BAR, Septiembre/Octubre de 1986. ↩︎

  2. August Mau, Pompeii, Its Life and Art, trans. Francis W. Kelsey (New York: Macmillan, 1902), p. 16. ↩︎

  3. Ver Jacob Neusner, Symbol and Theology in Early Judaism (Minneapolis: Fortress Press, 1991), pp. 211, 216. También, Erwin R Goodenough, Jewish Symbols in the Greco-Roman Period, 13 vols. (Princeton, NJ: Princeton Univ. Press, 1953–1968). ↩︎

  4. Ver Harold H. Ellens, “The Library of Alexandria: The West’s Most Important Repository of Learning,” Bible Review 13:01. ↩︎

  5. Filón de Alejandría da un relato completo de su composición en su “Vida de Moisés” (2.6: 31–37, 44) Ver también Leonard J. Greenspoon, “Truth and Legend About the Creation of the Septuagint, the First Bible Translation,” Bible Review 05:04. ↩︎

  6. “Sobre el Sueño”, citado por Josefo, Contra Apion I, 176–182. ↩︎

    1. “Sobre la piedad” citado por Porfirio, tercer siglo d.C. en “Sobre la Abstinencia” 2.26. Meyer Reinhold y Louis Feldman, Jewish Life and Thought Among Greeks and Romans (Minneapolis: Fortress Press, 1996), primary readings, p. 7.
    ↩︎
  7. Salo Wittmayer Baron, A Social and Religious History of the Jews, vol. 2 (New York: Columbia Univ. Press, 1937), p. 157. ↩︎