μέγας En el Apocalipsis de Juan: Aproximación Lexicográfica y su importancia en la interpretación de Apocalipsis 12
Resumen: La mitad de las ocurrencias de μέγας están en Apocalipsis; sin embargo, la importancia de este adjetivo es pasada por alto en muchos diccionarios y léxicos. El número de estudios que notan el amplio rango de significado de μέγας y lo toman en cuenta para la interpretación es limitado. Por tanto, este artículo pretende llenar el vacío en la erudición, realizando una aproximación lexicográfica a la palabra, a fin de estudiar sus múltiples usos y evaluar su importancia en la interpretación de Apocalipsis 12.
Palabras claves: Apocalipsis – Lexicografía –
Interpretación – μέγας.
El adjetivo μέγας aparece 243 veces[1] en el Nuevo Testamento, de las cuales 80 están en el libro de Apocalipsis. Este alto número de ocurrencias señala su importancia en el argumento general del libro. Thiele argumenta que “The reasons for the 80 instances of megas in Rev. are bound up with the literary form in which apocalyptic thought is expressed”[2], sugiriendo así una relación entre el término, el género literario y la interpretación del texto.
La importancia de μέγας en la interpretación de Apocalipsis es señalada por Minear, cuando afirma que: The time may not be wasted if we review John’s use of this adjective. We may find, among other things that profound meanings often lurk behind the simplest words. In the case of adjectives which are easiest to translate it may be most difficult to convey the full range of original connotations.[3]
Los análisis lexicográficos que abordan al término μέγας consultados hasta ahora resultan exiguos. Muestra de ello es la ausencia de una entrada exclusiva dedicada al análisis de μέγας en Apocalipsis en TDNT. Por otro lado, los análisis registrados en EDNT y NIDNT no toman en cuenta el rango semántico completo de la palabra en Apocalipsis; además, no reflejan los problemas asociados a las diferentes posibilidades de traducción a los idiomas contemporáneos.
Por otro lado, la importancia del término en la interpretación apocalíptica no ha sido estudiada de forma apropiada. Hasta la fecha, los estudios que correlacionan el rango semántico del término con sus respectivos contextos en la interpretación apocalíptica son escasos. Con base en esta carencia dentro del ámbito académico, el presente estudio analizará la importancia del adjetivo μέγας en la interpretación de Apocalipsis 12 con la intención de aportar a la brecha presente en este campo.
Para tales propósitos, primero, se realizará una aproximación lexicográfica al uso del término en Apocalipsis, con el fin de determinar el rango de significado con el cual aparece, se prestará cuidadosa atención a la forma en el que el contexto y el sustantivo modificado influyen en el sentido de μέγας. Es necesario determinar el rango de uso para entender la multiplicidad de sentidos que pueden repercutir en Apocalipsis 12.[4]
Luego, se analizarán exegéticamente los textos del capítulo 12 de Apocalipsis en donde se usa el adjetivo μέγας para determinar la importancia del mismo en la interpretación de la perícopa.
El vocablo μέγας ocurre 80 veces[5] en el libro de Apocalipsis, con un amplio rango de sentidos, algunos cualitativos, otros cuantitativos; algunas veces literales, otras figurativas. La pluralidad de sentidos del vocablo dificulta la traducción en idiomas contemporáneos, por tanto la siguiente aproximación lexicográfica buscará determinar los sentidos del término en Apocalipsis proveyendo algunos apuntes relacionados con la traducción en las principales versiones españolas.
Uno de los principales sentidos de μέγας en el libro de Apocalipsis es como referente a intensidad; bajo esta categoría, el vocablo modifica múltiples sustantivos. Uno de los más frecuentes es φωνή,[6] que es modificado en 20 ocasiones; de esta forma, el adjetivo refiere a la intensidad del sonido.
En estas instancias, es claro que implicaciones literales[7] de μέγας no son adecuadas en el contexto, ni por el sustantivo modificado. La BNP traduce frecuentemente en este contexto el vocablo como “potente”, mientras que la NVI “fuerte”. Estos adjetivos son más apropiados para describir la intensidad del sonido[8] que “grande”, como el lexema es traducido frecuentemente en la RV60 y en la LBLA. El presente uso de μέγας no es ajeno a la literatura extra bíblica[9].
Otra de las aplicaciones encontradas bajo la categoría intensidad se relaciona con las emociones. Por ejemplo, en “θλῖψιν μεγάλην” (Ap 2:22), el adjetivo hace referencia a la intensidad del sufrimiento y no a su tamaño; este fenómeno se repite en 7:14; 11:11 (φόβος)[10]; 17:6 (θαῦμα).
Una aplicación restante bajo la categoría de intensidad, es cuando μέγας se usa para referirse a la potencia de un fenómeno natural no medible. Por ello, los terremotos son σεισμὸς μέγας (Ap 6:12), queriéndose entender como un “violento terremoto” (BNP). Este sentido se encuentra en 6:13 (ἀνέμου); 11:13, 19 (χάλαζα);[11] 14:2 (βροντῆς); 16:9 (καῦμα); 16:21 (μεγάλη ἐστὶν ἡ πληγὴ). La intensidad de estos fenómenos es subjetiva, puesto que son basados en la percepción del sujeto; sin embargo, el uso de μέγας para describirlos apunta a una intensidad fuera del estándar[12] para el receptor.
Otra categoría perteneciente al significado léxico de μέγας es la de importancia o categoría de las personas y cosas. El vocablo es usado bajo esta categoría para determinar cosas o personas que no pertenecen al orden común. De ahí que “ἡ ἡμέρα ἡ μεγάλη τῆς ὀργῆς αὐτῶν” debe ser entendido como el “día solemne” (BNP), refiriéndose a que es un día no común, puesto que es el día de la retribución tan anhelado por ellos.[13] Este fenómeno se repite en 16:14 (τῆς ἡμέρας τῆς μεγάλης τοῦ θεου) y en 19:17 (τὸ δεῖπνον τὸ μέγα τοῦ θεοῦ), en este último señalando al gran banquete mesiánico que inaugura la nueva era, enfatizando la situación única y especial[14].
Una última categoría refiere al tamaño de objetos por lo general medibles. La medición de los mismos es supeditada a la concepción de tamaños por parte del vidente; por esta razón se habla de “μάχαιρα μεγάλη” (Ap 6:4),[15] “ὄρος μέγα” (Ap 8:8), “ἀστὴρ μέγας” (Ap 8:10),“καμίνου μεγάλης” (Ap 9:2), “λίθον ὡς μύλινον μέγαν” (Ap 18:21), “ἅλυσιν μεγάλην” (Ap 20:1), “θρόνον μέγαν” (Ap 20:11), “ὄρος μέγα” (Ap 21:10), “τεῖχος μέγα” (Ap 21:12). En un sentido figurativo, se refiere a los “grandes”[16] en contraste con los pequeños. Aquí no debería entenderse como tamaño literal, sino en sentido figurativo, ya sea importancia o rango.
Dentro de esta categoría es necesario mencionar que, en algunas instancias en el libro de Apocalipsis, μέγας parece que debería entenderse como referente al tamaño. Sin embargo, el vocablo μέγας en “el gran río”,[17] “la gran Babilonia”[18], “la gran ramera” [19] y “la gran ciudad”,[20] “often refers to the political-economic and demonic concentration of power”.[21]
μέγας también es usado para referirse al efecto producido en el receptor ante la exposición a un evento. Por consiguiente, cuando se alude a σημεῖα μεγάλα (Ap 13:13),[22] se apunta a “señales sorprendentes”, como también es el caso de Apocalipsis 15:1,3 donde la combinación de μέγα con θαυμαστόν señala que la palabra debe ser interpretada en términos de efecto.[23]
Como conclusión, se puede resumir lo dicho hasta ahora de la siguiente manera: “μέγας” es un adjetivo cuyo uso en el Apocalipsis corresponde al uso helenístico [24] del mismo modo en la literatura extra bíblica [25] En ambos cuerpos literarios se puede percibir que el vocablo refiere a categorías de tamaño, sea literal o figurativo. Se puede apuntar que tiene un significado de intensidad, ya sea para sonidos o fenómenos naturales. El vocablo alude a la categoría o importancia de cosas o personas, a la concentración de poderes demoniacos, siendo este un sentido casi exclusivo de Apocalipsis. El término también permite derivar, dentro de su rango de uso, referencias al efecto de eventos en el receptor, siendo estos interpretados como maravillosos o sorprendentes.
Apocalipsis 12:1
El texto comienza refiriéndose a una σημεῖον μέγα, donde el adjetivo cumple una función atributiva. La mayoría de comentadores excluyen una noción referente al tamaño en esta ocurrencia, aunque algunos lo catalogan como si fuese secundario.[26]
Considerar a μέγας como referente de tamaño en esta instancia, sería ignorar el uso del término en Apocalipsis. El contexto sugiere que es mejor entender el término como alusión al efecto,[27] donde la traducción que refleja apropiadamente este tipo de uso es “maravilloso”, como en la NVI, o “sorprendente”. Esta sugerencia refleja el uso del término acompañado de σημεῖον en otras instancias en el Apocalipsis.[28] Es posible que el término en Ap 12:1 sea usado para referirse a la categoría del sustantivo, que modifica de esta forma la señal que Juan vio, una señal “importante”[29] o “especial”;[30] quizá por ello generó un efecto fuera del estándar en Juan. Por lo tanto, la señal que Juan vio es maravillosa, importante, especial.
¿Por qué esta señal tuvo tal efecto en Juan? ¿Por qué
Juan consideró la señal como “maravillosa”? ¿Qué elementos especiales tenía esta “σημεῖον”? Para responder dichas inquietudes, es preciso entender qué era esta señal. Por ello, el texto continúa “γυνὴ περιβεβλημένη τὸν ἥλιον, καὶ ἡ σελήνη ὑποκάτω τῶν ποδῶν αὐτῆς καὶ ἐπὶ τῆς κεφαλῆς αὐτῆς στέφανος ἀστέρων δώδεκα, καὶ ἐν γαστρὶ ἔχουσα, καὶ κράζει ὠδίνουσα καὶ βασανιζομένη τεκεῖν.”
La señal que Juan vio es una γυνὴ, vocablo que se encuentra en aposición a σημεῖον y provee por tanto una explicación detallada de la señal.[31] Esta mujer es descrita con tres características y tres acciones. La presentación que se hace de la mujer es portentosa: es una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies y una corona de doce estrellas.[32] Se han hecho muchos intentos para interpretar el atavío de la mujer de forma independiente. Largas secciones en comentarios[33] se han dedicado a dicha tarea, sin embargo, las palabras de Pohl son convenientes cuando advierte que:
Por princípio não é conveniente destacar formulações isoladas de uma descrição assim, interpretá-las à parte e depois recompô-la artificialmente. A exegese precisa preservar a imagem unitária, assim como João a viu e testemunhou, a cada momento.[34]
Con esta precaución en mente, en lugar de intentar descifrar el significado de estos símbolos, es propicio entender el atuendo en su conjunto tal como Juan lo vio. Por tanto, el uso del sol, la luna y las estrellas debe entenderse como alusión a la gloria y majestad de su apariencia.[35] Juan describe a la mujer con un atavío[36] que integra todo lo que el cielo tiene para dar luz. La apariencia de la mujer se destaca por su resplandor celestial,[37] por su apariencia de reina,[38] por su posición exaltada.[39] El lenguaje usado señala un origen celestial[40] de esta señal (cf. Ap 1:10).
Drásticamente, esta señal portentosa, brillante, gloriosa, de origen celestial, se encuentra en una posición de debilidad, se le describe como estando encinta y a punto de dar a luz;[41] la mujer portentosa que deslumbró a Juan ahora está en una condición deplorable e indefensa.[42] La paradoja de esta mujer cuya apariencia es divina, pero que sufre de un parto doloroso, es acentuada por el lenguaje usado para describir su experiencia.[43]
Teniendo en cuenta lo considerado hasta ahora, la importancia de μέγας en la interpretación de este pasaje puede ser delineada de la siguiente forma:
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μέγας expresa el efecto producido en Juan el contemplar la señal y describe su sentimiento de asombro ante la compleja escena que le fue mostrada. Su asombro proviene del crudo contraste[44] entre un portento celestial, cuya descripción supera nuestros sentidos, y la de una mujer cuya gloria real se desvanece en sus labores de parto.
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μέγας destaca la importancia de esta señal en la estructura general del Apocalipsis, ya que enlaza esta nueva sección con su precedente. En palabras de Charles: The first Woe was introduced by καὶ εἶδον (9:1), the second by καὶἤκουσα, 9:13, whereas the third opens with καὶ σημεῖον μέγα ὤφθη. We have come at last to the climax of the apocalyptic vision.[45]
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μέγας destaca la importancia de la señal dentro de la estructura literaria de la sección donde se encuentra ya que esta señal introduce la sección especial de “las siete señales”,[46] que está especialmente diseñada para dar aliento a la iglesia perseguida para enfrentar la oposición.[47]
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μέγας subraya la importancia de la primera señal en la estructura literaria del capítulo 12. Juan usa eadjetivo μέγας para identificar la importancia del primer personaje en este drama; ella ha de interpretar el rol de protagonista y de heroína.[48] Las bases hermenéuticas sugieren que la interpretación más propicia[49] de la mujer sea el pueblo fiel de Dios,[50] entendido como Sion y la iglesia neotestamentaria, entre las cuales no hay discontinuidad.[51] Si la mujer es la iglesia, entonces la importancia de la señal subrayada por μέγας y el asombro de Juan realzado por el término cobran sentido, ya que es la iglesia quien ha de ser perseguida, permitiendo así que los lectores de la carta, pasados y futuros, pudiesen identificar el rol que ellos mismos habrían de interpretar en el gran conflicto, el rol de protagonistas, de perseguidos, de héroes.[52] Además, el asombro de Juan se realza porque es la iglesia, cuyo origen es celestial, la que se ve envuelta en las penurias y debilidades de la tierra. El asombro de Juan se debe a la inversión de su orden habitual ya que la iglesia frágil a la cual Juan estaba acostumbrado era en realidad una iglesia gloriosa, majestuosa y de filiación divina.
Apocalipsis 12:3, 9
Los dos textos serán analizados bajo la misma sección, dado que el sustantivo modificado por μέγας en ambas ocasiones es δράκων.
Lingüísticamente, μέγαs debe ser entendido como referente a tamaño.[53] Por lo tanto, una traducción apropiada[54] puede ser “un enorme dragón”,[55] donde “grande” o “enorme” señalan el tamaño monstruoso,[56] fuera del estándar que impresiona a Juan.
Sin embargo, un análisis del contexto y género literario apunta a que el uso de μέγαs en esta instancia puede ser interpretado teológicamente.[57] ¿Qué sentido teológico[58] tendría esta palabra en esta instancia particular?
La clave para la respuesta se encuentra en el sustantivo modificado por el adjetivo bajo escrutinio, es decir, “dragón”. El dragón es presentado de forma portentosa: tiene 7 cabezas, 10 cuernos y diademas; sus acciones son descritas en el versículo 4, donde se esclarece su poder y crueldad. Algunos comentadores sostienen que Juan está utilizando aquí referencias a mitos paganos;[59] no obstante, la evidencia sugiere que la imaginería que usa Juan está arraigada en el AT.
En el AT, la figura del dragón o monstruo marino es utilizada constantemente para representar a los enemigos de Dios y su pueblo (cf. Sal 74:13-14; 89:10; Is 30:7). El símbolo está asociado frecuentemente con Egipto, quien en el contexto veterotestamentario es uno de los antagonistas de Dios, a quien ha destruido y destruirá [60] (cf. Ezequiel 29:3 [LXX]; Isaías 27:1 [LXX]).[61]
Juan combina la imaginería del leviatán-dragón del AT con la serpiente antigua (cf. Apocalipsis 12:9). La serpiente es un símbolo que alude a Génesis 3, donde juega un papel fundamental en la narrativa como la incitadora de enemistad entre la humanidad y Dios. Además, la sentencia contra ella en Génesis 3:15 forma el marco conceptual de la enemistad entre el dragón y la mujer en Apocalipsis 12:1-6; 13-16 y entre el dragón y la descendencia de ella (cf. Apocalipsis 12:17). La vinculación del leviatán-dragón con la serpiente antigua realza el carácter antagonista que posee el dragón en Apocalipsis 12 contra el gobierno de Dios.[62]
Con este trasfondo en mente, se puede afirmar que:
“Against this background the dragon of John’s vision
would immediately be understood as the archenemy of God and his people.”[63] La figura del enemigo de Dios y su pueblo, frecuentemente asociada a este símbolo en el AT, encuentra expresión ahora en el dragón apocalíptico, donde la idea detrás del símbolo se convierte en un pensamiento gobernante.[64]
La descripción de Satanás en términos de dragón, serpiente, etc., parece ser exclusiva de Juan.[65] Tal vez Juan decide asociar a Satanás con estos símbolos porque quería subrayar que Satanás es la representación suprema de oposición a Dios[66].
Aquí yace el sentido teológico de μέγας, puesto que no solo se referiría al tamaño, sino también a la concentración de poder demoníaco que hay en este símbolo. Por eso, no es solamente el “dragón” sino el “gran dragón”. Ahora, dado que el dragón es identificado plenamente con Satanás en el versículo 9, [67] Satanás no es solo un opositor más de Dios, sino que él es en quien se concentran todos los intentos de oposición a Dios;[68] él es el antagonista por excelencia,[69] es el clímax y presentación de todos los reinos que se opusieron a Dios y a su pueblo,[70] él es el origen de la persecución al pueblo de Dios en el AT[71] y en el NT. Por ello, la importancia de “μέγας” en esta instancia es subrayar la concentración de poder maligno que le da el carácter único y distintivo a este símbolo en la narrativa.
Se puede concluir, entonces, que la importancia de
μέγας en estos versículos radica en que:
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Señala no solo el tamaño del dragón, sino también la concentración de poder maligno que existe en el dragón. De esta forma, apuntala que el dragón es la máxima representación y origen de toda oposición a Dios.
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Actúa como un marcador para identificar al antagonista de la mujer,[72] quien ha de interpretar el rol de villano.[73] Era de vital importancia que los lectores de Apocalipsis, quienes habrían de identificarse con la narrativa entendiesen cuál era su enemigo, el autor intelectual y responsable de las aflicciones que afrontaban en su época. Por lo tanto, “μέγας” señala inequívocamente al dragón como el enemigo de la mujer, quien perseguiría a la mujer de forma feroz y persistente.[74]
Apocalipsis 12:10
Para un entendimiento propicio de la importancia de μέγας en este contexto, se debe iniciar señalando el uso del compuesto φωνὴ μεγάλη en el resto del libro. En el Apocalipsis de Juan, el adjetivo μεγάλη, cuando modifica a φωνὴ, señala la intensidad del sonido, haciendo que esta voz sea “potente” o “fuerte”. La potencia de la voz subraya la importancia del mensaje, por lo tanto μέγας no sólo señala la intensidad del sonido, sino que se convierte en un indicador de importancia para el mensaje que se transmite.
En Apocalipsis 12:10, la importancia de μέγας debe entenderse en relación al mensaje que acentúa, el cual está contenido en Apocalipsis 12:10-12. El mensaje en esta perícopa es un mensaje de victoria (cf. 10-12a) y de advertencia (cf. 12b). Apocalipsis 12:10-12 interpreta los acontecimientos de 12:7-9. El mensaje de victoria inicia con el arribo de la salvación,[75] el poder, el reino de Dios y la autoridad de Cristo. Esta frase debe ser entendida en su conjunto como el resultado de la expulsión de Satanás del cielo, como se afirma en 10b (ὅτι).[76] La victoria, el poder y reino de Dios son sinónimos para ilustrar el reinado y soberanía de Dios.[77]
El reino de Dios es ahora (ἄρτι) una realidad presente; todo poder opositor a este reino ha sido derrotado. La victoria de Dios es completa y real; sin embargo, en el pasaje existe una tensión entre el “ahora” y el “aún”, no característica de la teología neotestamentaria. Es decir, aunque la victoria es real y hay evidencia de ello, la victoria final será celebrada cuando todos los poderes opositores a Dios que aún están en la tierra sean destruidos (cf. Apocalipsis 11:15).
Apocalipsis 12:10a puede entenderse como la inauguración del reino mesiánico.[78] La instauración de este reino es posible gracias a la muerte de Cristo en la cruz del calvario y su resurrección; este evento constituye la victoria de Dios sobre el pecado y se convierte, a su vez, en la base de la derrota de Satanás en todo el libro, incluyendo la batalla librada por Jesús/Miguel.[79]
Apocalipsis 12:10a es el himno de la victoria de Dios sobre la representación última del mal, el dragón. La victoria sobre el dragón en los versos 7-9 es la victoria sobre cualquier forma de mal. El presente texto señala la victoria irrevocable y definitiva de Dios en Cristo, quien en la cruz del calvario venció de una vez por todas al mal.
Apocalipsis 12:11 atestigua que la victoria obtenida por Cristo se extiende a sus seguidores.[80] El pueblo que era objeto de la acusación de Satanás se convierte ahora en el pueblo que vence al enemigo de Dios.[81] De esta forma, cuando Satanás vence a los cristianos causándoles aun la muerte, es una victoria temporal que contrasta con la victoria definitiva de los creyentes.[82] La victoria definitiva del pueblo de Dios tiene como base (διὰ)[83]la sangre de Cristo y la palabra de su testimonio.
Apocalipsis 12:12 constituye un mensaje de gozo y, a su vez, de advertencia. El gozo en el cielo (cf. Apocalipsis 12:12a) tiene como causa los motivos expresados en los versículos 10-11 (τοῦτο).[84]
Apocalipsis 12:12b constituye la advertencia para la tierra y sus moradores. Ellos deben estar alertas para la intensidad de la persecución que se avecina. En la siguiente sección, este tema será tratado con más detalle.
Se puede concluir que la importancia de μέγας en este contexto radica en el contenido del mensaje a proclamar. La voz potente anuncia un mensaje que debe ser escuchado por todos: Dios es victorioso y su pueblo también. Este mensaje no deja lugar a dudas en cuanto al destino del dragón; él ha sido derrotado de forma completa. Por ello, μέγας resaltaría la potencia del sonido para enfatizar la necesidad de cielo y tierra de escuchar que Dios reina.
Apocalipsis 12:12
El término “μέγας” modifica en esta instancia a “θυμός”, donde debe entenderse como referente de la intensidad de la emoción, es decir, que la traducción apropiada sería “extremadamente airado”.[85]
Apocalipsis 12:12 hace parte de la sección parenética del capítulo, cuyo propósito es explicar el origen del conflicto entre la iglesia y el dragón.[86] El autor, antes de introducir Apocalipsis 12:13-17 (a su vez, una ampliación[87] de Ap 12:6), deja en claro el motivo que subyace a la persecución del dragón contra la iglesia, a saber, su ira impetuosa.
La persecución emprendida por el dragón tiene al menos 3 etapas: Primero, persigue a la mujer antes de los 1260 días, lo que genera el desplazamiento al desierto (cf. Apocalipsis 12:13); luego persigue a la mujer en el desierto, como es ilustrado en Apocalipsis 12:15-16 durante los 1260 días; por último, el dragón persigue al resto de la descendencia de la mujer (cf. Apocalipsis 12:17), donde la persecución alcanzaría su clímax.
El periodo de persecución previo a los 1260 días inicia en el cristianismo primitivo, al cual pertenecían los destinatarios iniciales del libro.[88] Las iglesias cristianas primitivas, aunque no enfrentaban una oposición severa y cruel[89] como en los tiempos de Nerón, sí afrontaban persecución y oposición[90] de la sociedad de la época.[91]
Los motivos de persecución se relacionan con la comunidad judía[92] y con el rechazo de las costumbres sociales[93] y religiosas[94] de la época, basados en el estricto monoteísmo cristiano.[95]
Aunque en este periodo la persecución en contra de la iglesia no se puede describir como intensa, sí incluyó prisión y aun muerte (cf. Ap 2:10, 13). A medida que pasó el tiempo, las tensiones sociales y religiosas entre el cristianismo y el imperio romano se intensificaron, lo que resultó en la aparición de persecuciones sistemáticas en contra de los cristianos.
El segundo periodo de persecución corresponde a los 1260 días que la mujer es resguardada en el desierto. La representación de este periodo se encuentra en los versos 15-16,[96] donde la serpiente arroja aguas para arrastrar a la mujer, pero la tierra le ayuda.[97]
Los 1260 días deben ser entendidos como referentes a 1260 años,[98] fechados generalmente entre 538 d. C - 1798 d. C.[99] Este periodo debe ser considerado como crítico, pues la persecución fue intensa, en correspondencia a la intensidad de la ira del dragón. La historia es testigo de los incontables mártires producto de las campañas inquisidoras de la edad media y todo tipo de persecución religiosa durante este periodo.
El último periodo es el comprendido por el ataque final del dragón contra el remanente, descrito en el verso 17. Es claro en este pasaje que la ira (ὠργίσθη ὁ δράκων) es el motivo por el cual el dragón decide perseguir a la descendencia de la mujer.[100] Este periodo es donde la ira del dragón alcanza su clímax, ya que es su intento final por eliminar al pueblo de Dios sobre la tierra; por ello promulga, por medio de sus agentes, decretos de muerte, prohibiciones de comprar o vender, entre otros (cf. Apocalipsis 13:11-16).
Dado que Apocalipsis no solo se escribió para destinatarios en el siglo I d. C, sino para la iglesia cristiana de todas las eras,[101] Juan dejó una respuesta clara a la pregunta que seguramente se levantaría: ¿por qué la iglesia es perseguida?
La respuesta es que la iglesia es perseguida intensamente porque hay una relación proporcional entre la intensidad de la persecución y de la ira del dragón, la cual es señalada por μέγας, subrayando así la importancia del vocablo. En otras palabras, la iglesia es perseguida porque el dragón esta airado y es perseguida intensamente porque el dragón esta extremadamente airado.
Hasta ahora se ha señalado que μέγας funciona como un indicador para resaltar el papel de la protagonista y el antagonista de la historia. Con base en la evidencia presentada hasta ahora, se sugiere que la importancia del vocablo en Apocalipsis 12:12 radica en su función como el indicador de intensidad de la emoción que mueve al dragón a la acción, que se refleja, a su vez, en la intensidad de la persecución de la iglesia,[102] estableciendo un vínculo entre estos dos elementos.
Apocalipsis 12:14
μέγας ocurre por última vez dentro del capítulo 12 de Apocalipsis en 12:14. En esta instancia modifica a
ἀετός, por lo que debe entenderse como referente de tamaño.
Aunque los artículos pueden ser entendidos como genéricos,[103] la referencia a μέγας sugiere que la figura era bien conocida para los recipientes del libro de Apocalipsis. A pesar de los paralelos encontrados en las tradiciones paganas contemporáneas, el “motif” del éxodo está claramente detrás de la narrativa;[104] por tanto, la figura usada en el verso 14, de las “alas de la gran águila”, alude a la forma en que Dios cuidó al pueblo de Israel en su estancia en Egipto (cf. Éx 19:4; Dt 32:11).
Conclusión
Si se toma como referencia la estructura de Apocalipsis 12,[105] μέγας parece no cumplir ninguna función como marcador estructural. Sin embargo, si se toman en cuenta los temas principales que se desarrollan en este capítulo, tales como personajes, drama, desenlace, entre otros, μέγας cumple una función importante: señala los elementos indispensables dentro de la narrativa de Apocalipsis 12.
Este ejercicio investigativo permite señalar que el adjetivo μέγας no ha sido analizado con la consideración debida en los estudios exegéticos del Apocalipsis. Este estudio es un intento en la valoración de su importancia en la interpretación del libro. Sin embargo, como todo ejercicio investigativo, es necesario que investigaciones subsecuentes corroboren los hallazgos en otras perícopas del libro de Apocalipsis. Ninguna futilidad será encontrada en esta búsqueda porque “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía”.
Autor: Cristian Cardozo | Revista Evangelio Numero 9 2016 39-63.
Referencias
194 veces propiamente; el comparativo “meizōn” suma el resto de las 48 ocurrencias. Ver J. Stegenga y Alfred E. Tuggy, La concordancia analítica Greco-Española del Nuevo Testamento Greco-Español (Maracaibo, Venezuela: Editorial Libertador, 1975), 491. Resultados cotejados con Bibleworks 9. ↩︎
F. Thiele, “μέγας,” en New International Dictionary of New Testament Theology (Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing House, 1986), 2:426. ↩︎
Paul Sevier Minear, “Apocalyptic adjective,”
Novum Testamentum 12 (1970): 218. ↩︎La selección de este capítulo no se basa en el azar sino que, como afirmase Prigent, Apocalipsis 12 “has always been, consciously or not, considered as the center of and key to the entire book”. Ver Pierre Prigent, Apocalypse 12: histoire de l'exégèse(Tubingen: Mohr, 1959), 1. ↩︎
“Ap 1:10; 2:22; 5:2,12; 6:4,10,12,13,17; 7:2,10,14; 8:8,10,13; 9:2, 14; 10:3;11:8,11,12,13,15,17,18,19; 12:1,3,9,10,12,14; 13:2,5,13, 16; 14:2,7,8,9, 15,18,19; 15:1,3; 16:1,9,12,14,17,18 (x2),19 (x2), 21(x2); 17:1,5,6,18; 18:1,2,10,16,18,19,21(x2); 19:1,2,5,17(x2), 18; 20:1,11,12; 21:3,10,12”. Ver, Pedro Ortiz, Concordancia Manual y Diccionario Griego-Español del Nuevo Testamento (Miami: Sociedades Bíblicas Unidas, 2000), 3151. Cotejado con Bibleworks 9. ↩︎
Ap 1:10; 5:2,12; 6:10; 7:2, 10; 8:13; 10:3; 11;12, 15; 14:7, 9, 15, 18; 16:1, 17; 19:1, 17; 21:3. ↩︎
Literalmente, μέγας hace referencia al tamaño fuera del estándar. De ahí que la traducción más común sea grande. ↩︎
William Arndt, Frederick W. Danker y Walter Bauer,
A Greek- English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian Literature (BDAG), 3rd ed. (Chicago: University of Chicago Press, 2000), 623. ↩︎Henry George Liddell, Robert Scott, Henry Stuart Jones y Roderick McKenzie, A Greek-English Lexicon
(Oxford: Clarendon Press;, 1996), 1088. ↩︎En la BNP “se llenaron de terror” y en la NVI “sobrecogidos de terror”. Ambas versiones representan bien el uso de “μέγας” en el contexto donde la función del mismo es enfatizar la intensidad del miedo. ↩︎
Apocalipsis 16:21 seria incluido en la lista, pero el contexto en que aparece afecta el significado de la palabra, ya que en “καὶ χάλαζα μεγάλη ὡς ταλαντιαία καταβαίνει ἐκ τοῦ οὐρανοῦ”, “ὡς” introduce una comparación, lo que permite entender el granizo como un referente medible. Esto hace que esta instancia sea entendida como tamaño y no como intensidad. ↩︎
“Usado para intensidade e seus graus…de eventos naturais que afetam poderosamente os sentidos: violento, poderoso, forte” James Strong, Léxico Hebraico, Aramaico e Grego de Strong (São Paulo: Sociedade Bíblica do Brasil, 2002), 3173. ↩︎
En este caso particular se detecta una influencia de la LXX. “Esp. of the day of the divine judgment (LXX; En 22:4; ApcEsdr 3:3 p. 27, 7 Tdf.; Just., D. 49, 2 al.; cp. TestAbr A 13 p. 92, 11 [Stone p. 32])”. BDAG, 624. ↩︎
Alfred E. Tuggy,Lexico Griego-Español Del Nuevo Testamento (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 2003), 600. ↩︎
BNP traduce como una espada enorme, donde “enorme” es más específico para describir tamaño que “grande”, como se traduce en RV60. Esta acotación se aplica para la gran mayoría de ocurrencias bajo esta categoría. “A large size, relative to the norm for the class of objects in question”. Johannes P. Louw y Eugene Albert Nida, Greek-English Lexicon of The New Testament: Based on Semantic Domains (New York: United Bible societies, 1996), 1:705. ↩︎
Ap 11:18; 13:16; 16:19; 19:5, 18; 20:12. ↩︎
Ap 9:14; 16:12. ↩︎
Ap 14:8; 16:19; 17:5; 18:2. ↩︎
Ap 17:1; 19:2. ↩︎
Ap 11:8; 17:18; 18:10, 16, 18, 19. ↩︎
O. Betz, “μέγας,” en Exegetical Dictionary of The New Testament (Grand Rapids, Mich.: Eerdmans, 1990), 2:400. ↩︎
“Of things exciting admiration, meaning great, mighty, wonderful”. Spiros Zodhiates, The Complete Word Study Dictionary: New Testament (Chattanooga, TN: AMG Publishers, 2000), 1108. ↩︎
“Pertaining to being surprising in view of being important”. Louw y Nida, 1: 310. ↩︎
El uso del término en Apocalipsis guarda una relación simétrica con la LXX, donde el vocablo es la traducción usual del adjetivo “לו ג” dado que “can express the same nuances of the concept of greatness as μέγας, so that the two words are co-extensive.” Walter Grundmann, “μέγας,” en Theological Dictionary of The New Testament (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1964), 4: 530. ↩︎
H. G. Liddell, A Lexicon: Abridged From Liddell And Scott's Greek-English Lexicon (Oak Harbor, WA: Logos Research Systems, Inc., 1996), 491; James Hope Moulton y George Milligan, The Vocabulary Of The Greek Testament (London: Hodder and Stoughton, 1930), 393. ↩︎
Robert L. Thomas, Revelation 8-22: An Exegetical Commentary (Chicago: Moody Publishers, 1995), 119, y Henry Alford, Alford's Greek Testament: An Exegetical and Critical Commentary (Bellingham, WA: Logos Research Systems, Inc., 2010), Ap 12.1 – 17. Kistemaker considera el tamaño como significado primario en esta ocasión. Él menciona “La señal es un portento maravilloso que se contempla, porque es grande y visible en el cielo.” Simon J. Kistemaker, Comentario Al Nuevo Testamento: Apocalipsis (Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2004), 390. ↩︎
“The adjective great here does not refer to size but to its effect”. Robert G. Bratcher and Howard Hatton, A Handbook on the Revelation to John (New York: United Bible Societies, 1993), 181. En la misma línea de pensamiento se encuentra Ronald Trail, An Exegetical Summary Of Revelation 12-22, 2nd ed. (Dallas, TX: SIL International, 2008), 11. ↩︎
Ap 13:13; 15:1. Ver también los comentarios hechos en la aproximación lexicográfica en este documento. ↩︎
Ralph E. Bass, Back to the Future: A Study in The Book Of Revelation (Greenville, SC: Living Hope Press, 2004), 281. ↩︎
Ranko Stefanovic, La revelación de Jesucristo
(Berrien Springs, Michigan: Andrews University Press, 2013), 385. ↩︎David E. Aune, Revelation 6-16, Word Biblical Commentary (Dallas: Word, Incorporated, 2002), 680. ↩︎
Estos elementos son usados para describir a la señal, no para identificarla. Ver Charles Caldwell Ryrie, Revelation, Everyman's Bible Commentary (Chicago: Moody Press, 1996), 89. ↩︎
G. K. Beale, The Book of Revelation: A Commentary on The Greek Text. (Grand Rapids, Mich: Eerdmans, 1999), 627. ↩︎
Adolf Pohl, Comentário Esperança, Apocalipse De João; Comentário Esperança, Apocalipse (Curitiba: Editora Evangélica Esperança, 2001), 269-70. Nota al pie de página n° 534. ↩︎
Ladd, George Eldon, A Commentary on the Revelation of John. (Grand Rapids: Eerdmans, 1972), 168. ↩︎
En la tradición semítica “was apt to decorate ideal or representative persons with the heavenly bodies”. Ver Henry Barclay Swete, The Apocalypse of St. John, 2d. ed. (New York: Macmillan, 1907), 144. ↩︎
R. C. H. Lenski, The Interpretation of St. John's Revelation (Columbus, O.: Lutheran Book Concern, 1935), 362. ↩︎
J. Hampton Keathley III, Studies in Revelation (Galaxie Software, 2002;), Ap 12.1. ↩︎
Joseph L. Trafton, Reading Revelation: A Literary And Theological Commentary (Macon, GA: Smyth & Helwys Publishing, 2005), 116. ↩︎
Ian Boxall, Black's New Testament Commentary: The Revelation of Saint John (Peabody, MA: Hendrickson Publishers, 2006), 178. Ver también, “Die voorkoms van die vrou het hiermee ooreenkomste wat dui op haar herkoms van God” en Die Openbaring Van Johannes,Skrifuitleg vir Bybelstudent en gemeente (Kaapstad: NG Kerk Uitgewers, 1998), Ap 12.1. ↩︎
El lenguaje usado alude a Isaías 66:7. Para un estudio detallado, Ver, Roger D. Aus “Relevance of Isaiah 66:7 to Revelation 12 and 2 Thessalonians 1,” Zeitschrift für die neutestamentliche Wissenschaft und die Kunde der alteren Kirche 67, no. 3-4 (1976): 255. ↩︎
Adolf Pohl, Comentário Esperança, Apocalipse De João; Comentário Esperança, Apocalipse (Editora Evangélica Esperança; Curitiba, 2001;), 270. ↩︎
R. H. Charles, A Critical And Exegetical Commentary On The Revelation of St John (Edinburgh: T&T Clark International, 1920), Ap 12.2. ↩︎
“In sharp contrast to the resplendent app
earance of the woman is the description of her painful childbirth”. J. Massyngberde Ford, Revelation: Introduction, Translation, And Commentary (New Haven: Yale University Press, 2008), 197. ↩︎Beale, The Book of Revelation, 621. Para una posición contraria, Ver, Mathias Rissi, Time and history; a study on the Revelation. (Richmond: John Knox Press, 1966), 18. ↩︎
Beale, The Book of Revelation, 621. Para una posición contraria, Ver, Mathias Rissi, Time and history; a study on the Revelation. (Richmond: John Knox Press, 1966), 18. ↩︎
Leon Morris, Revelation: An Introduction And Commentary, Tyndale New Testament Commentaries (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 1987), 151. ↩︎
El uso de este término proviene de un contexto de análisis formalista de esta perícopa, Ver Aune,
Revelation 6-16, 664. ↩︎Para otras posturas, ver Steve Gregg, Revelation, Four Views: A Parallel Commentary (Nashville, Tenn.: T. Nelson Publishers, 1997), Ap 12.1 – 6. ↩︎
Bruns, J. Edgar, “Contrasted women of Apocalypse 12 and 17.” Catholic Biblical Quarterly 26, no. 4 (1964): 459. ↩︎
Robert H. Mounce, The Book of Revelation, The New International Commentary on the New Testament
(Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1997), 231-32. ↩︎Los destinatarios del Apocalipsis de Juan estaban viviendo en condiciones difíciles. Afrontaban la persecución del imperio, por lo tanto, a la luz de su experiencia, ellos habrían de identificarse de forma corporativa como la mujer, quien habría de enfrentar persecución. Por lo tanto, señalar el rol con quien ellos y los cristianos de todas las eras habrían de identificarse, era primordial para Juan; por ello el uso de “μέγας” para destacar su importancia. En cuanto a las condiciones sociales de los destinatarios, ver Elisabeth Schüssler Fiorenza, The Book of Revelation: Justice and Judgment (Philadelphia: Fortress Press, 1985), 181-199. Ver tambien, Raymond E. Brown y Antonio Piñero Sáenz, Introducción al Nuevo Testamento (Madrid: Editorial Trotta, 2002), 1032-1037. ↩︎
Simon J. Kistemaker y William Hendriksen,
New Testament Commentary: Exposition of The Book Of Revelation (Grand Rapids: Baker Book House, 1953-2001), 356. ↩︎Para un estudio de tallado de la traducción de “μέγαs” en este pasaje en diversas versiones de la Biblia, ver Ronald Trail, An Exegetical Summary Of Revelation 12-22, 14. ↩︎
Así traducen la Nueva Versión Internacional y la
Biblia de Nuestro Pueblo. ↩︎Bratcher y Hatton, A Handbook on The Revelation to John, 182. ↩︎
Wayne D. Mueller, Revelation, The People's Bible (Milwaukee, Wis.: Northwestern Pub. House, 1996), 123. ↩︎
J. Hampton Keathley III, Studies in Revelation, Ap 12.3. ↩︎
Adela Yarbro Collins, The Combat Myth in the Book of Revelation. (Missoula, Mont: Scholars Press, 1976), 101-142. Para una crítica reciente a la propuesta hecha por Collins, ver H. Cotro, “Up from Sea and Earth: Revelation 13:1, 11 in Context,” Tesis Doctoral, Andrews University, 2015. ↩︎
Die Openbaring Van Johannes, Ap 12.3. ↩︎
En el tárgum se hace explicita la conexión con Faraón y Babilonia. Ver Bruce Chilton, The Isaiah Targum. (Collegeville, Minn: Liturgical Press, 1990), 52. ↩︎
Para un excelente estudio del uso judío de la imagen del dragón y sus correspondencias en el mundo pagano, ver Richard Bauckham, The Climax of Prophecy: Studies on the Book of Revelation. (Edinburgh: T. & T. Clark, 1993), 193. ↩︎
Mounce, The Book of Revelation, 232-33. ↩︎
Wilcock, The Message Of Revelation: I Saw Heaven Opened, 117. ↩︎
Quizá un precedente sea el fr Pablo en Romanos 16:20. Ver Grant R. Osborne, Revelation, Baker exegetical commentary on the New Testament (Grand Rapids, MI.: Baker Academic, 2002), 459. Ver tambien Bauckham, The Climax of Prophecy, 193. ↩︎
Ivan M. Benson, “Revelation 12 and the dragon of antiquity,” Restoration Quarterly 29, no. 2 (1987): 102. ↩︎
M. S. Mills, Revelations: An Exegetical Study Of The Revelation To John (Dallas: 3E Ministries, 1997), Ap 12.1. ↩︎
“By identifying the ‘dragon’ with Satan, the devil, the ancient serpent (12:9), John shows that he intends to symbolize all the anti-God forces from Eden on, whatever they may be called.” M. Eugene Boring, Revelation, Interpretation, a Bible commentary for teaching and preaching (Louisville: John Knox Press, 1989), 155. ↩︎
El papel antagónico hace que su rol en la narrativa sea indispensable. El conflicto entre Dios y Satanás conforma el marco tras el cual ha de interpretarse el libro. Ver Pieter G. R. de Villiers, “Prime evil and its many faces in the book of Revelation,” Neotestamentica 34, no. 1 (2000): 75. ↩︎
Beale, The Book of Revelation, 633-34. ↩︎
G. K. Beale y D. A. Carson, Commentary on the New Testament Use of the Old Testament (Grand Rapids, MI; Nottingham, UK: Baker Academic, 2007), 1123. ↩︎
Aune, Revelation 6-16, 682. ↩︎
Ibíd., 675. ↩︎
Este sentido deriva de la interpretación de las 7 cabezas como referentes de vitalidad. Ver Leon Morris,
Revelation: An Introduction And Commentary, 154. ↩︎En este contexto, debe ser entendido como referente de Victoria. Ver Schelkle, “σωτηρία,” en Exegetical Dictionary of The New Testament (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1990), 3: 328. ↩︎
“Ὅτι states the evidence.” R. C. H. Lenski, The Interpretation of St. John's Revelation, 378. ↩︎
George Raymond Beasley-Murray, The Book of Revelation: Based on the Revised Standard Version (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1981), 202. ↩︎
Beale, The Book Of Revelation, 658. ↩︎
Richard Bauckham, The Theology of the Book of Revelation (Cambridge: Cambridge University Press, 1993), 73. ↩︎
Este hecho subraya el carácter definitivo de la derrota de Satanás, incluso cuando esta no se ha consumada aún. Ver Swete, The Apocalypse of St. John, 153. ↩︎
Mounce, The Book of Revelation, 239. ↩︎
Osborne, Revelation, 475. ↩︎
Aune, Revelation 6-16, 702. ↩︎
“Thus, the clause introduced by δία τοῦτο is constrained to have a causal relation with the preceding discourse.” Steven E. Runge, A Discourse Grammar of The Greek New Testament: A Practical Introduction for Teaching And Exegesis (Bellingham, WA: Logos Research Systems, Inc., 2010), 66. ↩︎
Bratcher y Hatton, A Handbook on The Revelation to John, 189. ↩︎
William H Shea y Ed Christian, “The chiastic structure of Revelation 12:1-15:4: the great controversy vision,” Andrews University Seminary Studies 38, no. 2 (2000): 277-278. ↩︎
William H. Shea, “The parallel literary structure of Revelation 12 and 20,” Andrews University Seminary Studies 23, no. 1 (1985): 39-42; y en Frank B Holbrook, Simposio sobre Apocalipsis (Doral, Fla: APIA, 2010), 409-412. ↩︎
Entiéndase como las siete Iglesias de Asia. Ver Colin Hemer, The Letters to the Seven Churches of Asia in Their Local Setting (Sheffield: JSOT, 1986). ↩︎
Leonard L. Thompson, The Book of Revelation: Apocalypse and Empire (New York: Oxford University Press, 1990) 95-115. Contra John A. T Robinson,
Redating the New Testament (Philadelphia: Westminster, 1976), 230-231. ↩︎Bandy, Alan S. “Persecution and the purpose of Revelation with reference to Roman jurisprudence.” Bulletin For Biblical Research 23, no. 3 (2013): 377-398. ↩︎
David A. DeSilva, Seeing Things John's Way: The Rhetoric of the Book of Revelation (Louisville: Westminster/John Knox, 2009) 50-63. ↩︎
Jan Lambrecht, “Jewish Slander: A Note on Revelation 2,9-10,” Ephemerides Theologicae Lovanienses 75, no. 4 (1999): 421-429. ↩︎
Steven Friesen, “Satan’s Throne, Imperial Cults and the Social Settings of Revelation,” Journal for the Study of the New Testament 27, no. 3 (2005): 366. ↩︎
Allen Brent, The Imperial Cult and the Development of Church Order: Concepts and Images of Authority in Paganism and Early Christianity before the Age of Cyprian (Boston: Brill, 1999), 178-90. Contra Steven J. Friesen, Imperial Cults and the Apocalypse of John: Reading Revelation in the Ruins (Oxford: Oxford University Press, 2001). ↩︎
Adela Yarbro Collins, “Vilification and self -definition in the Book of Revelation,” Harvard Theological Review 79, no. 1-3 (1986): 317. ↩︎
Se ha propuesto leer este pasaje bajo el trasfondo del “motif” del éxodo. Ver Jan Dochhorn, “Und die Erde tat ihren Mund auf: Ein Exodusmotiv in Apc 12,16,” Zeitschrift für die neutestamentliche Wissenschaft und die Kunde der alteren Kirche 88, no. 1-2 (1997 1997): 140-142. ↩︎
Minear ha señalado que este pasaje alude a Génesis 1-3. Ver Paul Sevier Minear, “Far as the curse is found: the point of Revelation 12:15-16,” Novum Testamentum 33, no. 1 (1991): 71-77. ↩︎
Shea, “Las profecías cronológicas de Daniel 12 y Apocalipsis 12-13” en Simposio sobre Apocalipsis, Holbrook, Frank B. ed. (Doral, Fla: APIA, 2010), 387-4424. Para un análisis detallado del principio día por año, Ver William H. Shea, Selected Studies on Prophetic Interpretation (Washington, D.C.: General Conference of Seventh-Day Adventists, 1982), 67-110. ↩︎
Stefanovic. La revelación de Jesucristo, 390-391. Ver también, Hans K. LaRondelle, Las profecías del fin: Enfoque contextual-bíblico (Buenos Aires: ACES, 2009), 245-268. ↩︎
Ladd, A Commentary on the Revelation of John, 174. ↩︎
Francis D. Nichol, ed. The Seventh-day Adventist Bible Commentar y (Review and Herald Publishing Association, 1978; 2002), 7:724. ↩︎
G. B. A Caird, Commentary on the Revelation of St. John the Divine (New York: Harper & Row, 1966), 156. ↩︎
A.T. Robertson, Word Pictures in the New Testament (Oak Harbor: Logos Research Systems, 1997), Ap 12.14. ↩︎
Beasley-Murray, The Book of Revelation, 205. ↩︎
En cuanto a la estructura de Apocalipsis 12, ver Carlos Olivares, “Análisis estructural de Apocalipsis 12 y 13. En busca de un esqueleto estructural,” Theologika 20, no. 1 (2005): 36-41. ↩︎