La muerte en el libro de los Salmos
La Biblia ostenta el título de ser el libro más vendido, más conocido y leído en toda la historia, pero probablemente muchos de los que tienen en su poder no la han leído por completo, sin embargo para nadie es un secreto que dentro de sus páginas existe un libro que es bastante popular y que por lo menos alguna vez ha sido leído por los poseedores de una versión de las Escrituras, este libro es el de los Salmos, a pesar que en una traducción se pierde bastante la belleza literaria, la poesía hebrea a asombrado y enamorado a sus lectores; debido a la cantidad de promesas, y la esperanza de consuelo contenidas en este, hay quienes incluso lo utilizan como amuletos de la suerte, protección y defensa.
Pero el libro de los Salmos no solo se caracteriza por sus alabanzas a Dios, los promesas de seguridad y prosperidad, sino que contienen información valiosa respecto a la obra del mesías, e incluso puede tratar temas doctrinales como el Santuario y la Inmortalidad condicional del alma.
En este caso vamos a analizar el estado de los muertos en el libro de los Salmos, teniendo en cuenta el contexto y el significado de palabras claves en el original cuando sea necesario, para poder entender qué significaba la muerte para los poetas hebreos, y qué nos enseña la inspiración Divina sobre el estado de los muertos en este libro.
El Salmo 6:5 aclara que nadie que muere puede alabar a Dios, cuando una persona muere, inmediatamente pierde la conciencia de que existe un Dios, no tiene memoria de él, ni mucho menos lo puede alabar
Porque en la muerte NO HAY MEMORIA DE TI. En el sepulcro ¿QUIÉN TE LOARÁ? (Salmo 6:5)
El Salmo 13:3 se refiere a la muerte como un sueño
Mira respóndeme Señor Dios mío. Alumbra mis ojos para que NO DUERMA de muerte. (Salmo 13:3)
Los pondrás como en horno de fuego en el día de la ira. EL SEÑOR LOS DEVORARÁ en su furor, y el fuego los consumirá. Salmo 21:9)
La similitud que presenta el Salmista entre la destrucción de los impíos y lo que es quemado en el horno de fuego nos hace pensar en la ocasión que se metió a los amigos de Daniel en el horno de fuego de Nabucodonosor, el fuego fue tan intenso que los que llevaban a los amigos de Daniel murieron solo al acercarse, sin embargo el fuego de parte de Jehová es tan intenso que los devorará por completo, en el caso Elías y los profetas de Baal, el fuego fue tan abrasador que no solo consumió al sacrificio y la leña, sino que arrasó con las piedras, de hecho el verbo que se usa en 1 Reyes 18:38 es אכַל que también aparece en Salmo 21 y significa consumir
¿Qué provecho hay en mi muerte, en que yo descienda a la tumba? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad? (Salmo 30:9)
Todas las respuestas a estas preguntas sin dudad son No. Para el Salmista, la muerte sin duda es el fin de las obras, y algo en lo que no se puede sacar ningún provecho, por esa razón Ezequías decía: “El que vive, solo el que vive alabará a Dios” Isaías 38:19. Por tanto lo más seguro es que si la vida continúa tan pronto como el justo muere, lo que debería hacer en el paraíso sería alabar a Dios, pero vemos que los Israelitas comprendían que la muerte era un cesar de las obras.
Pero los impíos perecerán, y los enemigos del Señor se desvanecerán; como la belleza de los campos serán consumidos; SE DISIPARÁN COMO EL HUMO. (Salmo 37:20)
Es difícil leer este texto y no notar la relación que tiene con Génesis 19:28, de la misma manera como subía el humo de Sodoma y Gomorra, así en el día de la ira de Jehová subirá el humo de los impíos.
En cambio, los impíos SERÁN EXTERMINADOS juntos; el futuro de los malos SERÁ EXTINGUIDO. (Salmo 37:38)
En este texto encontramos un verbo muy interesante שְׁמְד֣וּ que se traduce como exterminar, dejar de ser, dejar de existir, lo que evidencia en este texto que los serán aniquilados completamente, dejarán de ser
Porque la redención de su vida es de gran precio, y no bastará para que viva para siempre, y nunca vea la sepultura. (Salmo 48:8-9)
Los Salmos poseen tanta riqueza temática, que no nos sorprende que en este pasaje se hable de la redención, y solo aquellos que sean redimidos podrán vivir para siempre.
Por tanto, Dios TE DESTRUIRÁ PARA SIEMPRE, te asolará y te arrancará de tu morada, te desarraigará de la tierra de los vivientes. (Salmo 52:5)
Claramente vemos que la destrucción que Dios efectuará será para siempre, los impíos serán asolados de la misma manera como Dios asoló a Sodoma y Gomorra Génesis 19:29
Como se disipa el humo, así los disiparás. Como se derrite la cera ante el fuego, así perecerán los impíos ante Dios. (Salmo 68:2)
Nuevamente los poetas hebreos dejan claro que los impíos sufrirán un aniquilación total, no se habla de sufrimiento Eterno, ni un infierno en el que los malos serán torturados eternamente, sencillamente los salmistas tienen bastante claro que Dios hará que los impíos dejen de existir.
Conclusión
La Revelación de Dios en el libro de los Salmos nos enseña que la muerte es asemejada a un sueño (Salmos 13:3), en dónde no hay memoria (6:5) ni se puede emprender ninguna obra (Salmo 30:9). Una vez llegue el día grande de Jehová, aquellos que no han sido redimidos perecerán para siempre (Salmo 48:8-9), serán exterminados por completo (Salmo 37:38) y quedarán completamente asolados de una vez y para siempre, no habrá un castigo en el que se sufra eternamente, sino que finalmente el humo de los impíos se disipará (Salmos 37:20; 68:2), sencillamente el futuro de los impíos será inexistente porque el fuego los consumirá (Salmo 21:9).