Exégesis e interpretación paulina de Salmos 68:18 en Efesios 4:8-10

Resumen

El presente estudio en el área de la teología bíblica del Nuevo Testamento tiene por objetivo presentar las citas y las alusiones de textos del AT en la carta paulina a los Efesios, para entender la razón de la inclusión del pasaje de Salmos 68:18 en la argumentación y contenido de la epístola. El midráš paulino de este pasaje muestra la reinterpretación paulina de argumentos de su época que se hallaban en el Tárgum. Su interpretación hace visible sus propios presupuestos hermenéuticos.

INTRODUCCIÓN

Se ha escrito bastante sobre el uso de pasajes aislados y particularmente sobre la interpretación del Salmo 68:18 en Efesios 4:8, pero aún queda sin tratar la cuestión del uso del AT en esta carta.[1] Entre las razones que Lincoln dio, por las que no se trató este tema, figuran las siguientes: (1) no son muchas las citas del AT que aparecen en Efesios, aunque hay varias alusiones claras en cada capítulo, excepto en el tercero; (2) se ha considerado que el trasfondo religioso de la carta, por influencia de H. Schlier y E. Käsemann, tiene que ver con gnosticismo o Qumrán en lugar del AT; (3) en relación con el trato que dieron al tema J. Schmid y M. Barth, no hay diferencia de significado entre el uso que se hace del AT en esta carta y el resto de las cartas que los eruditos consideran realmente como paulinas.

El presente estudio en el área de la teología bíblica del Nuevo Testamento tiene por objetivo presentar las citas y las alusiones de textos del AT en la carta paulina a los Efesios, para entender la razón de la inclusión de este pasaje de Salmos 68:18 en la argumentación y contenido de la epístola.

El primer problema que se plantea el investigador cuando examina exegéticamente la cita textual de Pablo al pasaje de Salmos 68:18 es ¿por qué existe diferencia en la trascripción de este versículo del AT con pasajes de TM antiguos y también con la traducción de la LXX? Esta pregunta lleva a otra, ¿qué herramientas exegéticas o principios hermenéuticos tenía en cuenta Pablo al interpretar este pasaje del AT en los versículos siguientes? Y finalmente, y de acuerdo con el propósito principal planteado en este trabajo, ¿de qué manera, el uso de este pasaje, se relaciona con el tema de la epístola?

Para dar respuesta a estas inquietudes se presentan primero las alusiones y citas de textos del AT en la carta a los Efesios y se continúa con un análisis del midráš paulino en Efesios 4:8-10 y su inserción en el contexto en la epístola. La conclusión buscó exponer la hermenéutica paulina en su uso de pasajes del AT.

TEXTOS DEL ALUDIDOS O CITADOS POR PABLO EN EFESIOS

Como se puede notar, en la tabla 1, el consenso general de los eruditos considera a Efesios 4:8 como la primera cita textual al AT con fórmula introductoria. Aunque apa- rentemente Efesios 5:31 y 6:3 contienen textos citados en forma textual, no tienen una fórmula introductoria. Efesios 5:14, Pablo sí usó fórmula introductoria de cita textual, pero esta cita no corresponde a un pasaje del AT sino probablemente a un himno.[2]

ANÁLISIS DE EFESIOS 4:8

El análisis del versículo de Efesios 4:8, muestra que Pablo cita parte de la frase del texto de Salmos 68:18. A continuación aparece una comparación entre la versión de Pablo en Efesios 4:8, la versión de la LXX y el TM de la Biblia Hebraica Stuttgarten- sia.[3] Véase la comparación en la tabla 2. Las diferencias aparecen en cursiva y negrita.

La forma del texto utilizada por Pablo en este texto tiene diferencias con el TM o con la LXX. Pablo cambió los modos y tiempos verbales e incluso los verbos, al igual que otras expresiones. Una razón probable de su “equivocación” podría ser el que estuviera intentando citar de memoria el contenido del texto. En ese caso, no se puede saber si lo hace de alguna versión hebrea (TM) o de la LXX o de textos griegos más antiguos (OG). Por ejemplo, cambió el modo del verbo avne,bhj,[4] por anv abaj. ;[5] hv|cmalw,teusaj,[6] por hv|cmalw,teusen;[7] e;labej,[8] por e;dwken.[9] Es más notorio aún que el signi- ficado del último verbo, cambie por completo. No es lo mismo recibir o tomar, que dar.

La cita de Efesios 4:8 fue introducida por la expresión: dio. le,gei, “Por lo cual di- ce”, que indica que se va a citar textualmente algo.[10] En esta expresión, los comenta- dores discuten si Pablo hizo referencia a lo dicho por Dios (ho theos) o por la Escritura (hê graphê).[11] Lo interesante a destacar aquí, es que Pablo no aclaró la fuente que está citando, no obstante es evidente que era conocida por sus lectores. Podría decirse que Pablo vio necesario aclarar que va a citar de otra fuente diferente a la de los libros sagrados. En el caso de este pasaje en estudio, podría ser un comentario de la época; en el caso de Efesios 5:15, un himno conocido por los lectores. El resto de las alusiones implíci- tas o textuales en la epístola no contienen esta introducción. Pablo utilizó la expresión conjunta dio. le,gei, distanciando incluso los términos, en unos pocos pasajes (1Co 12:3; 2Co 6:17; Ef 4:8; 5:14; Heb 3:7-11; 10:5). En esas ocasiones las citas no son tex- tuales de pasajes del AT en las versiones del TM ni en la LXX.[12]

Pablo introdujo en Efesios 4:8 la citación de un salmo. El tema del salmo es un canto de victoria en el cual se describe la manifestación de la presencia de Dios en el Monte Sinaí, y cómo obró la salvación en el santuario.[13]

La pregunta que surge es, ¿por qué Pablo escogió citar el salmo de esta manera? Pablo era un fariseo (Flp 3:5), y éstos eran intérpretes de la ley. ¿Qué interpretación existía en su época sobre este pasaje?

Hay varias hipótesis sobre estas diferencias. A continuación se enumeran algunas:

  1. L. Venard afirmó que los autores del NT emplearon principalmente la versión de la LXX en sus citas de pasajes, pero que en otros casos eran de traducciones más recientes del AT.[14]
  2. Max Wilcox agregó que puede reflejar tradiciones que provienen del Tárgum y que no concuerdan con las tradiciones preservadas en la LXX y en el TM en ese punto.[15]
  3. Otros eruditos defienden la independencia de Pablo de las versiones del Tárgum. Unos sugirieron que la comunidad cristiana modificaba los salmos y otros consideraron que fue una alteración deliberada de Pablo.[16]

Este trabajo adhiere a la segunda postura que propone una dependencia de inter- pretaciones del Tárgum; es decir, sería la otra fuente conocida por los lectores e intro- ducida por la expresión dio. le,gei.[17] A continuación se cita una traducción del Tárgum de los Salmos sobre este pasaje: “Ascendiste al firmamento, profeta Moisés, capturaste cautivos, enseñaste las palabras de la Torah, les diste dones...”. En el Tárgum se citó el salmo con su interpretación. En esta interpretación el que asciende es Moisés; y el capturar cautivos tiene que ver con la enseñanza de la ley. Ésta es la actitud derásica de búsqueda fundada en la Escritura Sagrada. Esta actitud “está fundada en la convicción de que Dios con la Ley entregada en el Sinaí ha manifestado ya a los hombres toda su voluntad y para siempre”.[18]

Lo más notorio es que en Tárgum figura “diste dones” y no “recibiste dones”. Es- to aporta algo a la respuesta que se está buscando. Probablemente Pablo tuvo en men- te esta lectura interpretativa del salmo cuando hizo su propia interpretación y comen- tario.

En el Midraš Rabbah, existen citas a este pasaje de Salmos 68:18[19] y se lo relaciona con Éxodo 19:3 donde dice que “Moisés subió a encontrarse con Dios”,[20] Moisés fue exaltado porque luchó (metafóricamente) con los ángeles en las alturas porque éstos no consideraron digno al hombre de recibir la Torah.[21]

En relación con la frase “tomaste cautivos”, interpretaron que se refiere a tomar posesión de la Torah, la cual se le entregó como recompensa por haber trabajado por obtenerla. Esto llevó a deducir que esa fue la razón por la que se le dio como un rega- lo, y de allí que se cambió el verbo en la frase “tomaste dones” y se la transformó en “diste dones”.

El texto celebra la ascensión del triunfador y usa una fórmula bien rabínica: “¿Qué quiere decir esto de que..., sino que...?”.[22] Pérez Fernández describió la forma en que distintos pasajes del Targum palestinense transportan pasajes referentes a Moisés co- mo aludiendo al Mesías.[23] Lo que se evidencia también en esta interpretación paulina.

Es decir, que no hay que descartar que Pablo estuviera haciendo referencias de in- terpretaciones del Tárgum al presentar su mensaje en la carta.

A continuación, se expone brevemente el argumento de Pablo en Efesios, con las alusiones implícitas o textuales al AT y las citas de otros documentos, para notar la vinculación existente en la argumentación con esta cita del pasaje de Salmos 68:18.

CONTEXTO DE EFESIOS 4:8 EN LA EPÍSTOLA

A continuación se comparan todas las alusiones y citas, con una breve interpreta- ción contextual, para seguir el argumento de Pablo en la epístola.

Apoyo argumentativo de Pablo con alusiones y citas del AT en Efesios

La primera inferencia implícita se encuentra en el pasaje de Efesios 1:20 “Esta fuerza operó en Cristo, resucitándolo de los muertos y sentándolo a su derecha en los lugares celestiales”, y tiene en cuenta el pasaje del AT de Salmos 110:1 “Jehová dijo a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies”. Esta primera alusión al AT muestra el ascenso victorioso a las alturas de Jesús como el Mesías. Este versículo ya lo había usado Jesús mismo, y los evangelistas para mostrar el cumplimiento de las promesas de Dios en Cristo; es decir, interpretarlo como mesiá- nico, y no asignarlo a David como lo hacían tradicionalmente los intérpretes de su época (Mt 26:64; Mr 12:36; 14:62; 16:19; Lc 20:42; 22:69).

El segundo pasaje en Efesios que hace referencia implícita al AT se encuentra en Efesios 1:22, “Y sometió todas las cosas debajo de sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia”. La primera parte del versículo “Y sometió todas las cosas debajo de sus pies” es una alusión a Salmos 8:6 “Lo hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies”. Pablo usa también este salmo en Hebreos (2:8) y con él muestra la potestad que tiene Cristo sobre todo lo creado, y en especial sobre la iglesia, que es su cuerpo. La segunda parte del versículo “y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia” es una alusión probable a textos del Tárgum que consideraban a Moisés como cabeza, en su función de conductor y guía del pueblo, y su transposición al Mesías Cristo: “Y así como [Moisés] entraba y salía a la cabeza del pueblo en este mundo, así entrará y saldrá a la cabeza del pueblo en el mundo venide- ro”.[24] Cristo es la cabeza, el gobernante de toda la creación.

Efesios 2:17 “Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos y a los que estáis cerca”, se referencia en forma implícita a Isaías 57:19 “Produ- ciré fruto de labios: ‘Paz, paz para el que está lejos y para el que está cerca’, dice Je- hová. ‘Yo lo sanaré’”. Esta alusión es para afirmar su declaración hecha en Efesios 2:13. Particularmente indica que la potestad del “todo” de Cristo se extiende también a los gentiles que ahora pueden ser parte de su cuerpo-iglesia.

Efesios 4:8 “Por lo cual dice: ‘Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres’”, cita de Salmos 68:8 “Subiste a lo alto, tomaste cautivos. Tomaste dones de los hombres, también de los rebeldes, para que habite entre ellos Jah Dios”. Esta cita del salmo resume las inferencias implícitas anteriores, a saber: (a) el ascenso victorioso del Mesías, Jesús; (b) su potestad y señorío o gobierno; y el ingrediente que ne- cesita el autor para introducir la segunda parte de su discurso, a saber: (a) el alcance que tienen los dones que Cristo repartió mediante su Espíritu “a los hombres”; (b) que los gentiles reciben también esos dones por ser parte de su cuerpoiglesia. Esta cita aparece luego de su ruego por la unidad según la gracia otorgada a cada uno a la medida del don de Cristo. Es notable destacar el cuidado de Pablo al no citar la parte del salmo que hace referencia a los “rebeldes” o paganos, según se hace más evidente en la versión LXX. No obstante, sí trabaja el tema de esta parte del salmo en la siguiente referencia implícita en Efesios 4:24. Además, la sección identificada como (g) del salmo en la tabla 2, contiene una expresión común de alabanza a Dios, que Pablo puede haberla usado como trasfondo al iniciar su oración-alabanza en 1:3 (euvloghto,j) y que anticipa su tema en la epístola (“el Señor Dios bendito”)[25] Esta frase del salmo está unida a la expresión de la llegada de Dios a su santuario celestial (68:17, 18) resaltando así la divinidad de Cristo, que está implícita en el argumento de Pablo al comienzo de la epístola (1:3, 20), y que refuerza con otros textos del AT. Este es un tema que se destaca particularmente en el capítulo 1. La expresión final o (f) de la división en la tabla 2 del Sal 68:18, “que habite entre ellos” la explica en los versículos 9 y 10 de Efesios 4.

Efesios 4:24 “y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santi- dad de la verdad”, cita en forma implícita de Génesis 1:26 “Entonces dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza’”. Pablo usa esta alusión, como ya se dijo bajo Efesios 4:8, como complemento de su explicación de la segunda parte de la epístola que va desde 4:17-24. Con esto apoya su argumento de que los creyentes “gentiles” que fueron “hechos cercanos” por la gracia de Cristo, deben ahora aprender a andar en la nueva fe. En esto no están solos, pues Cristo dio los do- nes para lograr ese objetivo, y que Pablo explicó antes en 4:8-16.

La referencia implícita de Efesios 4:25 “Por eso, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros”, cita de Zacarías 8:16 “Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad según la verdad y lo conducente a la paz en vuestras puertas”. Estas son alusiones de Pablo para recordar los mandatos que Dios dejó mediante sus profetas para una buena relación entre los hombres.

Efesios 4:26 “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo”, alude en forma implícita al Salmos 4:4 “¡Temblad y no pequéis! Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad.

Efesios 5:2 “Y andad en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”, alude implícitamen- te a Éxodo 29:18 “Después quemarás todo el carnero sobre el altar. Es holocausto de olor grato para Jehová; es ofrenda quemada a Jehová”. Reitera su pedido de Efesios 4:17, 24; Cristo también tuvo que hacer un sacrificio supremo por amor a ellos, para que por él pue-
dan ser aceptados por Dios a pesar de haber estado “lejos”
(Ef 2:18).

Efesios 5:31 “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mu- jer y los dos serán una sola carne”, y Efesios 6:2, 3 “’Honra a tu padre y a tu madre’ - que es el primer mandamiento con promesa- para que te vaya bien y seas de larga vida sobre la tierra”, son alusiones textuales a Génesis 2:24 “Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne” y Éxodo 20:12 y Deuteronomio 5:16 “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová, tu Dios, te da”. Estas alusiones implícitas utilizadas concluyen la exposición de los versículos anteriores sobre los mandatos que Dios dejó mediante sus profe- tas para la buena relación entre los hombres.

Efesios 6:9 “Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acep- ción de personas”, alude implícitamente a Deuteronomio 10:17 “Porque Jehová, vues- tro Dios, es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni recibe sobornos”. Se vuelve a reforzar el concepto que Cristo está por encima de todo gobierno, y se encuentra en “las alturas”, “en los cielos”, y que para él no hay “acepción de personas”. [26]

Efesios 6:14 “Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, vestidos con la coraza de justicia”; “y calzados los pies con el celo por anunciar el evangelio de la paz” (6:15) y “Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” (6:17), son alusiones a diferentes pasajes del libro de Isaías. Isaías 11:5 “Y será la justicia cinto de sus caderas, y la fidelidad ceñirá su cintura”; “Sus pies corren al mal, se apresuran para derramar sangre inocente; sus pensamientos son pen- samientos de iniquidad; destrucción y quebrantamiento hay en sus caminos” (59:17); “¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sión: “¡Tu Dios reina!” (52:17); “Pues de justicia se vistió como de una coraza, con yelmo de salvación en su cabeza; tomó ropas de venganza por vestidura y se cubrió de celo como con un manto” (59:17). Estas alusiones paulinas tienen el propósito de res- paldar, en forma creativa, su exhortación a asirse de las promesas divinas para crecer en la vida cristiana.

LA EXÉGESIS PAULINA DE SALMOS 68:18 EN EFESIOS

Las dos citas textuales de la epístola hacen referencia a documentos contemporá- neos que no pertenecían al texto del AT. Efesios 4:9-10, es la primera cita y contiene una forma midrášica de elaboración paulina.

Se puede apreciar un paralelismo sinonímico en sus propios comentarios e inter- pretación de Salmos 68:18 citado en el v. 8. Véase la figura 1.

En este paralelismo se destacan las palabras “subió” y “descendió”. Hay varias in- terpretaciones de la secuencia del ascenso-descenso:

  1. El descenso al Hades.
  2. El descenso de la encarnación.
  3. El descenso en el Espíritu en conexión con el Pentecostés para el otorgamiento de los dones.[27]

Aunque es difícil escoger entre las dos últimas, hay que notar que el énfasis en el descenso es para destacar el ascenso de Cristo en el contexto del otorgamiento de los dones,[28] en cumplimiento de la secuencia de las fiestas judías: después de la pascua venía la fiesta de las semanas o pentecostés. Este trabajo se inclina por una mezcla de las dos últimas. Pablo elabora el ascenso de un descenso con motivo de la encarna- ción, para luego enfatizar el ascenso con el propósito de un descenso posterior del Espíritu “para llenarlo todo”. Este descenso fue el cumplimiento de la promesa de Cristo del envío de un representante después de su partida en ocasión del Pentecostés. Pablo aclaró esto en su explicación exegética de los vv. 9 y 10.

Efesios 4:9

En el v. 9, Pablo enfatizó el ascenso[29] de Cristo después de su descenso para obrar el misterio de la encarnación cuando vive y muere como los hombres. Esta expresión se encuentra también en Proverbios 30:4, “¿Quién subió al cielo y descendió?”, y es la que Jesús usó como motivo de su conversación con Nicodemo al referirse al nuevo nacimiento (Jn 3).[30] También se podría considerar un eco de Daniel 7:13, 14, 22, 27, donde el Hijo de Hombre ascendió para que se le dé dominio, gloria y poder y luego vendrá a ejecutar su juicio y dará ese poder a quienes le sirvan. Esto último, podría ser el motivo de agradecimiento de Pablo en Efesios cuando expresó que Dios “nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Ef 1:3) y “nos hizo sentar[31] en los lugares celestiales con Cristo Jesús” (Ef 2:6).

Además es interesante notar la secuencia, primero ascenso, luego descenso. Esta secuencia la describió Pablo en Efesios 4:9 y 10 y también el autor de Proverbios 30:4. En Proverbios 30:4, Jesús ascendió para recibir el dominio, poder y gloria, y su des- censo implica juicio. Pero Pablo hizo una interpretación diferente del descenso en Efesios 4:9-10. En el v. 9 mencionó un ascenso posterior a un descenso previo. El descenso previo no tiene que ver con juicio condenatorio, sino con salvación.[32]

Efesios 4:10

En el v. 10, Pablo explicó que quien descendió,[33] con un verbo en pasado, es el mismo que subió.[34] El argumento paulino demuestra que el ascenso de Jesús como el Cristo le permitió otorgar un poder en forma abundante a sus seguidores. Este poder los prepara para que pueda estar con ellos o morar con ellos.

Así como en Salmos 68:17, 18, en Efesios 4:9, 10, se dice que Dios en lo alto, desciende. En el salmo lo hace con la frase “El Señor viene del Sinaí a su santuario”. En Efesios 4:10 se enfatiza que quien desciende ascendió a los cielos con el propósito de ser Señor de todo.

En su última parte, el salmo dice, “para que habite entre ellos Jah Dios”, y Pablo en Efesios, al final del v. 10, dice “para llenarlo todo”, cuando explicó cómo Cristo, mediante su Espíritu, se hace presente en su cuerpo-iglesia con los dones. Pablo aclaró con su propia interpretación sobre el salmo, lo que ya había dicho en los vv. 1-7. Es decir, es Dios, Padre de todos, no Moisés, quien mantiene la unidad del Espíritu, por medio de Jesucristo, quien es Señor, y por medio de los dones del Espíritu está sobre todos y a favor de todos y “en todos”.

En resumen, Pablo incluyó en la intención de Dios para el otorgamiento de los dones, su idea ya vertida en otras ocasiones de que el cuerpo humano del creyente es templo de Dios y lugar de su habitación.[35] En este templo también desea habitar la plenitud de toda la Deidad como ya lo hizo en el cuerpo de Cristo, según Colosenses 2:9. Esta habitación de la Deidad se extiende ahora también a un concepto corporati- vo, la iglesia. Dios llena el cuerpo-iglesia mediante la concesión de los dones como una manifestación de su presencia en la misma. Este concepto de construcción de un cuerpo-iglesia como lugar de habitación o santuario de Dios, puede ser una referencia implícita a Éxodo 29:45-46 y es un concepto que Jacobo resaltó en Hechos 15:13-19, cuando intervino con su discurso en el Concilio de Jerusalén, el cual se reúne para buscar la unidad del cuerpo-iglesia.[36]

Es curioso notar que Pablo no citó o, mejor dicho, salteó la explicación de la segunda parte de Salmos 68:18, que expresamente menciona que también otorgó los dones a los “rebeldes” o “ateos” (avpeiqou/ntej). En la interpretación judía, los “rebeldes” eran los mismos judíos que se habían rebelado y apartado de Dios.[37] Pablo consideró que esta referencia abarca más que a los judíos y desea resaltar la unidad de la humanidad en Cristo, como ya mencionó en el capítulo 2, es decir, que no hay divi- sión entre judíos y gentiles, cercanos y lejanos. Por eso, es probable que hizo una refe- rencia velada o implícita a esta parte del salmo en Efesios 4:17-24 al decir “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón”.[38]

Y luego, unió otra vez a todos, judíos y gentiles, esclavos y libres, al decir en Efe- sios 6:9 u.p., “para él no hay acepción de personas”. En un pasaje paralelo de Colo- senses 3:5-17, los vv. 9-11, presentó directamente esta explicación de unidad: “No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos y revestido del nuevo. Éste, conforme a la imagen del que lo creó, se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni extranjero, esclavo ni libre”, y recalcó también “sino que Cristo es el todo y en todos”.[39]

Los dones que Cristo otorgó después de que ascendió, “subió a lo alto”, son com- plementos vitales para el crecimiento de ese cuerpo-iglesia, “para llenarlo todo”, para considerar a la iglesia el lugar de su habitación; lugar al que Pablo hace referencia explícita en su epístola y de la cual forman parte no sólo los judíos, sino también los gentiles, “que estabais lejos y a los que estáis cerca”. Estos dones son provistos por él, “dio dones”, mediante su Espíritu. Por tanto, estos dones no son producto del obrar humano o algo inherente a su naturaleza, sino producto de una concesión o adminis- tración del gobierno divino en Cristo.

En resumen, Pablo realizó su midráš citando correctamente el AT en su contexto y reinterpretando mesiánicamente las explicaciones del Tárgum. Mostró así el cumpli- miento de las promesas de Dios en Cristo.

ARGUMENTACIÓN PAULINA EN EFESIOS

¿Cómo organizó Pablo su argumento? Este trabajo supone una división en dos secciones mayores, con sus correspondientes subdivisiones. En la primera sección, Pablo hizo una introducción para indicar el trasfondo teológico o apoyo doctrinal a sus exhortaciones en la segunda sección de la epístola de cómo debe vivir o comportarse un cristiano en el mundo que lo rodea. Los capítulos 1 al 3 parecieran ser una oración o bendición.[40] Si se tiene en cuenta que esta carta iba a ser leída en ocasión de reunión de adoración, bien podría pensarse que el autor de la epístola considera im- portante iniciar su mensaje con una plegaria.[41] Esta plegaria está dividida en dos sec- ciones: (1) Alabanza, y (2) expresiones de gratitud a Dios y pedidos de bendición es- pecíficos. Cada una de estas secciones se interrelaciona con la siguiente y a la vez in- troduce los temas generales a tratar en la siguiente parte de la epístola, a saber los capí- tulos 4 al 6, en la que aparecen una serie de exhortaciones y rogativas de Pablo a los creyentes en base a los temas por los que alabó, expresó gratitud e hizo sus pedidos de bendición en la sección anterior.

¿Qué se propuso resaltar? Resaltó lo que Pedro también había dicho en Hechos 10:34 “En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas”, y que luego Pedro mismo explicó en Hechos 11:15-17. Para Pablo, los gentiles también recibían los dones de Dios como parte del cuerpo de la iglesia para que “todos”, judíos y genti- les, estuvieran unidos en “la fe y el conocimiento del Hijo de Dios”, y para que no se dejarán arrastrar por otras ideas que circulaban (Ef 4:14), sino que entendieran el propósito del mensaje que él predicaba y su evangelio. Es decir, que siendo los gentiles y los judíos parte de un mismo cuerpo, eran destinatarios de los cuidados de Dios, quien es Señor de ese cuerpo, cuidado que ejerce mediante los dones que concedió y sigue concediendo.

Una vez dejado en claro esto, Pablo avanza en su argumento a partir de Efesios 4:17, con su exhortación a los gentiles, miembros ahora del cuerpo de Cristo, para que pongan en práctica lo que destacó en la primera parte de su epístola y por las que alabó, agradeció y rogó a Dios.

RECURSOS HERMENÉUTICOS DE PABLO EN EFESIOS

La interpretación del AT en el NT se considera en función de los dichos y hechos de Jesús. Es decir, se produce una relectura cristiana del AT. Alejandro Díez Macho indicó que los primeros cristianos buscaron en el AT el evento Cristo en dos sentidos: (a) partían de textos determinados (Testimonia) del AT que figuraban en colecciones mesiánicas con exégesis derásica y dedujeron los hechos cristianos; (b) partieron del evento cristiano y buscaron su confirmación en el AT, y así la iluminación del AT por el NT y viceversa. Estos dos sentidos eran usuales en los derás judíos. Es decir, se contaba la historia por paralelos, esto era derás. Narraban los hechos y dichos de la historia y actualizaban su significación teológica leyéndolos en paralelos reales y verba- les y “amparándose en la práctica derásica del doble sentido o de la actualización”. Esto era hacer derás. Por eso los cristianos utilizaban el verbo plhro,w. Buscaban hacer historia por declaración explícita y hacer teología de la salvación. Ya que “el derás en una u otra de sus manifestaciones no ‘crea’ la historia ni ‘causa’ la teología: las supone, las confirma o las expone”.[42]

Trabajar con el tema de cómo la Biblia cita a la Biblia permite reflexionar sobre la orientación que debe tener en la Iglesia la teología bíblica.[43] Pablo puede haber usado los criterios hermenéuticos manejados por sus contemporáneos, pero las explicaciones obtenidas por los exégetas de su tiempo necesitaban ser revisadas a la luz del evento Cristo.[44] Las razones para esto se ven, por lo menos en los siguientes factores:

  1. La nueva era espiritual inaugurada por Cristo y su sacrificio dentro del esquema de Dios en el plan de salvación de la humanidad, cuando se pasa de la sombra en las promesas a la realidad de su cumplimiento. Es decir, que Pablo interpreta los pasajes del AT basado en el cumplimiento de las promesas de Dios en Cristo. Esto llevó a los primeros cristianos a practicar sus patrones de exégesis motivados por dos razones: (a) el ejemplo mismo de Cristo en sus interpretaciones del AT, en relación con su perso- na; y (b) la convicción que tenían esos primeros cristianos que se había inaugurado una nueva etapa dentro del plan de salvación de la humanidad.[45]
  2. Su don de apostolado incluyó recibir también revelaciones directas de Dios mediante el don de profecía.[46] Es evidente que Pablo era guiado por el Espíritu de Dios en la redacción de sus mensajes, y sobre todo dentro del contexto del versículo del libro de Efesios que se está analizando en este trabajo. Es sabido que los escritores del NT no sabían aún que estaban redactando escritos sagrados que formarían parte de un nuevo “canon”.[47] No obstante, sí sabían que Dios los guiaba en la redacción de sus mensajes.[48]
  3. Pablo utilizó interpretaciones de su época (Tárgum, dichos y salmos) y las rein- terpretó a la luz de los dos puntos anteriores; es decir, considerando la armonía del AT y el cumplimiento de las promesas de Dios a la luz del evento Cristo.[49]

CONCLUSIÓN

Después de revisar las alusiones implícitas o textuales del AT y de otras fuentes en la carta paulina a los Efesios y entender la razón de la inclusión de este pasaje de Sal- mos 68:18 en la argumentación y contenido de la epístola, se pudieron responder las inquietudes planteadas en un comienzo.

¿Por qué existe diferencia en la trascripción de este versículo del AT con pasajes de TM antiguos y también con la traducción de la LXX? Pablo tuvo en mente un midráš del Tárgum de los Salmos, cuando citó este pasaje, y no sería, por tanto, una cita tex- tual ni del AT ni del Tárgum del salmo. Pablo no estaba de acuerdo con las interpreta- ciones o aplicaciones existentes del Tárgum con respecto al salmo, y por eso, realiza una interpretación acorde con las promesas relativas al Mesías aclarando quién real- mente subió, quién recibió el poder y cuáles son los dones otorgados.

¿Qué principios hermenéuticos tuvo en cuenta Pablo en su midráš de este pasaje del AT? Interpretó el texto del salmo a la luz de la realización de las promesas mesiá- nicas de Dios en el AT en la persona de Jesús. Este texto resulta de particular interés en relación con el mensaje paulino en esta epístola. Con este mensaje explica la impor- tancia de la concesión de los dones y la forma en que la Divinidad llena todo el cuer- po-iglesia por considerarla también su santuario o lugar de su habitación aquí en la tierra. Este cuerpo está conformado por judíos y gentiles, y ambos son receptores de los dones.

¿De qué manera, la introducción de este pasaje, se relaciona con el contexto gene- ral del tema de la epístola? Pablo, con esta cita en su versión del Tárgum, introdujo su propio midráš en el contexto del AT y aclaró con esta reinterpretación varios de los conceptos desarrollados en la epístola. Este pasaje es parte de la introducción a la se- gunda sección de la epístola. En esta epístola, la forma paulina de referenciar el AT es mediante alusiones o inferencias implícitas. En esta carta las citas textuales correspon- den a materiales de escritos contemporáneos independientes o relacionados con las Santas Escrituras.

Pablo reinterpretó Salmos 68, en forma diferente a escritos de su época, como un pasaje con alusiones mesiánicas y expuso su contenido a la luz de la revelación en Cristo. Esto le dio autoridad para exhortar a sus oyentes a que crecieran en el conoci- miento de la Palabra y que no fueran engañados por quienes la distorsionaban o la usaban mal (Ef 4:14, 15). El conocimiento profundo de las Escrituras y de las tradi- ciones e interpretaciones contemporáneas, le permitió a Pablo reformular y argumen- tar las interpretaciones de su época. Demostró así que es necesario tener en cuenta el contenido total de la Palabra (tota scriptura) y en armonía con su propio contexto (sola scriptura).

Autor: Silvia Cristina Scholtus es Lic. y Dra. en Teología por la Universidad Adventista del Plata (UAP). Trabajó como docente en la UAP desde 1990. Ha dictado materias en todas las facultades de la UAP en el área de grado, y en posgrado en la Escuela de Graduados. Ha escrito más de 30 libros y capítulos de libros, y tiene unos 100 artículos publicados en diferentes continentes e idiomas (portugués, inglés, español y finlandés). Ha dado conferencias y charlas en diversos lugares de Argentina y el extranjero. Formó parte de diferentes equipos para la escritura de libros sobre temas bíblicos e historia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en diferentes países latinoamericanos, y trabajó en equipos editoriales de varias revistas académicas de la UAP, y otros países. Fue bibliotecaria y archivista del Centro de Investigación White de la UAP por más de 25 años y, desde el 2017 al 2020 fue directora del Centro Histórico Adventista de la Unión Argentina de los Adventistas del Séptimo Día ubicado en el campus de la Universidad. En julio de 2020 se han publicado cerca de 30 artículos suyos en la nueva Enciclopedia Adventista de Historia de la Asociación General disponible Online. Se encuentra jubilada desde junio de 2020.

Referencias


  1. Andrew T. Lincoln, “The Use of the OT in Ephesians”, JSNT 14 (1982): 16. Lincoln menciona algu- nos autores que han tratado esta cuestión, a saber: J. Schmid, M. Barth, C. Maurer, E. Käsemann, J. P. Sampley, A. Lindemann. ↩︎

  2. Según se registran en la versión Reina Valera de 1995. No se ha hecho un estudio exhaustivo que permita encontrar ecos a otros pasajes del AT. Véase además Andrew T. Lincoln, Ephesians (WBC 42; Dallas, Texas: Word Books, 1990), 242. ↩︎

  3. Usa el manuscrito Leningrado B 19A (L) por considerarlo el más antiguo (fechado entre 1009 ó 1908 d.C.). ↩︎

  4. Aoristo activo del indicativo, 2o persona singular, de avnabai,nw. ↩︎

  5. Aoristo activo de participio, 3o persona singular, de aivcmalwteu,w. ↩︎

  6. Aoristo activo del indicativo, 2o persona singular, de aivcmalwteu,w. ↩︎

  7. El verbo aichmalôteuô proviene del antiguo vocablo aichmalôtos, cautivo de guerra (que en el NT sólo aparece en Lucas 4:18), y se usa en la LXX y sólo aquí en el NT (A. T. Robertson, “Ephesians 4:8”, Word Pictures in the Greek New Testament [Willowdale, Notario: Broadman, Southern Baptist Sunday School Board, 1934]). En el AT hay varias expresiones en los Salmos que hacen referencia a la libera- ción de la cautividad que otorgará Dios a su pueblo (Sal 14:7; 53:6; 85:1; 126:1, 4), y también hay promesas que Dios hace mediante los profetas que hablan de restauración y que contienen la idea de liberación de la cautividad (Os 6:11; Am 9:14; Joel 4:1; Sof 2:7; 3:20; Is 1:27; 45:13; Jer 46:27; 30:18; Ez 39:25. Es interesante notar la expresión que aparece en la LXX para el libro de Daniel 8:11: e[wj o` avrcistra,thgoj r`u,setai th.n aivcmalwsi,an kai. diV auvto.n ta. o;rh ta. avpV aivw/noj evrra,cqh kai. evxh,rqh o` to,poj auvtw/n kai. qusi,a kai. e;qhken auvth.n e[wj camai. evpi. th.n gh/n kai. euvwdw,qh kai. evgenh,qh kai. to. a[gion evrhmwqh,setai. [Trad.: Hasta que el capitán de las huestes rescate los cautivos y por causa de él los montes eternos sean sacudidos y removidos, el lugar de ellos y el sacrificio [ofrenda] también cayeron a ella hasta profundo a tierra y prosperó y se sucedió también que el [lugar] santo será asolado]). ↩︎

  8. Aoristo activo del indicativo, 2o persona singular, de lamba,nw) ↩︎

  9. Aoristo activo del indicativo, 2o persona singular, de di,dwmi. ↩︎

  10. Véase el comentario sobre esta expresión y su uso en las epístolas paulinas en Lincoln, Ephesians, 242. ↩︎

  11. Véase el comentario de Roberton, “Ephesians 4:8”, tomado de la versión 7.0 de Bibleworks. ↩︎

  12. Véase además su cita a un texto que no pertenecían a las Escrituras Sagradas (AT) en su discurso de Hechos 17:28. ↩︎

  13. Caird sostiene que este salmo no debe verse más como un salmo judío pentecostal sino como un himno que celebra el descenso de Cristo en Pentecostés para derramar sus dones espirituales a la igle- sia. Pero Lincoln discute que esto es inusual pues no se puede pensar en el Pentecostés como un des- censo de Cristo, sino que en todo Efesios se hace evidente un intercambio virtual entre Cristo y su Espíritu (Lincoln, Ephesians, 246-247). ↩︎

  14. “ils semblent s’etre utilise aussi par l’un ou l’autrre des traducteurs plus recents de l’Ancien Testa- ment” (L. Venard, Citations de l’ A.T., dans le N.T., DBS II (1934): 23-51, col. 36, citado en Richard Rubinkiewicz, “Ps LXVIII 19 [= Eph IV 8] another Textual Tradition or Targum?, NovT 17.3 [1975]: 219). ↩︎

  15. Max Wilcox, The Semitisms of Acts (Oxford, 1965), 25, citado en Rubinkiewicz, “Ps LXVIII 19 [= Eph IV 8]...”, 219, quien defiende también la postura de que Pablo está teniendo en mente el Tárgum al citar este pasaje del salmo en Efesios. En todo su artículo presenta evidencias del uso de esta versión del salmo tomado del Tárgum, incluso en citaciones posteriores de escritos cristianos apócrifos y de los Padres de la Iglesia. A esta postura también adhiere Lincoln, Ephesians, 242-243. ↩︎

  16. Joseph Bonsirven, Exégèse Rabbinique et exégèse paulinienne (Paris, 1939), 308; Barnabas Lindars, New Testament Apologetic (London, 1961), 52-56; A. M. Harmon, “Aspects of Paul’s Use of the Psalms”, WThJ 32 (1969): 6-7; citados en Rubinkiewicz, “Ps LXVIII 19 [= Eph IV 8]...”, 219. ↩︎

  17. Al respecto, Miguel Pérez Fernández sugiere en sus estudios sobre formas de argumentación rabínica y el uso de la fórmula con ’amar, que se deben revisar las expresiones con élegen en el NT. Pérez Fernández, “Reinterpretación de palabras bíblicas con ’amar. Un procedimiento hermenéutico de los tannaítas”, Misceláneas de estudios árabes y hebraicos, 39 (1990): 37. ↩︎

  18. Miguel Pérez Fernández, “Aportación de la hermenéutica judaica a la exégesis bíblica”, Ponencia, noviembre 1984, pp. 283-306; disponible en http://dspace.cti.unav.es/dspace/bitstream/ 10171/6126/1/MIGUEL%20PEREZ%20FERNANDEZ.pdf; Internet (consultada el 29 de octubre de 2009), 284-285. ↩︎

  19. Véanse Midraš Éxodo 28:1; Éxodo 30:5; Éxodo 33:2; Midraš Salmos 22:19. ↩︎

  20. El TM difiere de la versión LXX. Ésta traduce que Moisés subió “al monte de Dios” (avne,bh eivj to.
    o;roj tou/ qeou/). ↩︎

  21. Esto concuerda con el punto de vista de Rabí Jose en Suk. 5a, que explica que en realidad Moisés no
    ascendió a las alturas. ↩︎

  22. Véanse los estudios sobre argumentación rabínica en los análisis de Miguel Pérez Fernández, “Mode- los de argumentación en la exégesis de los tannaítas: las series talmûd lômar y mâ talmûd lômar”, Sefarad 47 (1987): 363-381; “Fórmulas con ’amar y dyn en la exégesis de los tannaítas”, II Simposio bíblico español (Valencia, Córdoba, 1987), 581-590; “Reinterpretación de palabras bíblicas con ’amar. Un procedi- miento hermenéutico de los tannaítas”, 31-38. ↩︎

  23. Miguel Pérez Fernández, “Tradiciones mesiánicas en el Targum Palestinense: Estudios exegéticos” (Tesis Doctoral, Universidad Complutense de Madrid, España, 20 de junio de 1975). ↩︎

  24. Traducción del Targum Neofiti 1 de Deuteronomio 33:21. Véanse los comentarios de Pérez Fernán- dez sobre las referencias a Moisés (“Tradiciones mesiánicas en el Targum Palestinense: Estudios exegéticos”, 197). ↩︎

  25. Podría considerarse que Efesios 1:3 es un eco de Salmos 68:18, ya que esta expresión se usa tres veces en este salmo (vv. 18, 19, 35). Y en las tres expresiones que Pablo va a usar después en su argumento. ↩︎

  26. Este es un tema muy usado por los cristianos, al comprender que no hay diferencias para Dios entre judíos y gentiles para salvación (Hch 10:34; Ro 2:11; Gál 2:6; Col 3:25; Stg 2:1, 9; 1P 1:17). ↩︎

  27. Lincoln, Ephesians, 244-247. ↩︎

  28. Ibíd., 247. ↩︎

  29. Esta expresión griega avne,bh (ascender) se usa exactamente igual para referirse al ascenso de Dios (Gn 17:22; 35:13); de Moisés al subir al monte para hablar con Dios (Lv 19:3, 20; 24:9, 15, 18; 34:4; Dt 34:1). ↩︎

  30. Véase la explicación de este tema en el artículo de Aecio Caïrus, “Prov 30:1-6 as the Main Implied Referente in John 3:1-21”, Asia Adventist Seminary Studies, 7 (2004): 24, 25. ↩︎

  31. Esta idea de “sentarse” podría implicar el inicio de un juicio. Este uso es evidente en algunos pasajes del AT. Véase el comentario que hace de este pasaje Carmelo Martines, “Una re-evaluación de la fra- se ‘en los lugares celestiales’ en Efesios”, DavarLogos 2.1 (2003): 29-45. ↩︎

  32. Caïrus, “Proverbios 30:1-6...”, 25. ↩︎

  33. kateb, h, aoristo activo del indicativo, 3o persona singular. Tiene un aspecto de aoristo culminativo o télico. Pues terminó el descenso para iniciar otra acción, el ascenso. ↩︎

  34. avne,bh, aoristo activo del indicativo, 3o persona singular. El aspecto del aoristo es ingresivo o sea que pasa de un estado a otro, de descenso a ascenso. ↩︎

  35. Véase este concepto de Pablo en 1Corintios 6:19. ↩︎

  36. También puede ser una referencia implícita a Éxodo 29:45-46. ↩︎

  37. Véase Midraš Rabbah a Éxodo 33:2. ↩︎

  38. La cursiva fue agregada. ↩︎

  39. La cursiva fue agregada. ↩︎

  40. J. Kirby dice que Pablo escribió los primeros tres capítulos en la forma de una bendición (berakah) judía. (J. Kirby, Ephesians: Baptism and Pentecost [Montreal: McGill University Press, 1968], 170, citado en Arthur G. Patzia, Ephesians, Colossians, Philemon (NIBC; Peabody, Massachusetts: Hendrickson Pub- lishers, 1984, 1990), 132. ↩︎

  41. C. L. Mitton piensa que se usa un estilo litúrgico porque Pablo tenía la adoración congregacional en mente, sabía que se estaría leyendo la carta en el contexto de la adoración y la oración (C. L. Mitton, Ephesians (NCBC; Grand Rapids, Mich.: Eerdmans, 1976, 1989], 30, citado en Patzia, Ephesians, Colos- sians, Philemon, 132-133). Véanse además George Buttrick, ed., Corinthians, Galatians, Ephesians (The In- terpreter’s Bible; Nashville, Tenn.: Abingdon Press, 1953), 10:609-610; F. F. Bruce Williams, The Epis- tles to the Colossians, to Philemon, and to the Ephesians (NICNT, Grand Rapids, Mich.: Eerdmans, 1984), 262. ↩︎

  42. Alejandro Díez Macho, “Derás y exégesis del Nuevo Testamento”, Sefarad 35 (1975): 41-43, 47, 54- 55, 62. ↩︎

  43. Véase Mario Veloso, El hombre: una persona viviente (Santiago de Chile: Editorial Universitaria, 1990), 8- 11; Richard M. Davidson, “New Testament Use of the Old Testament”, Journal of the Adventist Theolog- ical Society 5.1 (1994):14-39. ↩︎

  44. Gálatas 1:13-19. ↩︎

  45. Rich Lusk, “The Art of Biblical Theology in Practice: Intertextuality and Two Pauline Case Studies”, Theologia 3 (obtenido el 17 de noviembre de 2005 de http://www.hornes.org/theologia/content/ rich_lusk/the_art_of_biblical_theology.htm). Véase también Lozano Medina, Rabinismo y exégesis judía, 33-37. ↩︎

  46. Efesios 3:3; 2Corintios 12:7. ↩︎

  47. Véanse las exposiciones sobre el canon en Lee M. McDonald y James A. Sanders, eds., The Canon Debate (Peabody, Mass.: Hendrickson, 2002), en especial la introducción que hacen los mismos edito- res y el capítulo 17 escrito por Harry Y. Gamble. ↩︎

  48. 1Corintios 2:4; 15:2; 2Corintios 2:17; 5:19; Colosenses 1:25; 1Tesalonicenses 2:13; 1Pedro 1:25. ↩︎

  49. Véase esta integración de doctrinas en el libro de Efesios en Silvia Scholtus, “Crecimiento en Cristo: una introducción a la eclesiología de la epístola a los Efesios”, DavarLogos 4.2 (2005): 181-195. ↩︎