El Túnel de Ezequías: Una crisis de identidad

INTRODUCCIÓN
Uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes es comúnmente llamado “el Túnel de Ezequías”[1]. La historia es bien conocida para los lectores de la Biblia. El Rey Ezequías enfrentó a una situación muy difícil entre su pueblo y los asirios. En un intento para evitar las consecuencias del sitio, la Biblia nos dice que “Cuando Ezequías se enteró de que Senaquerib se dirigía también hacia Jerusalén con el propósito de atacarla, se reunió con sus jefes civiles y militares y les propuso cegar los manantiales que había fuera de la ciudad, y ellos lo apoyaron” (2 Crónicas 32:2-3). Con la ayuda de mucha gente. Él cegó los manantiales (vers. 4) para que los asirios tuvieran problemas consiguiendo agua mientras Jerusalén estuviera bajo sitio. No era una tarea pequeña, y el Rey Ezequías fue recordado por esta obra. De acuerdo al relato bíblico todos los “acontecimientos del reinado de Ezequías, y todo su poderío y cómo construyó el estanque y el acueducto que llevaba agua a la ciudad, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá” (2 Reyes 20:20)

Esta obra es recordada aun actualmente, y la posible ubicación del túnel de Ezequías es uno de los sitios arqueológicos más famosos en la Ciudad de David, Jerusalén. Los turistas y arqueólogos se sienten atraídos hacia esta obra maestra de ingeniería antigua. Pero, durante las últimas décadas y hasta el día de hoy, el túnel de Ezequías está sufriendo una “crisis de identidad”. Varios arqueólogos y eruditos han cuestionado la relación del túnel con Ezequías. Algunos han defendido la conexión con Ezequías, pero otros han propuestos argumentos en contra. Algunos de los “argumentos fuertes” usados en el pasado, ya no son viables actualmente. En este documento se examinarán muchas de las propuestas y opiniones, con énfasis en qué postura ha tomado la erudición actual acerca de quien construye este túnel y cuando.

BREVE HISTORIA DEL TÚNEL
El descubrimiento del sitio se remonta a 1838, cuando Edgard Robinson, conocido por ser el fundador de la topografía científica de Palestina (Hawkins 2012:101), atravesó el Túnel de Ezequías y se convirtió en el primer investigador en descubrir el pasaje subterráneo. No es ninguna sorpresa que fuera él la primera persona en descubrirlo, ya que él también hizo muchos otros descubrimientos e identificó muchos pueblos modernos con sus “contrapartes bíblicas” (Laughlin 2006: 68). Esto preparó el camino para la famosa expedición de Parker.

La expedición de Parker y Vincent

La historia de la expedición de Parker es muy interesante. Rosenberg (2007: 79-87) presenta un análisis reciente de todo el dilema de la excavación hecha por Parker, así que un resumen de ese artículo será presentado aquí. Parecería que Parker estaba motivado por “los tesoros perdidos del templo de Salomón” (ver Silverman 1980: 30-41). Él hizo un esfuerzo increíble para juntar dinero para hacer posible el viaje y la excavación. Tuvo éxito al conseguir la financiación con la esperanza de encontrar el Arca del Pacto que “se consideraba que valía diez veces más que el costo de la expedición” (Rosenberg 2007:79). Actualmente esto puede parecer algo muy ingenuo, pero no lo era en aquellos días. Cuando llegó al sitio, la comunidad local estaba alarmada, pero con su influencia, Parker los mantuvo a raya. Más tarde, Parker trajo ingenieros desde Inglaterra y decidió explorar al antiguo túnel atribuido a Ezequías. Por ese tiempo, Vincent, un profesor de arqueología, llegó para ser su asesor arqueológico. Esta fue la primera vez que el Túnel de Ezequias fue examinado profesionalmente por un erudito moderno. Fue Vincent quien hizo los estudios de todas las cuevas y túneles excavados por Parker y sus obreros alrededor del “pozo de Warren”. Él hizo muchas observaciones útiles a pesar de sus limitaciones, algunas de las cuales aún hoy son consideradas como muy importantes por los eruditos modernos.

De acuerdo a Vincent, la obra fue terminada el 11 de Octubre de 1910. Rosenberg (2007:86) sugiere que este fue “el único logro positivo” de la misión de Parker. Pero la expedición no termino muy bien. Su supervisor turco lo abandonó disgustado, así que Parker sobornó al personal de Jerusalén. Él y algunos obreros comenzaron a cavar en secreto a la noche en el sitio. Pero los sonidos despertaron al sereno del Monte que estaba durmiendo en el Domo esa noche. La alarma sonó y un grupo de personas comenzaron a amenazar a Parker. Él escapó a Londres un par de días después. La expedición de Parker y el estudio de Vincent son muy importante para el propósito del túnel. El lado positivo es que “tenemos la excelente obra del Padre Vincent y su estudio del Túnel y el área que lo rodea”, pero el lado negativo fue que “alertó a las autoridades musulmanas del Monte del Templo de las posibles estragos de los cazadores de tesoro amateurs, y embarró a los arqueólogos legítimos con la misma mancha” (Rosenburg 207: 86-87).

La Famosa Inscripción de Siloé

Muy cercano al túnel y su atribución a Ezequías, está el descubrimiento de una importante inscripción “consistente de letras hebreas cinceladas en un lado del túnel indicando el progreso y el encuentro de los obreros” (Elwell y Beitzel 1988: 1964). Esta inscripción fue descubierta en 1880 y fue removida en 1890 para ser llevada el Museo Imperial de Estambul. Este descubrimiento accidental, hecho por algunos muchachos, esta ubicado cerca de la entrada sur en el túnel. Consiste en seis líneas de paleo-hebreo con puntos entre las palabras.

Se puede suponer que es casi seguro que la primera mitad del documento original está perdida (Pritchard 1969: 321). Este texto conmemora el trabajo duro y la finalización del túnel, y como debido a que fue cavado por ambos lados al mismo tiempo, “unirse en un punto medio fue una logro de ingeniería” (Coote 1992: 23). La inscripción dice lo siguiente:

[... cuando el túnel] fue atravesado. Y esta es la manera en la que fue excavado: Mientras [...] aún [...] picos, cada hombre hacia su compañero, y mientras aún faltaban excavar tres codos, [se escuchó] la voz de un hombre llamado a su compañero, porque había una brecha del lado derecho [y del lado izquierdo]. Y cuando el túnel fue excavado, los obreros golpearon [la roca], hombre contra hombre, pico contra pico; y el agua fluyó desde el manantial hacia el reservorio por 1.200 codos, y la altura de la roca sobre las cabezas de los obreros era de 10 codos.” (ANET 321)

De esta descripción, parecería que el túnel fue un gran logro y expresó el gozo de los obreros. No fue fácil, y eso puede verse en la extraña forma de S del túnel. El consenso de los eruditos ha determinado que la inscripción es legítima y no es una falsificación[2]; y aunque la inspiración no tiene una fecha, se cree que viene del tiempo de Ezequías (Barton 1925: 437). La “inscripción ocupa la mitad de debajo de un papel preparado que tiene aproximadamente 0.5 metros de altura por 0.66 de ancho” (Hallo y Younger 2000:145). Desafortunadamente, esta inscripción no menciona a Ezequías, sino lo que fue hecho por los obreros. Pero la relación no debería ser pasada por alto.

PRINCIPALES PUNTOS DE VISTA DEL TÚNEL DE EZEQUÍAS
Siendo uno de los descubrimientos de arqueología bíblica más importantes y más estudiados, también ha recibido mucha atención de eruditos y críticos por igual. Sin embargo, un consenso sobre algunos de los aspectos del túnel, su fecha y origen, ha sido mantenido entre los eruditos durante los últimos cien años, y eso puede ser visto claramente en el cuerpo principal de la literatura erudita. Más tarde, después de este resumen, proveeremos un panorama general de los debates y controversias recientes acerca del túnel.

Fecha

Por más de 100 años el consenso de los eruditos ha sido fechar el túnel al tiempo del Rey Ezequías (alrededor de 715-687 a.C.), en el siglo VIII (Elwelll y Beitzel 1988: 1964-1965; Mare 1992 1992: 25; Myers 1987: 949-950). Basándose principalmente en la narración bíblica (2 Crón. 32:2-3; 2 Re. 20:20), la mayoría de los eruditos asumieron que de alguna manera el túnel se relacionaba directamente a Ezequías. La inscripción que se encontró más tarde tendió a “confirmar” esta fecha.

Afinidad del Túnel

Lo mismo puede decirse de la afinidad del túnel. Se ha mantenido casi por consenso que Ezequías era el responsable por el túnel (Hastings, Selbie, y Lambert 1906: 628; Barton 1925: 214– 215; Cross y Livingstone 2005: 1511). Ningún otro rey es mencionado en la Biblia hebrea relacionado a una obra acuífera tan importante en Jerusalén como en el relato de Ezequias. Durante el tiempo del NT, se suponía que el “Estanque de Siloé” (Juan 9:7) marcaba la salida del túnel de Ezequías[3].

La Inscripción de Siloé

Hay dos piezas principales de evidencia relacionadas con la inscripción: la fecha de la inscripción y el tipo de hebreo usado en esta inscripción. Respecto de la anterior, la mayoría de los eruditos han datado la inscripción (nuevamente, basados principalmente en la narración bíblica) a finales del siglo VIII a.C. (Pritchard 1969: 321; Negev 1986: 184; Wegner 2006: 59-60). Respecto de la inscripción paleo-hebrea, la mayoría de los eruditos están de acuerdo que esta inscripción pertenece al hebreo de alrededor del 700 a.C. (Archer 1994: 324-325; Younger 2000: 145; Wegner 2006: 59-60), y no al hebreo asmoneo posterior al exilio tal como se sugirió más tarde (Rogerson and Davies 1996: 138–149).

¿Comenzaron ambos túneles al mismo tiempo?

Cómo y cuándo comenzó a excavarse el túnel es un asunto que aun no ha sido resuelto, aunque diferentes especialistas y arqueólogos han propuesto muchas teorías (Frumkin y Shimron 1976a: 169- 171; Reich y Shukron 2002: 75-80; Reich, Shukron y Lernau 2007: 153-169; Sneh, Weinberger, y Shalev 2010: 57-65; Frumkin y Shimron -2011: 53). El mayor problema con el túnel es la forma de S con la que fue excavado. ¿Por qué lo hicieron de esta manera? ¿Por qué no en una línea recta? ¿Cómo comenzaron la excavación? ¿Cómo se las arreglaron para reunirse en un punto medio? Estas son cuestiones que aún persiguen a los arqueólogos actualmente y, aunque se han dado explicaciones plausibles, debe reconocerse que la especulación llena algunos espacios en estas teorías.

Al menos dos propuestas recientes se han hecho por Shanks (2008: 50-57) y por Reich (2011: 184-205). Shanks parece rechazar la teoría kárstica a favor de la teoría del “sonido acústico” i.e., “los excavadores del túnel se guiaron mediante comunicaciones desde la superficie, es decir, al golpear con martillos sobre la masa rocosa de arriba” (Shanks 2008: 56). Las medidas en codos mencionadas en la inscripción parecen apoyar este punto de vista de acuerdo con Shanks (2008: 57) debido a que esto muestra que los ingenieros estaban “conscientes” de la altura de la superficie hacia arriba y las medidas del túnel.

La otra propuesta fue hecha por Reich (2011: 184-205), que ha excavado la Ciudad de David y el área del túnel durante años y ha publicado la obra más reciente sobre el túnel y las estructuras relacionadas a él. Parece ser muy persuasivo. Reich declara que la “opinión común” del geólogo Dan Gill (ver Gill 1991: 1467; 1994: 20-23) no le pareció convincente. Esto lo hizo reconsiderar la “Teoría Kárstica” para la excavación del túnel y escribió un artículo al respecto (Reich y Shukron 2002: 75-80). Aparentemente el plan original no era hacer un túnel con forma de S, pero se cometieron errores y se hicieron cambios en el túnel mientras la obra continuaba. Así que Reich propuso un “nuevo enfoque” para la excavación del Túnel de Siloé. Según este punto de vista, los obreros inicialmente intentaron conectar el Estanque de Siloé con otro Túnel Cananita (llamado Túnel II), pero después de 50 metros se detuvieron. Así que hicieron algunos cambios en el plan: abandonaron la conexión con el Canal II y excavaron un nuevo túnel desde el manantial hacia el estanque y “cavaron el túnel desde ambos lado a un nivel más bajo que el del Canal II (Reich 2011: 193-94). Los obreros necesitaron coordinación para poder encontrarse en un punto medio (usaron el Canal II como guía). Después de cavar un poco más, hubo un punto en el túnel en que “la parte sinuosa y de prueba-y-error” del túnel comenzó. Así que Reich propone algo bastante diferente que el consenso: ambos grupos de excavadores en los puntos opuestos del túnel no comenzaron al mismo tiempo. Cuando los obreros estuvieron en la parte sur del túnel, en la parte “sinuosa”, otro grupo de obreros comenzó a trabajar en el punto norte.

En vez de coordinarse mediante “sonido acústico”, como otros argumentaron, Reich sugirió que ellos pueden haber usado “agua” esparcida desde arriba a través de las grietas del piso para de esta manera instruir a los obreros de abajo para que caven de “grieta en grieta” (Reich 2011: 202). Cuando la distancia entre los dos grupos fue poca (al menos 19 metros), ellos ya no necesitaron de coordinación y excavaron la corta distancia que los separaba hasta que se encontraron.

CRÍTICAS Y REACCIONES
El Túnel de Ezequías (o más apropiadamente el Túnel de Siloé) no esta exento de controversias, debates y criticismo. Las principales críticas pueden ser divididas en tres áreas: La fecha de la inscripción de Siloé y su escritura hebrea; la fecha del túnel mismo; y la relación entre el túnel y el Rey Ezequías.

Fecha de la Inscripción y la Escritura Hebrea

En Septiembre de 1996, en un artículo de la revista de Biblical Archaeologist, John Rogerson y Philip R. Davies (1996: 138–49) argumentaron algo contrario a la opinión popular: el túnel no fue construido por Ezequías, sino que la “información arqueológica sugiere fuertemente un fecha asmonea”, la Biblia muestra “no estar al tanto” del túnel como si hubiera sido construido por Ezequías, y la “paleografía no permite una conclusión decisiva” (Rogerson and Davies 1996: 147).

De acuerdo a ellos, la evidencia está dividida en tres áreas de argumentos: arqueología, referencias bíblicas y la inscripción. Para ellos, el famoso túnel, el que corre subterráneamente hasta un lugar cerca del Estanque de Siloé, es “tardío”, y eso está apoyado por la “evidencia arqueológica”. Además, la “evidencia” de los muros apoya la conclusión de que los “asmoneos, no Ezequías, excavaron el estanque” (Rogerson and Davies 1996: 141). Segundo, “no se puede decir que algún texto bíblico le atribuya a Ezequías el túnel o algún túnel”; y tercero, el paleo-hebreo no prueba la “imposibilidad de una datación tardía durante el Segundo Templo” (Rogerson and Davies 1996: 142-47).

Tal como era de esperar, el artículo causó una tormenta de opiniones entre eruditos, especialmente entre aquellos que apoyaban el consenso de una fecha antigua para la inscripción y para el túnel mismo. Al año siguiente, Biblical Archaeology Review reunió a algunos especialistas para “apaciguar” las conclusiones de Rogerson y Davies en un artículo llamado ““Defusing Pseudo- Scholarship: The Siloam Inscription Ain’t Hasmonean” [Apaciguando la pseudo-erudición: la Inscripción de Siloé no es asmonea] (Hackett et al. 1997: 41-50). El artículo mostró la debilidad de la teoría asmonea, específicamente la conclusión sobre el paleo-hebreo de Rogerson y Davies. La inscripción fue escrita es una “letra hebrea muy conocida”. No hay nada que permita sumir una fecha tardía[4]. Otro artículo escrito por Stig Noria (1998: 37-48), con la misma opinión, concluyó que tal vez la única “evidencia” que Rogerson y Davies pueden defender es la “evidencia arqueológica del muro”[5], pero los “argumentos bíblicos, paleográficos y lingüísticos”, de acuerdo a Noria, esto indica que “hay muy poco, si es que hay algo, a su favor”. Después de toda la conmoción, tanto Rogerson como Davies nunca respondieron todos estos contraargumentos y nadie hasta la fecha ha aceptado o defendido su postura. Pero su teoría aun recibiría un golpe fatal en el 2003.

Fecha del Túnel

Como una consecuencia directa de los argumentos propuestos por una datación tardía de la inscripción surge la pregunta acerca del túnel mismo. Sorprendentemente, en el 2003, Nature publicó un artículo llamado “Radiometric dating of the Siloam Tunnel, Jerusalem” [Datación radiométrica del Túnel de Siloé, Jerusalén] (Frumkin, Shimron, and Rosenbaum 2003: 169-71). En su artículo, basado en la datación del C14, “puede concluirse que el Túnel de Siloé fue probablemente construido alrededor del 700 a.C.”. Esta información concuerda con la fecha antigua propuesta para el túnel y su inscripción, pero contradice la conclusión de una fecha asmonea tardía en el segundo siglo a.C. Esto confirma el punto de vista mayoritario de una fecha de la Edad de Hierro para el túnel. Aparentemente, la identidad del túnel nos se moverá en ninguna otra dirección.

Crisis de Identidad: Entonces ¿Quién construyó el túnel?

Mientras se desvanece la propuesta de un origen asmoneo para el túnel, parecería que la afiliación de Ezequías se asentará firmemente, especialmente con la datación radiométrica realizada en el 2003. Pero entonces, en el 2011, Tel Aviv publicó un artículo llamado “The Date of the Siloam Tunnel Reconsidered” [La fecha del Túnel de Siloé reconsiderada] por nada menos que Ronny Reich y Eli Shukron (2011: 147-57). Ellos tienen mucha experiencia con el túnel y han publicado muchos artículos antes. Pero ahora, con la reciente excavación en la Ciudad de David cerca del Manantial de Gihon ellos han reconsiderado la fecha del túnel.

De acuerdo a ellos, la nueva información arqueológica sugiere que la fecha de la “excavación del Túnel de Siloé es apenas un poco más antigua” que la opinión aceptada durante mucho tiempo. El proyecto del túnel fue “llevado a cabo por uno de los reyes judíos lo precedieron, probablemente durante un período tan antiguo como los días de Josías. Así que cuando Ezequías enfrentó la amenaza de un sitio asirio, “el Túnel de Siloé ya había estado funcionando por varias décadas” (Reich and Shukron 2011: 154). El túnel, por lo tanto, precede en tiempo a Ezequías (¡incluso al tiempo de Josías!) y la inscripción claramente es posterior a la excavación del túnel; así que su sugerencia es que las teorías aceptadas, particularmente las “afinidades paleográficas de la Inscripción de Siloé y su datación” debería ser reevaluada.

El análisis más reciente de todas las controversias es resumido por Shanks (2013: 52-61) es la publicación más reciente del BAR llamada “Will Hezekiah be Dislodged from his Tunnel?” (¿Será Ezequias despojado de su túnel?). Este artículo reciente funciona como un resumen y reflexión de los puntos de vista actuales acerca del túnel después de todos los argumentos y teorías académicas. En conclusión, parecería que esto es “solo el comienzo” de “toda una nueva ola de debate”.

RESUMEN Y CONCLUSIÓN
Este artículo no tiene como objetivo proveer puntos de vista o sugerencias nuevas acerca del debate sobre el Túnel de Siloé. Por otro lado, provee un resumen del debate reciente acerca de la identidad del túnel, que ha sido más debatido hace poco por especialistas notables. Desde su descubrimiento y excavación parcial en el tiempo de Parker, el Túnel de Siloé ha sido el centro de problemas. El equipo de Parker no uso una metodología apropiada mientras excavó allí. Los trabajos posteriores en el túnel movieron el consenso hacia un origen en la Edad de Hierro y gracias a la inscripción encontrada en 1880, el Túnel de Siloé ha sido relacionado con el Rey Ezequías tal como se registra en la Biblia hebrea.

Pro en la década de 1970, estudios científicos serios comenzaron a analizar el túnel más profundamente. Muchas teorías fueron propuestas para explicar la forma de S que tiene la excavación., pero ninguna parece proveer respuestas definitivas. En 1996 el túnel recibió más atención gracias al artículo de Rogerson y Davies que despoja a Ezequías del túnel a favor de una fecha tardía asmonea para la inscripción y construcción. Pero esa teoría fue rechazada y refutada por varios eruditos desde ese tiempo. Más recientemente, las pruebas radiométricas han confirmado su origen en la Edad de Hierro, pero la afiliación a Ezequías ha sido reevaluada debido a nuevas excavaciones arqueológicas.

¿Será Ezequías despojado de su túnel? Parecería que este podría ser el caso en el futuro cercano si nueva información y las nuevas excavaciones en la Ciudad de David confirman la evaluación de Reich y Shukron. Pero aún hay mucho trabajo por hacer, y excavaciones para realizar antes de poder dar una respuesta definitiva a esta cuestión. Esta evaluación muestra cuan cambiantes son los puntos de vista de la erudición actual y el cuidado que los especialistas serios deben tener en mente cuando hablan acerca de una postura en asuntos debatibles.


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Referencias


  1. Los términos “túnel de Ezequías” y “túnel de Siloé” son usados intercambiablemente a lo largo de este artículo. ↩︎

  2. Que no es una falsificación puede ser visto en el texto paleo-hebreo mismo. El texto no tiene espacios entre las palabras (aunque contiene puntos entre ellas), una posible característica de los primero lenguajes proto-cananeos (ver Wagner 2006: 59-63). La práctica de poner espacios puede ser vista en al menos desde el tiempo de los escritos de los Rollos del Mar Muerto. Sin embargo, los Rollos del Mar Muerto están fechados más o menos 70 años después de la construcción del túnel. ↩︎

  3. Sin embargo, parecería que este estanque ya no se asocial con el estanque de Siloé. ↩︎

  4. El artículo continua mostrando los errores de este punto de vista, expuestos por ellos: “... es la evidencia bíblica y de las inscripciones aducida por Rogerson y Davies en apoyo a su postura lo que la socava. Me gustaría sugerir, por lo tanto, que si ellos insistirán con su teoría acerca de una datación tardía del Túnel de Siloé, ellos deberían abandonar su argumentación lingüística de su debate, el cual es un territorio poco familiar para ellos” (Hackett et al. 1997: 50). ↩︎

  5. Esta propuesta no significa que ellos están en lo correcto con su punto de vista. Cada pieza de “evidencia” está conectada con suposiciones y presuposiciones que encajan en su esquema histórico. Tal vez ellos están forzando demasiado el argumento para probar la datación asmonea, e incluso si ellos están en lo correcto respecto del muro, esto no prueba una datación asmonea para la inscripción o el túnel. ↩︎