El Baile en la Biblia
Hay opiniones contradictorias acerca del baile y su uso en el servicio del culto del Israel antiguo. Históricamente la Iglesia Adventista del Séptimo día ha mantenido que la Biblia no aprueba el baile, sobre todo en el contexto del servicio del culto. Sin embargo, en años recientes , el asunto ha sido reexaminado, sobre todo por líderes Adventistas de jóvenes que reclaman haber encontrado apoyo bíblico para bailar.
¿Bailaremos Nosotros?
Un buen ejemplo de esta nueva tendencia es el simposio Shall we dance? Rediscovering Christ-centered standards (¿Bailaremos? Redescubriendo las normas centradas en Cristo). Esta investigación fue efectuada por veinte contribuyentes y está basada en los resultados de un "Estudio de Valores." Este estudio es el más ambicioso proyecto jamás emprendido por la por la iglesia Adventista para determinar cuan bien transmite la iglesia sus valores a la nueva generación.
La contraportada de Shall we Dance? (¿Bailaremos?) indica que el libro está patrocinado "conjuntamente por el Departamento de Educación de la División norteamericana de los Adventistas del Séptimo día, el Centro John Hancock para el Ministerio juvenil, la Universidad de La Sierra, y la imprenta de la Universidad de La Sierra ". El patrocinio combinado de cuatro importantes instituciones IASD sugiere que el contenido del libro refleja el pensamiento de las más importantes instituciones Adventistas.
En beneficio de la exactitud, debe especificarse que la declaración de apertura en la introducción dice: "El libro no es una declaración oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo día con respecto a normas y valores. Más bien es una invitación a una discusión abierta con respecto a temas de estilo de vida. Esperamos que los mejores principios bíblicos sean el lecho de roca para nuestro estilo de vida distintivo en tanto nos movemos desde los temas perifericos, pero siempre presentes hasta las materias de más peso en el vivir la vida cristiana".
La clarificación que "el libro no es una declaración oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo día" es tranquilizador, porque, desde mi punto de mi vista, algunas de las conclusiones difícilmente animan el desarrollo de mejores principios bíblicos". Un caso específico son los cuatro capítulos consagrados al baile y escritos por cuatro autores diferentes. Estos capítulos presentan un análisis muy superficial de las referencias Bíblicas del baile. Por ejemplo, el capítulo titulado "Bailando con una Concordancia amigable", consiste principalmente en un listado de veintisiete referencias bíblicas al baile, sin ninguna discusión al respecto. El autor asume que los textos son autoexplicativos y a favor de la danza religiosa. Esto se indica por el hecho que él cierra el capítulo, preguntando: "¿Cómo nosotros podríamos bailar ante el SEÑOR hoy? ¿Qué tipo de baile sería? ¿Por qué las personas bailan hoy en día? "[1] Sorprendentemente el autor ignora que jamás algún baile tuvo lugar en los servicios religiosos del Templo, sinagoga, o la iglesia primitiva.
Las conclusiones derivadas de un examen del punto de vista bíblico del baile se estipulan concisamente en cinco principios el primero de los cuales dice: "Principio 1: El baile es un componente del culto divino. Cuando nosotros estudiamos las Escrituras encontramos que lo que se dice sobre el baile y el bailar no sólo no es condenatorio, sino en algunos casos positivamente prescriptivo: "'Alabadle a son de bocina; alabadle con salterio y arpa. Alabadle con pandero y danza; alabadle con cuerdas y flautas " (Sal 150:3-4).[2]
El autor continúa: "Una media hora con una buena concordancia deja la impresión prolongada de que hay más para una perspectiva verdaderamente Bíblica sobre el baile de la que ha llegado previamente a nuestros ojos Adventistas . De unas 27 referencias al baile (baile, bailaron, bailes, bailar) en las Escrituras, sólo cuatro ocurren en un contexto claramente negativo, e incluso estas referencias no describen en ninguna parte el baile como objeto de disgusto divino".[3]
Este capítulo presenta este desafío sorprendente para la iglesia Adventista: "Tan desafiante como lo es para nuestra noción de respetabilidad y decoro, parece evidente que los Adventistas debieran dar nuevo pensamiento y estudio a la inclusión del baile como parte del culto de adoración a Dios, por lo menos en comunidades seleccionadas y en ocasiones especiales".[4]
Tres grietas importantes. Después de pasar no "media hora" sino varios días examinando la información bíblica que tiene que ver con el baile, yo encontré esta conclusión insubstancial y su desafío innecesario. En beneficio de la claridad, yo deseo responder a la posición de que "el baile es un componente del culto divino" en la Biblia trayendo lo que a mi punto de vista son tres fallas importantes de su metodología.
(1) el fracaso en demostrar que la danza era de hecho un componente del culto divino en el Templo, sinagoga, y la iglesia primitiva.
(2) el fracaso en reconocer que de las veintiocho referencias al baile o al bailar en el Antiguo Testamento , sólo cuatro se refieren sin discusión a la danza religiosa, y ninguna de éstas se relaciona con la adoracion en la Casa de Dios.
(3) el fracaso en examinar el por qué las mujeres que hicieron la mayoría de los bailes, eran excluidas del ministerio musical del Templo, sinagoga, y la iglesia primitiva.
Ningún Baile en el Servicio del Culto. Si fuera verdad que "el baile es un componente del culto divino " en la Biblia, entonces ¿por qué no hay ningún rastro de bailes efectuados por hombres o mujeres en los servicios del culto del Templo, la sinagoga, o la iglesia primitiva? ¿Desatendió el pueblo de Dios en los tiempos bíblicos un importante "componente del culto divino"?
No parece ser la negligencia la razón para la exclusión del baile del servicio divino, porque hemos notado que se dieron claras instrucciones con respecto al ministerio musical en el templo. El coro de Levitas sólo sería acompañado por instrumentos de cuerdas (el arpa y la lira). Los instrumentos de percusión como los tambores y panderetas que normalmente se usaban para hacer música bailable, fueron claramente prohibidos. Lo que era correcto para el Templo también era correcto para la sinagoga y después para la iglesia primitiva. Ninguna danza o música de entretenimiento se permitió jamás en la Casa de Dios.
Garen Wolf saca esta conclusión después de su análisis extenso en "Baile en la Biblia": "Primero, el baile como parte del culto del Templo no es identificable en ninguna parte ni en el primero ni en el segundo Templo. Segundo, de las 107 veces que estas palabras se usan en la Biblia [las palabras hebreas traducidas como "baile"], sólo cuatro veces pueden ser consideradas que se refieren a baile religioso. Tercero, ninguna de estas referencias a baile religioso estaba también refiriéndose al culto público regular establecido de los hebreos".[5]
Es importante señalar que David, que es considerado por muchos como el primer ejemplo de baile religioso en la Biblia, nunca instruyó a los Levitas respecto a cuando y cómo bailar en el Templo. Si David hubiese creido que la danza debía ser un componente del culto divino, no hay ninguna duda de que él habría dado instrucciones respecto de ello a los músicos Levitas que él escogió para que actuasen en el Templo.
Después de todo, David es el fundador del ministerio musical en el Templo. Nosotros hemos visto que él dio claras instrucciones a los 4.000 músicos Levitas respecto de cuándo cantar y qué instrumentos usar para acompañar su coro. Su omisión del baile en el culto divino difícilmente puede verse como un descuido. Ello nos dice más bien que David distinguió entre la música sagrada tocada en la Casa de Dios y la música secular tocada fuera del Templo para entretenimiento.
Una distinción importante debe hacerse entre la música religiosa tocada para entretenimiento en una actividad social y la música sagrada que se toca para el culto en el Templo. Nosotros no debemos olvidarnos que la vida completa de los Israelitas estaba orientada religiosamente. Existía entretenimiento, no por conciertos o actuaciones en el teatro o el circo, sino en la celebración de eventos religiosos o festividades, a menudo a través de bailes folklóricos efectuados por mujeres u hombres en grupos separados.
Nunca existió el baile en parejas romántico o sensualmente orientado en la vida del Israel antiguo. El baile anual más grande tenía lugar, como lo veremos pronto, junto con la Fiesta de los Tabernáculos, cuando los sacerdotes entretenían a la gente haciendo increíbles bailes acrobáticos la noche entera. Lo que esto significa es que aquéllos que recurren a referencias bíblicas del baile para justificar el baile romántico moderno dentro o fuera de la iglesia ignoran la inmensa diferencia entre los dos.
La mayoría de las personas que recurre a la Biblia para justificar la danza romántica moderna no estaría interesado en lo más mínimo en la danza folklórica mencionada en la Biblia dónde no había ningún contacto físico entre los hombres y las mujeres. Cada de grupo de hombres, mujeres, y niños hacían su propio "show" que en la mayoría de los casos era un tipo de marcha con cadencia ritmica. Yo he visto "El baile alrededor del Arca" por los sacerdotes coptos en Etiopía, donde muchas tradiciones judías han sobrevivido, incluso el guardar el sábado. Yo no podría entender por qué ellos lo llamaban "baile", ya que era meramente una procesión de sacerdotes que marchaban con cierta cadencia rítmica . Aplicar la noción bíblica de baile al baile moderno, es un engaño por decir lo menos porque hay un mundo de diferencia entre los dos. Este punto se aclara más cuando inspeccionamos las referencias al baile.
Las referencias al Baile. Contrariamente a lo que generalmente se cree, sólo cuatro de las veintiocho referencias al baile se refieren sin duda alguna a la danza religiosa, pero ninguna de éstas tiene algo que ver con el culto público realizado en la Casa de Dios. Para evitar cansar al lector con un análisis técnico del uso extenso de las seis palabras hebreas traducidas "baile- danza", entregaré sólo una alusión breve a cada una de ellos.
La palabra hebrea chagag se traduce una vez como "baile" en 1 Samuel 30:16 junto con el "bebiendo y bailando" (versión inglesa, "fiesta" versión hispana) de los Amalecitas. Es evidente que éste no es un baile religioso.
La palabra hebrea chuwl se traduce dos veces como "baile-danza" en Jueces 21:21, 23, en referencia a las hijas de Silo que salieron a bailar en las viñas y fueron tomadas como esposas por sorpresa por los hombres de Benjamín. No hay ninguna duda de nuevo que en este contexto esta palabra se refiere a un baile secular hecho por las confiadas mujeres.
La palabra hebrea karar se traduce dos veces como "danza" en 2 Samuel 6:14 y 16 donde declara, "Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová. . . Mical la hija de Saúl miró desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y danzaba delante de Jehová." Más adelante hablamos respecto del significado de la danza de David. En este contexto basta notar que "estos versos se refieren a un tipo religioso de baile fuera del contexto del culto del Templo. La palabra karar sólo se usa en las Escrituras en estos dos versos, y nunca se usa junto con el culto del Templo."[6]
La palabra hebrea machowal se traduce seis veces como baile. Salmo 30:11 usa el término poéticamente: "Has cambiado mi lamento en baile." Jeremias 31:4 habla de las "vírgenes de Israel" que "saldrán en alegres danzas". El mismo pensamiento se expresa en el verso 13. En ambos casos las referencias son a la danza folklórica social hecha por las mujeres.
"Alaben su nombre con danza." En dos casos importantes, machowal se traduce como "danza" (Salmos 149:3 y 150:4). Ellos son muy importantes porque a la vista de muchas personas ellos proporcionan el más fuerte apoyo bíblico a la danza-baile como parte del culto de adoración de la iglesia. Una mirada cercana a estos textos muestran que esta aseveración popular está basada en una lectura superficial e interpretación inexacta de los textos.
Lingüísticamente, el término "danza" en estos dos versos se disputa. Algunos estudiosos creen que machowl se deriva de chuwl que significa "hacer una apertura"[7]- una posible alusión a un instrumento de "viento". De hecho ésta es la lectura marginal dada por la versión inglesa KJV (King James Version). El salmo 149:3 se lee: "Alábenle con pandero y danza " [o "con instrumento de viento", nota al margen de KJV].
Contextualmente, machowl parece ser una referencia a un instrumento musical; tanto en Salmo 149:3 y 150:4, el término ocurre en el contexto de una lista de instrumentos a ser usados para alabar al Señor. En Salmo 150 la lista incluye ocho instrumentos: trompeta, salterio, arpa, pandero, instrumentos de cuerdas, órganos, címbalos, cimbalos que resuenan (KJV). Ya que el Salmista está listando todos los posibles instrumentos a ser usados para alabar al Señor, es razonable también asumir que machowal es un instrumento musical, cualquiera sea su naturaleza.
Otra consideración importante es el lenguaje figurativo de estos dos salmos que difícilmente permiten una interpretación literal de danzar (bailar) en la Casa de Dios. Salmo 149:5 anima a las personas a que alaben al Señor en "las camas". En el verso 6, la alabanza será hecha con "espadas de dos filos en las manos." En los versos 7 y 8, el Señor será alabado por castigar al malvado con la espada, atar a los reyes con cadenas, y poner a los nobles en grilletes. Es evidente que el lenguaje es figurativo porque es difícil creer que Dios esperaría que las personas lo alabaran parados encima o saltando en las camas o mientras mueven una espada de dos filos.
Lo mismo es correcto para Salmo 150 que habla de alabar a Dios, de una manera muy figurativa. El salmista llama al pueblo de Dios a alabar al Señor "por sus proezas" (v. 2) en cada lugar posible y con cada instrumento musical disponible. En otros términos, el salmo menciona el lugar para alabar al Señor, a saber, "su santuario" y "su magnificente firmamento" ; la razón para alabar al Señor, a saber, "por sus proezas . . conforme a la muchedumbre de su grandeza" (v. 2); y los instrumentos que se usaran para alabar al Señor, a saber, los ocho listados anteriormente.
Este salmo tiene sentido sólo si tomamos el lenguaje como muy figurativo. Por ejemplo, no hay forma en que el pueblo de Dios pueda alabar al Señor "en su magnificente firmamento" , porque ellos viven en la tierra y no en el cielo. El propósito del salmo no es especificar la situación ni los instrumentos a ser usados para la alabanza por la música de la iglesia. Ni tampoco pretende dar autorización para danzar al Señor en la iglesia. Más bien, su propósito es invitar a todo lo que respira o hace sonido para alabar al Señor dondequiera que sea. Interpretar el salmo como una licencia para danzar (bailar), o para tocar tambores en la iglesia, es interpretar mal la intención del Salmo y contradecir la misma regulación que el propio David dio con respecto al uso de instrumentos en la Casa de Dios.
La danza (baile) de celebración. La palabra hebrea mechowlah se traduce siete veces como "baile". En cinco de los siete casos la danza es de mujeres que celebran una victoria militar (1 Sam 18:6; 21:11; 29:5; Jue 11:34; Ex 15:20). María y las mujeres danzaron para celebrar la victoria sobre el ejército egipcio (Ex 15:20). La hija de Jefté danzó para celebrar la victoria de su padre sobre los Amonitas (Jue 11:34). Las mujeres danzaron para celebrar la matanza de los filisteos hecha por David (1 Sam 18:6; 21:11; 29:5).
En los dos casos restantes, mechowlah se usa para describir la danza desnuda de los Israelitas alrededor del becerro de oro (Ex 32:19) y el baile de las hijas de Silo en las viñas (Jue 21:21). En ninguno de estos casos el baile es parte de un servicio de culto. El baile de María puede verse como religioso, pero así eran los bailes realizados en conjunto con las fiestas anuales. Pero estos bailes no se veían como un componente de un servicio divino. Ellos eran celebraciones sociales de eventos religiosos. La misma cosa ocurre hoy en países católicos dónde la gente celebra los días santos anuales organizando carnavales.
La palabra hebrea raquad se traduce cuatro veces como "baile" (1 Cron 15:29; Job 21:11; Isa 13:21; Ecl 3:4). Una vez se refiere a cómo los "niños saltan" (bailan-en versión inglesa) (Job 21:11). Otro se refiere a "cabras saltando "(sátiro que baila-versión inglesa) (Isa 13:21) que puede referirse a una cabra o una figura del lenguaje. Un tercer caso es una referencia poética "a un tiempo bailar" (Ecl 3:4), mencionado en contraste con "un tiempo de endechar". Una cuarta referencia es al ejemplo clásico del "Rey David que saltaba y bailaba" (1 Cron 15:29). En vista de la importancia religiosa dada al baile de David, más adelante se dará brevemente una consideración especial a ello.
Danza-Baile en el Nuevo Testamento. Dos palabras griegas son traducidas como "danza (baile)" en el Nuevo Testamento. La primera es orcheomai que se traduce cuatro veces como "danza (baile)" en referencia a la danza de la hija de Herodias (Mat 14:6; Mar 6:22) y el baile de unos niños (Mat 11:17; Luc 7:32). La palabra orcheomai significa bailar en grupo o en un movimiento regular y nunca se usa para referirse al baile religioso en la Biblia.
La segunda palabra griega traducida como "danza" es choros. Sólo se usa una vez en Lucas 15:25 con referencia al retorno del hijo pródigo. Se nos dice que cuando el mayor hijo llegó cerca de la casa " oyó la música y la danza." La traducción "danza" se disputa ya que el griego choros sólo ocurre una vez en este pasaje y se usa en la literatura extra-bíblica con el significado de "coro" o grupo de cantantes".[8] De todos modos, ésta era una reunión familiar de una naturaleza secular y no se refiere a la danza religiosa.
La conclusión que surge del estudio anterior de las veintiocho referencias a la danza (baile) es que el baile en la Biblia era esencialmente una celebración social de eventos especiales, como una victoria militar, un festival religioso, o una reunión familiar. El baile lo hacían principalmente las mujeres y los niños. Los bailes mencionados en la Biblia eran ya procesionales, circulares, o en extasis.
Ninguna referencia bíblica indica que los hombres y las mujeres alguna vez bailaron juntos románticamente como las parejas. Como H.Wolf observa, "entretanto que el modo de bailar no se conoce en detalle, está claro que los hombres y las mujeres generalmente no bailaron juntos, y no hay ninguna evidencia real de que ellos lo hayan hecho alguna vez".[9] Por lo demás, contrariamente a lo que se acepta popularmente, el baile en la Biblia nunca se efectuó como parte del culto divino en el Templo, la sinagoga, o la iglesia primitiva.
El Baile en el culto Pagano. La mayoría de las indicaciones de danza (baile) religioso en la Biblia tiene que ver con la apostasía del pueblo de Dios. Está la danza de los Israelitas al pie del monte Sinai alrededor del becerro de oro (Ex 32:19). Hay una alusión a la danza de los Israelitas en Sitim cuando "el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab" (Num 25:1). La estrategia usada por las mujeres Moabitas fue invitar a los hombres Israelitas "a sacrificar a sus dioses" (Num 25:2), lo qué normalmente traía consigo la danza.
Al parecer la estrategia fue sugerida por el profeta apóstata, Balaam, a Balac, el rey de Moab. Elena G.de White ofrece este comentario: "Por consejo de Balaam, el rey de Moab decidió celebrar una gran fiesta en honor de sus dioses, y secretamente se concertó que Balaam indujera a los israelitas a asistir... Hechizados por la música y el baile y seducidos por la hermosura de las vestales paganas, desecharon su lealtad a Jehová. Mientras participaban en la alegría y en los festines, el consumo de vino ofuscó sus sentidos y quebrantó las vallas del dominio propio".[10]
Había gritos y bailes en el Monte Carmelo por parte de los profetas de Baal (1 Rey 18:26). El culto a Baal y otros ídolos normalmente tenía lugar en la colina con bailes. Así, el Señor hace un llamado a Israel a través del profeta Jeremias: "Convertíos, hijos rebeldes, y sanaré vuestras rebeliones . . . Ciertamente vanidad son los collados, y el bullicio sobre los montes" (Jer 3:22- 23).
David danzando delante del Señor. La historia de David que danza "con toda su fuerza delante de Jehová" (2 Sam 6:14) mientras guiaba la procesión que devolvió el arca a Jerusalén es vista por muchos como la más fuerte aprobación bíblica de la danza (baile) religioso en el contexto de un servicio divino. En el capítulo "Dancing to the Lord" (Bailando para el Señor), que se encuentra en el libro Shall we dance? (Bailaremos?), Timothy Gillespie, líder de jóvenes Adventista del Séptimo día , escribe: " Nosotros podemos bailar para el Señor como David, reflejando un arranque de excitación para la gloria de Dios; o nosotros podemos introspectivamente volver esa excitación hacia el interior, reflejándola en nosotros y nuestros deseos egoístas".[11] La implicación de esta declaración parece ser que si nosotros no bailamos para el Señor como David, nosotros reprimimos nuestra excitación y revelamos nuestro egocentrismo. ¿Esto es lo que la historia del baile de David nos enseña? Permítanos echar una mirada a ello.
Para decir lo menos, el baile de David delante del arca presenta serios problemas . En primer lugar, David "estaba vestido con un efod de lino" (2 Sam 6:14) como un sacerdote y "sacrificó holocaustos y ofrendas de paz delante de Jehová" (2 Sam 6:17). Note que el efod era un vestido de lino sin mangas a ser llevado solamente por los sacerdotes como un emblema de su sagrado oficio (1 Sam 2:28). ¿Por qué David escogió intercambiar sus túnicas reales por las de un sacerdote?
Elena G.de White sugiere que David reveló un espíritu de humildad poniendo a un lado sus túnicas reales y ataviándose "asimismo con un efod de lino".[12] Ésta es una explicación plausible. El problema es que en ninguna parte la Biblia sugiere que el efod pudiese ser legítimamente llevado por alguien que no era un sacerdote. Lo mismo es cierto con los sacrificios. Sólo los sacerdotes Levitas habían sido puestos aparte para ofrecer sacrificios (Num 1:50). El rey Saúl fue severamente reprendido por Samuel por ofrecer sacrificios: "Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado" (1 Sam 13:13). Al ofrecer sacrificios vestido como un sacerdote, David estaba asumiendo un papel sacerdotal además de su estado real. Tal acción no puede defenderse fácilmente bíblicamente.
La Conducta de David. Más problemática es la manera de bailar de David . Elena G.de White dice que David danzó "en alegría reverente ante Dios".[13] Indudablemente ésto debe de haber sido cierto en parte del tiempo. Pero pareciera que durante el baile, David se puede haber vuelto tan excitado que él perdió la tela que cubría su cintura, porque Mical, su esposa, lo reprendió, diciendo: "Cuán honrado ha quedado hoy el rey de Israel, descubriéndose hoy delante de las criadas de sus siervos, como se descubre sin decoro un cualquiera"! " (2 Sam 6:20). David no disputó tal acusación ni se disculpó por lo que hizo. En cambio, él defendió que lo hizo "ante el Señor" (1 Sam 6:21), y que estaba preparado para actuar "aún más vilmente" (1 Sam 6:22). Tal respuesta difícilmente revela un aspecto positivo del carácter de David.
Quizás la razón por la que David no tuvo problemas con descubrirse durante el baile era que este tipo de exhibicionismo no era raro. Se nos dice que Saúl también en un baile en extasis "tambien se despojó de sus vestidos, y profetizó igualmente delante de Samuel y estuvo desnudo todo aquel día y toda aquella noche" (1 Sam 19:24; el cf. 10:5 - 7, 10-11).
Es un hecho conocido que en la época de las fiestas anuales, se organizaban bailes especiales donde sacerdotes y nobles realizarían actuaciones acrobáticas para entretener a la gente. No hay ninguna mención, sin embargo, de que los sacerdotes se sacaban la ropa. El baile más famoso se realizaba en el último día de la Fiesta de los Tabernáculos, y era conocido como "las danzas del festival del agua".
El Talmud ofrece una descripción vívida de esta danza del Agua que se realizaba en lo que se conocía como el patio de las mujeres del Templo: "Hombres píos y de negocios danzaban con antorchas en las manos, cantando canciones de alegría y de alabanza, y los Levitas tocaban la música con la lira y el arpa y címbalos y trompetas y otros innumerables instrumentos. Durante esta celebración, se dice que el Rabino Simeon ben Gamaliel hizo malabares con ocho antorchas, y entonces dio un salto mortal".[14]
Bailes hechos por hombres o por mujeres en tiempos de la Biblia, dentro del contexto de un evento religioso, eran una forma de entretención social más bien que parte de un servicio de culto. Ellos podrían compararse a las celebraciones anuales del carnaval que tienen lugar hoy en muchos países católicos. Por ejemplo, durante los tres días antes de Cuaresma, en países como Brasil, la gente organiza celebraciones con interminables tipos de bailes coloridos y a veces salvajes, similares al Mardi Gras en Nueva Orleans. Ningún católico consideraría estos bailes como parte de los servicios del culto.
Lo mismo es cierto para los distintos tipos de bailes mencionados en la Biblia. Ellos eran eventos sociales con tonos religiosos. Los hombres y las mujeres bailaban, no románticamente como las parejas pero separadamente en danzas procesionales o en círculos. En vista de la orientación religiosa de la sociedad judía, tales danzas de tipo folklórico a menudo se caracterizan como bailes religiosos. Pero no hay ninguna indicación en la Biblia que alguna forma de baile fuese alguna vez asociada con el servicio del culto en la Casa de Dios. De hecho, como se señala a continuación, las mujeres estaban excluídas del ministerio musical del Templo, al parecer porque su música estaba asociada con el baile y la entretención.
Las mujeres y la Música en la Biblia. ¿Por qué las mujeres eran excluidas del ministerio musical del Templo, primero, y de la sinagoga e iglesia primitiva después? Numerosos pasajes bíblicos se refieren a mujeres cantando y tocando instrumentos en la vida social del Israel antiguo (Ex 15:20- 21; 1 Sam 18:6-7; Jue 11:34; Eze 2:64-65; Neh 7:66-67), pero ninguna referencia en la Biblia menciona a mujeres que participan en la música de adoración en la Casa de Dios.
Curt Sachs señala que "casi todos los episodios musicales a la época del Templo describen el canto coral con danza grupal y toque de tambores . . . Y este tipo de canto era en gran parte música de mujeres".[15] ¿Por qué entonces las mujeres eran excluidas del ministerio musical del Templo, cuando ellas eran las principales hacedoras de música en la sociedad judía?
Eruditos que han examinado esta pregunta sugieren dos razones importantes. Una razón es musical por naturaleza y la otra es sociológica. Desde una perspectiva musical, el estilo de música producido por las mujeres tenía un golpe rítmico que estaba mejor preparado para la entretención que para el culto en la Casa de Dios.
Robert Lachmann, una autoridad en el cantillation judío, es citado diciendo: "La producción de canciones de mujeres depende de un pequeño almacén de giros melódicos típicos; las distintas canciones reproducen éstos giros - o algunos de ellos- una y otra vez. . . . Las canciones de las mujeres pertenecen a una especie, las formas de las cuales son esencialmente dependientes no en la conexión con el texto, sino en los procesos de movimientos. Así nosotros encontramos aquí, en lugar del ritmo de cantillation y su línea muy intrincada de melodía, un movimiento periódico hacia arriba y hacia abajo".[16]
La música de mujeres estaba principalmente basada en un golpe rítmico producido por el golpeteo con la mano del tabret, toph, o pandereta. Éstos son los únicos instrumentos musicales mencionados en la Biblia que son tocados por mujeres y se cree que son el mismo, o muy similares entre sí. El tabret o timbrel parece haber sido un tambor de mano compuesto de un marco de madera alrededor de una piel estirada. Ellos eran un poco similares a la pandereta moderna.
"Es interesante señalar", escribe Garen Wolf, "que yo no he podido encontrar una sola referencia directa a mujeres que tocan el nebel [arpa] o el kinnor [lira] - los instrumentos tocados por hombres en la adoración musical del templo. Puede haber poca duda que su música era principalmente de una especie diferente que la de los músicos Levitas masculinos que actuaban en el Templo".[17]
El tabret o timbrel fueron tocados principalmente por mujeres junto con su danza (Ex 15:20; Jue 11:34; 1 Sam 18:6; 2 Sam 6:5, 14; 1 Cron 13:8; Sal 68:25; Jer 31:4). El timbrel también se menciona en relación con la bebida fuerte (Isa 5:11-12; 24:8-9).
La Naturaleza secular de la Música de Mujeres. Desde una perspectiva sociológica, las mujeres no se usaron en el ministerio musical del Templo debido al estigma social unido a su uso del timbrel y la música orientada a la entretención. "A menudo se señalan mujeres en la Biblia como cantando un tipo de música no sofisticado. Usualmente en forma positiva era danzando o en endechas mortuorias, y en lo peor era para ayudarles en la apelación sensual de las rameras en la calle. En su sátira sobre Tiro, Isaias pregunta: '¿Cantará Tiro canción como ramera? (versión inglesa)' (Isa 23:15 ; o como una nota al margen de la versión KJV , 'irá hacia Tiro como la canción de una ramera')."[18]
Es notable que se usaron extensamente músicos femeninos en servicios religiosos paganos.[19] Así las razones para su exclusión del ministerio musical del Templo, sinagoga, e iglesia cristiana primitiva no eran culturales, sino teológicas. Era la convicción teológica de que la música normalmente producida por las mujeres no era conveniente para el servicio del culto, debido a su asociación con la entretención secular y, a veces, sensual.
Esta razón teológica es reconocida por numerosos eruditos. En su disertación sobre Musical Aspects of the New Testament (Aspectos Musicales del Nuevo Testamento), William Smith escribió: "Una reacción al empleo extenso de músicos femeninos en la vida religiosa y secular de las naciones paganas, fue indudablemente un factor muy grande en determinar la oposición judía [y cristiana primitiva] al empleo de mujeres en el servicio musical del santuario".[20]
La lección de la Escritura y la historia no es que deben excluirse las mujeres del servicio musical de la iglesia hoy. El alabar al Señor con música no es una prerrogativa masculina, sino el privilegio de cada hijo de Dios. Es infortunado que la música producida por las mujeres en tiempos bíblicos fuese principalmente para entretenimiento y, por consiguiente, no conveniente para el culto divino.
La lección que la iglesia necesita aprender de las Escrituras y de la historia es que la música secular asociada con la entretención está fuera de lugar en la Casa de Dios. Aquéllos que están activamente envueltos en presionar por la adopción de la música pop en la iglesia necesitan entender la distinción bíblica entre música secular utilizada para entretención y la musica sagrada conveniente para el culto de Dios. Esta distinción fue entendida y respetada en tiempos bíblicos, y debe respetarse hoy si la iglesia se desea que sea un santuario sagrado para la adoración de Dios mas bien que llegar a ser un lugar secular para entretención social.
CONCLUSIÓN
Varios principios bíblicos importantes pertinente para la música de la iglesia hoy han surgido durante el transcurso de este estudio. Se hará un esfuerzo para resumirlos por vía de conclusión.
La música tiene un lugar y propósito especial en el universo de Dios. Es un regalo divino a la familia humana a través del cual los seres humanos pueden expresar su gratitud a Dios experimentando deleite dentro de sí mismos. El placer de cantar no viene de un golpe rítmico que estimula a las personas físicamente, sino de la experiencia misma de alabar al Señor. "Porque es bueno cantar salmos a nuestro Dios; porque suave y hermosa es la alabanza" (Sal 147:1).
El canto se ve en la Biblia como una ofrenda de acción de gracias al Señor por las bendiciones de creación, liberación, protección, y salvación. Nosotros encontramos este concepto expresado sobre todo en Salmo 69:30- 31: "Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, lo exaltaré con alabanza. Y agradará a Jehová más que sacrificio de buey o becerro que tiene cuernos y pezuñas".
Dios se preocupa de cómo nosotros cantamos y actuamos durante el servicio del culto. Él no está contento con el ininteligible "ruido fuerte", sino con el canto ordenado, melodioso, e inteligible. Aquéllos textos de la Biblia que hablan sobre hacer "un ruido jubiloso" o "un ruido fuerte" para el Señor no nos enseñan a alabar a Dios con amplificación excesiva de la voz humana o de los instrumentos musicales durante el servicio del culto. Tal noción se deriva de una errada traducción de ruwa como "ruido fuerte". La traducción correcta se encuentra en la versión hispana (Sal.98:4-6) "levantad la voz... aclamad".
El ministerio musical debe ser dirigido por personas que están especializadas, dedicadas , y con su mente espiritual . Esta lección es enseñada por el ministerio musical del Templo, que se realizaba por Levitas experimentados y maduros que estaban musicalmente especializados, preparados espiritualmente, apoyados financieramente, y atendidos pastoralmente. Este principio establecido por Dios para los músicos de Templo es aplicable a los ministros de la música hoy.
La música debe ser centrada en Dios, no egoísta. La noción de alabar al Señor para entretenimiento o pasatiempo es extraña a la Biblia. Los instrumentos de percusión que estimulan a las personas físicamente mediante un fuerte implacable golpe son tan inapropiados para la música de la iglesia hoy como los fueron para la música del Templo en el Israel antiguo.
Nosotros encontramos que la música en el Templo fue "centrada en los sacrificios", es decir, diseñada para alabar Dios por la provisión de perdón y salvación a través de las ofrendas sacrificiales. En la sinagoga, la música era "centrada en la Palabra", es decir, pretendía alabar a Dios cantando Su Palabra. En la iglesia primitiva la música fue "centrada en Cristo", es decir, diseñada para exaltar los logros redentores de Cristo.
La Biblia no apoya el tipo de danza romántica o sensual que es popular hoy. Nada en la Biblia indica que los hombres y mujeres alguna vez bailaron juntos románticamente como parejas. Nosotros hemos encontrado que el baile en la Biblia era esencialmente una celebración social de eventos especiales, como una victoria militar, un festival religioso, o una reunión familiar. La mayoría de la danza era hecha por mujeres que fueron excluidas del ministerio musical del Templo, sinagoga, y la iglesia primitiva porque su música de entretenimiento se juzgó impropia para el servicio del culto.
Los principios bíblicos de la música perfilados anteriormente son especialmente pertinentes hoy, cuando la iglesia y el hogar está siendo invadido por distintas formas de música rock que descaradamente rechaza los valores morales y creencias religiosas defendidas por el Cristianismo. En una época cuando la distinción entre la música sagrada y la música secular está borrosa, y muchos están promoviendo versiones modificadas de la secular música rock para el uso de la iglesia, nosotros necesitamos recordar que la Biblia nos llama a "adorar a Jehová en la hermosura de la santidad" (Sal 29:2; 96:9).
Ningún tipo de música de entretenimiento se permitió en el Templo, sinagoga, y la iglesia primitiva. Lo mismo debe ser cierto en la iglesia hoy. Aquéllos que discrepan y quieren adoptar la música pop para sus servicios de iglesia son libres de tener su propia música.. Pero permitámosle a aquéllos que sostienen la autoridad de las Escrituras seguir la música que alaba a Dios en la manera que no es ni sensacional ni sensual - una música que refleja la belleza y pureza del carácter de Dios y celebra Su maravillosa consumación creadora y redentora por la familia humana. Que el Señor pueda darnos el discernimiento y el deseo de llenar nuestros hogares e iglesias de la música que reciba Su aprobación, en lugar del aplauso del mundo.
Autor: Dr. Samuele Bacchiocchi
Referencias
Steve Case, "Dancing with a user-friendly concordance" en Shall we Dance? Rediscovering Christ-centered standards, ed. Steve Case (Riverside, CA, 1992), pág. 101. ↩︎
Bill Knott, "Shall we dance? " en Shall we Dance? Rediscovering Christ-centered standards, ed.
Steve Case (Riverside, CA, 1992), pág. 69. ↩︎Ibid. ↩︎
Ibid., pág. 75. ↩︎
Garen L. Wolf (nota 5), pág. 153. ↩︎
Ibid., pág. 148. ↩︎
Por ejemplo, vea Adán Clarke, Clarke's commentary (Nashville, n.d.). vol. 3, pág. 688. ↩︎
"Choros", A greek-english lexicon of the new testament , ed. William F. Arndt y Wilbur Gingrich (Chicago,IL, 1979), pág. 883. ↩︎
H. M. Wolf, "Dancing",The Zondervan pictorial encyclopedia of the Bible ,ed. Merrill C. Tenney (Grand Rápids, 1976), vol. 2, pág. 12. ↩︎
Elena G.de White, Patriarcas y Profetas (Mountain View,CA, 1955). pág. 484. cursivas agregadas. ↩︎
Timothy Gillespie, "Dancing to the Lord", en Shall we Dance? Rediscovering Christ-centered standards, Ed.Steve Case (Riverside, CA, 1992), pág. 94. ↩︎
Ellen G. White (nota 40), pág. 707. ↩︎
Ibid. ↩︎
Citado en "Dance" The Universal Jewish Encyclopedia (Nueva York, 1942), vol. 3., pág. 456. ↩︎
Curt Sachs (nota 4), pág. 90. ↩︎
Citado por Sachs Corto (nota 4), pág. 91. ↩︎
Garen L. Wolf (nota 5), pág. 144. ↩︎
Ibid. ↩︎
Para la discusión e ilustraciones de la antigüedad pagana con respecto al empleo de músicos femeninos en la vida social y religiosa, vea Johannes Quasten, "The liturgical singing of women in christian antiquity, Catholic historical review (1941), pp. 149-151. ↩︎
William Sheppard Smith, Musical aspects of the New Testament (Amsterdam, 1962), pág. 17. Vea también Eric Werner (nota 30), pp. 323-324; A. Z. Idelsohn (nota 11), pág. 18; Philo, De Vita Contemplativa 7; Babylonian Talmud Berakot 24a. ↩︎