La segunda venida de Cristo

Apr 5, 2017
Juegos Cristianos

Introducción

Después de la caída de la humanidad en pecado Dios prometió venir a la tierra para salvar al hombre. Su primera venida fue cumplida en Cristo cuando nació, murió y resucitó. Sin embargo antes de ascender al cielo les prometió a sus discípulos que volvería en la misma forma en que se iba. La Segunda Venida de Cristo es un tema muy amplio y profundo por lo cual no pretendo con este trabajo demostrar un estudio final sobre el mismo. Solo expondré las cosas que más me llamaron la atención sobre el tema y que espero sea de utilidad para otros. Utilizaré la Biblia y otros materiales o escritos para probar la relevancia del tema de la Segunda Venida de Cristo.

Comenzaré con el último libro de la Biblia el Apocalipsis, será importante descifrar entonces la palabra griega, “Apokalupsis”= Descorrer el velo (futuro), que significa “revelar” o “descubrir”. ¿Qué será lo que Dios quiso revelarnos? ¿Será relevante? En este libro Dios nos describe las cosas que han de ocurrir antes de su venida. Aunque Dios no reveló la fecha de su venida nos dejó unas señales claras que nos orientan. A medida que nos adentremos en este estudio podremos contestar estas preguntas y conocer que eventos ocurrirán antes, durante y después de la Segunda Venida de Cristo.

Antes de La Segunda Venida de Cristo

Eventos que sucederán en la tierra antes de la Segunda Venida de Cristo. Al abrir el sexto sello sucedieron muchas señales:

“Fue hecho un gran terremoto, el sol se puso negro como un saco de cilicio y la luna se puso toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra... y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla”.[1]

El gran terremoto de Lisboa en 1755 y el oscurecimiento del sol en 1780, la luna en sangre en el 1789 y la caída de las estrellas en el 1833, que se indican en los textos arriba citados, se cumplieron en torno a la época que Daniel llamó “tiempo del fin”, es decir, en relación con la época en que el anticristo medieval romano recibió el golpe mortal con la Revolución Francesa, al final de los 1260 años de su predomino religioso. El cielo se apartó como un pergamino, es un acontecimiento futuro que puede ser figurado y será cumplido con la segunda venida de Jesús. Sin embargo todavía no es el fin del tiempo. Otro punto importante es:

“Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores. Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.[2]

La desesperanza reina en este mundo violento donde se ha perdido el valor y el respeto por la vida. Todo señala a que algo grande va a suceder. Durante este periodo las potencias del mundo se revelarán contra Dios y aquellos que profesan ser siervos de Dios serán perseguidos, serán engañados, serán tiempos peligrosos y muy terribles. La condición será tal que la Escritura lo compara con el tiempo de Noé:

“Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre”.[3]

Consideremos este otro comentario:

“Antes del Diluvio, Dios envió a Noé para amonestar a la generación antediluviana acerca de la destrucción venidera. En forma similar, Dios envía hoy un mensaje triple de amonestación con el fin de preparar al mundo para el regreso de Cristo”.[4]

El problema mayor aquí es que el ser humano siguió haciendo sus cosas y no presto atención al mensaje que estaba delante de ellos, que era para la salvación de sus vidas. Una total indiferencia hacia lo espiritual, lo verdaderamente importante. La condición imperante era uno de fiesta y de desenfreno, había mucha maldad como hoy en día. El ser humano se encuentra sumido en los afanes de la vida y no se da cuenta de lo que está por suceder en este mundo. Sin embargo el remanente fiel de Dios estará predicando el mensaje del tercer ángel en medio de esos tiempos angustiosos. La Escritura dice:

“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”.[5]

Al igual que en el Pentecostés será derramado el Espíritu Santo en forma plena, mejor conocida como la Lluvia tardía que dará la potencia de Dios a sus fieles y se predicará el evangelio eterno a todo el Mundo. Entonces muchos que no conocen la verdad vendrán a formar parte del remanente de Dios.

“El Señor tiene en las grandes ciudades muchas almas preciosas que no se han inclinado ante Baal, y también tiene a los que han adorado a Baal por falta de conocimiento. La luz de la verdad debe brillar sobre ellos, para que contemplen a Cristo como el camino, la luz y la vida”.[6]

En Apocalipsis nos dice:

“Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad. Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?”.[7]

Según el Dr. Jacques B. Doukhan:

“Algunos propagandistas eclesiásticos, incluso se refirieron al “Santo Padre” como al “ViceDios de la humanidad. Finalmente en 1870, el liderazgo eclesiástico pronuncio la Infalibilidad del Papal como un dogma. De allí en adelante, el prestigio del papa no ha hecho más que crecer”.[8]

La Palabra de Dios nos confirma que se levantaría nuevamente cerca del fin del tiempo. La Iglesia y el Estado se unirán y establecerán leyes y mandatos que serán impuestas y ay de aquel que no se rija por ellas.

“Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero”.[9]

Será un tiempo de angustia, persecución y martirio para los hijos de Dios. Un tiempo donde se impondrá la ley del más fuerte y se estará decidiendo el control de la voluntad y la adoración humana.

“La cuestión final en el largo conflicto entre Cristo y Satanás, entre el bien y el mal, se centrara en la lealtad... Y en la última generación, la prueba de lealtad a Dios se centrara en el cuarto mandamiento. Después del decreto de la marca de la bestia, la humanidad se divide en dos grupos: los que hayan recibido la marca de la bestia y los que hayan recibido el sello de Dios”.[10]

Por otro lado el Dr. Jacques B. Doukhan comenta:

“A través de esta imagen, el Apocalipsis designa a los que confiesan al Dios de la Creación en cada faceta de su vida. El sábado, el diezmo, las elecciones alimentarias y el respeto por la Ley de Dios, todo podría indicar la presencia del sello de Dios, pero no lo producen en forma mágica. El sello de Dios es invisible y está vivo, así como el Creador Dios al que representa.”[11]

El pasaje que estudiamos indica también un sellamiento del pueblo de Dios, que lo preparará para estar firme durante los tiempos espantosos de angustia que precederán al segundo advenimiento de Cristo (ver com. Apocalipsis. 7: 1). En los tiempos antiguos un sello sobre un objeto certificaba quién era el dueño, así también el sello de Dios sobre su pueblo proclama que él lo ha reconocido como suyo (2 Timoteo 2:19; cf. TM 446). El sello que se estampará sobre los fieles siervos de Dios es "la pura marca de la verdad", la "señal" de su "aprobación" (3T 267). Este sello da testimonio de la "semejanza a Cristo en carácter" (EGW, Material Suplementario com. vers. 2). "El sello de Dios, la garantía o señal de su autoridad, se halla en el cuarto mandamiento" (EGW, ST 1 - 11 1899; cf. CS 698).

“Antes que comiencen las siete ultimas plagas, los ángeles de Dios anuncian solemnemente “El que es injusto siga siendo injusto, y el sucio siga ensuciándose. El justo siga justificándose” (Apocalipsis 22:11). El juicio de Dios habrá decidido cada caso, para vida eterna o muerte eterna. La puerta de la gracia de Dios se habrá cerrado, y se iniciara el tiempo de angustia” anunciando proféticamente en Daniel 12:1”.[12]

La historia volverá a repetirse pues al igual que en Egipto las plagas fueron derramadas pero los hijos de Dios fueron protegidos. Surge un punto interesante aquí y es relevante como nos dice Mark Finley:

“Las Escrituras no respaldan la enseñanza del rapto secreto. Apocalipsis 15: 8 nos dice que “ninguno podía entrar en el Santuario (celestial)” hasta que se consumaran las siete plagas de los siete ángeles”.[13]

Otro versículo que apoya este punto lo encontramos en Apocalipsis 1:7:

“He aquí viene en las nubes y todo ojo le vera”. Al igual que Cristo ascendió a los cielos en una nube así mismo vendrá. “Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.”[14]

Durante la Segunda Venida de Cristo

Durante la Segunda Venida de Cristo suceden algunos eventos que me gustaría compartir con ustedes en primer lugar habrá un Gran terremoto:

“Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto
tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra”.[15]

Luego continúa describiendo lo que ocurre:

“Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie? “.[16]

Mientras los impíos vivos caen muertos ante la presencia divina, los muertos en Cristo resucitan:

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.[17]

Quiero destacar que los muertos en Cristo resucitaran primero. Estos son todos los santos a través de las edades desde Adán hasta la venida del Señor que serán despertados. Estos constituyen la “Gran Multitud” de Apocalipsis:

“Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos”.[18]

Al escuchar la trompeta:

“Todos salen de sus tumbas de igual estatura que cuando en ellas fueron depositados... Pero todos se levantan con la lozanía y el vigor de eterna juventud... la forma mortal y corruptible, desprovista de gracia, manchada en otro tiempo por el pecado, se vuelve perfecta, hermosa e inmortal. Todas las imperfecciones y deformidades quedan en la tumba”.[19]

Sin embargo la Escritura señala el hecho que habrá una resurrección parcial veamos lo que nos dice Apocalipsis 1:7, “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. Jesús les aseguro a los sacerdotes y a los que le acusaban que cuando el viniera en gloria ellos lo verían:

“Los que se mofaron y se rieron de la agonía de Cristo, y los enemigos mas acérrimos de su verdad y del pueblo, son resucitados para mirarle en su gloria y para ver el honor con que serán recompensados los fieles y obedientes”.[20]

Realmente son tres resurrecciones la de los muertos en Cristo, en el momento de su venida al igual que la parcial que una vez contemplen a Jesús volverán a morir. Finalmente después del milenio será la segunda resurrección, para la muerte eterna.

Sigue diciendo el versículo:

“Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.[21]

Como dice la primera carta a los Corintios:

“He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria”.[22]

Encontramos en el Conflicto de los Siglos el siguiente comentario:

“A la voz de Dios fueron glorificados, ahora son hechos inmortales, y juntamente con los santos resucitados son arrebatados para recibir a Cristo su Señor en los aires”.[23]

La Salvación ya es un hecho. Gloria a Dios y la muerte no existirá más para los salvados. Vamos rumbo al cielo. Viviremos por la eternidad. Amen, Así sea.

“Juntos entramos en la nube y durante siete días fuimos ascendiendo al mar de vidrio”.[24]

Después de la Segunda Venida

Ya una vez en los aires rumbo a la patria celestial la tierra queda destruida, desolada y llena de cadáveres por doquier.

“Y yacerán los muertos de Jehová en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el otro; no se endecharán ni se recogerán ni serán enterrados; como estiércol quedarán sobre la faz de la tierra”.[25]

¿Qué sucederá con Satanás y sus ángeles? ¿Qué dice la Escritura?

“Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años”.[26]

Veamos el siguiente comentario acerca de este punto:

“El mundo llega a ser el “abismo” al cual quedan confinados “Satanás y sus ángeles. Satanás no puede ejercer ningún poder creativo o de organización sobre la tierra, pues esta permanece en un estado caótico durante mil años”.[27]

Comienza en el cielo el juicio:

“Durante el milenio los santos participan en un juicio donde se delibera y revisan los casos de los perdidos de esta tierra y de los ángeles caídos. Este juicio es evidentemente necesario en vista de la naturaleza cósmica del problema del pecado. La trayectoria de la rebelión del pecado ha sido el objeto de la preocupación e interés de otros mundos (Job 1; 2, Efesios 3: 10). Todo el interludio del pecado debe ser tramitado de tal manera que los corazones y mentes en todo el universo de Dios queden satisfechos con su trato del pecado y la conclusión de este, con referencia particular al carácter de Dios. Es especialmente importante para los redimidos de la tierra nueva entender los tratos de Dios con aquellos que clamaran para que las rocas caigan sobre ellos y los escondan del “rostro del que esta sentado sobre el trono” (Apocalipsis 6: 16). Deben estar totalmente satisfechos de la justicia de Dios en sus decisiones con respecto a los perdidos”.[28]

Conclusión

Considerando los hechos antes expuestos reconozco que Dios nos tiene en alta estima pues nos reveló todas estas cosas pues su intención es salvarnos. Lo demuestra una y otra vez, no se cansa de mostrar su amor. Recuerda somos importantes para el Señor y cada día al pensar en esto deberíamos agradecerle por su bondad y misericordia. Lamentablemente muchos no le reconocen, ni le brindan honor y loor. Haciendo caso omiso a su palabra viven en libertinaje y desenfreno. Sin embargo aunque Dios nos hizo y le pertenecemos, no nos obliga a obedecerle, nos da un libre albedrío, nos deja elegir, no somos marionetas. Por el contrario es paciente y espera que tomemos decisiones sabias, pues nuestras decisiones van a determinar nuestro futuro. Dios está interesado en salvarte, todavía el tiempo de gracia no ha concluido, si todavía no has entregado tu vida al Señor, hazlo hoy, pues en él esta la vida. Todas las escenas finales serán acortadas por el bien de los redimidos. (Mateo 24: 22).

La Segunda Venida de Jesús es real, no es un mito, ni un rapto secreto, no es algo que pasará inadvertido. Sera un día de mucha agitación y sonido de trompeta y vocerío, donde habrá llanto, desesperación, dolor y muerte. Pero por otro lado habrá seguridad, gozo, esperanza y salvación. ¿De que lado quieres estar? El Señor espera que al igual que las vírgenes prudentes (Mateo 25: 2-13), estemos preparados, para así recibir al esposo en las nubes de los cielos y como Isaías podamos juntos decir:

“He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación”.[29]

Sí, Ven, Señor Jesús.

Autor: Pr. Edwin Medina


Bibliografía

1- Reina Valera. Sociedades Bíblicas Unidas. 1960.
Bibliografía

2- Creencias de los Adventistas del Séptimo Día. Publicaciones Interamericanas. Nampa, Idaho. 2006.

3- De White, Elena G. Testimonios para la Iglesia. t 9. Doral, Florida: Asociación Publicadora Interamericana. 1998.

4- Doukhan, Jacques. B. Secretos del Apocalipsis, Un Vistazo Judío al Apocalipsis. Doral, Florida: Asociación Publicadora Interamericana. 2008.

5- Finley, Mark. La Próxima Súper Potencia Mundial, Las antiguas profecías, la globalización, y nuestro futuro. Doral, Florida: Asociación Publicadora Interamericana. 2006.

6- De White, Elena G. El Conflicto de Los Siglos. Miami, Florida: Asociación Publicadora Interamericana. 1954.

7- De White, Elena G. Primeros Escritos. Miami, Florida: Asociación Publicadora Interamericana. 1962.

8- Lehmann, Richard, Eric Claude Webster, Frank B. Holbrook, eds. Teología, Fundamentos Bíblicos de Nuestra Fe. Doral, Florida: Asociación Publicadora Interamericana. 2008.

Referencias


  1. Apocalipsis 6:13-14. Reina Valera. Sociedades Bíblicas Unidas. 1960. ↩︎

  2. Mateo 24: 3- 12. Reina Valera. Sociedades Bíblicas Unidas. 1960. ↩︎

  3. Mateo 24:38-39. Reina Valera. Sociedades Bíblicas Unidas. 1960. ↩︎

  4. Nampa, Idaho: Creencias de los Adventistas del Séptimo Día. Publicaciones Interamericanas. 2006. p. 387. ↩︎

  5. Mateo 24:14. Reina Valera. Sociedades Bíblicas Unidas. 1960. ↩︎

  6. De White, Elena G. Testimonios para la Iglesia, t.9. Doral, Florida: Asociación Publicadora Interamericana. 1998. p. 114. ↩︎

  7. Apocalipsis 13:2-4. Reina Valera. Sociedades Bíblicas Unidas. 1960. ↩︎

  8. Doukhan, Jacques B. Secretos del Apocalipsis, Un Vistazo Judío al Apocalipsis. Doral, Florida: Asociación Publicadora Interamericana. 2008. p. 119. ↩︎

  9. Apocalipsis 14: 9-10. Reina Valera. Sociedades Bíblicas Unidas. 1960. ↩︎

  10. Finley, Mark. La Próxima Súper Potencia Mundial, Las antiguas profecías, la globalización, y nuestro futuro. Doral, Florida: Asociación Publicadora Interamericana. 2006. p. 215. ↩︎

  11. Doukhan, Jacques B. Secretos del Apocalipsis, Un Vistazo Judío al Apocalipsis. Doral, Florida: Asociación Publicadora interamericana. 2008. p. 71. ↩︎

  12. Finley, Mark. La Próxima Súper Potencia Mundial, Las antiguas profecías, la globalización, y nuestro futuro. Doral, Florida: Asociación Publicadora Interamericana. 2006. pp. 216, 217. ↩︎

  13. Ibíd. p. 216. ↩︎

  14. Mateo 26:64. Reina Valera. Sociedades Bíblicas Unidas. 1960. ↩︎

  15. Apocalipsis 16: 18. Reina Valera. Sociedades Bíblicas Unidas. 1960. ↩︎

  16. Apocalipsis 6: 15-17. Reina Valera. Sociedades Bíblicas Unidas. 1960. ↩︎

  17. 1 Tesalonicenses 4: 16, 17. Reina Valera. Sociedades Bíblicas Unidas. 1960. ↩︎

  18. Apocalipsis 7: 9. Reina Valera. Sociedades Bíblicas Unidas. 1960. ↩︎

  19. De White, Elena G. El Conflicto de Los Siglos. Miami, Florida: Asociación Publicadora Interamericana. 1954. p. 702. ↩︎

  20. Ibíd. P. 695. (Mateo 26:65). Reina Valera. Sociedades Bíblicas Unidas. 1960. ↩︎

  21. 1 Tesalonicenses 4: 16, 17. Reina Valera. Sociedades Bíblicas Unidas. 1960. ↩︎

  22. 1 Corintios 15: 51-54. Reina Valera. Sociedades Bíblicas Unidas. 1960. ↩︎

  23. De White, Elena G. El Conflicto de Los Siglos. Miami, Florida: Asociación Publicadora Interamericana. 1954. p. 703. ↩︎

  24. De White, Elena G. Primeros Escritos. Miami, Florida: Asociación Publicadora Interamericana. 1962. p. 16. ↩︎

  25. Jeremías 25: 33. Reina Valera 1960. Referencias (Isaías 24: 21,22: Apocalipsis 19:19-21), Reina Valera 1960. ↩︎

  26. Apocalipsis 20: 1-3. Reina Valera. Sociedades Bíblicas Unidas. 1960. ↩︎

  27. Lehmann, Richard, Eric Claude Webster, Frank B. Holbrook, eds. Teología, Fundamentos Bíblicos de Nuestra Fe. Doral, Florida: Asociación Publicadora Interamericana. 2008. p. 111. ↩︎

  28. Lehmann, Richard, Eric Claude Webster, Frank B. Holbrook, eds. Teología, Fundamentos Bíblicos de Nuestra Fe. Doral, Florida: Asociación Publicadora Interamericana. 2008. p. 115. ↩︎

  29. Isaías 25: 9 Reina Valera. Sociedades Bíblicas Unidas. 1960. ↩︎

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