La Homosexualidad en la Historia

Feb 24, 2017
Juegos Cristianos

Este artículo investigará el desarrollo histórico de la homosexualidad. Comienza con el Antiguo Cercano Oriente, continua con Israel y el Judaísmo, el mundo greco-romano, el Cristianismo y el Gnosticismo, y finaliza con Europa entre la Edad Medieval y nuestro tiempo.

El Antiguo Cercano Oriente

Egipto

Hasta ahora no se han encontrado leyes egipcias tratando con la homosexualidad.[1] “Prácticas sexuales no convencionales no están bien documentadas en el Antiguo Egipto”.[2] Pero hay algunas. El Faraón Pepi II (siglo XXIV a.C.) puede haber tenido una relación homosexual con uno de sus generales. Algunos especialistas sugieren “que la homosexualidad era mal vista por los egipcios”.[3] “La relación familiar ideal en Egipto consistía en que un hombre joven encontrara una buena esposa y educara a buenos hijos. Dado que la herencia era a través de la línea femenina, las hijas eran importantes. El joven esposo mantenía una relación cercana con su abuelo maternal”.[4]

Uno de los textos que trata con la homosexualidad es la inscripción de un ataúd. La persona fallecida afirmaba haber tenido relaciones sexuales con un dios. Dado que la parte activa era quien estaba en poder, y la parte pasiva era considerada indefensa, la persona fallecida afirmaba en este texto que él no tenía nada que temer del dios Aton.[5]

Para afirmar su poder, los egipcios pueden haber violado a sus enemigos varones derrotados. “Un relato destacado sobre la homosexualidad en la literatura egipcia es una historia acerca del intento del dios Set de violar a su hermano menor... Set muestra un interés decidido en el cuerpo de Horus... La sexualidad de Set siempre es irregular; a él no le importa si las mujeres son casadas o no... Él recibe dos diosas sirias como esposas, Anat y Astarté. Él viola a Anat. Pero en el relato encontrado en el Papiro Chester Beatty VII, ella está vestida como un hombre. La palabra egipcia que se usa no es la de una relación humana... sino para una relación entre animales”.[6] Los dioses no solo establecía el “tono moral para las personas” sino que también eran construcciones humanas usadas para racionalizar el comportamiento de uno. “Los adoradores de Set imitarían sus obras aunque estos actos puedan ser considerados una abominación entre los devotos a otros dioses”.[7]

Pareciera que existió la pederastia en Egipto. Las relaciones homosexuales pueden no haber sido “consideradas como incorrectas en tanto estuvieran basadas en el consentimiento mutuo”.[8] Por el otro lado, en el Libro de los Muertos, un hombre fallecido que “apareció ante el juez en el otro mundo” dijo: “No he tenido relaciones sexuales con un niño. No me he contaminado... No he sido pervertido; No he tenido relaciones con un niño”.[9] Wold declara: “Hasta el fin del primer milenio a.C., ninguna prohibición o ramificación legal del contacto sexual entre personas del mismo género puede ser encontrado. Por lo tanto, no puede saberse que es lo que afectó este cambio en las actitudes egipcias hacia la homosexualidad”.

Mesopotamia

La situación es similar en Mesopotamia. Parecería no haber ninguna legislación antigua acerca de la homosexualidad. En el medio del segundo siglo a.C. la homosexualidad es enumerada entre crímenes sexuales. Sin embargo, es discutido si las leyes se refieren solo a las violaciones homosexuales o no. El castigo, entre otras cosas, era la castración para que de esta manera los perpetradores no pudieran continuar su conducta. Otra ley trata con una acusación falsa de conductas homosexuales. Es implícito que esto no es una violación homosexual, sino que describe una relación consensuada. En un caso tal, el acusador también debía ser castrado.[10]

Pero seguir la ley no es necesariamente lo que uno puede encontrar en la sociedad. En las prescripciones šumma alû, un texto sobre magia, se encuentran las siguientes declaraciones:

  1. Si un hombre tiene relaciones con los cuartos traseros de su igual (varón), ese hombre será considerado el primero entre sus hermanos y colegas.

  2. Si un hombre anhela expresar su hombría mientras está en prisión y debido a eso, al igual que un prostituto religioso, desea aparearse con hombres, él experimentará mal.

  3. Si un hombre tiene relaciones con un prostituto religioso, los problemas lo dejarán.

  4. Si un hombre tiene relaciones con un cortesano por todo un año, las preocupaciones que lo plagan se desvanecerán.

  5. Si un hombre tiene relaciones con un esclavo, los problemas lo asediarán.[11]

Sin embargo, estos textos pueden relacionarse con la religión y no reflejar con precisión lo que sucedía en la vida cotidiana. Springett observa: “Las relaciones sexuales como un servicio a los dioses o diosas eran un práctica común, la cual no era considerada como un crimen, sino como una señal de dedicación o devoción. Las sacerdotisas que practicaban esta costumbre aparentemente eran muy respetadas de alguna manera, dado que incluso los reyes dedicaban a sus hijas para el templo... Por otro lado, las prostitutas del templo no eran recomendadas como esposas ni siquiera por los autores babilonios... Los hombres relacionados al culto (assinnu) a veces eran eunucos, homosexuales o ambos”.[12]

La diosa Istar/Inanna, como una deidad del amor y la guerra, era una figura ambigua, a veces actuando como una mujer y a veces comportándose como un varón. Ella “no se conformaba al rol esperado de una mujer como esposa y madre, sino que en muchas ocasiones actuó como un hombre... Debido a esto, Istar era adorada como una hermosa doncella, pero también como un guerrero barbudo”.[13] Un himno sumerio afirma que Istar tenía el poder de convertir a los hombres en mujeres y a las mujeres en hombres.[14] No es una sorpresa que los assinnus, los kurgarrus, y los kulu’us o galas exhibían el mismo patrón. Parecería que los tres grupos de funcionarios religiosos nacían como varones (o hermafroditas), pero... su apariencia era o totalmente femenina o tenían carasterísticas tanto masculinas como femeninas”.[15] “...parecería posible que a veces los devotos participaban en relaciones homosexuales... Su género era definitivamente ambiguo: incluso el signo cuneiforme correspondiente para ellos (URSAL) significa “hombre-mujer” o literalmente “perro-hombre” (“perro” representa la masculinidad en un sentido negativo)”.[16] Sobre cómo eran percibidos por la sociedad, Teppo responde:

“Como miembros de un tercer género, los assinnus, kurgarrus y kulu’us rompieron uno de los límites más importantes de la sociedad mesopotámica: el límite entre hombres y mujeres. Ellos eran anomalías: devotos con un género ambivalente de una diosa ambivalente Istar, que ella misma era transgresora de límites. Esto convertía a los devotos en personas sagradas, poderosas y peligrosas, pero al mismo tiempo, impuras, marginadas y temidas.[17]

Esta escasez de información puede indicar que la homosexualidad no estaba muy esparcida en la Mesopotamia.[18]

Hititas

“Nina ley hitita prohibía la homosexualidad, excepto en caso de incesto: “Si un hombre viola a su hijo, [su castigo] será el castigo capital”.[19] Dado que sabemos muy poco acerca de la homosexualidad entre los hititas, no podemos decir si era aceptada o si era poco común. In embargo, si sabemos acerca de la bestialidad. “Las relaciones sexuales con ovejas y vacas estaban prohibidas... Pero las relaciones con caballos o mulas no provocaban ningún castigo”.[20]

Cananitas
No han sobrevivido textos describiendo la homosexualidad cananita. Basados en Levítico 18:24 y su contexto inmediato, puede asumirse que en Canaán se practicaban actos homosexuales. “En este punto, sin embargo, debemos decir que la homosexualidad no puede ser identificada como una práctica común en Canaán a partir de los textos disponibles, ni tampoco es representada en el arte que tenemos. La fertilidad, la promiscuidad, la bestialidad, el incesto, si, pero no la homosexualidad”.[21]

El Antiguo Israel y el Judaísmo

Israel

El Antiguo Testamento no solo tiene claras prohibiciones contra la homosexualidad (Lev. 18:22; 20:13). Sino que además relata ejemplos de homosexualidad. Sin embargo, estas ocurrencias son tratadas negativamente. La homosexualidad es una abominación y debía ser castigada.

Judaísmo

Los libros apócrifos del AT tales como la Sabiduría de Salomón discuten el pecado de Sodoma repetidamente y lo condenan, sin embargo, bajo la categoría de inhospitalidad. Aun así Sabiduría 14:26 habla acerca de la confusión del sexo, lo cual puede apuntar a la homosexualidad.

Los libros pseudo-epigráficos también están opuestos a la homosexualidad, el más claro es 2 Enoc. “Segunda de Enoc 34:1-3 se refiere ampliamente a la sodomía adulta, mientras que 10:4-5 se refiere principalmente a pederastia. El interlocutor en 2 Enoch añade una evaluación negativa a ambos”.[22] De acuerdo a 2 Enoc, la práctica de la homosexualidad ocurrió incluso antes del Diluvio. Los autores de los libros pseudo-epigráficos que mencionan la sodomía no solo lo consideraban “un pecado en un sentido religioso, sino también como un delito en un sentido civil o criminal... estos judíos le pedían cuentas a los gentiles por tolerar la sodomía en sus propios códigos legales...”[23]

El judaísmo rabínico no era diferente. “¡La Mishna veía la homosexualidad como merecedora de un forma más severa de muerte que el asesinato!”. El Mishnah Sanhedrin 8:7 “ubica a la homosexualidad con los crímenes claramente universales de asesinato y adulterio, y no con las ofensas “rituales”. La Mishnah ve la homosexualidad como una ofensa más grave que el asesinato, pero aun así no era tan grave como la bestialidad, la profanación del sábado, o la idolatría en lo que se refiere a sus consecuencias espirituales... La Mishnah también prohíbe que un hombre soltero le enseñe a los niños, y que dos hombres solteros duerman bajo la misma capa (Qiddushin 4.13f.).”

“El Talmud en sus versiones más tardías consideran que el lesbianismo impedía que una mujer se casara con un sumo sacerdote (Bab. Shabbat 65a) y no admite en la corte el testimonio de alguien que había consentido en un acto de pederastia (Bab. Yevamot 25a)”[24]

Filón de Alejandría y Josefo condenan la homosexualidad. Ellos creían “que la ley debería prohibir la actividad homosexual... tales leyes deberían existir entre todas las naciones. No es posible limitar sus convicciones a la pederastia, dado que tratan con las personas andróginas y los eventos de Sodoma. Ambos escritores mantenían la legislación mosaica como una ley superior a los códigos paganos”.[25]

El Mundo Greco-Romano

Grecia

“La sociedad griega probablemente fue la sociedad más antigua en la cual la homosexualidad prevalecía... No hay ninguna duda que en Grecia la homosexualidad se debió en gran medida al carácter narcisista de la vida griega y la influencia de la religión. Los dioses la practicaban (e.g., Zeus con Ganimedes, Heracles con Yolaos o Hilas, y Apolo con Jacinto), así que la gente lo justificaba y lo buscaba”.[26]

Algunos especialistas creen que la homosexualidad puede haber sido introducida en la sociedad griega alrededor del 1400 a.C. Durante el siglo séptimo o sexto a.C. una señorita llamada Safo de la Isla de Lesbos comenzó a escribir acerca de sus sentimientos hacia otras chicas. La palabra lesbianismo deriva de su lugar de origen. Si ella tuvo o no relaciones sexuales con otras mujeres o solo tenían sentimientos hacia ella no es completamente claro. En cualquier caso, no había ninguna asociación religiosa.

“La forma más común de homosexualidad entre los varones griegos era la pederastia. Este término se refiere a un plan de educación para niños en el cual ellos eran puestos por sus padres bajo el cuidado de otro hombre para ser educados. Como una característica del sistema, se esperaba que el niño, llamado eromenos, le proveyera a su mentor, el erastes, con favores homosexuales”.[27] Era considerada como una institución honorable. No se esperaba que los niños, típicamente mayores de 4 años y hasta la pubertad, disfrutaran de las relaciones sexuales, sino que las soportaran. De otra manera, serían considerados pervertidos. Después de que los niños hubieran crecido no se espera que continuaran desempeñando el rol pasivo en una relación sexual.[28]

El caso de Timarco en la corte de Atenas revela que el administrador de esta ciudad estaba involucrado en pederastia, homosexualidad, prostitución y bestialidad.[29] Él fue sentenciado a muerte.[30]

De Young sostiene que “la homosexualidad griega era diversa: pederastia, entre varones adultos, entre mujeres adultas, y prostitución masculina. Se garantizaba por el consentimiento y la permanencia, así como también por la violación y la infidelidad... la homosexualidad se institucionalizó en el ejército, en la educación, en el hogar, y en las leyes. Muchos de los grandes filósofos, artistas, poetas y líderes, incluyendo a Sócrates, Platón, Aristóteles..., eran homosexuales o pederastas”.[31] Aunque Platón apoyaba la pederastia, de alguna manera más tarde cambió su posición.[32] Las leyes eran necesarias para “regular las actividades sexuales entre heterosexuales y homosexuales”.[33] Platón también compartió el mito andrógino[34] acerca de la “emergencia de la diferenciación sexual”.[35] Esquines buscó proteger a los niños e incluso a los esclavos del acoso y el abuso sexual.

Roma

“La sociedad romana aparentemente había heredado de Grecia una homosexualidad aceptada en el siglo II a.C. Ocurría en todas sus formas (pederastia, prostitución masculina, catamitas mercenarios, consensuadamente entre adultos, y lesbianismo). Los romanos diseñaron varios códigos legales a lo largo de los siglos para legislar la homosexualidad en varias maneras”.[36]

Ellas son: (1) Lex Scantia (alrededor del 226 a.C.); (2) Lex Julia de adulteriis coecendi (alrededor del 17 a.C.); (3) Primera Novella (538 d.C.); Segunda Novella (544 d.C.). Es notable que las primeras leyes contra la homosexualidad fueron redactadas antes de que la iglesia cristiana fuera fundada.

Cristianismo y Gnosticismo

Cristianismo Ortodoxo

El Nuevo Testamentos siguió al AT al condenar la actividad homosexual. Esto fue apoyado por los padres de la iglesia como Agustín y Crisóstomo. “Las Constituciones Apostólicas (7.2) dicen que la sodomía es inaceptable como conducta cristiana...”.[37] Y “para el siglo cuarto los concilios eclesiásticos comenzaron a dictar normas y cánones sobre el tema. Pronto la posición de la iglesia se convirtió en la del gobierno romano, y Roma comenzó a imponer la legislación en su lugar”.[38]

Grupos Gnósticos

Mientras que el cristianismo ortodoxo mantiene la posición del AT y del NT, los grupos gnósticos tomaron un enfoque diferente. Ellos reinterpretaron los textos bíblicos. El padre de la iglesia Epifanio describió a un grupo llamado Barbelitas. Ellos participaban en “una copulación ritual con el sexo opuesto [llevado] a límites a veces extremos, con el objetivo de evitar la inseminación y la procreación...”.[39] Se consideraba que aquellos que participaban aún eran vírgenes y eran a la imagen de Dios, reflejando la santidad de Dios. Pero “estos actos con el sexo opuesto son solo para los neófitos; los adherentes más avanzados de la secta”[40] se involucraban en la homosexualidad. “... para estos gnósticos, el acto homosexual -al ser un distorsión tan horrenda del proceso de la diferenciación del género, [y] el antídoto del acto proscripto con el sexo opuesto- los capacitaba para liberarse de los grilletes del género”.[41] Ellos no querían convertirse en el objeto de la horrible entidad llamada naturaleza.

Para los Naasenos, las relaciones heterosexuales eran “una cosa completamente maligna y contaminadora... Pablo declaraba que los actos sexuales entre mujeres eran “contrarios a la naturaleza” (para physin); los naasenos creían que dado que el género era “natural”, era una bendición actuar “contrario a la naturaleza”.[42] “... la humanidad pura de acuerdo a los gnósticos no era “ni masculina ni femenina, sino una nueva criatura, un Nuevo Humano”. De hecho, este es un tema recurrente en la mayoría, sino en todos, los escritos gnósticos: la perfección original humana, o anthropos, no tiene género ni sexo, sino que el género es la creación de un dios masculino inferior, malvado y opresor cuyo propósito es engañar a la humanidad para que no puedan reconocer su origen celestial”.[43]

Europa entre la Edad Medieval y Nuestro Tiempo

La Iglesia Cristiana entendía la actividad homosexual como un pecado grave. De acuerdo a Gregorio de Nisa, el castigo variaba entre nueve años de penitencia y excomunicación. El trato más comprensivo del asunto se encuentra en la obra de Cumea. Él también se enfocó en el lesbianismo. En la Era Medieval, la homosexualidad es una vez más asociada con la herejía. Tomas de Aquino evaluó la homosexualidad y declaró que los órganos sexuales no deben ser usados en una manera que excluya la procreación. La homosexualidad es casi tan mala como el bestialismo.[44] La posición de la iglesia influyó al gobierno. A menudo, los homosexuales eran perseguidos e incluso ejecutados.

Mientras que el código civil francés no menciona la homosexualidad, las leyes británicas, al igual que las alemanas y austriacas amenazan la conducta homosexual con castigos incluso a finales del siglo XIX y en algunos casos incluso hasta mediados en el siglo XX.[45] Desde ese entonces, la homosexualidad ha sido aceptada en muchos países, a menudo tratada como los matrimonios heterosexuales. El liberalismo y el secularismo junto con las campañas homosexuales han contribuido a un cambio completo en el enfoque de muchas sociedades.

Mientras tanto, las así llamadas leyes del odio, obstaculizan la libertad de expresión en muchos países, y las leyes de no discriminación intenta forzar incluso a las iglesias que se oponen a un estilo de vida homosexual a contratar a homosexuales, por lo tanto, actuando en contra de la libertad de consciencia. Mientras que es deplorable que los homosexuales hayan sido perseguidos y asesinados, ciertamente en contra de las implicaciones del evangelio, la discriminación de aquellos que no están de acuerdo con una agenda homosexual no es un enfoque mejor. Los humanos deben aprender a vivir con diferencias de opiniones y respetarse mutuamente.

Conclusión

Esta breve investigación ha mostrado que las diversas formas de conductas homosexuales eran conocidas y estaban presentes en la mayoría, si no en todas, las culturas del Antiguo Cercano Oriente. Tales prácticas no siempre eran abusivas y violentas. Sin embargo, muchas culturas fueron ambivalentes acerca de las formas de conducta homosexual. Aunque puede haber sido tolerada bajo ciertas circunstancias, no era la norma y no era necesariamente aceptada por la población que mantenía los valores del matrimonio heterosexual y las relaciones familiares en las cuales los niños desempeñaban un rol importante.

Siguiendo la clara posición bíblica, las sociedades judías y cristianas rechazaban cualquier tipo de actividad homosexual durante siglos. Solo recientemente, algunas iglesias, siguiendo el nuevo enfoque de diversas culturas y gobiernos seculares, han hecho provisiones para un estilo de vida homosexual, mientras que otros respetan a las personas homosexuales sin defender ni condonar su estilo de vida.

Autor: Ekkehardt Mueller | Biblical Research Institute of the General Conference of the Seventh-day Adventist | Traducido por Eric Richter para DA

Referencias


  1. Cf. Donald J. Wold, Out of Order: Homosexuality in the Bible and the Ancient Near East (Grand Rapids: Baker Books Publishing Company, 1998), 56. ↩︎

  2. Ronald M. Springett, Homosexuality in History and the Scriptures (Silver Spring: Biblical Research Institute of the General Conference, 1988), 34. ↩︎

  3. Wold, 56 ↩︎

  4. Springett, 34. ↩︎

  5. Wold, 56. ↩︎

  6. Spingett, 35, 37. ↩︎

  7. Springett, 39. ↩︎

  8. Wold, 59. ↩︎

  9. Wold, 57-58. ↩︎

  10. Ver Wold, 47-58; Springett, 40-41. ↩︎

  11. Wold, 48. ↩︎

  12. Springett, 41. ↩︎

  13. Saana Teppo, “Sacred Marriage and the Devotees of Ištar,” in Sacred Marriages: The Divine-Human Sexual Metaphor from Sumer to Early Christianity, ed. Marti Nissinen and Risto Uro (Winona Lake, IN: Eisenbrauns, 2008), 76. ↩︎

  14. Ver Teppo, 85. ↩︎

  15. Ver Teppo, 77. ↩︎

  16. Teppo, 81. En su artículo, Kathleen McCaffrey, “Reconsidering Gender Ambiguity in Mesopotamia: Is a Beard Just a Beard?,” en Sex and Gender in the Ancient Near East: Proceedings oft he 47th Rencontre Assyriologique Internationale, ed. Simo Parpola y Robert Whiting (Helsinki: Neo-Assyrian Text Corpus Project, 2002), 379-391, ella argumenta que estos varones que tomaban un rol femenino deberían ser considerados como un tercer género en su sociedad. ↩︎

  17. Teppo, 91. ↩︎

  18. Ver Wold, 51. ↩︎

  19. Wold, 54. ↩︎

  20. Martha Tobi Roth, Harry A. Hoffner, y Piotr Michalowski, Law Collections from Mesopotamia and Asia Minor, 2nd ed. (Atlanta, GA: Scholars Press, 1997), 236. ↩︎

  21. Wold, 60. ↩︎

  22. James B. De Young, Homosexuality: Contemporary Claims Examined in the Light of the Bible and Other Ancient Literature and Law (Grand Rapids: Kregel Publications, 2000), 87. ↩︎

  23. De Young, 244. ↩︎

  24. De Young, 246 ↩︎

  25. De Young, 248. ↩︎

  26. De Young, 252. ↩︎

  27. Springett, 87. ↩︎

  28. Cf. Springett, 87-88. ↩︎

  29. Ver De Young, 235-237. ↩︎

  30. Ver De Young, 235-237, por una descripción detallada. ↩︎

  31. De Young, 252-253. ↩︎

  32. Por más detalles ver David L. Balch (ed.), Homosexuality, Science, and the “Plain Sense” of Scripture (Grand Rapids: Wm B. Eerdmans Publishing Company, 2000), 44-45. ↩︎

  33. De Young, 253-254. ↩︎

  34. Springett, 97-98: “En este mito Platón explicó que el ser humano primitivo era dual. Él tenía cuatro manos, cuatro pies, dos caras y dos genitales, es decir, como dos seres humano espalda a espalda con sus caras en direcciones opuestas. Algunos de estas criaturas primitivas duales eran masculinas en ambas partes, otras eran femeninas en ambas partes y otras (un tercer sexo) eran parte masculina y parte femenina. Estas criaturas primitivas eran tan fuertes que se volvieron insolentes, atacando a los dioses. Debido a si constante insolencia, Zeus dividió a estas criaturas duales de cuatro piernas en criaturas de dos piernas. Un varón dual se convirtió en dos hombres, una mujer dual se convirtió en dos mujeres y un hombre/mujer (andrógino) se convirtió en un hombre y en una mujer. Basándose en esto, él explica los diferentes deseos sexuales que aparecían en la sociedad, porque cada criatura busca su propio opuesto, de acuerdo a su orientación original. Cuando las dos partes duales se encontraban, se enamoraban. Mediante la creación de este mito Platón intenta explicar la atracción que algunos hombres y mujeres tenían hacia personas del mismo sexo” ↩︎

  35. Balch, 46. ↩︎

  36. Cf. De Young, 257. ↩︎

  37. De Young, 251. ↩︎

  38. De Young, 252. ↩︎

  39. Jonathan Cahana, “Gnostically Queer: Gender Trouble in Gnosticism,” Biblical Theology Bulletin 41/1 (2011): 26. ↩︎

  40. Cahana, 27. ↩︎

  41. Cahana, 26-27 ↩︎

  42. Cahana, 28, 29. ↩︎

  43. Cahana, 30 ↩︎

  44. Cf. S. Bailey, “Homosexuality,” in Die Religion in Gescyhichte und Gegenwart, tercera edición, ed. Kurt Galling (Tübingen: J. B. C. Mohr, 1959), 443. ↩︎

  45. Bailey, 443. ↩︎

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