Contexto Histórico del libro de Apocalipsis

Jan 8, 2012
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Autor: El autor es identificado como Juan y la evidencia interna apunta a la autoría del apóstol: “El autor se llama a sí mismo como Juan cuatro veces en el libro[1] (1:1, 4, 9; 22:8), siervo Juan (1:1, 22:6), copartícipe de la tribulación (1:9)[2] y como profeta (22:9)”.[3] La evidencia externa también es unísona al declarar la autoría juanina al libro de Apocalipsis.[4]

Fecha: El libro, según las evidencias, fue escrito a finales del siglo I d.C. “El libro fue escrito en el año 95 o 96 d.C. Según los primeros padres de la iglesia, Juan estuvo exiliado a la isla de Patmos durante el reinado del emperador romano Domiciano. Después que murió el emperador en 96 d.C., el apóstol fue liberado y regresó a Éfeso”.[5] Una fecha tardía para la composición del libro de Apocalipsis[6] aboga por aceptar el método del historicista para la interpretación del libro mismo y por rechazar la posición preterista o histórico-crítica en una época del Emperador Vespasiano.

Audiencia: El libro de Apocalipsis contiene en su capítulo introductorio los recipientes de su libro: “Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono”.[7] Se utilizan solo 7 iglesias como los destinatarios del mensaje de Juan en Apocalipsis, de las muchas que existían para el cierre del siglo I d.C. Sobre esto podemos decir que el “el número siete (pues había más de siete iglesias en la región indicada, por ejemplo, las de Magnesia y Tralles), fué sin duda porque siete es el número sagrado que expresa totalidad y universalidad: de modo que está implícito que Juan, por medio de las siete iglesias, se dirige en el Espíritu, a la Iglesia de todos los lugares y edades”.[8]

Contexto Histórico: Juan escribió desde la isla de Patmos, una isla del mar Ageo. El tiempo preciso es desconocido por el mismo libro de Apocalipsis, pero la tradición patrística lo ubica en tiempos del emperador Domiciano (81-96 d.C.). Pero “fue liberado por Nerva y le permitieron regresar a Éfeso”.[9] El cristianismo primitivo estaba sufriendo persecuciones terribles bajo este período de tiempo, y de esta manera, Jesucristo utiliza las visiones por medio de Juan para traer consuelo a esos cristianos y para “quitar el velo” del porvenir y del fin del mundo. Tal como nos dice Ranko: “El libro de Revelaciones fue escrito en un tiempo de hostilidad romana hacia los cristianos que eventualmente se convirtió en una persecución directa”.[10] A pesar de esos problemas externos, también sufrían de la presión del imperio romano por causa de no participar de muchas festividades paganas y de la adoración al emperador (la adoración consistía mayormente de emperadores muertos hacía décadas). Pero fue precisamente el emperador Domiciano que por primera vez “demandó adoración para sí mismo mientras él estaba vivo”.[11] Entre estas circunstancias difíciles, el prematuro cristianismo recibió consuelo, esperanza y aliento por el amor de Jesús manifestado en las visiones de Juan.

Propósito del libro: Fue enviado como una carta hacia las 7 iglesias de Asia (1:4) También “principia con amonestaciones a las siete iglesias de parte del divino Hijo del hombre, a quien Juan vió en visión, después de una breve introducción que expone el tema principal del libro, a saber, “para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder presto” (caps. 1–3).[12] El propósito era plenamente para ayudar a esas iglesias, en consuelo y esperanzas y también las cuales estaban “caracterizadas por declinación espiritual y apostasía. Las iglesias enfrentaban problemas, tanto externos como internos”.[13]


Referencias:


  1. Los dos unciales ejemplares más antiguos que contienen el nombre de esa forma, son respectivamente א o Codex Sinaítico y C oCodex Ephraemi Rescriptus. ↩︎

  2. Bruce Manning Metzger and United Bible Societies, A Textual Commentary on the Greek New Testament, Second Edition a Companion Volume to the United Bible Societies’ Greek New Testament (4th Rev. Ed.) (London; New York: United Bible Societies, 1994), 662. ↩︎

  3. Robert James Dr. Utley, vol. Volume 12, Hope in Hard Times – The Final Curtain: Revelation, Study Guide Commentary Series (Marshall, Texas: Bible Lessons International, 2001), 11. ↩︎

  4. Como por ejemplo Justino Mártir (Diálogo con Trifo 81), Ireneo de Lyon (Contra Herejías IV), Tertuliano y Orígenes. Ver Ibíd., 11. ↩︎

  5. Stanford Orth, Estudios Bı́blicos ELA: La Consumación De Los Tiempos (Apocalipsis) (Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C., 1998), 10. ↩︎

  6. Como, por ejemplo, datar el libro para el tiempo del emperador Nerón (54-68 d.C.). ↩︎

  7. Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Apoc. 1:4. Se usará esta versión a menos que se indique lo contrario. ↩︎

  8. Roberto Jamieson, A. R. Fausset and David Brown, Comentario Exegético Y Explicativo De La Biblia – Tomo 2: El Nuevo Testamento (El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 2002), 760. ↩︎

  9. Ranko Stefanovic, Revelation of Jesus Christ (Berrien Springs, Michigan: Andrews University Press, 2002), 4. ↩︎

  10. Ibid. ↩︎

  11. Ibid., 5. ↩︎

  12. Roberto Jamieson, A. R. Fausset and David Brown, Comentario Exegético Y Explicativo De La Biblia – Tomo 2: El Nuevo Testamento (El Paso, TX: Casa Bautista de Publicaciones, 2002), 760. ↩︎

  13. Ranko Stefanovic, Revelation of Jesus Christ (Berrien Springs, Michigan: Andrews University Press, 2002), 4. ↩︎

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Joel Lisboa

Estudió Teología y tiene una maestría en Arqueología de Andrews University